sábado, 21 de marzo de 2020

Ancianos en Cuba: los mata el hambre o el coronavirus.

Por Henry Chirinos.

Ancianos en Cuba: o los mata el coronavirus o el hambre

Un virus que por sí solo, asusta y paraliza. La indicación es clara: cuarentena total en el mundo aunque Cuba se resista. Pero para quienes viven del día a día, el encierro es una declaratoria de muerte.

Lo es así cuando estar en el grupo de mayor riesgo a padecer el virus choca con la imperiosa necesidad de salir a ganarse el pan diario.

14 y medio recoge las historias de ancianos, que pese a su escueta pensión social y la advertencia de no salir a la calle, deben hacerlo porque así viven.

Romualdo, de 79 años lo dice abiertamente: «Me dicen que no debo salir de la casa por el coronavirus pero si no hago esto, no como». Él vive de la venta de periódicos. No tiene familia y su jubilación, escasos 12 dólares al mes, no cubre sus necesidades básicas.

Él se dedica a la reventa del periódico oficial Granma, por los que busca ganarse un mínimo de 15 pesos diarios.

Anciano cubano
Alberto fue trasladado en carretilla al hospital por falta de ambulancias.

Además sirve de mensajero para sus vecinos, buscando el mercado racionado y trasladándolo puerta a puerta. Es con ello que consigue, según confiesa, «mal que bien comer todos los días», asegura.
«No puedo quedarme encerrado en mi casa porque si no vendo mis periódicos y hago otros encargos no puedo comer. ¿Quién me va a traer comida si no puedo salir?»
Y aunque esa es la realidad práctica que lo acompaña, también es consciente de su delicado estado de salud y del riesgo que corre al salir a la calle.

Diabético y asmático, dos condiciones que lo hacen sumamente vulnerable ante un virus que ya llegó a Cuba y que el régimen cubano ha buscado mantener a raya, al menos mediáticamente.

Coronavirus urge responsabilidad.

Cuba sigue decidida a no cerrar sus fronteras. Y actualmente cerca del 20 por ciento de la población en Cuba está conformada por ancianos.

El Ministerio de Educación no ha suspendido las clases pero son los padres quienes han decidido no enviar a los niños a la escuela. No obstante, el encierro trae consigo otros riesgos. Morir de coronavirus o de mengua.

Más del 70% de los ancianos en Cuba viven en carencias
Más del 70% de los ancianos en Cuba viven en carencias.

Es así la Isla uno de los países más envejecidos de América, el joven continente, más vulnerable ante la pandemia pro coronavirus como se ha visto en Italia y España, donde “varias residencias geriátricas se han convertido en trampas mortales para decenas de internos”, agrega el reportaje.

Así como Romualdo, hay cientos de historias por contar. Rosa María, por ejemplo, tiene 72 años y vive de la venta de dulces en La Habana.

Vive en el municipio Güira, en Artemisa, y debe viajar semanalmente en tren a ofrecerlos. De no hacerlo, asegura que podría “morir de hambre”.
«Soy hipertensa y hace cinco años estoy en remisión de un cáncer, por lo que estoy en el grupo de personas con más riesgos ante el virus», detalla.
Pero su necesidad choca con la decisión de clientes de seguir el “aislamiento social” conocido hasta ahora, como la única alternativa para frenar la propagación del virus.
«Me dijeron que no quieren dejar entrar y tener contacto con gente que viene de lejos por si trae el coronavirus», lamenta la señora. «Nada más pude vender dos de los 10 pomos de dulce que traía así que no sé qué voy a hacer en los próximos días».
 «Si cancelan el tren y ponen en cuarentena al país yo voy a ser una de las víctimas pero no del virus, sino de la falta de comida y de jabón. En mi barrio en Güira hay muchos viejitos que están peor que yo porque ni siquiera se pueden valer por sí mismos. Si aquí es difícil comprar un pañal para anciano en tiempos normales imagínense ahora», detalla.
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