viernes, 25 de junio de 2010

La corrida del barop (léase dinero, dólar, cuc, chavito).

Por Juan González Febles.

Cuando el socialismo era real, el chicharrón carne y la suegra familia, trataron de imponernos la música y las costumbres de América Latina. El mandarinato verdeolivo en su afán por destruir la cubanía y sus valores, trató de hacernos ‘afrolatinoamericanos’ y nos impuso aquello de que patria es la humanidad que convenía a sus intereses políticos y a los intereses geopolíticos soviéticos.

Luego de obligar a todos a abjurar de Dios y de todos sus agentes, representantes y entidades divinas, se creó en 1976 una constitución entreguista con una enmienda que si no fue Platt, bien podría ser Brezhnev. La enmierda o enmienda Brezhnev, constitucionalmente impuso la fidelidad eterna a la Unión Soviética. Curiosamente, los que promovieron aquella vergüenza, hoy son defensores a ultranza de la ‘soberanía nacional’, que les permite mantener en funciones la isla-prisión de la miseria, adalid del ‘antiimperialismo’.

A Fidel Castro, educado en escuelas católicas, siempre le gustó jugar con la noción de eternidad y la noción de lo inquebrantable y de lo indestructible. Por suerte para todos, la enmienda Brezhnev no fue ni inquebrantable ni eterna.

Entonces, ya algo más tranquilos porque no hay qué temer que el castro-socialismo pueda ser eterno o más duradero de lo que ya ha sido, de lo que trataremos es de la impostaciones más recientes. Una de ellas, atribuirle a la iglesia católica un protagonismo y una influencia absolutamente falsas e inexistentes.

Cuando llegó el Papa Juan Pablo II (algo así como el segundo Papa después de San Pedro), la iglesia católica avanzó. El cardenal Ortega se subió en la cresta de la ola amorosa y liberadora lanzada por el Papa y se quedó arriba. Tanto que ahora anda lejos del pueblo bendecido por Juan Pablo II, aquel enero, hace más de diez años.

En la actualidad, menos del 15% de la población califica de católica practicante. Puede afirmarse que la mayoría confesional en Cuba la componen los creyentes en la santería y los de una mezcla variopinta que va desde espiritistas, agnósticos y cuanta confesión alguien pueda imaginar. Entonces, colocar a la Iglesia católica como interlocutora en Cuba, es poco menos que una impostación, por demás muy oportunista. La impostación (claro está), fue promovida por el Gobierno cubano.

Podría decirse que esta impostación, constituye un irrespeto total para la mayoría no católica y que carece absolutamente de peso político moral para el futuro. Tampoco hay que olvidar que la Santa Madre Iglesia, sabe y no tiene reparos en negociar con quien tenga que hacerlo. Da igual que se trate de la Gestapo, la KGB o Seguridad del Estado. Ha negociado con beatitud el destino de varios centenares de miles de judíos y lo hará con la de unos pocas, (aunque heroicamente imprescindibles) decenas de prisioneros políticos cubanos.

Hoy día que ya no hay Papa libertario, esto representa un riesgo cierto. El único que hubo, se unió a Cristo o a la Diosa de la libertad, luego de haber servido impecablemente, asistido por sus arcángeles guerreros de entonces, Margaret Thatcher y Ronald Reagan.

Como de impostaciones se trata, viene bien tocar las últimas y a los últimos impostores. Hoy día, Fidel Castro no cuenta para el futuro. Vive un precario y temporal presente, con un final previsible esperado por todos. Los carroñeros de siempre y los más cercanos, se aprestan al convite de las reparticiones. Este tendrá lugar inmediatamente que el molesto anciano parta definitivamente.

Hoy se vive en Cuba el momento del dinero. Los que lo tienen desde la aristocracia castrista, quieren retenerlo. Los que no lo tienen, dentro y fuera de esa aristocracia, quieren obtenerlo a todo costo.

En esta carrera por el dinero, por perderse, se pierde el sentido y dirección de la lucha por restablecer la democracia y el derecho de los cubanos. Los casting históricos y los de nueva promoción compiten por espacios de espaldas al pueblo. En esta corrida que se vive y que no es la corrida del camarón, sino la corrida del baro, se vuelve hablar de reconciliación y de perdón.

