Por Miriam Leiva.
El sector del Comercio y la Gastronomía es permanentemente criticado por sus deficiencias.
La Ofensiva Revolucionaria, en 1968, convirtió en establecimientos estatales a los comercios, bodegas, restaurantes, cafeterías, timbiriches, talleres de reparaciones menores; y prohibió ejercer el trabajo por cuenta propia a maestros de obra, zapateros, carpinteros y todos los artesanos con las destrezas transmitidas desde el siglo XVIII.
En la “Tarea de Ordenamiento”, que comenzará el 1 de enero de 2021, se enmarcan los cambios en el sector que acumula la mayor cantidad de cuentas por pagar y entidades con pérdidas.
Hasta ahora, los bajos salarios y la perenne escasez han provocado la mala calidad de los productos elaborados, el atropello al consumidor, el robo al cliente en el mostrador y al Estado en la trastienda de la bodega o el restaurante. El mercado ilegal, la especulación y la corrupción se extendieron desde muchos ejecutivos hasta los trabajadores, ocasionando la pérdida de valores en varias generaciones, con el cambio del honor y la honradez por las consignas revolucionarias y el oportunismo para sobrevivir o vivir del cambalache sin trabajar.
Las reiteradas deficiencias en la gestión del comercio minorista llevaron a la elaboración de un diagnóstico a lo largo de 2018 y 2019. Tras señalar 45 problemas fundamentales, se indicaron medidas para fortalecer las competencias y requisitos de los trabajadores, especialistas y jefes, reordenar la red y transformar la calidad de los servicios, expresó Betsy Díaz, ministra de Comercio Interior, en la sesión de la Asamblea Nacional del 16 de diciembre.
Los propósitos enunciados son abarcar a todas las unidades del comercio de subordinación local para la venta de mercancías, la gastronomía, los servicios personales y técnicos de uso doméstico y alojamiento; y donde sea factible, agrupar los establecimientos en unidades empresariales de base (UEB), con autonomía de gestión, fortalecer los órganos de dirección estatal en municipios y provincias, y establecer las transformaciones que permitan la igualdad de condiciones de actividades similares en los sectores estatal y no estatal.
La ministra informó que la red de comercio minorista está integrada por 25.627 unidades, de las cuales 3.506 de gastronomía pasarán al nuevo modelo de gestión estatal y 4.081 de gastronomía y servicios podrán ser gestionadas por formas no estatales. De las unidades de servicios personales y técnicos, 1.316 pasarán a la gestión no estatal u otras formas (no se especifica cuáles). El Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) seguirá controlando los programas metrológicos, de refrigeración comercial, el plan de desarrollo y el uso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones. También continúa el proceso de informatización del Registro de Consumidores en la Oficodas, y se trabaja en la integración de este sistema en la Ficha Única del Ciudadano.
En cuanto a la Gastronomía, las autoridades descubrieron que “la calidad de los servicios está impactada por el desorden, el descontrol, el desvío de recursos y la ausencia de la cultura del detalle”. Entre las causas de esos problemas señalaron el exceso de centralización en el funcionamiento, la rigidez y la falta de profesionalidad. Para colocar las entidades estatales en igualdad de condiciones con las mejores experiencias del trabajo por cuenta propia, dijeron haber diseñado un nuevo modelo de gestión, que prevé autonomía económica, financiera y comercial de las unidades, así como flexibilización de la gestión de las administraciones. Ese llamado perfeccionamiento, parte del principio de selectividad, de manera que las unidades estén clasificadas y categorizadas, y posean un administrador avalado según las competencias aprobadas. El proceso empezará con 74 unidades y se trabaja en otras 250, para lo cual está en fase de aprobación un decreto y dos normas complementarias del MINCIN y el Instituto de Planificación Física.
Asimismo, se planteó restituir o fortalecer los servicios en unidades de tercera categoría en hospitales, universidades, terminales de pasajeros, consejos populares y barrios; y transformar los servicios de las actuales formas de gestión no estatales que no funcionan bien, las cuales fueron arrendadas y convertidas en cooperativas hace años, cuando se conminó a los trabajadores a convertirse en cooperativistas o perder el trabajo. Entonces se reconoció de facto que las miles de barberías, peluquerías, cafeterías y restaurantes convertidos en estatales solo originaban pérdidas, mientras que la mayoría de los servicios gastronómicos que permanecían en ese sector presentaban todas las deficiencias antes señaladas.
Los mercados mayoristas comenzaron con 23 establecimientos de alimentos, que han firmado 7.983 contratos con formas no estatales, ascendentes a 110 millones de pesos. Para los productos no alimenticios existen 16 “unitiendas”, las cuales han suscrito 124 contratos por 9 millones de pesos.
El perfeccionamiento viene a desterrar la chapucería, el delito y las cosas mal hechas, que por años se han acumulado en el sector del Comercio. Ahora quedará disponible una cantidad significativa de personas a las que no se puede dar empleo, dijo Pedro Víctor Simón, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, en la Asamblea Nacional.
Por su parte, el primer ministro Manuel Marrero expresó que el desabastecimiento no ha sido el principal problema de la Gastronomía, sino las indisciplinas, las violaciones de lo establecido, la falta de control y de exigencia. También dijo que se han tomado referencias de las fuerzas de gestión no estatal y que el proceso implica dotar de mayor autonomía a las unidades; no se trata de privatizar la Gastronomía del país, sino de tomar las buenas experiencias como punto de partida para reordenar, crear las condiciones e implementar un mejor modelo de gestión estatal en esta actividad, aseguró.
No obstante, al tomar como referencia a las formas de gestión no estatal se está reconociendo su mayor eficiencia.
En lo expresado pareciera que los dirigentes cubanos no han tenido responsabilidad por todos los problemas enunciados. Existen contradicciones al señalar exceso o falta de control, aparentemente causados por los administradores y empleados de base. La burocracia incompetente se constata al leer la enorme lista de resoluciones y directivas publicadas en la Gaceta Oficial, las cuales ahora son derogadas.
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