sábado, 11 de febrero de 2012

Comportamiento de la economía cubana en 2011 (ii).

Por Oscar Espinosa Chepe.

Las tareas centrales planteadas por el Gobierno carecieron de un significativo avance en 2011, según se desprende de la información brindada por Adel Yzquierdo, ministro de Economía y Planificación, en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrada el 23 de diciembre. Continúa sin detenerse el aumento de las importaciones de alimentos, se incumplió el programa de reordenamiento laboral y hubo un progreso nulo en el avance para la supresión de la dualidad monetaria. En el primer caso se demuestra que las medidas adoptadas en la agricultura han sido insuficientes y no han logrado elevar la producción a los niveles requeridos, más aún cuando los precios de los alimentos a nivel mundial se han elevado enormemente. Aunque se han entregado más de un millón de hectáreas de tierra en usufructo, las condiciones en que ello se ha realizado; con muchas prohibiciones y cortapisas, sin garantías ni recursos, han impedido alcanzar los niveles productivos requeridos.

Igualmente se ha avanzado poco en la importante tarea de reorganización laboral, incumpliéndose la meta trazada de reubicar 500.000 empleados del sector estatal hasta abril de 2011. Esto ha sido el resultado de no haberse creado suficientes puestos para absorberlos, especialmente en el trabajo por cuenta propia autorizado con muchas limitaciones; en particular el sistema de impuestos que bloquea la contratación de personas por los privados y otras altas contribuciones diseñadas para que la iniciativa individual no crezca. Las cifras brindadas por el gobierno demuestran que a pesar de haberse alcanzado el número de 357.663 cuentapropistas, el 66,0 % no tenían vínculo laboral anteriormente, mientras que el 16,0 % son jubilados. Esto indica que la cantidad de trabajadores que perdieron sus puestos en el Estado y se incorporaron a la actividad privada, es muy pequeña. De ahí la ralentización de la reorganización laboral y que se haya prolongado el cronograma de ejecución previsto de tres a cinco años. Por consiguiente, la reorganización de los centros laborales deberá esperar, la productividad seguirá sin crecer de manera efectiva y será imposible aumentar el deprimido salario real a niveles que motive a trabajar eficientemente.

La dualidad monetaria se mantiene igual, con un peso depreciado que convierte el salario medio mensual de los trabajadores en un equivalente inferior a 20 dólares y la pensión media mensual en alrededor de 10 dólares. El ministro habló de un cambio positivo en la correlación salario medio-productividad. Eso también se planteó en 2010, pero los datos aportados posteriormente sobre la cantidad de fuerza de trabajo ocupada señalan lo contrario. Habrá que esperar las cifras definitivas, si se publican, para procurar conocer la realidad.

En cuanto a las finanzas externas se plantea una mejoría en 2011, aunque no se aportan datos concretos, como es usual. Únicamente se indica que “se ha logrado reordenar una parte importante de las deudas previstas en el año 2011, honrando los compromisos contraídos, producto de dicho reordenamiento”. Con respecto al Presupuesto, la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, informó que el año concluiría con un déficit de 2.566,3 millones de pesos a precios corrientes, un 3,8 % del PIB, un nivel semejante a la ejecución de 2010. Los ingresos netos se incumplieron en 4,2 % por las insuficientes ventas de materiales de construcción, insumos agrícolas, productos de aseo y el cobro de los efectos electrodomésticos vendidos en años anteriores. Los gastos totales, se estima serían cumplidos al 96,0 %, influidos por las reducciones de gastos en determinadas actividades presupuestadas y por no requerirse asignar recursos para enfrentar contingencias o desastres en la temporada ciclónica.

La política de las finanzas internas ha seguido un curso restrictivo al realizarse cortes sustanciales en importantes actividades presupuestadas, como salud pública, asistencia social y cultura. Cuando existan más cifras al respecto habrá que analizar su comportamiento. Asimismo se ha continuado llevando muchas actividades presupuestadas al campo empresarial.

La información ofrecida en la Asamblea Nacional dejó muchos aspectos por tratar, incluida la minería (producción niquelífera, extracción de petróleo y gas acompañante), las comunicaciones, la cultura, la salud pública, la educación, así como otros datos importantes: IPC, tasa de desempleo, dinero en circulación, deuda externa y otros indicadores macroeconómicos.

Sobre las perspectivas de la economía en el 2012, los datos aportados resultaron aún más limitados, pero esa problemática la trataremos en un próximo artículo.
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