Por Pedro Pablo Arencibia.
En el libro "One hell of a Gamble (The Secret History of the Cuban Missile Crisis)" de los investigadores Aleksander Fursenko y Timothy Naftali que desde febrero de 1959, según los archivos abiertos de la KGB y la GPU soviéticas, comenzaron los acercamientos a la Unión Soviética iniciados no por Jorge Risquet, que es la versión oficial trasladándolos a fecha posterior, sino por Emilio Aragonés en México.
Pero se plantea por algunas personas que Fidel y Raúl Castro ya estaban vinculados al Comunismo internacional desde antes del asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y que, mediante el oficial de la KGB Nikolai Leonov, el comunismo soviético le brindo en México ciertos recursos a la preparación y expedición del yate Granma.
Lo siguiente se extrajo del ensayo Razones de Angola IX, de César Reynel:
"La inteligencia checa, que desde 1948 era incapaz de tomar una sola decisión sin consultar con Moscú, pidió asesoramiento de los soviéticos y recibió respuesta a través de la decisión del Presidium de Comité Central que hoy puede ser consultada en el Archivo del Presidente de la Federación Rusa (Extracto del Protocolo 198, reunión del Presídium de diciembre 27, 1958, folio 3, lista 65, Fichero 871). En esa resolución (que ya está desclasificada y es pública), el PCUS aprobó “la intención de los amigos checos de ayudar al movimiento de liberación en Cuba”, y dio instrucciones precisas de no dejar ningún rastro escrito diciendo que la armas eran para Cuba, que verificaran exhaustivamente la seriedad de las intenciones de la compañía (léase contacto), y que no enviaran ningún arma que pudiera ser rastreada como perteneciente al bloque soviético.
Tampoco olvidemos que los primeros especialistas extranjeros en Inteligencia y Contrainteligencia que asesoraron a los incipientes órganos de la Seguridad del Estado después del triunfo de la Revolución fueron los checoslovacos, hispanosoviéticos y ex combatientes de la Guerra Civil española. Uno de ellos fue Angel Martínez Riosola, "Angelito", cuyo verdadero nombre era Francisco Ciutat de Miguel quien llegó a Cuba el 4 de marzo de 1960; su avión procedía de Venezuela pero antes había recorrido varios países europeos como Checoslovaquia y Bélgica para eludir algún "chequeo" de las agencias de inteligencia y contrainteligencia de Occidente; otro, de tantos, fue el verdadero creador de los Comités de Defensa de la Revolución en Cuba así como la mal llamada Libreta de Abastecimiento: el General hispano soviético Enrique Lister.
Esto no escapaba a los órganos de Inteligencia de los EE.UU., los cuales tenían informado al Presidente Dwight D. Eisenhower, el cual el 17 de marzo de 1960 aprobó el documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”,con el objetivo de derrocar a la amenaza que se establecía a 90 millas de las costas de EE.UU. pese a que su gobierno de manera extraordinariamente rápida había reconocido la llegada al poder del nuevo régimen en Cuba. No olvidemos que ¨el gobierno de los 100 días¨ (realmente fueron 127 días) de Ramón Grau San Martín no fue nunca reconocido por los EE.UU. pues Grau se negó a jurar ante el Tribunal Supremo de Justicia y sobre la Constitución de 1901 argumentando que dicha constitución contenía la Enmienda Platt.
La creación de los Comité de Defensa de la Revolución fue sugerida por el asesor hispano-soviético General Enrique Lister Forján, pero ya en la Italia de Benitto Mussolini existía una organización similar para que los vecinos se vigilaran y delataran unos a otros; ni en eso fue original Fidel Castro.
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