La variante teologal del perdón en Cuba, consiste en concederlo a quienes nunca lo pidieron y nunca han manifestado arrepentimiento por ninguno de los excesos, horrores y errores cometidos. Extraña combinación de perdón, reconciliación, soberbia, crueldad y codicia en que se vive. Mientras, se desarrolla la corrida del baro en Cuba. Adentro y afuera, arriba y abajo, de izquierda a derecha, al centro.
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Cuerno de la pobreza.

Por Miguel Iturria Savón.

Ni la prensa plana ni la televisión cubana comentaron las cifras publicadas la semana pasada por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), las cuales desmienten las expectativas de crecimiento anunciadas por el gobierno y corroboran que la isla no es una burbuja dentro de la crisis económica mundial.

Cuba logró reducir su déficit comercial en el 2009 con relación a años anteriores, pero disminuyó su producción de petróleo, la compraventa de mercancías y fue afectado el sector de la salud para exportar médicos y obtener divisas.

La producción de petróleo se redujo en casi 300.000 toneladas en el 2009 con relación al 2008, mientras la extracción de gas natural se estancó. La producción de petróleo del año anterior fue de 2,78 millones y la de gas equivalió a 1,15 millones de toneladas, por debajo de los 3 millones y 1,16 obtenidas en esos energéticos en el 2008.

Aunque la ONE no detalló las causas del descenso productivo, coincidió con la compra forzada de las concesiones de las empresas canadienses Pebercan y Sherrit International, aunque la última continúa sus operaciones en otros bloques petroleros, situados en un tramo de más de 100 kilómetros del noroeste y procesada en la refinería de Cienfuegos, en el centro-sur de la isla.

Las afectaciones del oro negro son menores que las ocasionadas por la importación y exportación de mercancías, pues Cuba mantuvo la adquisición de 93.000 barriles por día fundamentalmente de Venezuela, quien financia el crudo a precios de socios.

La misma fuente aseguró que las exportaciones cubanas alcanzaron unos $ 3.100 millones y las importaciones $ 9.621millones, para un volumen total de compraventa de 12.721 millones en el 2009, lo que representa una caída del comercio del 34% con relación al 2008, lo cual implica menos materia primas para la industria nacional y más carencias de productos imprescindibles para el mercado interno.

En el 2009 Venezuela fue nuestro primer socio comercial con un valor de $3.389 millones, 36%menos que lo intercambiado en el 2008. Les siguieron China con un intercambio de $1821millones (21% menos), España, Canadá y los Estados Unidos, donde la isla adquiere alimentos y medicinas desde el 2001, aunque esa potencia le exige el pago en efectivo y no compra mercancías cubanas por las restricciones del embargo. La compra en USA durante el 2009 ascendió a 729 millones, con una caída del 30% con respecto al 2008.

Si bien esas cifras son escamoteadas a la población, ajena a los negocios gubernamentales con el “enemigo histórico”, revelan en parte la dependencia externa y el aumento de la pobreza en la isla, que gastó en el exterior 2,860 millones para adquirir petróleo y derivados, inferior a los 4.926 millones del 2008, y 1.614 millones en alimentos por debajo de los 2.381 del año anterior.

En ese cuadro de caída de importaciones y de crisis de liquidez, Cuba redujo en 48,95 % su intercambio de mercancías con Canadá; y un tercio con España (36.44) y Venezuela (35.79), principal aliado y sostenedor del gobierno de los hermanos Castro.

Las cifras expresan el aumento de la pobreza y la escasez de productos elementales, pues el comercio exterior se contrajo en el 2009 con menos importación de bienes: de 14 mil millones 234 mil 94 dólares en el 2008 a 909 mil 541 en 2009, equivalente a una caída del 37%, en correspondencia con la política de reducir las compras y favorecer la balanza de pago en detrimento de la población, atenazada por el desestimulo dado los salarios de miseria que recibe del Estado, único patrón y empleador.

Con Brasil, Italia, México, Alemania y Holanda las cifras oscilaron también en picada, aunque el intercambio con México mejoró con relación a otros años, pero con merma del 17%.

Los dígitos de la oficialista Oficina Nacional de Estadística certifican la incertidumbre de un país sojuzgado por el centralismo y la burocratización extrema. Si el gobierno promueve una transición económica y desata las fuerzas productivas empezaremos a salir de las ruinas. Solo así la eficiencia dejará de ser una consigna política.
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miércoles, 23 de junio de 2010

Juanita Castro: “El tiempo del respeto”.

Por Carlos Alberto Montaner.

