domingo, 4 de agosto de 2013

Una sola moneda: Para las calendas griegas.

Por Reinaldo Emilio Cosano Alén.

Cuenta Iván Guerra Hernández: “Durante el curso escolar, cada padre aportó veinte pesos mensuales para la fiesta de fin de curso de nuestros hijos, al concluir su enseñanza primaria. Contratamos para el 20 de julio el ómnibus y estancia en Guanabito, centro recreativo de la playa de Guanabo. El gerente quiso formalizar el contrato. Al cobrar, dijo, sorprendido: “¿Cómo? ¿Cuatrocientos pesos cubanos?  Ustedes no entendieron ¡Son cuatrocientos CUC!  ¡Tienen que irse!”  Nos fuimos, incómodos, frustrados. Los niños, sin entender por qué, no pudieron disfrutar ese momento de alegría tan esperado a lo largo de todo un año”.

La Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR), Sección Cuba, promueve, desde 2006, la campaña Con la Misma Moneda. Mara Beltrán Iglesias, su vocera, en compañía de Janny Mairelys Piloto, activista, nos cuentan: “Exigimos el derecho básico de los cubanos a pagar en todos los establecimientos del país con la misma moneda que reciben por sus salarios. Se recogieron más de 40 mil firmas entre 2007 y 2010 para solicitar a la Asamblea Nacional del Poder Popular (amparados por el Artículo 88, Inciso G, de la Constitución de la República) el uso de una sola moneda. El gobierno ha mantenido silencio, pero la presión surtió algún efecto. Abrió varios establecimientos donde solo se comercializaba en divisa y ahora venden también en CUP”.

FLAMUR emplea forma No Violenta de protesta en restaurantes estatales que comercializan en divisa. Consumen y luego pagan con moneda nacional, lo cual les ocasiona encontronazos con la Policía.
El gobernante Raúl Castro dijo, en la clausura de la Asamblea Nacional, el 8 de julio: “El fenómeno de la dualidad monetaria constituye uno de los obstáculos más importantes para el progreso de la nación. [Un proceso]  gradual, ordenado e integral nos permitirá acometer transformaciones de mayor alcance y profundidad en materia de salarios y pensiones, precios y tarifas, subsidios y tributos para avanzar hacia la unificación teniendo en cuenta la productividad del trabajo”.

Queda claro que la discriminación económica y social fomentada por la dualidad de monedas en circulación continuará trayendo quebrantos al pueblo que no recibe CUC.
La peor piedra en el camino para la moneda única está -según reconoce Raúl Castro- en la improductividad  y el desorden económico e institucional. Se necesitarían además gigantescas inversiones y disciplina económica y social para salir del hueco, pero nadie sabe cómo ni cuándo. Eso queda para las calendas griegas.


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