domingo, 28 de noviembre de 2010

Jose Luis Cortez y Ng La Banda celebran sus 22 años.

José Luis Cortés, director de la popular orquesta NG La Banda, afirmó este viernes a Juventud Rebelde que la música bailable goza de muy buena salud y por ello ha reunido en un nuevo disco a importantes cultores del género en la Isla.

El álbum, en proceso de realización todavía, se llamará Mis 22 años, título que ha escogido el Tosco "con permiso de Pablo Milanés", autor de un conocido tema con ese mismo nombre. Allí celebra el aniversario 22 de NG y reverencia a la timba y el son cubanos.

"Es un sueño, es el disco que yo quería", dijo Cortés sobre el fonograma que saldrá facturado por la discográfica EGREM. Con él suple una ausencia de siete años sin mostrar a sus seguidores un volumen de la agrupación.

Los invitados son de lujo, pues aparecen músicos de la talla de Juan Formell, Chucho Valdés, Adalberto Álvarez, Rafaelito Lay, Paulito FG, Lazarito Valdés, Manolito Simonet, Pachito Alonso, David Calzado y César (Pupi) Pedroso, quienes se hicieron acompañar por integrantes de sus grupos. También figuran en la lista de participantes solistas como Haila María Mompié, Vania Borges y Osdalgia, entre otros.

NG La Banda tiene cumplidos 22 años (4 de abril de 1988), por ese motivo, el director de NG, José Luis Cortés, decidió producir dos discos, con seis videos de esas grabaciones junto a los grandes del Boom de la salsa y la timba cubana; una especie de All Stars, de Dream Team de la música bailable contemporánea.

José Luis, se comenta mucho de este nuevo acontecimiento musical que estás organizando, háblame en qué consiste este proyecto tan ambicioso.

He reunido a muchos de los colosos de la salsa y la timba de nuestro tiempo, para homenajear a los 22 años de NG La Banda, y para reanimar este movimiento de la década de 1990 que comenzó NG.

¿Quiénes participan?
Chucho Valdés, Juan Formell (fui músico de estos dos genios de la música), Pedrito Calvo, Robertón, Mario Rivera “Mayito”, Angelito Bonne, Yeny Valdés (que fue cantante de NG), César Pedroso “Pupy” (mi compañero en Los Van Van), La Charanga Habanera, Revé, Chispa y los Cómplices, Coco Freeman, Leo Vera, Haila Mompié, Vania Borges, Tania Pantoja. Hace poco, en la reinauguración del Salón de la Tropical, se presentaron todas estas agrupaciones ante el público.

Las composiciones y orquestaciones, ¿a quién pertenecen?
Algunas composiciones son mías, otras de los clásicos de la salsa de los 90. En total son 20 temas.

¿El título del disco tiene que ver con Pablo Milanés?

Pablo Milanés es un amante de la salsa, de la música bailable.

¿Qué disquera está interesada en el proyecto?
La EGREM.

¿Cómo nace esta idea del All Stars?
En 1998 organizamos un Team Cuba (Dream Team), un All Stars del Boom de la salsa y la timba cubana. En ese momento, todo se grabó en televisión por Víctor Torres, el director del programa Mi salsa en TV, pero los dos históricos conciertos no se difundieron convenientemente. No existió una voluntad de comercializar aquella experiencia, en discos y videos, algo que debía pasar a la historia de la música bailable cubana.

¿En los almacenes de las disqueras de la Décima en Manhattan, Nueva York, esos conciertos del Dream Team Todos Estrellas de 1998, se comercializan clandestinamente o impunemente?
Pero, en Cuba, las firmas disqueras de aquellos tiempos no se pusieron de acuerdo en comercializar los conciertos, porque algunos pertenecíamos a disqueras distintas (Caribe Productions, Magic Music, EGREM, Art Color, Aí na má, Eurotropical (Manzana). Total, que aquello no se pudo comercializar.

¿En 1979 la EGREM, con la producción de Juan Pablo Torres, reunieron un Al Stars con los grandes de la música y la canción de esa etapa?
Esas grabaciones fueron históricas, participaron: Enrique Jorrín, Richard Egues, Félix Chapottín, Miguelito Cuní. Quedaron plasmados en varios discos llamados Areíto, pero las producciones no tuvieron suerte en su comercialización, en 1979, todavía el rock estaba amenazando a las músicas nacionales. Además los temas eran un poco extensos. Después vino en 1998 el renacimiento del son y la trova tradicional, y entonces si funcionó el proyecto de los músicos consagrados.

¿Cuál es el saldo del Boom de la salsa y la timba cubana de la década de 1990?
Antes de ese Boom, los músicos nuevos se negaban a tocar la auténtica música cubana, estaban con su mirada solamente para Europa y para el jazz. No nos olvidemos que yo procedo de la Escuela Nacional de Arte y allí no estaba permitido tocar música popular. A partir del Boom los estudiantes de conservatorios comenzaron a interesarse más en los tumbaos de Peruchín, Lilí Martínez, Rubén González que de Chopín, Mozart y Beethoven. Reaccionaron, se dieron cuenta dónde estaba la música triunfadora de Cuba.

¿Tampoco era fácil encontrar cantantes y de ambos sexos interesados en el son y sus variantes?
Por ejemplo, yo tuve que seleccionar a Tony Calá que era violinista de la Ritmo Oriental. Muchas voces procedieron de la percusión. Pero ahí tienes a las orquestas femeninas, surgieron decenas de bandas de mujeres que dejaron los violines por los metales.

¿Qué dirías de esa música que tú defiendes?
Defendemos la música bailable cubana, la música de la identidad nacional, la que mejor nos representa. Los ritmos nacionales tienen mucho que decirle al mundo. Somos una potencia musical y eso hay que aprovecharlo de la mejor manera. Cuántos países no quisieran tener nuestros ritmos? Eso es todo.
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