Por Michel Suárez.
No hay datos actuales sobre la compra-venta de casas en la Isla, pero en internet la sacudida ha sido fuerte. Desde la aprobación de los decretos que modifican la Ley General de la Vivienda, el movimiento en la red y los altos precios son los rasgos más visibles de una actividad que había sido considerada ilegal en los últimos cincuenta años.
Hasta octubre, 400.000 páginas eran vistas cada mes (categoría compra-venta de viviendas) en Revolico, la web de anuncios más famosa de Cuba. En noviembre, el primer mes después del decreto, las cifras se duplicaron, y febrero ha cerrado con más de un millón de páginas.
Sin embargo, al auténtico escándalo lo suponen los precios, si se toma como referencia el salario promedio mensual: 25 dólares. Está claro que la reforma del mercado inmobiliario depende del capital de los emigrados y no del resultado del trabajo de los cubanos.
"Los precios están distorsionados, por dos factores: el tiempo que el mercado inmobiliario estuvo underground, o sea, que sea existía pero era ilegal, y la escasa oferta que existe, sobre todo de inmuebles de calidad", considera Hiram Centelles, de 27 años, cofundador de Revolico.
Para Jesús Encinar, creador de Idealista, el principal portal inmobiliario de España, "no es tan extraño" que los cubanos, por el nivel de sus salarios, no puedan participar activamente del mercado.
"En la misma ciudad de Londres, por ejemplo, en los mejores barrios, los ingleses son sólo los séptimos compradores de vivienda, muy por detrás de chinos, rusos o saudíes", alega.
El experto conoce la Isla. El verano pasado disertó en Estado de Sats sobre el papel de las empresas, los impuestos y el desarrollo del país.
Consultado por DIARIO DE CUBA, Encinar considera que "lo esperable" es que haya barrios dónde se concentre el comprador extranjero, o cubano con familia fuera, y otras muchas zonas donde no ocurra tal cosa.
"La gran mayoría de viviendas para el mercado nacional tendrán que ajustar su precio a la capacidad de ahorro y nivel de renta de los cubanos, y no serán por tanto de mucho precio", agrega.
En Miramar, un vendedor pide un millón y medio de pesos convertibles por una propiedad (en la foto) que incluye dos casas. Las fotos muestran una residencia de lujo con jardín y piscina. La web creada por Hiram Centelles, donde aparece publicado el anuncio, indica que su vendedor (o intermediario) radica en España.
No es la única oferta estratosférica en La Habana. Otras llegan a costar hasta 700.000 CUC.
Es el caso de una casa de Santos Suárez, que incluye terreno, cancha de frontenis, siete habitaciones e igual número de baños, garaje grande y dos cocinas.
"No quiero dar opiniones sobre la ley, ni hablar con la prensa sobre esto", dijo su dueño, vía telefónica, ante una petición de DDC para que explicara las condiciones de la casa.
No ha sido fácil hacer que los propietarios o corredores comenten el tema. A estos últimos la ley les mantiene marginados, por lo que el sigilo es todavía mayor.
En Santiago de Cuba, Oriente Realty & Asociados se anuncia como una "empresa" privada que gestiona operaciones inmobiliarias allí. Le preguntamos por correo electrónico la situación del mercado local, y la respuesta fue: "Lamentamos no poder darle ningún tipo de información, por el momento".
Los intermediarios extranjeros, que parecen tomar posiciones de cara a un futuro más flexible, son los más dispuestos a hablar, aunque, eso sí, desde el anonimato.
Uno de ellos pide casi 300.000 euros por una vivienda de cinco cuartos en Nuevo Vedado, y asegura que "comienza a haber movimiento" en el mercado nacional.
"Es como todo. Está empezando, es probable que crezca, el principal problema es que en Cuba no se dan préstamos hipotecarios", repara.
Jesús Encinar coincide en que los préstamos ayudarían a normalizar el mercado inmobiliario nacional.
Son necesarias "unas leyes hipotecarias que permitan que la familia cubana media pueda tener acceso a crédito para la compra de una vivienda", explica.
"Esta es la casa que cualquier empresario desearía para vivir o hacer negocios. Puedes construir el mejor hostal o la mejor paladar de Cuba", dice un llamativo anuncio de una mansión en La Víbora, sin fotos, por la que piden 1.300.000 CUC.
Pero en Revolico no solo hay ofertas, sino también debates. De vez en cuando la gente se queja, tanto de los vendedores que no publican fotos ni explican bien las condiciones como de sus ambiciones.
"A los que viven en zona de penetración del mar, ¡bajen los precios!", exige un forista que se identifica con el nickname "qué-cosa-es-esto".
Otro intermediario aprovecha para hacer catarsis: "No pretendo volverme rico, pero sí buscarme el dinero diario. Lo contrario de otros corredores, que suben tantos lo precios que no se buscan nada. Hay demanda, pero no para la alteración tan grande de los precios".
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