Juanita Castro está enferma. Lucha contra el cáncer de pulmón. Con la firmeza que la caracteriza, llamó a sus amigos y les contó lo que ocurría. A mí me lo dijo sin una gota de aspaviento. Mi admiración por ella aumentó mientras la escuchaba. Acababa de operarse y estaba en el doloroso proceso de la recuperación de la cirugía, a lo que luego seguiría la radioterapia.

Juanita sabe y asume con toda naturalidad y sin desesperación que la muerte es la culminación de la vida. A su edad no es un hecho extraño. Un día, sencillamente, cerrará los ojos para siempre. La acompaña, además, la fe religiosa. Juanita siempre ha vivido como una cristiana creyente y como tal, cuando le toque –y a lo mejor es dentro de unos años porque ya sabemos de la resistencia de esta cepa gallego-cubana–  se despedirá de este mundo sin la menor dosis de rencor contra los que le hicieron daño y con todo el cariño que cabe en su pecho (y es mucho) para quienes la han querido.

¿Qué dejará como legado Juanita? Dejará el ejemplo de una persona que tuvo la entereza de defender sus ideas y principios a riesgo de su vida, pagando, además, el altísimo precio del desgarramiento familiar. Dejará el recuerdo de su trato generoso y desinteresado con tantas personas que se le acercaron. Dejará la buena obra hecha como pequeña empresaria que durante varias décadas creó riquezas como comerciante honrada. Y dejará, claro, un magnífico libro de memorias, escrito al alimón con María Antonieta Collins, en el que defiende el buen nombre de sus padres y cuenta las intensas peripecias de una vida no exenta de heroísmo.

Sería conveniente que quienes adversan a Juanita cesen sus ataques y diatribas. Esta es la época en que sus amigos debemos extremar el cariño que le tenemos. Debe ser la época, también, en que sus enemigos guarden un respetuoso silencio. Esta mujer singular, esta buena amiga, esta excelente persona lo merece.
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Llamamiento de la CTC a los trabajadores.

Por Secretariado Nacional de la CTC.

Durante las últimas semanas la economía nacional ha venido enfrentando un fenómeno muy negativo: el consumo de la energía eléctrica ha ido aumentando hasta llegar este fin de semana a la preocupante cifra del 5% por encima de lo previsto.

Tal situación resulta insostenible en las adversas condiciones del país, como consecuencia de la grave crisis económica mundial; los embates del bloqueo, que se mantiene intacto; y otros factores externos e internos, incluyendo los climáticos, como es el caso de la prolongada sequía que padecemos a lo largo de toda la Isla.

En tales circunstancias resulta evidente que los recursos financieros que se destinan al pago del combustible utilizados en exceso para la generación de electricidad no salen de un arca repleta de dólares, euros o cualquier otra divisa internacional, sino de los que -contados centavo a centavo- están originalmente destinados al financiamiento de alimentos, medicamentos, equipos y otros muchos medios imprescindibles para la subsistencia del pueblo y el desarrollo de la economía.

El país no está ahora en condiciones -como hizo en años anteriores- de cerrar total o parcialmente algunos centros de trabajo para, con la energía que ellos dejaban de consumir, proteger a la población al evitarle apagones, a los que tendríamos que recurrir de nuevo, si no logramos contener drásticamente y de inmediato, las fugas de esa electricidad que se nos escapa por los resquicios que nos dejan la falta de racionalidad y de exigencia, la ausencia de vigilancia o la carencia de medidas organizativas.

El serio panorama al que nos enfrentamos exige de todos los trabajadores una respuesta tan enérgica como razonada para contener ese derroche de recursos energéticos que tanta falta nos hacen.

La CTC hace un llamado a todas las organizaciones sindicales para que revisen los planes de ahorro energético, analicen las razones por las cuales alguna medida se esté incumpliendo, y si es preciso variarlas o adoptar algunas más, en estrecha coordinación con las administraciones correspondientes.

Al mismo tiempo, este asunto no puede quedar al margen del debate en cada asamblea sindical, en cada consejo de dirección, de los cuales deben derivarse acuerdos encaminados a no exceder el consumo previsto.

Tampoco podemos perder de vista que estamos obligados a ahorrar sin afectar la cantidad o la calidad de la producción, pues resultaría inadmisible desde todo punto de vista; en igual sentido nos engañaríamos si los resultados alcanzados fueran a costa

de incrementar el consumo energético por cada artículo terminado o servicio prestado. Tenemos que elevar la producción ajustándonos a los planes de consumo energético previstos.

