Por Elías Amor Bravo.
Muchas son las incógnitas que surgen derivadas del proceso enloquecido en el que Raúl Castro ha introducido a la economía cubana, con las medidas dispersas y vacilantes anunciadas últimamente. Me permito formular tan sólo unas pocas que creo merecen una explicación.
¿Qué reacción tendrá la CTC cuando los nuevos timbiriches tengan que despedir personal? ¿Se van a comportar igual de dóciles y amables que cuando el gobierno comunista decide prescindir de un plumazo de medio millón de trabajadores?De igual modo, ¿cómo van a solventar los "timbiriches" la falta de formación y cualificación que tienen los trabajadores cubanos para adaptarse a una economía de mercado rudimentaria?
¿Dónde está la izquierda de todos los países del mundo para reivindicar a esos pobres ciudadanos cubanos que van a quedarse sin trabajo, con un mes de sueldo y un futuro laboral y profesional incierto? ¿Qué ocurriría si otros países que no fueran Cuba anunciaran despropósitos económicos y laborales como los que pretende impulsar Raúl Castro? ¿Por qué esa solidaridad misericordiosa, cómplice y sumisa con el castrismo?
¿Por qué no reconocer públicamente la equivocación internacional con "los Castro" y unir esfuerzos de una vez para acabar con esta pesadilla? ¿Cómo actuará el gobierno contra los "timbiriches" que no puedan pagar la amplia lista de impuestos que ya se han anunciado? ¿Qué ocurrirá si el régimen no consigue recaudar los suficientes ingresos para financiar los enormes gastos y el despilfarro de un sistema ineficiente y estatal?
¿Entrará en un déficit estructural y un endeudamiento a largo plazo insostenible que hagan de Cuba una economía sin salida ni futuro? ¿Por qué el castrismo rechaza visceralmente la propiedad privada para los cubanos, y sin embargo, acepta con los inversores extranjeros a negociar acuerdos de largo plazo que prácticamente significan una cesión de activos permanente? ¿Qué ocurrirá con las reclamaciones de los dueños legítimos de esos activos en el momento en que se produzca la transición política a la democracia?
¿Qué va a ocurrir con las deudas con las empresas extranjeras y cómo se va a gestionar el proceso de repatriación libre de beneficios? ¿Cuándo se piensa poner fin a la doble circulación de monedas en la Isla, y avanzar en la unificación de un sistema monetario y financiero capaz de financiar el crecimiento económico? ¿Se permitirá a los timbiriches aumentar su escala de producción, es decir, fusionarse con otros, comprarse y venderse, realizar traspasos y otras fórmulas comerciales de actividad privada?
No cabe duda que nadie, en estos momentos, puede anticipar qué consecuencias tiene para el futuro de la economía cubana el conjunto de procesos que se van a desatar como consecuencia de las medidas anunciadas por Raúl Castro.
Este fin de semana, en Madrid, los Liberales cubanos pertenecientes a la Unión Liberal y el Directorio vamos a realizar un esfuerzo conjunto por tratar de dar respuesta a estas cuestiones, y a otras más que van a surgir durante las jornadas de trabajo, aportando la experiencia y conocimiento de los asuntos económicos de un grupo de profesionales cubanos expertos en estas materias.
De ese modo, se podrá establecer una agenda tentativa de los efectos previsibles que cabe esperar del actual proceso de transformaciones de la economía cubana.
Es objetivo de los liberales de la Unión Liberal aportar esa reflexión, al conjunto de las organizaciones políticas de la Isla, y del exilio, para orientar el debate y las aportaciones que sobre un asunto fundamental para el bienestar y calidad de vida de todos los cubanos, se abre en un momento especialmente importante.
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