Vuelven las recetas de cocina castristas: «Sangre quemada criolla» y «Dulce de Sangre cuajada.»

Por Henry Chirinos.

Recetas con sangre.

En un intento por promocionar las ocurrencias de los dirigentes castristas, la prensa oficial reveló varias recetas con las que los cubanos podrán darle diferentes usos a la “sangre” de los animales, esto luego de que hace pocos meses, el Ministro de la “tripa”, Manuel Santiago Sobrino Martínez, informará que se producirán alimentos a base de los restos de ganado para alimentar al pueblo de Cuba.

Bajo el título “Sabor y Tradición: Cuatro recetas que incluyen sangre en su elaboración”, el portal oficialista Cubadebate, presenta las recetas en la que la sangre animal es el principal elemento, afirmando que dicha “tradición culinaria” no solo se ve en España, sino también en otros países del mundo, como intentando vender la ocurrencia del funcionaria.

“Considero que el Caribe tiene su propia cultura y cocina, dada por esa mezcla, por  ese ajiaco del que tanto habló Fernando Ortiz, teniendo en cuenta ese intercambio entre las islas y  la tierra firme, además del paso que era Cuba para los demás países de centro y sur américa”.

Exhortan a los cubanos a “probar” dichas recetas afirmando, de manera indirecta, que estas podrían ser de gran ayuda ante la creciente escasez de alimentos que enfrenta el país. “Si no la puede hacer, al menos que le sirva de conocimiento para saber de nuestras costumbres y cultura. Mi intención es darle, junto con las recetas, parte de nuestra cultura y nunca faltarle el respeto a los lectores”.

Manuel Santiago Sobrino Martínez, el ministro de alimentación de Cuba, que se ganó el título de Ministro de la Tripa.

Estas recetas van desde dulces de sangre cuajada hasta sangre quemada criolla pasando por morcilla cubana. Si bien el artículo está disfrazado como una especia de “recetario”, su trasfondo es el mismo, los medios del régimen, en vez de exigir explicaciones sobre la destrucción del aparato productivo del país, prefieren seguirle el juego a las ocurrencias de los funcionarios castristas, que son los que pueden comer langosta, camarones, carne de res de primera, pollo y todas las delicatesen que el cubano no puede.