Por Iván García.
La revolución de Fidel Castro es una laguna de contradicciones. Pretendió ser un paraíso para obreros y gente humilde. 52 años después, precisamente son los dos sectores que peor viven.
Castro intentó diversificar la industria, multiplicar la agricultura y ser una potencia ganadera. Ni lo uno ni lo otro. Los gobernantes diseñaron un sistema donde la propiedad estuviera en manos del pueblo trabajador. Y es ese pueblo trabajador el que hoy roba a manos a llenas en sus puestos laborales, para compensar sus bajos ingresos y tratar de vivir mejor.
La revolución de Fidel Castro es una laguna de contradicciones. Pretendió ser un paraíso para obreros y gente humilde. 52 años después, precisamente son los dos sectores que peor viven.
Castro intentó diversificar la industria, multiplicar la agricultura y ser una potencia ganadera. Ni lo uno ni lo otro. Los gobernantes diseñaron un sistema donde la propiedad estuviera en manos del pueblo trabajador. Y es ese pueblo trabajador el que hoy roba a manos a llenas en sus puestos laborales, para compensar sus bajos ingresos y tratar de vivir mejor.