martes, 5 de abril de 2016

El cuartico sigue igual.

Por Juan Juan Almeida.

A 36 años de la embajada de Perú, el cuartico está igualito. Un episodio traumático que marcó el éxodo masivo y los actos de repudio en Cuba.

Las balas que mataron a Pedro Ortiz Cabrera, custodio de la Embajada del Perú  eran de armas utilizadas por sus compañeros; dado que en esos días  se habían producidos  incidentes de  civiles cubanos tratando de entrar a embajadas embistiendo vehículos contra su puerta de entrada, las postas habían sido reforzadas. Uno de esos incidentes, si mal no recuerdo,  fue contra la entrada de la Embajada de Venezuela, donde hubo civiles muertos por los guardianes  Castristas de esas embajadas.

Desde el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959 comenzaron los actos de repudio en Cuba y los éxodos masivos, sólo cambiaron  a quiénes se les hacía y las cantidades  de personas involucradas.  Tampoco los viajes de la ¨comunidad¨ cubano-americano  provocaron el éxodo de ¨El Mariel¨, lo provocó la orden de  Fidel de  quitar las postas de la embajada del Perú y la implícita aprobación de que la dictadura autorizaría la salida del país a los que entraran en ella.  Orden originada por un malísimo error de cálculo y soberbia de Fidel Castro que nunca pensó que se iba a producir un éxodo tan masivo, el cual casi inmediatamente trató de minimizar o frenar mediante golpizas, vejaciones y hasta muertes mediante actos de repudios apelando a lo más bajo de la sociedad cubana y a las más bajas pasiones exacerbadas mediante la manipulación de las masas, ese conglomerado maleable de personas tan utilizado por dictadores, sátrapas y tiranos.

No por gusto  ya en los primeros años  después del triunfo de la Revolución  la tiranía Castrista IMPUSO postas militares armadas en las entradas de las  embajadas de los diferentes países en Cuba y les negó durante meses y años la salida del país a aquellos que habían buscado ASILO POLÍTICO  dentro de ellas;  asilo político que había sido muy utilizado por aquellos  que se oponían al régimen de Fulgencio Batista de manera violenta colocando bombas en lugares públicos y matando a tiros a militares y a políticos, ya que en América Latina el asilo político era tradicionalmente  acatado y respetado en los diferentes países, incluyendo a países donde había dictaduras,  como era el caso de República Dominicana  con Rafael Leónidads Trujillo. Hay una carta de Frank País al cónsul norteamericano en Santiago de Cuba dándole las gracias por haber salvado y sacado del país al ¨gordo¨, cuyo nombre  era Léster Rodríguez, que era perseguido por su actividad violenta contra el régimen de Batista.

Si antes de los viajes de la ¨comunidad¨ Fidel Castro hubiera  dado esa orden de quitar las postas de las embajadas, la posibilidad de salir del país mediante una embajada a aquellos que estaban asilados  y que los jóvenes en edad militar pudieran irse del país,   muchos centenares de miles de cubanos  se hubieran ido de Cuba antes de  esos viajes de la ¨comunidad¨.  Otras medidas  que habían impuesto la tiranía desde esos primeros años para  frenar la salida del país era:

  • Calificar como  delito contra la Seguridad del Estado las salidas ilegales del país, las cuales eran juzgadas por  los temibles Tribunales Revolucionarios donde las garantías procesales no existían en la práctica y donde las sentencias ya estaban dadas antes de comenzar el juicio.
  • Sacar de su trabajo y enviar para campamentos (¨Campamentos Johnson¨) o centros  de trabajo  lejanos a realizar labores ajenas a su oficio y profesión  a aquellos hombres que pidieran la salida definitiva del país hasta que les llegara el permiso de salida, el cual podía tardarse AÑOS; el compositor y cantante Meme Solís tuvo que esperar 18 años por ese permiso. Fidel Castro había dicho en  uno de los primeros aniversarios de los CDR, que ¨el camino para Miami pasa por la agricultura¨.

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