Por Marc Frank.
Cuba ordenó a todas las empresas estatales adoptar "medidas extremas" hasta fines de año, con la esperanza de evitar los temidos apagones que enfrentó la isla tras el colapso en 1991 de su antiguo benefactor, la ex Unión Soviética. Funcionarios del Gobierno han advertido que la isla enfrenta una situación "crítica" por la escasez de energía, que obliga al cierre de fábricas y talleres, según un documento oficial al que Reuters tuvo a acceso. "La situación que confrontamos con la energía eléctrica es crítica y de no adoptarse medidas extremas tendremos que recurrir a los apagones programados, afectando a la población", según una nota del Consejo de Ministros a la que Reuters tuvo acceso. "Los directores de Uniones y Empresas (...) realizarán un análisis de las actividades que paralizan o redimensionan, dejando aquellas que garantizan exportaciones, sustitución de importaciones y servicios básicos a la población", dijo otro documento de la Industria Ligera. El Gobierno había advertido en el verano que podría recurrir a los indeseados apagones si se mantenía el excesivo consumo energético. Las autoridades de la isla instaron en junio pasado a reducir en al menos un 12 por ciento el consumo eléctrico en oficinas y fábricas, que son controladas en un 90 por ciento por el Estado, o enfrentar cortes eléctricos obligatorios. La prensa estatal publicó poco después cifras que evidenciaban la eficacia de las medidas para el ahorro de energía y disminuyeron las advertencias. El presidente Raúl Castro ha dicho que la intención no es repetir la experiencia de la década de 1990, cuando la desaparición de la Unión Soviética y la pérdida del suministro estable de petróleo llevó a prolongados apagones en el sector residencial. La única explicación hasta ahora es que el país no puede consumir más combustible del que el Gobierno puede pagar. La situación no es tan grave como en la década de 1990, debido a que la isla recibe 93.000 barriles diarios de petróleo, o casi dos tercios de lo que consume, de su aliado Venezuela. Cuba paga su factura petrolera con el suministro de personal médico y otros profesionales al país sudamericano. Cuba, como otros países del Caribe, ha sido duramente golpeada por la crisis financiera mundial, reduciendo los ingresos de las principales exportaciones, agotó créditos y redujo las inversiones extranjeras. El Gobierno comunista de la isla también se enfrenta a duras sanciones de Estados Unidos, incluyendo la incapacidad para acceder a las instituciones financieras internacionales. Cuba aún se recupera del embate de tres huracanes en el 2008, que dejaron pérdidas por más de 10.000 millones de dólares, según cifras oficiales. Para enfrentar la crisis financiera global, el país ha reducido gastos e importaciones, suspendió los pagos de la deuda y congeló cuentas bancarias de empresas extranjeras. La pasada semana, la isla informó que se había reducido el comercio en un 36 por ciento, debido principalmente a un recorte de más del 30 por ciento de las importaciones.
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