Por último, teniendo en cuenta que el mayor gasto de electricidad se manifiesta en el sector residencial, llamamos a nuestros trabajadores a trasladar esa misma conciencia de racionalidad y ahorro a sus hogares, explicándoles a sus familiares, estimulándolos a tomar medidas prácticas que se sumen a las que están adoptando los centros laborales.

¡Sellemos todas las brechas por las que se nos escapa en nuestros hogares y centros laborales ese costoso e imprescindiblerecurso que es la electricidad!
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Medio de subsistencia.

Por Laritza Diversent.

Miguel era un trabajador que hacía cinco años laboraba como cocinero en una empresa estatal. Se levantaba a las tres de la madrugada para realizar un viaje de más de 12 kilómetros y llegar temprano al trabajo. Cumplió con todas las orientaciones del sindicato, cotizaba y resultó vanguardia  en dos ocasiones.

El salario que recibía no le alcanzaba para solventar sus necesidades económicas. No obstante, entre sus planes no estaba la opción de abandonar el empleo. Tiene una esposa y tres hijas menores que mantener. Unas veces más, otras menos, compensaba las carencias con lo que allí resolvía.

Miguel se llevaba, parte de los alimentos del almuerzo de los otros trabajadores, para sostener a los suyos. Aceite, pollo, pescado, huevo, calamar, vianda, granos, etc., la necesidad lo impulsaba a llevarse lo que fuera. Era su responsabilidad, asegurar la subsistencia inmediata de los familiares a su abrigo.

En ocasiones, muy discretamente, vendía en el barrio alguno de los productos que hurtaba. Con ese dinero cubría otros gastos. Sus hijas necesitan ropa interior y zapatos. Mercancías que sólo venden en las tiendas recaudadoras de divisa. Moneda que él no recibe cuando le pagan su salario.

Alguien informó lo que Miguel hacía. Fue separado del centro, y por ser su primera vez, el tribunal lo sancionó a seis meses de privación de libertad por un delito de hurto, trabajando internado en un correccional de la agricultura. En la sentencia no se tuvo en cuenta los motivos que lo llevaron a cometer los robos. El sufrimiento de la pena tampoco impide que, desde su nuevo trabajo, continúe robándose alimentos para llevarlos a casa, cuando sale de pase.

Antes del triunfo de la revolución, existía en la legislación penal cubana, la figura del hurto famélico. Una circunstancia, que en casos, eximia al autor de responsabilidad penal, y en otros, disminuía la pena. Se apreciaba cuando una persona, hambrienta o indigente, se apodera de los objetos necesarios para su supervivencia y de las personas a su abrigo.

La justicia revolucionaria eliminó esta figura de derecho penal. Supuestamente el nuevo sistema, implantado el 1ro de enero de 1959, atendía las necesidades de todos por igual. Se había eliminado la vagancia, el desempleo, la mendicidad y los vicios. Causa esenciales de la miseria.

Visto así, era innecesaria esa figura en el Código Penal. Para el legislador socialista, nadie, en las nuevas condiciones creadas, cumplía con el requisito de estado de necesidad extrema que lo impulsara a cometer el delito de hurto. Este es un país, en el que todos los ciudadanos, gozan de la oportunidad y el derecho al trabajo.

Es irónico que sea hoy, precisamente la clase ‘proletaria’ cubana, la que se encuentra en un estado de necesidad tal, que se ve obligada a hurtar los recursos del Estado para sobrevivir y mantener a su familia. Este, es uno de los problemas sociales que más afecta la economía nacional y que el gobierno enfrenta bajo el titulo "la lucha contra las ilegalidades".

A la benévola justicia revolucionaria, le interesa más sancionar como efecto ejemplarizante, que perdonar un hecho delictivo cometido por necesidad. La revolución, 50 años después, demuestra es incapaz de atender, por igual, las necesidades de la población. Aumenta la holgazanería, la indigencia y corrupciones. El ‘pleno empleo’ por sí sólo, es insuficiente para hacer desaparecer la miseria, el estado de necesidad y con ello la comisión del hurto famélico.

La historia de Miguel se repite en muchas familias cubana. Se puede contar de diferentes formas y con otros personajes. La realidad es una: la situación económica que atraviesa el país. La mayoría de los trabajadores vinculados laboralmente con el Estado, convierten el hurto en un medio de vida indispensable para subsistir.
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martes, 22 de junio de 2010

La posición estratégica del yerno de Raúl Castro.

