jueves, 30 de enero de 2020

Santiago de Cuba: Sin comida, sin pasta dental y hasta sin condones.

Por Yadira Serrano Díaz.


El año 2020 que apenas comenzó no pinta nada bien para los vecinos del municipio Songo la Maya, en Santiago de Cuba, quienes acusan la escasez de varios productos de primera necesidad.

Al parecer, “la creencia de que los años bisiestos -como este- han de ser malos en todos los sentidos” tiene algo de fundamento.

No hay puré de tomate, no hay pasta dental ni jabón, faltan las almohadillas sanitarias y ni siquiera hay condones en las farmacias. También escasea el pollo, los frijoles y la carne de cerdo en los establecimientos estatales. Las opciones que van quedando son las de los particulares a precios elevados.

Hasta el momento, los cuentapropistas están ofertando la libra de carne de cerdo a 30 pesos, cuando aparece. La misma cantidad de tomates y de frijoles a 20 pesos. El pollo ahora oscila entre los 25 y hasta 28 pesos la libra.

Yolanda es una maestra de primaria jubilada que asegura a CubaNet estar viviendo la antesala de un nuevo “Periodo Especial”.

“Esto se me está pareciendo mucho al horror que ya vivimos y no sé si tendré la fuerza para soportarlo. Yo, entonces, estaba joven y fuerte, pero ahora apenas puedo caminar”, dice.

Recientemente, el Gobierno anunció que habría serios problemas con el abastecimiento y distribución de gas licuado a la población, debido a la sanción de Estados Unidos a la empresa estatal Corporación Panamericana S.A. Este municipio ya está sufriendo las consecuencias.

Los ciclos de llegada del gas que hace unos meses habían sido fijados en una vez cada 45 días, ahora serán cada dos meses.

“Lo que nos informaron fue que los municipios cabecera de las provincias tendrían el gas cada 45 días y que en los otros poblados sería cada 60 días, como mínimo. De todas formas, hay que ver cómo se van desarrollando las cosas”, puntualizó un trabajador del Punto de Venta de Gas en la Maya.

Siendo esta localidad una zona rural, aunque gasificada, el Estado debe vender cierta cantidad de Kerosén a la población por la norma. A fecha de hoy, solo algunos han podido obtener el combustible después de haber tenido que madrugar para poder alcanzarlo.

Las calles permanecen llenas de personas que buscan “resolver” algún alimento para llevar a casa, pero la mayoría se regresa sin nada o con muy poco.

Ahora es cuando los revendedores se están aprovechando para ofertar sus productos a precios realmente abusivos.

Por ejemplo, un tubo de pasta dental que cuesta ocho pesos en las tiendas estatales, aparece en la calle a 20 y 25 pesos, los que son más caros en las redes minoristas, se consiguen a dos, tres y hasta cuatro CUC, dependiendo de la marca. Por fuera también se encuentran las cajas de puré de tomate de 1,25 CUC hasta en 75 y 80 pesos.

Vale destacar que estos productos son de elaboración nacional y, por ende, solo pueden ser encontrados y extraídos de tiendas y almacenes estatales. Los que son importados de otros países casi nunca son del mismo tipo.

Por otro lado, la escasez de almohadillas sanitarias, toallas húmedas y pañales desechables en Santiago de Cuba contradice lo que aseveró el Gobierno a finales del pasado año, cuando se inauguró en la Zona de Desarrollo Mariel una nueva fábrica (empresa mixta entre Cuba y Vietnam) para la elaboración de estos productos.

Según los medios oficialistas, dicha fábrica supliría -de forma permanente- el déficit que existía por la falta de materias primas y por la poca disponibilidad de distribución de los de producción nacional.

Sin dudas, estaba en lo cierto el  Ministro cubano de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, cuando dijo el pasado día 10 en la Mesa Redonda que “este será un año duro y tenso”, justo como fue el anterior y todos los otros desde 1959 hasta la fecha.
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