viernes, 30 de octubre de 2020

La eterna disyuntiva cubana: dólar vs. chavito.

Por Gladys Linares.

Por estos días, al anunciar el “ordenamiento monetario”, la dictadura da información ambigua y enrevesada con el habitual hermetismo que no aclara cómo ni cuándo será esta, por lo tanto es inevitable que surjan especulaciones seguidas de desconfianza, inseguridad y temor en la población.

Al comentar con algunos trabajadores sobre la aplicación de la reforma salarial, no creen que esta consiga satisfacer sus necesidades fundamentales. “Al contrario, sigue la dualidad monetaria, ya que cobro en moneda nacional –una moneda sin respaldo– pero para comprar los artículos de primera necesidad tengo que ir a la shopping, donde antes necesitaba CUC y ahora necesito dólares”, me comentó Efraín, un joven empleado de comercio.

Me decía un vecino que piensa viajar a Canadá: “Tengo en el banco el dinero que me piden para darme la visa, pero no sé si sacarlo o dejarlo, porque toda la información es tan confusa que por mucho que leo no entiendo nada. El 14 de octubre en la Mesa Redonda Murillo dijo que las cuentas en CUC se podrán cambiar por moneda libremente convertible (MLC). Fui al banco porque quería asegurar mi dinero, pero allí me informaron que solo hacen el cambio en pesos cubanos. Creo que eso lo dijo Murillo para contener un poco la avalancha de gente que está vaciando sus cuentas”.

Otra de las grandes preocupaciones de las personas que tienen sus ahorros en el banco es que les devalúen los chavitos como acostumbran: sin avisar. Lo que los hace desconfiar son las palabras de Marino Murillo en la Mesa Redonda: “Entre los tres tipos de cambio que existen (cambio fijo, banda de fluctuación y cambio móvil) se comenzará el proceso con un tipo de cambio fijo y, en la medida en que la economía cambie y la demanda, se acudirá a otra variante. Ello significa que habrá futuras devaluaciones”.

“Hace algunos años pensé hacer una cuenta de ahorro en divisas”, recuerda Jorge. “Pero en el banco tenía que llenar una planilla con tantas preguntas absurdas que desistí de la idea. Por eso decidí que el dinero que me manda mi hijo lo guardo yo”. Otra vecina rezonga: “Cuando mi familia me mandaba dólares, el gobierno me los cambiaba por chavitos. ¿Ahora tengo que cambiar los chavitos por pesos cubanos? La gran estafa”.

El gobierno alega que con la unificación monetaria se mantendrá como principal moneda de circulación en el país el peso cubano (CUP). Sin embargo, cada vez son más las tiendas que venden artículos de primera necesidad en MLC. En ellas hay gran variedad de alimentos, electrodomésticos, etcétera, mientras que en las tiendas que operan en CUC y CUP el desabastecimiento es casi total.

No pocos opinan que la primera medida gubernamental para obtener MLC, depositarlos desde el exterior en tarjetas magnéticas válidas sólo para comprar en determinadas tiendas, no les dio el resultado esperado, por eso ahora permiten que el que los tenga los pueda depositar en el país, e incluso retirarlos si lo desea.

Otra de las incógnitas es qué pasará con las cuentas de los colaboradores en las misiones en el extranjero, que reciben sus salarios en divisas, de las cuales el gobierno se apropia de la mayor parte y les deposita en CUC en una cuenta bancaria el exiguo porcentaje que les queda. ¿Les darán pesos cubanos? Estos son despreciables ante el dólar, pues no sirven para comprar en las tiendas que ahora venderán en MLC.

Después de todos estos años refiriéndose al CUC como “divisa”, y Recaudadoras de Divisas a las tiendas donde nos exprimían los bolsillos, ahora el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, afirma que, en definitiva, se sabe que el CUC nunca ha sido divisa. En eso no se equivoca: desde que comenzaron a circular en 1994, para el pueblo los CUC no han sido más que papel pintado representando dinero. No en balde les llamamos chavitos, como los billetes de mentira que se usan para jugar Monopolio.

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