Por BBC Mundo.
Durante tres décadas, Cuba dependió de la Unión Soviética más de lo que había sido jamás de ningún otro país. Tras 20 años del divorcio entre La Habana y Moscú.
La Unión Soviética fue para Cuba el modelo a seguir; la hermana mayor a quien imitar. Durante 30 años el gobierno de Moscú apuntaló la economía cubana, y llegaron años de bonanza que algunos quisieran de vuelta.
Al menos ese fue el sentir que experimentó BBC Mundo en La Habana, al asistir a la reciente firma de un convenio petrolero entre el gobierno cubano y la empresa rusa GazpromNeft.
Los funcionarios cubanos celebraron con vodka, discursos en ruso y gritos de ¡hurra! el creciente interés de Rusia de invertir en Cuba.
"Al fin Rusia está en la zona exclusiva del Golfo de México. Este momento tiene una gran significación política por muchas causas", expresó Manuel Marrero, especialista del Ministerio de la Industria Básica (MINBAS).
Rusia se encuentra entre los diez primeros socios comerciales de Cuba. Pero como explicó a BBC Mundo el economista cubano Juan Triana, está después de Venezuela, China, Canadá, Holanda, España, Vietnam, Estados Unidos y Brasil.
"Esta posición dista mucho de la relación de comercio y de mercado de suministro de capitales que tuvo la URSS con Cuba en los años 80", aseguró Triana.
Incentivos.
Los inversionistas rusos tienen incentivos claros para regresar a hacer negocios con el exaliado de la Guerra Fría.
"Para mí este paso es muy importante porque mis amigos y mis padres estudiaban con cubanos en la URSS y hay un vínculo realmente muy fuerte", le dijo a BBC Mundo Mikhail Matselinskiy, Director General de la empresa GazpromNeft en Cuba.
El acuerdo firmado por GazpromNeft, el brazo petrolero de la empresa de energía Gazprom, posiciona a la compañía en un negocio de gran importancia para Cuba.
Las reservas de crudo en el lecho marino del Golfo de México se calculan en unos 4.600 millones de barriles por el Observatorio Geológico de E.E.U.U, lo suficiente para convertir a Cuba en exportador de combustible.
Monopolio soviético.
Pero a pesar de algunas ventajas, como que muchos funcionarios cubanos aún hablen ruso, las nuevas relaciones comerciales entre Moscú y La Habana no tienen nada que ver con el pasado soviético.
Ahora los rusos invierten en dólares, mientras que en tiempos del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), que integraban todos los países socialistas de Europa del este, se comerciaba en una moneda común: los rublos convertibles.
Además, ya los rusos no están ni siquiera cerca de tener el monopolio del mercado cubano, como hicieron los soviéticos entre los años 60 e inicios de los 90.
"Cuba fue más dependiente de la URSS de lo que había sido de España y de Estados Unidos en toda su historia", aseguró el economista cubano Juan Triana, a BBC Mundo.
"Se trató de una relación de alta dependencia, pero con matices de solidaridad y amistad. Además, existía una complementariedad política e ideológica", agregó.
Solo el azúcar representaba el 85% del comercio cubano con el campo socialista; Cuba compraba petróleo a precios preferenciales y recibía créditos con bajas tasas de interés y a pagar en productos cubanos a largo plazo.
Pero tras el colapso de la Unión Soviética, "en un período de un año y medio a tres, Cuba lo pierde absolutamente todo", recuerda el también investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana.
La recesión.
Cuando los soviéticos se fueron, la crisis económica se sintió en la mesa del cubano.
El consumo de calorías se redujo en un 27% entre 1990 y 1996, y se deterioró la calidad de los servicios básicos como la salud, según datos publicados en el libro La economía cubana a inicios del siglo 21.
Lo que ocurrió en cifras fue la caída del PIB en un 35%. Nunca en la historia de Cuba había existido una caída de esta envergadura en tan poco tiempo.
Las importaciones se frenaron. El 63% de las compras de alimentos, la casi totalidad del combustible y hasta el 80% de productos manufacturados provenía del ya desaparecido campo socialista, explica José Luis Rodríguez García, exministro de Economía.
¿Una nueva dependencia?
A 20 años de la dependencia soviética, la economía de la isla nunca ha vuelto a crecer como en los años de bonanza.
Cuba amplió sus fuentes de ingreso al turismo, las remesas y el capital extranjero, al que Rusia se suma lentamente.
Además, encontró un nuevo socio comercial con quien establecer una relación de más peso.
"Con Venezuela hay una relación más estable y a más largo plazo. Pero a su vez con más equilibrio, ya que nuestros socios comerciales se han diversificado más, y Venezuela no disfruta de casi el monopolio del comercio con Cuba".
Solo Venezuela y China representan hoy el 35% del comercio cubano, según datos publicados en la revista cubana Ciencias Sociales Hoy.
¿Está Cuba reproduciendo con Venezuela y China esa relación de dependencia que una vez tuvo con la Unión Soviética?
Para el economista cubano Juan Triana, no necesariamente, porque ahora hay más equilibrio, "lo cual no quiere decir que sea la relación que yo prefiero, debería ser más diversificada todavía", insiste Triana."
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