sábado, 15 de mayo de 2010

Carter en Cuba (i).

Por Arnaldo M. Fernández.

El 12 de mayo de 2002, Jimmy Carter se sumó a la manía cubiche de ser primero y aterrizó en La Habana como primer presidente de los EE.UU. en hacerlo después del triunfo de Castro, quien ya lo había calado por el pasaje de la entrevista para la revista Playboy (1976) en que Robert Sheer le pregunta si alguna vez había sido infiel a su esposa y Carter responde: "Bueno, de pensamiento". Castro concluyó que Carter "era un hombre con una ética", esto es: manipulable. Luego de conocerlo personalmente en Caracas (1989) volvió a verlo en el funeral de Pierre Trudeau (Ottawa, octubre de 2000).

Aquí le dijo: "Estamos esperando que nos visite" (Biografía a dos voces, 2006, páginas 369 y 378) y Carter acabó por visitar la Isla.

Esta visita sirvió al menos para poner de manifiesto la complejidad de la oposición anticastrista dentro de la Isla. En el Aula Magna de la Universidad de La Habana (UH), Carter sacó a relucir (mayo 14) el Proyecto Varela y, según Castro, "algunos estudiantes debatieron con él". Nadie se llame a engaño: tras 2 ó 3 estudiantes fugaces salió a enfrentar a Carter el decano de la Facultad de Derecho, José Luis Toledo Santander.

Después de cierto ademán cinematográfico, Toledo Santander vomitó una monserga que terminaba con lo que él imaginó ser una pregunta retórica: "¿Ofrece la constitución de EUA la posibilidad para que un ínfimo grupo de sus ciudadanos, alentados por una potencia extranjera, cambie los principios fundamentales de la nación?".

Carter confesó que resultaba extremadamente difícil "detectar una pregunta en su declaración", pero luego de precisar: "No creo que el llamado Proyecto Varela ha sido originado o financiado desde EE.UU.", Carter arrinconó a Toledo Santander con este silogismo: Si bien ningún grupo pequeño puede subvertir o cambiar los principios de la constitución estadounidense, "un pequeño grupo, incluso un solo individuo, tiene el mismo derecho a expresar su opinión [y] esto magnifica enormemente, amplifica el estado de un ciudadano particular en mi país (…) Entonces, estamos discutiendo ciertas diferencias fundamentales entre los gobiernos de nuestros dos países".

Enseguida aulló Hassan Pérez, quien alargó tanto su declaración que Carter comentó: "Espero que el juego de pelota comience a tiempo". Y así fue: el rector Juan Vela dio por terminado aquello y Carter se fue con Castro al Estadio Latinoamericano.
Share:

0 comments:

Publicar un comentario