Por Pedro Schwarze.

Siempre a la sombra de Fidel y Raúl, hay otro miembro del clan Castro que ha ido acumulando un enorme poder y que, en los últimos años, ha consolidado una posición estratégica en el seno del régimen cubano. Se trata del Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, casado con Deborah Castro, la hija mayor del actual gobernante de la isla y quien, desde principios de 2008, está al frente del importante holding de empresas de las fuerzas armadas cubanas, clave en la economía como abastecedora de productos y generadora de divisas.

Rodríguez es hijo del general retirado Guillermo Rodríguez del Pozo, conocido como Gallo Ronco, que en sus años de juventud fue compañero de Fidel Castro en la Universidad de La Habana, aunque después siguió la carrera militar. El yerno del presidente cubano también es oficial de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), graduado en Moscú en Economía y Finanzas. Todas las fuentes consultadas aseguraron que es una de las personas en las que más confía el actual Presidente cubano.

Tiene alrededor de 50 años y ostenta el grado de coronel. Por años fue el número dos del Grupo de Administración Empresarial (Gaesa), detrás del general Julio Casas Regueiro. Pero con el nombramiento de Casas como ministro de Defensa, en febrero de 2008, en reemplazo del propio Raúl Castro, el yerno pasó a la primera línea de ese holding. Gaesa concentra la administración de más de 300 empresas (como Almacenes Universales, TRD Caribe, Gaviota S.A. o Antex S.A.) que generan casi el 90 por ciento de las exportaciones, el 60 por ciento de los ingresos turísticos, casi el 25 por ciento de los ingresos por servicios, y el 60 por ciento de los ingresos en divisas.

Durante años, Luis Alberto Rodríguez ha tenido sus oficinas en el edificio del ministerio de defensa, muy cerca del despacho que tuvo allí su suegro por más de cuatro décadas. El yerno, además, "ha estado muy vinculado a los servicios de contrainteligencia, porque siempre ha sido muy cercano del actual viceministro del Interior y ex jefe de la Contrainteligencia Militar, el general Carlos Fernández Gondín", aseguró a este diario Alcibíades Hidalgo, ex jefe del despacho de Raúl Castro.

Es un hecho conocido que Raúl Castro, a diferencia de su hermano Fidel, siempre ha demostrado una gran preocupación por los lazos familiares. Al punto que siempre se ha mostrado deferente con su ex cuñada Mirta Díaz-Balart en sus viajes a Cuba para ver a su hijo, Fidel. Y eso mismo se ha visto en su estrecha cercanía con Rodríguez. De hecho, los Rodríguez-Castro tienen dos hijos, que llevan los nombres de sus dos abuelos maternos: Raúl y Vilma (por Vilma Espín, fallecida en 2007).

Esta diferencia con su hermano mayor se ha notado en el hecho de que el actual gobernante ha puesto a sus familiares en posiciones, al menos, destacadas. Algo que nunca quiso Fidel Castro, ya que desechó la figura de la primera dama, mantuvo ocultos a los hijos que tiene con Dalia Soto del Valle, e incluso no tuvo problemas para destituir en 1992 a su hijo, Fidel Castro Díaz-Balart, como presidente de la Comisión de Energía Nuclear de Cuba.

La primera que comenzó a brillar en el nuevo escenario de la isla fue otra de las tres hijas de Raúl, Mariela. La mujer, quien fue esposa del frentista Juan Gutiérrez Fischmann, El Chele, encabeza el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, y como tal ha liderado públicamente un debate para luchar contra la discriminación de las minorías sexuales. El único hijo varón de Raúl Castro, Alejandro, coronel del Minint, ha comenzado también a aparecer con mayor frecuencia, ya sea como asesor de su padre o lanzando un libro de su autoría.

Pero quien ha logrado la mayor exposición es Raúl Rodríguez Castro, el hijo de Luis Alberto Rodríguez y nieto de Raúl Castro. El joven aparece en las imágenes siempre junto a su abuelo, cumpliendo funciones de asistente y hombre a cargo de su seguridad.
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El académico que escribía como un funcionario.

Respuesta a Arturo López-Calleja, alias Arturo López-Levy.

Por Carlos Alberto Montaner.

