“Recuperar lo recuperable no es símbolo de pobreza” asegura la publicación en la prensa oficial que aborda el proceso de reciclaje de las bandejas de huevos en Cuba.
Aunque para muchos, sería esperanzador saber que se trata de una medida ecológica, en realidad la decisión de reciclar las bandejas de huevos en Cuba responde a la necesidad de recortar gastos, que afronta el régimen cubano.
El director de la Unidad Empresarial de Base Comercializadora de la Avicultura en Camagüey, Roberto Barreiro Arías, indicó que las bandejas de huevos no eran recogidas anteriormente, porque “no podían volver a las granjas por decisión de Salud Animal y evitar violaciones de bioseguridad” pero la problemática hoy es diferente.
“Nosotros en estos momentos las estamos recogiendo por una indicación nacional, de que no se van a importar este año y las dos fábricas productoras no garantizan los volúmenes que requiere el país. Las que estén en un basurero, así no deben entrar desde el punto de vista sanitario a ninguno de nuestros establecimientos, pero las que están en las unidades de la Empresa Minorista nosotros las estamos recogiendo y aplicándole formol” explicó.Por su parte, el director general de la Empresa de Recuperación de Materias Primas, Roger Castillo Rodríguez, dijo:
“Nosotros recuperamos las bandejas de huevos en las bodegas, pero no regresan a la fábrica de Sancti Spíritus porque no son reciclables. La única que las procesa en Cuba es la industria de Tejas Infinitas. Nosotros disponemos de papel ondulado y prensado aquí en Camagüey, pero no tenemos mercado para ello, comercializable también por la fábrica de Sancti Spíritus que produce papel kraft para los hospitales.
“Las bandejas se producen con el papel gaceta que aquí se recupera que provienen de libros, revistas y periódicos y son los que más tiene que recuperar el país. En las casas de compra pagamos cinco pesos por kilogramos, y así y todo no satisface las necesidades».
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