El canciller cubano, Bruno Rodríguez, sostuvo el jueves en París que la Unión Europea (UE) "debe cambiar" su posición común "injerencista", que subordina el avance de las relaciones bilaterales a la mejora de los derechos humanos en la isla.
"La Posición Común debe ser cambiada porque no funciona. Para Cuba resulta injerencista y obsoleta", dijo Rodríguez tras reunirse con su homólogo español, Miguel Angel Moratinos, cuyo país preside este semestre la UE.
La reunión fue "constructiva, positiva (…), siguen existiendo algunas diferencias pero dentro de una voluntad de acercar posiciones", dijo Moratinos, a cuatro días de que los ministros de Relaciones Exteriores de los 27 se reúnan en Luxemburgo para la revisión anual de su Posición Común hacia Cuba.
El encuentro del jueves debía celebrarse inicialmente en abril, pero fue aplazado a raíz de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, el 23 de febrero, tras 85 días de huelga de hambre.
La Posición Común de la UE hacia Cuba, impulsada en 1996 por el gobierno español dirigido entonces por el conservador José María Aznar, condiciona el diálogo con Cuba al respeto de los derechos humanos y a los avances en la democracia en la isla comunista.
Moratinos, al frente de la diplomacia española desde 2004, cuando llegó al poder el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, defiende reemplazar la Posición Común por un acuerdo bilateral -que incluya diálogo sobre derechos humanos-, iniciativa con la cual el canciller cubano dijo "coincidir".
"He reiterado la disposición de Cuba a negociar un nuevo marco contractual y bilateral" con la UE, dijo el ministro cubano tras la reunión que duró una hora y durante la cual "hemos aportado ideas distintas para mejorar las relaciones entre la Unión Europea y Cuba", indicó.
Interrogado sobre si Cuba esbozó gestos que permitan encarar un cambio de la Posición Común, que rechazan países como Suecia y República Checa, Moratinos se limitó a responder: "vamos a discutirla. El lo ha solicitado (…) pero para eso hace falta el consenso de los 27″.
Francia consideró que "no es posible" modificar la Posición Común porque La Habana "no hizo los gestos que esperábamos, en particular en materia de derechos humanos y de libertades fundamentales", indicó la portavoz adjunta de la Cancillería francesa, Christine Fages.
"En esas condiciones, no es posible dar un nuevo paso adelante", agregó.
Tras la temprana reunión con Rodríguez, Moratinos viajó a Roma donde se sumará a la visita a Italia de Rodríguez Zapatero y donde tenía previsto reunirse con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.
En París, Moratinos preguntó a su par cubano sobre el inédito diálogo que las autoridades de La Habana mantienen con la Iglesia católica en la isla, que permitió trasladar a varios presos a cárceles más cercanas a sus domicilios.
El canciller cubano dijo que "en Cuba existe una fluida comunicación (…) y en particular con la Iglesia católica que está jugando un papel constructivo para el bienestar del pueblo de Cuba". Indicó que en los próximos días recibirá en La Habana al secretario de Estado del Vaticano para las Relaciones con los Estados, el francés Dominique Mamberti.
Respecto a la visita que el relator de la ONU contra la Tortura, Manfred Nowak, debía efectuar a Cuba antes de concluir su mandato en octubre de 2010, pero que todavía está pendiente porque las autoridades cubanas no fijaron una fecha, el canciller cubano reafirmó la "validez y vigencia de la invitación".
La reunión, celebrada a primeras horas del día en la residencia del embajador de España en Francia, Francisco Villar, tiene lugar además tres semanas antes de que España pase el relevo de la presidencia europea a Bélgica.
En esta cuarta reunión del Diálogo Político entre la UE y Cuba iniciado a mediados de 2008, cuya celebración fue anunciada sorpresivamente el miércoles en Bruselas, participaron una docena de responsables diplomáticos de Cuba, España y de la UE, precisaron fuentes diplomáticas españolas.
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