En una web publicada en Suecia, 'Cuba Nuestra', alguien se toma la molestia de escribir un artículo en mi contra. Me lo mandan. Está lleno de una curiosa e inesperada hostilidad. Lo recorre algo así como un estudiado rencor estratégico de funcionario obligado al ataque. El tono no se compadece con una simple discrepancia de opiniones. Lo firma un señor llamado Arturo López Levy. Francamente, no sé quién es. No recuerdo haberlo conocido jamás.

Pregunto. Es un profesor cubano radicado en Denver, me dicen. Sigo preguntando. Me extraña tanta ira. Los académicos no escriben así, visceralmente. Esa prosa tiene un apasionado tufillo a periodismo oficial cubano. Parece una cosa panfletaria y tosca de Juventud Rebelde. Quizás por eso vale la pena responder. Lo voy a hacer por medio de otra web cubano-sueca: www.miscelaneasdecuba.net Una de las mejores con que cuenta la oposición democrática. También, naturalmente, aparecerá en www.cubaliberal.org

Por fin doy con varias personas que lo conocen íntimamente de cuando vivía en Cuba. La primera sorpresa es que no se llama Arturo López Levy, sino Arturo López-Calleja y es pariente del yerno de Raúl Castro. Interesante. Utiliza un alias. De dónde sacó el Levy, pregunto. De un bisabuelo materno, me dicen. ¿Por qué cambió de nombre? Para penetrar la colonia judía en Cuba, agregan. Luego se fue a Israel. ¿Penetrar? ¿Cumplía una misión? ¿Es un agente? Sí, afirman rotundamente. Lo reclutaron cuando estudiaba en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales adscrito al Minrex. Entonces era un joven y prometedor comunista. Fue oficial de las Fuerzas Armadas. Quien esto alega lo conocía de aquellos años. ¿Esta información es record público, indago? No lo sé, me responden, pero sin duda el FBI y los israelíes están bien enterados. El expediente es abultado, añaden.

Nada de esto me consta. Tal vez sea falso o inexacto. No lo sé.  No quiero ser injusto y estas acusaciones no se desprenden de documentos oficiales sino de personas que lo conocen. Yo he sido falsamente acusado de terrorista y agente de la CIA por la Seguridad del Estado en una campaña sistemática de desinformación y sé lo desagradable que puede ser todo esto. Ignoro, pues, si el señor López-Calleja, alias López Levy, es un agente sembrado en el mundo académico, como el matrimonio Álvarez, o si se sólo se trata de una persona aburrida con ganas de polemizar que utiliza, inocentemente, la prosa del "aparato". Ya podrá él, si lo cree conveniente, negar o aclarar estos puntos oscuros de su biografía, o tal vez decida mantenerse callado.

En todo caso, lo que me resulta evidente es que el señor López-Calleja no discute de buena fe. Su intención no es demostrar mis errores de juicio, o mis pifias intelectuales, lo que sería legítimo, sino tratar de probar mi supuesta incoherencia ética para descalificarme in totum, práctica abominable para todo aquel que ame el fair play en cualquier debate honrado.

Honduras

¿Cómo lo hace? Primero, confunde y distorsiona lo que he escrito sobre los recientes sucesos de Honduras (todos esos papeles se pueden leer en www.firmaspress.com) para inmediatamente construir un absurdo silogismo: "Montaner apoya el golpe en Honduras (lo que jamás he escrito); Montaner dice ser un demócrata que quiere la democracia para Cuba (lo que es cierto); ergo, Montaner es éticamente incoherente". O sea, aparentemente no coincidir con la sesgada visión sobre el episodio de Honduras que tiene el señor López-Calleja me incapacita moralmente en el tema cubano.

¿Por qué hay que tomar al pie de la letra la opinión de este caballero o la información que maneja en un tema tan complejo como el hondureño? ¿Qué pasó realmente en Honduras? Una buena descripción, mucho más ponderada, es la que hace el Dr. Ricardo Arias Calderón, ex vicepresidente de Panamá, ex presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, uno de los grandes estadistas de América Latina, viejo luchador por la libertad y el imperio de la ley, quien a su avanzada edad está alejado de todo sectarismo:

"La crisis comenzó cuando el presidente Zelaya no presentó el presupuesto en el año 2008 para su aprobación por el Congreso Nacional; intentó destituir al jefe de las Fuerzas Armadas sin tener facultad constitucional para ello, pero la Corte Suprema de Justicia se lo impidió; insistió en una consulta popular, no prevista por la Constitución Nacional de Honduras ni por la ley, sin explicar lo que encontraba mal o inadecuado en la Constitución vigente y qué es lo que deseaba que se modificara de ella".

