viernes, 22 de febrero de 2013

Los crímenes transnacionales del castrismo.

Por Pedro Corzo.

Es importante destacar que la violencia que Fidel Castro y en consecuencia su hermanos Raúl, patrocinó por décadas, nunca reparó que los gobiernos que aspiraban derrocar hubieran sido elegidos democráticamente, o fueran dictaduras.

Los intereses políticos-económicos de ciertos sectores y la memoria selectiva de otros, han favorecido que la subversión y el terrorismo que la dictadura cubana auspició por años en todo el hemisferio  haya ido perdiendo relieve en las relaciones internacionales, sin embargo la visita de Raúl Castro a Chile, permitió evocar los tiempos en los que el castrismo quiso imponerse en el continente a sangre y fuego, y para lograrlo, respaldó con todos los recursos a su alcance, a grupos que practicaban la violencia mas indiscriminada.

Una de estas organizaciones fue el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, cuyos dirigentes fueron entrenados militarmente en Cuba, y que posteriormente se sumaron al Frente Sandinista para luchar contra la dictadura de los Somoza, partiendo un tiempo después para el país austral, donde realizaron numerosos actos de violencia durante y después de la dictadura de Pinochet.

El castrismo consecuente con su proyecto desestabilizador, incrementó su apoyo al grupo insurgente enviando de manera clandestina a Chile, armas de fabricación norteamericana ocupadas en Viet Nam.

En 1986, por la localidad costera de Carrizal, las autoridades chilenas ocuparon aproximadamente 50 toneladas de armas, entre las que había 3500 fusiles M16 y tres toneladas de explosivos plásticos.

Otro de los trágicos resultados que propiciaron las armas y explosivos enviados por Fidel y Raúl Castro fue la muerte del senador chileno Jaime Guzmán, profesor, abogado constitucionalista y colaborador de la dictadura de Augusto Pinochet, asesinado por el FPMR

Hasta hace muy poco tiempo un número importante de personas ignoraban que el castrismo había estado involucrado en este crimen. También se desconocía que la mayoría de los que participaron directamente en el asesinato estaban refugiados en la isla y que uno de estos, Juan Gutiérrez  Fitchman,  se había casado con Mariela Castro, una hija de Raúl, el dictador designado.

Gutiérrez fue el responsable nacional militar del FPMR y autor intelectual y logístico de varias operaciones, como la muerte de Guzmán. "El Chele", como apodan a Gutiérrez, recibió entrenamiento guerrillero en Cuba y según Patricio Melero, presidente de la Unión Democrática Independiente “El nieto de Raúl Castro es hijo del autor intelectual del crimen de Jaime Guzmán".

Se ignoraba que otros individuos que participaron en el  atentado, Raúl Escobar Poblete, Marcela Mardones, y Alexis Soto, alias el 'Rambo', se encontraban bajo la protección del gobierno de los hermanos cubano, y que las autoridades chilenas habían reclamado al menos a uno de estos individuos a las autoridades de la isla, recibiendo el silencio por respuesta, lo que determinó que el presidente chileno Sebastian Piñera, abordara el tema con el gobernante cubano durante su estancia en Santiago.

Sin dudas que los sempiternos defensores de la dictadura de los hermanos Castro aducirán que Guzmán era una importante personalidad política del gobierno militar y que eso era motivo más que suficiente para el atentado que cobró su vida, obviando convenientemente que el senador fue asesinado después que el país había retornado a la democracia y ejercía constitucionalmente la presidencia Patricio Alwyn.

Bajo el gobierno de Alwyn, primer mandatario chileno electo desde el derrocamiento y muerte de Salvador Allende, se constituyó la Comisión de la Verdad y Reconciliación, responsable de investigar las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet, por lo que era de esperar que las personas involucradas en tales actos fueran procesadas, por lo que si Guzmán tenía alguna responsabilidad, sin duda alguna hubiera sido sometido a un proceso judicial.

Es importante destacar que la violencia que Fidel Castro y en consecuencia su hermanos Raúl, patrocinó por décadas, nunca reparó que los gobiernos que aspiraban derrocar hubieran sido elegidos democráticamente, o fueran dictaduras, su propósito era situar a sus aliados al frente de cada país de América Latina para imponer el totalitarismo en cada punto del continente.

El asesinato del senador Guzmán no fue el único auspiciado por Cuba  contra un gobierno democrático, como tampoco desembarcos de armas como el de Carrizales estaban exclusivamente orientados a derrocar las dictaduras.

Venezuela, la hoy aliada del castrismo, fue objeto, a pesar de la democracia vigente en ese país, de múltiples agresiones de la dictadura cubana.

Por la playa de Tucacas el general cubano Arnaldo Ochoa desembarcó con armas y hombres. Por Machurucuto hizo otro tanto el general Ulises Rosales del Toro y fue en La Habana en declaraciones al periódico Granma donde Elías Manuit Camero, jefe de la Comandancia FLN-FALN, admitió ser responsables del asesinato del doctor Julio Irarren Borges, hermano del canciller venezolano.

También en Venezuela, 1963, las FALN,  estrechos aliados del castrismo, cometieron el horrendo crimen del Tren del Encanto, un acto terrorista que fue repudiado hasta por los partidarios de los insurgentes.

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