Por Oscar Espinosa Chepe.
El Producto Interno Bruto (PIB) creció en 2,7 %, inferior al 3,1 % originalmente previsto en el Plan, revisado a la baja en abril, de acuerdo con la información sobre los resultados económicos de 2011 presentada por el ministro de Economía y Planificación, Adel Yzquierdo, en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuada el 23 de diciembre.
La cifra brindada por el ministro Yzquierdo es superior al 2,5 % estimado por la CEPAL y el 2,4 % por la publicación Economist Inteligence Unit (EIU). No obstante, si hubiera sido del 2,7 %, como afirman las autoridades, por su crecimiento Cuba habría obtenido el penúltimo lugar en América Latina en 2011. Solo por encima de El Salvador, que sufrió inundaciones causantes de normes pérdidas económicas, mientras el año fue muy benigno para la Isla, incluso con regímenes de lluvia favorables en la mayor parte de su territorio, excluyendo algunas zonas del occidente en el primer semestre.
Llama la atención que la economía únicamente creció 1,9 % en los primeros seis meses del año, según datos oficiales. Un período cuando, dadas las características del país, se realiza la mayor parte de las actividades productivas, como la zafra azucarera y las cosechas de viandas, hortalizas y tabaco, y ocurre la temporada alta del turismo. Además posee los meses de menos lluvia, sin incidencia de huracanes, resulta más favorable para la construcción, la minería, el transporte, y no coincide con la etapa vacacional. Por ello resalta el auge productivo que tuvo que existir en el segundo semestre para que la economía pudiera brindar el 2,7 % de incremento anunciado en el año.
Sin embargo, aunque fuera cierto el crecimiento informado es totalmente insuficiente por el sustantivo atraso acumulado en el desarrollo económico nacional. Una apreciable cantidad de sectores (agropecuario, industria manufacturera, transporte, construcción, educación y otros) todavía se encuentran distantes de los niveles existentes en 1990, al inicio del Período Especial.
Los datos aportados por el Ministro fueron extremadamente limitados, en línea con la falta de información aún existente sobre los resultados de la economía en 2010, pues hasta el momento la Oficina Nacional de Estadística (ONE) no ha publicado los capítulos del Anuario de ese año referentes a las Cuentas Nacionales y el Sector Exterior, entre otros datos sin publicar imprescindibles para realizar un análisis serio de la economía cubana.
Según Yzquierdo, la causa principal de no lograrse el cumplimiento del Plan ha sido la deficiente ejecución del programa de construcción y montaje para inversiones en 12 %. Además planteó que el Plan de Inversiones en conjunto únicamente alcanzó el 74 % de ejecución, debido al incumplimiento en el componente Equipos (49 %), por demoras en la contratación. Esto indica que el proceso de descapitalización presente desde inicios de la década de 1990 no solo se mantiene, sino se profundiza. Cifras de CEPAL muestran que en el período 2002-2010 la formación bruta de capital fijo en Cuba como porcentaje del PIB fue de 9,5 %, menos de la mitad que el de América Latina y el Caribe, cerca del 20 %, lo cual indica que la autofagia de los activos tangibles continúa, a la par que el proceso de descapitalización humana también prosigue en sus distintas vertientes: técnica, demográfica, y de pérdida generalizada de valores éticos y morales debido a tantos años de crisis.
En cuanto al comportamiento de los distintos sectores, solo se mencionaron los crecimientos en el sector agropecuario (2 %), comercio (5 %), industria manufacturera (2,7 %) y dentro de ella la azucarera (5,2 %). También se citó que la transportación pública de pasajeros incumplió el plan en un 3,5 %, debido fundamentalmente a la baja disponibilidad técnica de los equipos. Las visitas de turistas aumentaron en el año esencialmente por las llegadas desde Estados Unidos que se espera sobrepasen las 400.000, superando los arribos procedentes de ese país en 2010, que ascendieron a 327.000, con lo que el vecino del norte se consolidó como la segunda fuente de visitantes después de Canadá.
El incremento en la agricultura es absolutamente insuficiente e incluso resulta inferior al decrecimiento de 2,8 % en 2010, reconocido oficialmente, aunque estimados extraoficiales lo sitúan en un entorno bastante superior. Esto conllevó a que en 2011 aumentó la dependencia de la importación de alimentos, cercano a 1.800 millones de dólares, según indicó Yzquierdo en su intervención. Por tanto sigue constriñéndose la capacidad de compra, ahogada por la adquisición de productos que podrían lograrse nacionalmente y hasta exportarse como se hacía en el pasado. Los principales incumplimientos del Plan, según lo anunciado, se concentraron en la producción de carne vacuna y de cerdo, leche de vaca, frijoles, maíz, café y cítricos, lo cual obligó a realizar importaciones adicionales por valor de 48,9 millones de dólares.
En cuanto a la industria manufacturera, el crecimiento del 2,7 % reportado es ridículo, teniendo en consideración que de acuerdo con las cifras de 2010 ese sector solo alcanzó el 43 % del volumen físico obtenido en 1989. También el aumento del 5,2 % de la industria azucarera es ínfimo, pues situaría la zafra 2010-2011 por debajo de 1,2 millón de toneladas, similar a las de inicio del siglo XX. Esa rama permanece bajo el manto del secretismo, sin desvelarse oficialmente incluso los resultados de la zafra 2009-2010.
Respecto al 5 % de aumento del comercio interior, sobresalen muchos interrogantes, como lo relativo al tratamiento dado a los productos retirados del racionamiento, que en 2011 se vendieron de forma liberada con precios muy superiores. Así, la libra de azúcar refino pasó de 15 centavos a 8 pesos, y el azúcar crudo de 10 centavos a 6 pesos. Mayores diferencias se aprecian en los productos para aseo: un jabón de toilette de 25 centavos pasó a 4 pesos, un tubo de pasta dental de 85 centavos a 8 pesos. Se añade la interrogante sobre cuál Índice de Precio al Consumidor (IPC) fue tomado para estimar el crecimiento mencionado. Solamente en electricidad la subida fue de 15,3 % a 284 % en enero de 2011, por tramos de consumo a partir de los 300 kilovatios. Por cierto, en el informe del ministro no se da ningún elemento sobre el IPC del año.
Sobre el comercio exterior, Yzquierdo planteó que las exportaciones se cumplieron en 101,2 % y el plan de importaciones al 100 %, sin aclarar si se refiere solo a los bienes o también incluye servicios. De estar ambos, los resultados del intercambio de bienes deben haber sido desfavorables y posiblemente creció la dependencia respecto al suministro de especialistas cubanos a Venezuela.
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