"En Derecho Público los funcionarios únicamente pueden hacer aquello que la ley explícitamente les permite, y el Presidente Zelaya, siendo el mayor y más alto de los servidores públicos se salió de ese marco legal. Todo indica que lo que buscaba, entre otras cosas, era poder volver a reelegirse, siguiendo el ejemplo de Hugo Chávez. Más grave aún fue que desoyó las advertencias del Tribunal Supremo de Elecciones, de la Corte Suprema de Justicia, de la Procuraduría de la Nación, de la gran mayoría de miembros de gobierno y oposición del Congreso, y entre otros del Defensor de los Derechos Ciudadanos quienes le advirtieron que lo que intentaba hacer era ilegal y que no podían avalarlo".

"La Iglesia encabezada por Cardenal Oscar A. Rodríguez, y todos los obispos miembros de la Conferencia Episcopal de Honduras (C.E.H.) en un comunicado de prensa del 2 de julio apoyan la decisión de retirar al presidente Zelaya de su cargo por cuanto que al violentar el artículo constitucional 329, cesó de inmediato, tal como reza la norma, en el desempeño del cargo; y solicita a la O. E. A. que preste atención a todos los actos de ilegalidad que por mano del presidente Zelaya venían sucediendo. Las Iglesias Católica y Evangélica, en conjunto han dado su apoyo al nuevo gobierno dirigido por el liberal Roberto Micheletti Baín, presidente del Congreso Nacional en funciones ejecutivas. El documento de la C.E.H. afirma que en Honduras "las instituciones del Estado democrático hondureño, están en vigencia y que sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho. Los tres poderes del Estado… están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución".
El liberalismo

¿Es Ricardo Arias Calderón un propagandista como los de Granma, pero al revés, como dice de mí el señor López-Calleja? ¿Lo son el respetado cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga y todos los obispos hondureños? ¿Lo son los centenares de analistas y articulistas que encuentran que en Honduras se ha producido un choque de poderes? Pero si absurda e injusta es esa descalificación moral que pretende imponerme por el tema de Honduras, cuando entra en el terreno ideológico sus alegatos se vuelven casi cómicos.

Asegura el señor López-Calleja (con una metáfora bastante pueril, por cierto), que mi "supuesto pensamiento liberal es un closet de contradicciones más grande que el teatro nacional" porque no coincido con Milton Friedman o con mis amigos libertarios del Cato Institute en el tema del embargo o en el de los viajes de los no cubanos a la Isla. Podría decirle que tampoco coincido con Friedman en su propuesta de eliminar los bancos públicos de emisión de moneda, pero eso me llevaría a explicarle que el liberalismo no es una secta dogmática, como el partido comunista al que él perteneció, y nada tiene que ver con las rígidas supersticiones del marxismo leninismo en que se formó, sino que se trata de una corriente abierta a muchas tendencias e interpretaciones, como puede comprobar cualquiera que asista a una reunión de la Mont Pelerin y escuche al propio hijo de Milton Friedman, el brillante David, mostrar respetuosamente su desacuerdo con algunas posturas de su augusto padre.

Es una lástima que los años de formación académica norteamericana no le hayan servido al señor López-Calleja para saber que el respeto por el pensamiento ajeno no significa la sujeción incondicional a todas sus ideas o propuestas, aunque disculpo su opinión porque me figuro que son las viejas secuelas que le quedan de cuando aplaudía sin chistar cualquier estupidez proferida por el dictador cubano, como me cuentan quienes entonces fueron sus compañeros de estudio y recuerdan su encendida militancia.

En todo caso, si el señor López-Calleja desea conocer los fundamentos de mi interpretación personal del pensamiento liberal, puede adquirir en Amazon todos o algunos de los cinco libros que he escrito sobre el tema: Libertad, la clave de la prosperidad, No perdamos también el siglo XXI, La libertad y sus enemigos, Las columnas de la libertad y La última batalla de la guerra fría. Sin ánimo de ofender, entre otras razones porque no creo que el señor López-Calleja tenga un pelo de tonto, creo que también se beneficiaría del Manual del perfecto idiota latinoamericano y de El regreso del idiota, estos últimos escritos en colaboración con Álvaro Vargas Llosa y Plinio Apuleyo Mendoza. Algunas personas me han confesado que entendieron mejor los problemas del desarrollo tras repasarlos.

