China vuelve a ser modelo de inspiración para las autoridades cubanas. A imagen del 'un país, dos sistemas' que en los años 70 ideó el líder comunista Deng Xiao Ping, en la mayor de las Antillas se constituirá una zona especial de desarrollo para favorecer la implantación de industrias gracias a inversiones extranjeras. La región de Puerto Mariel contará incluso con su propio régimen laboral.
La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) será posible gracias a una ley que ya ha sido aprobada por el Consejo de Estado de Cuba y que entrará en vigor el próximo 1 de noviembre. Para enero del año próximo, según prensa local, las primeras instalaciones portuarias ya deberían comenzar a funcionar a pleno rendimiento. La nueva denominación, insólita hasta ahora en territorio cubano, abarcará una extensión de 465 kilómetros cuadrados en la provincia de Artemisa, muy próxima a la de La Habana, de la que de hecho formaba partes hasta enero de 2011.
Este nuevo signo de la corriente tímidamente aperturista que encabeza el presidente Raúl Castro ha contado con el apoyo de Brasil, la potencia emergente por excelencia de Latinoamérica. El país sureño ha contribuido con 900 millones de dólares a la renovación del puerto en torno al cual se estructura el proyecto de tintes capitalistas. De esta partida, 640 millones han sido aportados de forma directa por el Gobierno de Dilma Rousseff a través de n préstamo a la administración cubana.
La idea del Gobierno de los Castro es transformar la zona en un punto clave para el tránsito de mercancías en el área del Caribe. Las previsiones del proyecto del área especial pasan por hasta tres millones de contenedores al año. Un volumen para cuya gestión se espera la implantación de fábricas, ensambladoras, oficinas de administración y facturación y otras industrias.
Para facilitar la llegada de capitales internacionales, el Gobierno de La Habana ha diseñado un régimen especial de relaciones laborales, por el cual los trabajadores de Mariel recibirán una retribución en función de su productividad. Algunas fuentes locales apuntan incluso a la posibilidad de que puedan cobrarse sueldos más altos que en el resto de la Isla y en divisas. Así se barajaba ya hace tres años, cuando Raúl Castro comenzó a estudiar la posibilidad de replicar el modelo chino para encontrar ocupación a los casi 500.000 funcionarios que pretendía cesar de sus cargos para aligerar la estructura del Estado.
La televisión local que para la elaboración del plan "se tomaron en cuenta experiencias nacionales e internacionales". En este sentido, cabe recordar que el líder cubano ha visitado Pekín en al menos tres ocasiones. Además, destacó que el régimen económico especial para la región busca "fomentar el desarrollo económico sostenible a través de la atracción de inversión extranjera, la innovación tecnológica y la concentración industrial".
Aunque aún no se han concretado las líneas maestras del proyecto, algunas fuentes locales hablan de que el modelo podría replicarse en al menos otras dos áreas más. Sin embargo, el Gobierno parece querer esperar a evaluar primero el éxito de la zona de Mariel para lanzarse a ampliar el alcance de los 'dos sistemas'.
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