viernes, 1 de abril de 2016

Represión con conga.

Por Zoé Valdés.

A pocos días de la visita del presidente Barack Obama a Cuba, el muertoenvida Castro I dirigió una de sus reflexiones al "Hermano Obama". A juzgar por el título el escrito, sería, me dije, amistoso. Todo lo contrario, el título es irónico, y el texto, un dechado de estupideces y de ataques políticos. Lo mismo de siempre: los cubanos no necesitamos nada del "imperio". Y por ahí p’allá. En Cuba todo el mundo sabe que esas reflexiones no las escribe Castro I, se comenta que un equipo de periodistas se dedica a, ardua tarea, imitar el pésimo estilo literario de quien confesó en el pasado haber ansiado ser un escritor de la talla de Gabriel García Márquez, sin conseguirlo en lo más mínimo.

Unos comentaristas de Facebook señalan que esas reflexiones nadie las lee en la isla, sobre todo viniendo del periódico Granma, que desde hace décadas ha sustituido al papel sanitario. Francamente lo dudo. Hay todo un pueblo que es, más que de Raúl, de Fidel. Y ese pueblo de Fidel, moldeado a su imagen y semejanza, antes de limpiarse el trasero con el periódico (no le queda otro remedio) lee fervoroso esos artículos redactados con un corajudo tono que, para colmo, adoran los lectores de Fidel (que son muchos): el tono de viril resistencia ante el "enemigo imperialista yanqui".

Ese pueblo de Fidel es el que se junta numeroso para reprimir con conga incluida a los participantes de Todos Marchamos, un movimiento fundado hace un año, y que reúne más opositores en el extranjero que en el interior de la isla.

Sé que cuando vean ese vídeo muchos de ustedes se partirán a carcajadas. ¿Cómo es posible que tras un acto represivo aparezca una conga de bailarines disfrazados, con cantantes y músicos, prestos para montar su espectáculo? ¿Cómo es posible que además lo monten en medio de una calle ahora desierta, donde segundos antes esos hijos de Fidel estuvieron apaleando e insultando? En la filmación también se observa que, mientras transcurre el show, en un plano no muy lejano, en los camiones y ómnibus de la policía se llevan detenidos a un grupo de personas.

Curiosamente esos represores de Fidel, tan enemigos del "imperialismo yanqui", y que no cesan, sin embargo, de reprimir al pueblo, no sólo no movieron un dedo, tampoco se les notó por ningún lado durante la visita del presidente de ese mismo "imperio". ¿Dónde se encontraba ese pueblo "indignado"? Nada, lo que trajo el barco. ¡Qué país de miserables!

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