Algunos activistas de la oposición en Cuba tienen la esperanza de que el recién nombrado primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, conduzca a la isla a un período de cambios “al estilo de la perestroika que gradualmente desenreden el sistema socialista de los Castro”, dice el diario digital Global Post.
En un análisis dedicado a radiografiar al nuevo dirigente, un artículo del Post señala que no hay elecciones previstas para dentro de poco en Cuba, pero la campaña de Miguel Díaz-Canel para presidente ya está en marcha, después de que los avejantados líderes de la isla lo han “alzado de la relativa oscuridad para convertirlo en el hombre para todas las ocasiones”.
Fue él y no ninguno de los Castro, dice, quien ofreció las condolencias públicas de Cuba por la muerte del presidente Hugo Chávez, quien fue enviado a Roma para felicitar al nuevo papa Francisco, y quien recibió al equipo de pelota cubano para animarlo cuando regresó perdedor del Clásico Mundial de Béisbol.
Tras reseñar algunos datos biográficos del vicepresidente cubano, poner de relieve su edad (52 años) y el anuncio hecho por Raúl Castro (de 81) de que su actual mandato de cinco años será su último, el diario señala que dada la edad de éste y su “deseo de ceder el poder a una generación más joven de líderes, no hay garantía de que concluya su término en 2018”.
“Si (Díaz-Canel) sucede a Castro heredará el único sistema político de un solo partido en el hemisferio-apunta-, una economía crónicamente en apuros, una escabrosa rivalidad con EE.UU. y un exilio cubano determinado a verlo fracasar”.
Para el Global Post resulta significativo que esta semana el hijo mayor de Fidel Castro, “Fidelito”, de 63 años, le haya dado al primer vicepresidente un “apoyo incondicional” en una entrevista con la prensa rusa, y lo haya calificado de “un hombre joven con experiencia, preparación técnica y carisma”.
También fue un recordatorio, añade, de que ninguno de los Castro más jóvenes está en cola para tomar el poder cuando Raúl Castro lo deje.
Sea cual sea su imagen, afirma el periódico, la generación “histórica” está apostando a que si Díaz-Canel puede generar crecimiento económico y reducir con éxito la abultada burocracia de Cuba, “será capaz de forjar el tipo de consenso político que necesitará para resistir los retos internos y externos de su gobierno”.
El diario destaca comentarios hechos por el nuevo dirigente a la prensa cubana según los cuales dio la imagen de “un reformista” al señalar que los actuales cambios económicos en la isla han sido para eliminar “prohibiciones que han retenido las fuerzas productivas” y que el sector privado cubano debe continuar desarrollándose “sin prejuicios”.
Global Post cita a la bloguera cubana Yoani Sánchez, quien recién declaró en Nueva York que “por ahora (Díaz-Canel) parece una figura de continuidad, pero tal vez es una máscara de oportunismo que lo ha ayudado a llegar a una posición de poder, y una vez que esté en la cumbre resulte ser otro Gorbachov”.
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