Para el gobierno, la solidaridad médica es un negocio redondo. Para aumentar las ganancias, monopolizar la venta de los servicios de salud es una prioridad del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Evitar que las ganancias se escapen hacia quienes la producen, es el primer propósito de las autoridades. Durante el último año el MINSAP preparó el terreno para adecuar la esclavitud de los galenos a la apertura migratoria en la isla.
Hábiles en cuestiones de apretar grilletes, el gobierno promulgó el Decreto- Ley No 302 que sobre el tema migratorio expresa:
¨…Con relación a la salida definitiva del país, el trabajador debe solicitar la baja al jefe de la entidad, e informar de su pretensión de viajar de manera definitiva al extranjero¨.La violación del decreto, apoyado en el código laboral, implica la inhabilitación profesional. Contempla además, la suspensión de los beneficios como trabajadores de la salud, Infomed, Internet, casas como medios básicos, acceso a bibliografía, cuño de registro y otros, en un término de 30 días.
Una fuente de la Dirección de Emigración y Extranjería (DIE) que solicitó omitir su nombre por temor a represalias laborales, declaró a Cubanet.
¨El decreto contradice las nuevas regulaciones migratorias… Para nosotros la categoría de salida definitiva no existe desde el 2012¨.
Otro paso visible para acaparar los ingresos de la solidaridad medica que ascienden a 8.7 millones anuales, es la creación de un monopolio para vender servicios médicos.
El pasado 1ro de julio la Comercializadora de Servicios Médicos (SMC) creada con capital cubano en el 2009, absorbió jurídicamente a SERVIMED, quien vendía servicios de salud limitados.
El propósito de unir una empresa de 25 años de creación a la SMC, es expandir la comercialización de 7 líneas de servicios. Farmacéutica, óptica, bienestar y calidad de vida, salud en fronteras, atención a pacientes extranjeros, eventos académicos y tecnología.
La creación del nuevo consorcio fue apoyada por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX). Los embajadores de los 66 países donde se encuentran alrededor de 50.000 médicos cubanos, discutieron y desestimularon con los gobierno extranjeros la contratación individual de médicos cubanos.
Describe un informe entregado a Cubanet por un funcionario del MINSAP, que en Angola se detuvo el incremento de médicos, ¨en espera de medidas concretas por la parte angolana que desestimulen la contratación individual en clínicas privadas e instituciones¨.
Añade el texto. ¨Revisar en los contratos individuales y pactar con el colaborador compromisos de no contratación individual y que su contratación sea a través de la SMC¨.
¨Promover convenios con clínicas privadas a través de la SMC como forma de contrarrestar la contratación individual¨, o lo que mejor se entiende, monopolizar el negocio.
El informe de la dirección del MINSAP, orienta, ¨revisar los convenios individuales y los de la SMC para negociar con la contraparte y no permitir la contratación individual en instituciones públicas o privadas¨. Al menos que proporcionen las altas ganancias exigidas por el gobierno.
En los casos de técnicos y profesionales de la salud contratados, el informe deja claro que aun en el extranjero, se encuentran bajo los términos del Código Laboral cubano.
La explotación de los trabajadores de salud se describe, en las malas y restrictivas condiciones de vida de los médicos en los países donde cumplen misiones. También en la apropiación por el gobierno cubano de más del 70% del salario pagado por el gobierno beneficiado, a cada médico.
Por citar un ejemplo, el gobierno cubano se queda con 3 000 de los 4 000 dólares mensuales que paga Brasil a los médicos cubanos.
Dentro de la isla, la mejor imagen de la depreciación del sector de la salud es el salario, elevado en el último año a 64 dólares mensuales. Lo que convierte en un privilegio cumplir misión a Brasil, en malas y restrictivas condiciones, con un salario de 400 dólares y 600 depositados en Cuba para estimular el regreso.
Pero es el regreso de los trabajadores de la salud quien recrudece la esclavitad. Con una mejor visión del servicio que prestan, los doctores cubanos no vuelven con las mismas ideas. Como el gobierno se percató, implementa lo que mejor sabe hacer, reprimir ideas.
Por orden del MINSAP, se les retira el pasaporte a los colaboradores cuando regresan a la isla, ya sea por vacaciones o por el fin de su misión.
La medida tiene el principal objetivo de evitar las contrataciones individuales y la violación del Decreto-Ley No 302, sobre los permisos para abandonar el país.
No obstante las intimidaciones, el MINSAP registra 109 especialistas de Medicina General Integral abandonaron el centro hospitalario sin respetar el decreto. La cantidad de galenos rebeldes descienden a 48 en médicos no especializados, 29 pediatras, 28 de medicina interna, 18 anestesistas, 15 de ginecología y 14 cirujanos.
En este sentido, el Hospital Calixto García se encuentra entre los más desobedientes con un total de 35 médicos que abandonaron la instalación sin aviso o solicitaron permiso temporal, y no regresaron.
Continúan en La Habana, el hospital Enrique Cabrera con 29, Manuel Fajardo 17, William Soler 14 y Juan Manuel Márquez con 13.
Después de la entrada en vigor del decreto, hasta el presente, fueron inhabilitados 211 profesionales de la salud. Promover expedientes de inhabilitación es parte de la política del MINSAP, según el citado informe oficial que responsabiliza su ejecución a los directores provinciales, de recursos humanos, Rectores y Decanos.
Sin derecho a huelga, ni siquiera a expresarse, los profesionales de la salud reportan doble ganancias al gobierno, dinero y una imagen de solidaridad usurpada a los médicos cubanos.
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