Por Adriana Zamora.
"Quitaron a los carretilleros!", asevera Iris. "Una amiga mía que tiene una carretilla me dijo que le prohibieron vender".
Aunque no sabe decir de dónde vino la supuesta prohibición ni a qué se debe, Iris no tiene dudas a la hora de dar la noticia. Y no es la única. El rumor se extiende por las calles habaneras y la mayoría parece dispuesta a creerlo.
"El problema es que este año empezó con tremendo desabastecimiento", explica Norberto, dueño de una pequeña cafetería. "La mayoría de los vendedores de viandas tienen muy pocas mercancías y la gente enlaza eso con lo que dijo Raúl sobre los precios de los productos, que están por las nubes".
Yosmel, un carretillero, asegura que "a mí nadie me ha dicho nada. Yo no tengo prohibido vender, pero el rumor me ha llegado. Claro, si el Gobierno tiene bateo con los precios, lo que se espera todo el mundo es que empiecen a prohibir porque es lo que hacen siempre".
"A lo mejor es algo que se está hablando en las altas esferas y se filtró", comenta Ángel, un jubilado. "Cuando el río suena es porque piedras trae".
Un vendedor de viandas justifica el desabastecimiento de su quiosco: "El problema es que los camiones que nos traen la mercancía de Mayabeque los están parando en la carretera. No los dejan llegar, y eso en vez de arreglar los precios lo que está logrando es que se disparen".
La dependiente de la cafetería de Norberto también asegura que los camiones están siendo detenidos y decomisados. "No es que te quiten la mercancía, es que te quitan el camión y sin intenciones de devolverlos", dice. "Con lo caros que deben haber costado esos camiones, los dueños se deben estar volviendo locos".
Un cliente se queja. "Esta gente como siempre, botando el sofá. Para bajar los precios lo primero que deberían hacer es bajarlos ellos en los mercados estatales. Todo está carísimo, sí, pero la solución no puede ser evitar que los alimentos lleguen al pueblo".
Norberto supone que las autoridades quieren recuperar el control sobre las mercancías. "Pero todo el mundo sabe que en Acopio se pudren las viandas sin que tengan transporte para distribuirlas en los mercados. Entonces, ¿qué piensan hacer?", se pregunta.
"Primero, le pagan a los campesinos una porquería por sus cosechas", dice otro cliente. "Después no tienen camiones para sacarlas del campo. Ahora resulta que tampoco lo pueden hacer los particulares. Lo que el pueblo va a comer mañana nadie lo sabe y a nadie le importa, en definitiva, ninguno de los jefes necesita libreta de abastecimiento".
No faltan las personas que culpan del desabastecimiento a "la gente, que es de madre y chivatea a todo el que vende algo sin licencia". Incluso un señor asegura que no hay vegetales en los mercados "por culpa del cambio climático".
Lo cierto es que, mientras los rumores se aclaran, las expectativas continúan creciendo a la par de las preocupaciones y dudas de la población. Y los precios no bajan ni un centavo.
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