Por Alberto Roteta Dorado.
Santa Cruz de Tenerife. España.- Cada vez resulta más evidente la participación de los regímenes comunistas de Cuba y Venezuela en los recientes acontecimientos que estremecen a varias naciones de América del Sur.
El dictador Fidel Castro, en su afán expansionista y conquistador, recién asumió el poder de Cuba sentó las cimientes de lo que más tarde se fue objetivando mediante la existencia de las guerrillas y grupos terroristas por parte de Latinoamérica, lo que contó con la presencia del guerrillero argentino Ernesto Guevara de la Serna, quien con sus concepciones de hombre nuevo y su enfermizo delirio de matar, ocupó el protagonismo de las acciones que se gestaban desde La Habana.
Convertir a América Latina en otro campo socialista a la usanza de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y las naciones de Europa Oriental fue el sueño de Castro. No hubo un solo hecho de la región relacionado con los movimientos izquierdistas en que no estuviera su siniestra presencia; algo que a modo de herencia se transmitió a sus seguidores, quienes hoy, lamentablemente, protagonizan los vandálicos actos y las acciones terroristas que tienen lugar en varios países de Latinoamérica.
Un breve análisis de algunos elementos preliminares que a modo de premisas subjetivas tuvieron lugar en Cuba, el epicentro de la gestación de los planes terroríficos de la izquierda continental - junto al régimen chavista de Nicolás Maduro, en Venezuela-, nos permitirá demostrar que los regímenes de Cuba y Venezuela son los máximos responsables de los graves delitos que azotan a la región por estos días.
Las reiteradas visitas de Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidente de Argentina, a La Habana con el pretexto de que su hija se encuentra internada en hospitales cubanos,* así como una llegada “satélite” del expresidente de Ecuador, Rafael Correa, prófugo de la justicia ecuatoriana, resultan extremadamente significativas, toda vez que precedieron a la serie secuencial de hechos que por estos meses han ocurrido en la región.
Ambos líderes socialistas se presentaron (en el caso de Cristina Fernández fueron siete visitas entre marzo y noviembre) sin estar ocupando cargos importantes en sus respectivos países. La Fernández durante sus visitas no era aún vicepresidente de Argentina, aunque si tenía su puesto como parlamentaria, lo que no ocurre con Rafael Correa, quien está separado de la vida política de Ecuador y sin posibilidad de retorno a la misma, al menos mientras esté como presidente Lenín Moreno, el encargado de expulsar a la tendencia socialista del siglo XXI de la nación andina a los pocos meses de su toma de posesión.
Los medios de prensa oficialistas de la isla apenas comentaron acerca de la presencia de ambos personajes, exceptuando alguna breve nota a modo de información en las que se hace referencia a que la senadora (ahora vicepresidente) sostuvo encuentros con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, lo que se conoció a través de lo publicado el pasado mes de marzo por el Canciller Bruno Rodríguez en su Twitter:
“Presidente Díaz- Cannel sostuvo fraternal encuentro con la expresidenta y senadora de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en el que intercambiaron sobre los más recientes acontecimientos en la región y coincidieron en la necesidad de preservar la paz en Nuestra América”.
Se supo además de encuentros privados de la exmandataria con el octogenario militar Raúl Castro, quien le dio la bienvenida durante su primera visita. Durante la tercera ocasión, en julio del presente año, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel escribió en su Twitter: “Bienvenida a Cuba querida amiga Cristina”.
Pero todo parece indicar que la “querida amiga” de Díaz-Canel no solo fue a La Habana a visitar a su hija, supuestamente enferma e internada en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ), sino que siempre ha cumplido una apretada agenda de reuniones con los líderes comunistas cubanos.
Lo cierto es que de la noche a la mañana y luego de varios viajes a Cuba aparece la Fernández de Kirchner como candidata a la vicepresidencia de Argentina, lo que comparte nada menos que con Alberto Fernández, representante de la izquierda y adversario de la senadora hasta hace poco, lo que resulta beneficioso para el régimen castrista en sus andanzas con el chavismo toda vez que la senadora y actual vicepresidente ha sido una figura determinante para el impulso de los maquiavélicos proyectos de difusión del Socialismo del siglo XXI en la región. Esto sugiere que luego de esos intercambios “sobre los más recientes acontecimientos en la región” se gestara su retorno al poder político en una nación clave en el contexto regional.
La “preservación de la paz” fue otro de los asuntos abordados por los magnates comunistas de “nuevo tipo”. Ya se sabe que el significado de paz adquiere otras dimensiones en el Socialismo del siglo XXI. La serie secuencial de acciones terroristas y vandálicas que han tenido lugar en Ecuador, Bolivia, Chile y ahora en Colombia, son una muestra de lo que son capaces de hacer los seguidores de Castro y Chávez, lo que ha estado potencializado al sentirse derrotados y saber que sus días están contados.
Respecto al expresidente ecuatoriano me limitaré a recordar que su viaje a Cuba fue sorpresivo y sin una causa justificada, independientemente de que no se podía hacer referencia a una visita oficial por parte de alguien que, lejos de ser un representante de la política de su país es un prófugo de la justicia con trámites hechos por parte de las autoridades ecuatorianas para que la Interpol proceda a su captura, aunque lamentablemente esta instancia desestimó la determinación de la policía de la nación andina.
