Viaje a la semilla.

Por Arnaldo M. Fernández.

Una partida de hombres armados, encabezados por el policía Mario Murino y el fiscal Mario Fernández, irrumpe en la finca La Chata, del ex presidente Carlos Prío Socarrás, en busca de ciudadanos americanos de quienes se sospechaba andaban involucrados en actividades ilícitas. Esta finca aparece en la descarga que Eduardo Chibás soltó (Bohemia, mayo 8 de 1949) contra aquel presidente, entonces en ejercicio: "Te conocí cuando eras un estudiante universitario que vivías muy modestamente. Explícame, Carlos Prío, cómo adquiriste, por trasmano, el central Ofelia; cómo adquiriste la finca La Chata, en Arroyo Naranjo (…) Explícame eso, Carlos Prío, si es que puedes hacerlo". Castro se infiltraría en La Chata, dizque como jardinero, para tomar fotografías y estrenarse como periodista con el reportaje "Prío rebaja la función de nuestras fuerzas armadas" (Alerta, febrero 28 de 1952), que denuncia el empleo de militares en labores de construcción y otros servicios personales.
En La Chata pasó Prío su último fin de semana como presidente. El lunes 10 de marzo de 1952 tenía previsto anunciar su nuevo gabinete, con Segundo Curti como premier, pero esa madrugada recibió una llamada del coronel Vicente León, jefe de la Casa Militar del Palacio Presidencial: Batista se había colado en Columbia. Prío respondió que ya lo sabía, avisó que iba en camino y ordenó hacer fuego contra cualquiera que intentara apoderarse de Palacio. Llegó, vio a Álvaro Barba y otros líderes estudiantiles, y salió en un Buick a eso de las ocho de la mañana. Se corrió que había enrumbado a Matanzas, para encabezar la resistencia junto al coronel Eduardo Martín Elena, pero el diario El Crisol reportó que el auto había continuado hacia La Víbora y a la una de la madrugada del siguiente día fue a recogerlo el embajador de México. Prío marchó al exilio sin haber renunciado a la presidencia.

El Servicio de Inteligencia Militar (SIM) batistiano siguió la pista e informó desde sendas entrevistas telefónicas con Fidel Castro en México (mayo 10 y 17, 1956) hasta haber financiado el atentado de Rolando Cubelas y otros militantes del Directorio Revolucionario contra el coronel Antonio Blanco Rico (octubre 28, 1956). El Tribunal de Urgencia de La Habana libraría orden de arresto (abril 12, 1957) contra Prío, bajo el cargo de autor intelectual del asalto al Palacio Presidencial.

Al romper públicamente con él (junio 30, 1957), Aureliano Sánchez Arango lo acusó de haber pactado "indignamente con Batista" por haber viajado a Cuba (agosto 11, 1955). Prío se hospedó primero en el Hotel Nacional, pero tuvo que encuevarse en La Chata por falta de garantías y acabó marchando de nuevo al exilio. Regresó al triunfar Castro, dejó mensaje en Bohemia (enero 6, 1959) y luego de presenciar, como rostro en la muchedumbre, la entrada de Castro en La Habana, recibió su elogio por la noche en Columbia. Luego declaró que su partido (Auténtico) concurriría a las elecciones, pero "yo no seré su candidato" (Bohemia, enero 11 de 1959). Y se encuevó de nuevo en La Chata, adonde fueron a buscarlo.