Por Alvaro Alba.
No queda ya esperanza con las medidas anunciadas en un inicio por Raúl Castro. Las medidas ya fracasaron, ha afirmado economista cubano.
La aparición de artículos críticos en la prensa cubana, culpando a una dirigencia de niveles medios y no a la cúpula gobernante ha sido el tono editorial en los últimos meses.
La antropóloga cubana Miriam Celaya, en su blog SinEvasión, comentaba de la aparición de un discurso oficial matizado de "pragmatismo reformista", con una marcada crítica a los planes y decisiones tomadas ante la llegada de Raúl Castro al poder. Una tendencia a dividir la historia de Cuba antes y después del menor de los Castro.
La primera piedra la tiró el mismo mandatario, recuerda Celaya y estos críticos de hoy fueron aquellos que alabaron antiguas decisiones. Como colofón del criticismo pone el ejemplo de Alfredo Guevara que pide la desburocratización y desestatización de la sociedad cubana.
Otro ejemplo de esa política se vio en el diario Granma del viernes 8 de julio, en el que cuatro artículos exponían el caos, la ineficiencia y el despilfarro en la sociedad cubana. Sus títulos: Derecho a la información, Organizar bien y ejecutar mejor, El tortuoso camino de los contratos ineficientes y Maquinas para regar la improductividad.
En el primero se queja Anneris Ivette Leyva de la falta de acceso a las fuentes de información, en el segundo Juan Varela habla de la modorra productiva, centrales que no llegan al 50 % de la norma, reiterada ineficiencia industrial, etc.
El tercer artículo de Livia Rodríguez, habla de toneladas de materiales de la construcción (bloques, mosaicos, cemento de cola), que permanecen por meses almacenados; y el ultimo es una larga crónica de Dilbert Reyes, sobre la ineficiencia en la agricultura de Granma, donde las maquinarias de riego pastan junto a la hierba y tractores parados por falta de cable, aunque ya tengas los dispositivos de la pizarra de mando.
El economista Oscar Espinosa Chepe declaró a martinoticias.com que no queda ya esperanza con las medidas anunciadas en un inicio por Raúl Castro. Las medidas ya fracasaron, afirma, y no hay esperanzas. No se han creado empleos, la tierra no se ha entregado, no se ha logrado eficiencia en las empresas estatales, no hay productividad, continua enumerando fracasos Chepe.
Esa situación ha llevado a una critica creciente en la sociedad y dentro de los propios militantes del partido, que al decir del economista, una porción de estos militantes de base se manifiestan por una política talibánica y otra por una pragmática (sin tener que ser democrática), aclara Chepe.
Los artículos críticos que aparecen ahora en la prensa, desde el diario Granma hasta en paginas de Internet de otros medios oficialistas, le recuerda al ex preso político procesos similares en Europa del Este hace ya mas dos décadas.
La transparencia (glasnost) en la prensa de aquellos países comenzó precisamente con la descripción de los problemas de la sociedad, como la prostitución o corrupción en la elite partidista.
En el diario Moskovskii Komsomolets (Komsomol Moscovita) fue donde aparecieron las primeras crónicas sobre la prostitución en la URSS, firmadas por Evgueni Y. Dodolev.
La apertura informativa en la prensa cubana no tiene todavía los niveles de aquella prensa en la URSS, Polonia o Hungría, pero se vislumbra un periodismo que adula al 100 %, afirman desde la isla varios observadores.
Temas para una investigación periodista profunda sobran en Cuba. Desde el Caso Sandra, que publicara Luis Manuel García Méndez en la revista Somos Jóvenes en 1987 el tema de las prostitutas, los lupanares habaneros y los proxenetas no se ha tratado de nuevo con la profundidad necesaria en los medios oficiales.
Aquella fue la época de la rectificación de errores o lavar los trapos al aire, al decir del propio Fidel Castro en un pleno del PCC.
En declaraciones a Radio Marti, Dimas Castellanos, historiador y bloguero, afirmaba que quienes ostentan el poder son los responsable de que no se haya cumplido ni un lineamiento o resolución de los cinco anteriores congresos del partido.
Las consecuencias políticas de esta nueva tendencia, sin llegar a ser una apertura informativa, dice Espinosa Chepe, esta en la discusión dentro del partido comunista por aumentar las medidas de un verdadero cambio.
Mientras mayor es el fracaso de la actual política, mayor es la tendencia a buscar otras medidas mediante la profunda critica de las actuales, mostrando su ineficiencia. A la aguda lucha por unas reformas a medidas o completas entre las altas esferas del gobierno de La Habana, afirma Chepe, se suma la incertidumbre sobre el proyecto político de Raúl Castro, se acentúa con la enfermedad de Hugo Chávez y la agudización de los problemas internos en Venezuela.
No faltan los artículos paternalistas que muestran la burocracia ineficiente cuando desde el departamento de uso racional de la energía DURE) piden a los cubanos: limpiar bien las microondas y tostadoras, no abrir mucho el refrigerador y planchar la mayor cantidad de ropas posibles en una sesión.
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