Los medios reflejaron sus paseos por la Habana Vieja, su ridícula interpretación de “Yolanda” acompañado por músicos de restaurantes y bares habaneros, y cualquier otra superficialidad, con lo que se ocultaba y se desviaba la atención del verdadero propósito de su fugaz estancia en la tierra de los Castro. De lo poco que se dijo resulta significativa la escueta nota del diario oficialista Granma: “Dialogaron sobre temas de la actualidad regional e internacional y coincidieron en que los pueblos enfrentarán con determinación cualquier desafío imperialista, en defensa de su soberanía”, haciendo referencia al encuentro privado que sostuvo con Raúl Castro, quien sigue al frente del Partido Comunista, el único reconocido de manera oficial en la isla.
Su estancia en Cuba tuvo lugar a mediados de septiembre, y las protestas en Ecuador - inicialmente pacíficas en reclamo a las reformas económicas dictadas por el gobierno de Lenín Moreno, y que luego se convirtieron en acciones violentas con enfrentamientos y verdaderas sublevaciones de cierto sector poblacional que respondió al llamado del correísmo- fueron entre el 2 y el 13 de octubre del presente año, es decir, que la visita del expresidente y su encuentro con Raúl Castro, en el que se precisó acerca del enfrentamiento de los pueblos de la región ante supuestos desafíos, precedió a las acciones de protesta de Ecuador, de manera similar a las visitas de la señora Fernández de Kirchner anteriores a las elecciones de Argentina con la consiguiente toma del poder por los Fernández.
Y si de Ecuador se trata, hemos de considerar también la visita que realizó en abril la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas; pero por encima de todo una acérrima correísta fiel seguidora de la estirpe de los corruptos de la izquierda latinoamericana. Durante su estancia en la isla, además de haber sido recibida por el primer mandatario cubano y de cumplimentar un extenso programa, afirmó que “Cuba es un aliado fundamental para el sistema de Naciones Unidas y el multilateralismo (…) Cuba es un aliado imprescindible y estratégico para fortalecer el sistema multilateral".
Con su actitud sentó las bases para la actual manipulación castrista respecto a su propuesta para la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) por parte de Antigua y Barbuda, una insignificante nación subordinada a los mandatos del castro-chavismo. Recordemos que Cuba fue expulsada de dicha organización y en el caso de Venezuela se aprobó una resolución para la activación definitiva de la Carta Democrática de esta instancia, por lo que el régimen castrista no puede hacer propuestas de este tipo, y en el caso del chavismo sería demasiado cuestionado. Así las cosas, utilizar a la sumisa nación caribeña para sus andanzas fue la mejor vía de enfrentarse a Luis Almagro con la propuesta de una comunista - a su manera- que responda a sus intereses y que pueda colaborar con Cuba, el “aliado imprescindible y estratégico”, según sus propias palabras.
Dejé para el cierre de este comentario el llamado Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo, evento realizado en La Habana entre el 1 y el 3 de noviembre, en medio de la gran crisis política y social de la región, tenida que contó con la participación de unos 1.200 representantes de organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda de varios países, donde se encontraron varias figuras clave que, sin duda, están implicados en las acciones estratégicas relacionadas con la desestabilización de Latinoamérica.
El evento sirvió de pretexto para reunir al expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, al secretario de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), el excanciller boliviano David Choquehuanca, y al dictador venezolano Nicolás Maduro, quien se apareció el día de la clausura del evento sin que se supiera previamente de su presencia.
Desde La Habana se hizo el llamado a “cohesionar las fuerzas ¿progresistas? en función de ¿la paz? y contra las políticas neoliberales”, amén de solidarizarse con los corruptos regímenes dictatoriales de Nicolás Maduro, Evo Morales y Daniel Ortega, así como con Andrés Manuel López Obrador, en México, y la nueva fórmula de los Fernández, en Argentina; sin olvidar las acusaciones de Díaz-Canel a la OEA, según el: “desmoralizada (…) que se consolida como instrumento de presión política de Estados Unidos y de las oligarquías que defienden el neoliberalismo”, y las predicciones vaticinadas por el ignorante mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien afirmó: “Nosotros ya visualizamos que se ha levantado una nueva ola antineoliberal que tendrá los espacios del futuro para una nueva situación de alternativas”.
Lo que no deja lugar para la duda respecto a las serias implicaciones del castro-chavismo en la oleada de acciones desestabilizadoras que por estos días tienen lugar en “Nuestra América”, independientemente de la presencia indiscutible de miles de agentes infiltrados en varias de las naciones de la región donde han tenido lugar actos terroristas y vandálicos.
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*Florencia Kirchner, hija de la expresidente de argentina, Cristina Fernández, está hospitalizada en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas en La Habana, por supuestas afecciones como: estrés postraumático, síndrome purpúrico en estudio, polineuropatía sensitiva desmienilizante de etiología desconocida, amenorrea en estudio, bajo peso corporal y linfedema ligero de miembros inferiores de etiología no precisada (cual de todas más subjetiva y susceptible de ser manipulada por su falta de objetividad). Ninguno de los supuestos daños es serio, a pesar de que Fernández de Kirchner afirmó que se trata de "severos problemas de salud".
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