Por José Antonio Sánchez Santoyo.
Recientemente el periódico oficialista Granma emitió una nota de última hora del consejo de estado, informándole a la población del cambio de moneda que el país va a poner en vigor en fecha aún no determinada.
Esta noticia ha causado un gran revuelo dentro de la masa poblacional cubana ya que hace algún tiempo en Cuba se efectúan las operaciones bancarias a través de dos monedas. Hoy el gobernante Castro considera inoperante esa divisa y ha confeccionado un cronograma para su devaluación, es decir, que se quede una sola (el peso cubano). Hasta ahí aun siendo complejo este tema es relativamente fácil, lo que va hacer difícil es que con los precios existentes en el mercado, la canasta básica y los salarios con un régimen de valor de muy por debajo de cualquier tasa económica del mundo pueda esa moneda resolver los problemas actuales del país.
Me atrevo asegurar que se nos avecinan problemas aun mayores que los que existen actualmente y que el remedio va hacer más malo que la enfermedad y un recordatorio de que los caminos del infierno están empedrados de buenas intenciones.
En el comentario nacional de la gente de a pie hay disímiles opiniones, unos dicen que es irrealizable y que no es verdad, otros lo ven muy distante por su complejidad y yo como observador me mantengo a la expectativa.
Lo que sí pueden asegurar marchantes de la sociedad civil es que el gobierno en turno va a dejar una papa caliente a futuros gobernantes, parece ser que los años pesan y todos estos cambios que han estado haciendo dentro de su posición van a favorecer al próximo que se haga cargo del sartén.
La olla arrocera está caliente, internacionalmente la deuda aumenta, el transporte hoy volvió hacia detrás, por la carencia de piezas de respuesto, las grandes obras que se construyen en el puerto del Mariel caminan con una lentitud espasmosa, porque los que allí laboran no reciben un salario conforme al esfuerzo que vienen haciendo.
Los apagones aumentan de día en día, el vandalismo, la indisciplina social, la droga también tiene su renglón dentro de este mal de fondo que vive el país. Creo desde mi punto de vista y de muchos cubanos que este cambio monetario desvía la atención de todos esos grandes problemas que hoy enfrenta la isla.
Como en todo, siempre la soga se parte por lo más débil, los más desfavorecidos van a vérselas aun peor de lo que están y los que tienen un capital considerable ya están convirtiéndolo en bienes raíces que a lo largo van hacer los más beneficiados.
Vaya se salió de Guatemala para ir a Guatepeor y que el clavo rajo la tabla, esperemos para después seguir comentando.
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