La paja en el ojo de Fidel Castro.

Por Tania Díaz Castro.

En los últimos años se ha dicho a través de la prensa oficialista, que las indisciplinas sociales surgieron en Cuba en 1993, el mismo día del  cumpleaños de Fidel Castro, cuando entró en vigor el dólar.

Un breve recorrido por esa misma prensa, pero de finales de los años sesenta del siglo pasado, nos demuestra que fue por esta época que la sociedad cubana tomó conciencia de que la paja estaba en el ojo de Fidel Castro, que no  veía los errores que cometía a la hora de dirigir una nación.

El 13 de marzo de 1968, bajo la consigna de crear un hombre nuevo, se le ocurrió la idea de iniciar la Gran Ofensiva Revolucionaria. Fueron nacionalizados 50 mil pequeños comercios, más todos los servicios privados, los que habían sido propiedad del pueblo y no de una oligarquía financiera. ¿El resultado?

Ahora lo sabremos:

Unos meses después, el 17 de agosto, el Ministro del Trabajo, Jorge Risquet, impone las tarjetas de trabajo, donde cada día se registra el comportamiento y las aptitudes políticas de cada trabajador. No había confianza en la clase obrera.


Nuevamente el resultado no se hizo esperar. El 8 de agosto de 1969 el ministro condena fuertemente en un discurso la indisciplina en aumento de los trabajadores del país, el ausentismo y la negligencia en el trabajo.

Y es en este escenario nacional que comienza, el 27 de octubre de ese mismo año, ¨La Zafra de los 10 millones¨.

Los primeros días del mes de mayo de 1970, cuando a Castro le soplan al oído que no van los diez millones de toneladas, la emprende con los sindicatos. El día 12 los critica airadamente y anuncia que deben reorganizarse, dando a entender que el fracaso de la Zafra se debía al poco esfuerzo del pueblo trabajador.

En su discurso del 26 de julio de ese mismo año, cuando anunció el inicio de una campaña de acercamiento a las masas, dijo que era necesario reforzar y democratizar a los sindicatos. ¿Fue en esos momentos que sintió que había perdido para siempre a las nobles y mansas masas cubanas?

Cuando Fidel dijo “los diez millones de toneladas de azúcar no van”, arremetió contra los sindicatos, dando a entender que el fracaso de la Zafra se debía al poco esfuerzo del pueblo trabajador (foto archivo)

Los que pertenecimos en aquellos momentos a la prensa oficialista, sabemos que sí, aunque Fidel dijera a gritos el 30 de agosto que la Revolución entraba en una fase más seria, más madura y profunda. Evidente contradicción, cuando días después, el 4 de septiembre, Granma informa que Fidel pone en dudas la construcción del socialismo y el comunismo a la vez y que se hacía necesario crear nuevas organizaciones de masas para vigilar las actividades, incluidas las del Partido.

Esas organizaciones nunca se conocieron. Sólo que el 7 de diciembre, Fidel anunció que no habría festividades de fin de año. De esa forma castigó el mal comportamiento de las masas.

Han pasado los años. Las indisciplinas y la corrupción generalizada aumentan cada día. Así lo afirmó Fidel en diciembre de 2005. El Ché Guevara fue el primero en anunciarlo, en 1965, en su folleto El Socialismo y el hombre en Cuba: ¨El Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que la forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar¨.

Como no se rectificó a tiempo, ni se va a rectificar nunca, todo ha ido de mal en peor, con un socialismo maldecido por las masas.

Tanto es así que el 17 de febrero de 2011, Fidel Castro aceptó por primera vez su derrota, cuando dijo: ¨El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros¨.

Entonces, muchos son los que se preguntan: ¿Por qué no acaban de tirar la toalla y se salen del ring?