Por Guillermo Gonzalez.
Dentro de la isla cárcel una pequeña cantidad de cubanos conocen a esos otros pocos disidentes que se juegan muchos años de cárcel y la vida misma a cambio de pedir democracia.
La única vez a mi modo de razonar que hubo una protesta de cierto calibre identitario en Cuba fue el 5 de agosto de 1994 en el “Maleconazo”. Y aunque parezca mentira ya hoy se cumplen 19 años de aquella protesta que todos los cubanos debimos apoyar y concluir, entonces hoy ya estuviéramos hablando de otras preocupaciones y nuestro horizonte fuera mas prospero y alentador.
No podemos apostar por la prolongación de la indiferencia, no podemos seguir creyendo que porque alguien nos prometa una novedosa estrategia contra el tirano lograremos nada a cambio, hay que cambiar el ritmo, las formas y dinamizar la lucha. Porque la única forma que hay de quitarse un tirano de encima es matándolo.
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