jueves, 30 de enero de 2020

A ver si me entienden.

Por Zoé Valdés.

Es obvio que una parte del pueblo cubano -la que más vale, a mi juicio- tras más de 60 años de tiranía, ya es un pueblo abúlico, cansado, estropeado, y diezmado mediante asesinatos y encarcelamientos. La otra parte es solamente una parte vencida moralmente. No existe de ese lado ninguna resistencia moral a nada, harán lo que haya que hacer para evadirse, lo mismo extraviarse en la nada, que extinguirse de a poco como masa recholatera y gozona, que delatar y asesinar, como tantas veces lo han hecho.

Por tanto, pienso que pedirle a ese pueblo que se inmole, incluso deseándolo o no, y sabiendo que sería el único recurso, no sólo es absurdo, es también inmoral. Conociendo, para colmo, que el pueblo cubano no posee los medios reales para enfrentar de forma armada y ni siquiera enérgica a una tiranía violenta y criminal, advertimos que no existen las fuerzas y mucho menos las ganas. No tienen fuerzas ni ganas porque no tienen fe. La fe se la trituraron con el mortero de la ideología comunista.

Es hora de que la oposición cubana, antes de convertirse en lo mismo que fueron los castristas, en terroristas (aunque de poca monta), o sea en mamertos de terroristas, reclamen unidos (ahí sí me uniría yo la primera) una intervención inmediata y selectiva del gobierno de los Estados Unidos. Con el firme propósito y la convicción de, que acabando con el régimen castrista, se acabaría por fin -como expliqué ayer en el vídeo ´live´- con toda la desgracia y la infamia que ha exportado el castro-comunismo hacia el mundo entero. No se trataría exclusivamente de la libertad de Cuba, sino además de la libertad de varios países a los que Cuba ha arrastrado en su bestial e insensato desmoronamiento.

Antes de que los muertos y las víctimas las siga poniendo el pueblo es preferible que sean ellos los que sean de una vez eliminados de forma quirúrgica. No sigan más embarcando a ese pueblo en ridículos y lamentables ‘showcitos’ y numeritos teatrales que ya sabemos que eso no conduce más que al encarcelamiento de unos y al enriquecimiento de los que no sólo quieren hacer ‘baro’ fácil con la causa cubana, además pretenden hacerse famosos, y continuar vendiéndole espejitos a los tontos últiles (que por cierto, los hay por racimos, a montones).

Bah.


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1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, dilecta amiga. La única solución al pudridero castrista es una intervención armada, si digo bien: armada, contra el cartel mafioso responsable de tanto desatino.

    Por mucho menos los EEUU han montado la de Dios.

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