viernes, 10 de septiembre de 2010

La mala memoria (de Max Lesnik).

Por Julio W. Carreras.

La reaparición de Fidel Castro en la escalinata de la Universidad de La Habana (UH) el pasado viernes 3 de septiembre (2010), parece haber impactado tanto a Max Lesnik que llegó a escribir: "Con Fidel hablamos de las cosas de hoy y de ayer. Comentamos nostálgicos, sobre aquellos tiempos en que éramos jóvenes dirigentes estudiantiles universitarios. Que no éramos muchos los de aquella época que estamos de pie y activos, levantando los mismos ideales de entonces. En Cuba, que yo recuerde, Alfredo Guevara y Fidel". Tres al tiro (Alfredo, Fidel y Max) y todo el activismo de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) entre 1945 y 1950 se va por la cloaca historiográfica.

Solo que Castro se inició en la micropolítica de la Facultad de Derecho (UH) con el desafío electoral (marzo 24, 1947) a Federico Marín, acabó por alinearse con la banda de Emilio Tró (Unión Insurreccional Revolucionaria – UIR) y hasta se enroló en la malograda (septiembre 21, 1947) expedición de Cayo Confites contra Trujillo, sin que Lesnik estuviera por todo aquello.

Entretanto el vínculo entre Castro y Alfredo Guevara (quien fue secretario de la FEU hasta perder frente a Orlando Bosch) se forjaba en la alianza por sacar como presidente de la FEU a Enrique Ovares, y se consolidaría sin que Lesnik tuviera nada que ver. Castro subió la parada con la tángana (noviembre 7, 1947) de la campana de La Demajagua contra el presidente de la República, Ramón Grau San Martín, y Lesnik no estuvo por allí ni para aguantar el badajo. Ni estuvo tampoco entre quienes salieron en misiones de la FEU al exterior, hacia la primavera de 1948, una de las cuales permitiría a Castro y Guevara escuchar el estallido del Bogotazo (abril 9, 1948). Al regreso es que aparece Lesnik para defender a Castro, en contra del resto de la Juventud Ortodoxa, frente a las acusaciones que venía formulando Rolando Masferrer, sobre todo de haber asesinado (julio 4, 1948) al policía universitario Oscar Fernández. Lesnik se junta también con Alfredo Guevara para secundar su ocurrencia de crear comités ad hoc, colaterales a la dirección de la FEU, lo mismo para combatir al gansterismo que al imperialismo. A Castro se le ocurre denunciar (septiembre 30, 1948) a «botelleros del gobierno" en la UH y Lesnik se encarga de darle abrigo en su casa. Así y todo, el problema estriba en que por la órbita universitaria de Fidel Castro y Alfredo Guevara giran Lionel Soto, Baudilio Castellanos, Benito Besada, Mario García Incháustegui, Luis Más Martín, Antonio Núñez Jiménez, Flavio Bravo… Es decir: gente afiliada al comunismo soviético. Por el contrario, Lesnik mismo asevera que vino a los EE. UU. (enero 25, 1961) «porque no estaba de acuerdo con (la) relación ideológica y política con la Unión Soviética". Su versión de la ruptura con Fidel Castro, que asegura no fue "personal", puede leerse en esta entrevista.

Lealtad personal bastante trabajosa por cierto, si tenemos en cuenta que la Bohemia revolucionaria del 27 de diciembre de 1963 publica una copia de lo que sería un cheque como "refugiado" para Max Lesnik ("Lesnick" en el documento), induciéndolo como una muestra de lo que llama "alquiler de los apátridas". La nota de Bohemia es realmente dura, aún en la misma lógica del denuesto castrista: «manenguito en ciernes, gusano que no llegó a crisálida, notorio por unas endrinas "barbas de cultivo" que se dejó crecer después del 1ro de enero de 1959. Las paseó de Guanabacoa a Las Villas, pero a Oriente no se atrevió".
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