Finalmente, como veo que el señor López-Calleja se interesa en los postulados del liberalismo y acaso esté en una fase primaria de conversión, termino con un credo liberal muy elemental que alguna vez recogí en una charla organizada por la Internacional Liberal dirigida a jóvenes estudiantes deseosos de precisar cuál era el mínimo común denominador del pensamiento liberal:

"¿Qué creen, en suma, los liberales? Los liberales sostenemos siete creencias fundamentales extraídas, insisto, de la experiencia, y todas ellas pueden recitarse casi con la cadencia de una oración laica:
  • Creemos en la libertad y la responsabilidad individuales como valor supremo de la comunidad.
  • Creemos en la propiedad privada, para que ambas −libertad y responsabilidad− puedan ser realmente ejercidas.
  • Creemos en la convivencia dentro de un Estado de Derecho regido por una Constitución que salvaguarde los derechos inalienables de la persona.
  • Creemos en que el mercado −un mercado abierto a la competencia y sin controles de precios− es la forma más eficaz o menos imperfecta de realizar las transacciones económicas.
  • Creemos en la supremacía de una sociedad civil formada por ciudadanos, no por súbditos, que voluntaria y libremente segrega cierto tipo de Estado para su disfrute y beneficio, y no al revés.
  • Creemos en la democracia representativa como método para la toma de decisiones colectivas, siempre y cuando se respeten los derechos de las minorías.
  • Creemos en que el gobierno −mientras menos, mejor−, siempre compuesto por servidores públicos, totalmente obediente a las leyes, debe estar sujeto a la inspección constante de los ciudadanos".
Amén.
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Entrevista al economista Carmelo Mesa.

Por Fernando García.

En un momento de interesante diálogo entre el Gobierno y la jerarquía católica de Cuba, la Semana Social de la Iglesia cubana ha traído a La Habana al canciller vaticano, Dominique Mamberti, y a tres destacados académicos cubanos residentes en Estados Unidos. Uno de ellos es el catedrático de Economía y Estudios latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh, Carmelo Mesa-Lago, con quien conversamos sobre las jornadas y la actualidad cubana.

¿Qué significación tiene para usted esta Semana Social, la presencia del canciller vaticano y la suya propia cuando en Cuba se abren tantas expectativas?

Hacía veinte años que no venía a Cuba, no por decisión mía porque lo intenté en 2003 y no me dieron la visa. La que me ha permitido venir ahora la obtuvo el cardenal Jaime Ortega. Las jornadas empezaron a planearse en diciembre, mucho antes de la entrevista entre monseñor Ortega y Raúl Castro, y de la mediación sobre los presos. Pero la Semana Social Católica, en la que participan obispos y delegados de toda la isla junto con académicos y religiosos, ofrece una oportunidad de diálogo y podría reforzar el proceso abierto por el cardenal. Mi esperanza es que, tras la excarcelación de un recluso y el traslado de otros doce a cárceles más cercanas a sus casas, ese proceso continúe y los presos políticos sean liberados. Porque creo que sería extraordinariamente importante para el país y para sus relaciones exteriores.

¿Ve signos de apertura?

Veo el inicio de una posible apertura. La situación estaba estancada; por ejemplo, en la relación con Estados Unidos. Tras un primer paso de Obama, Raúl Castro ofreció hablar "de todo", incluidos los presos políticos. Después, Fidel Castro reinterpretó lo dicho por su hermano y, aparte de unas conversaciones migratorias aún en curso, ese proceso se paralizó. Con la Unión Europea es distinto porque, gracias a la mediación del cardenal y a los pequeños pero importantes pasos del Gobierno, los países miembros acaban de posponer su decisión sobre la Posición Común en torno a Cuba. Pero también hay una semiparálisis interna con respecto a las reformas.

¿Se refiere a los cambios estructurales que Raúl Castro anunció hace tres años?

Sí. Y, tal como dijo el economista cubano Pedro Monreal, cambios estructurales implican reformas profundas. Aquello fue seguido por el que probablemente haya sido el debate más abarcador y profundo que se ha dado en Cuba; no sólo con economistas sino con politólogos, filósofos, juristas… Ahí se planteó la aceptación de algunas formas de propiedad capitalista, como las cooperativas y las empresas individuales, bajo una justificación marxista. Aquello generó muchas expectativas. Y el Gobierno ha dado pasos, pero limitados. Por ejemplo, la ley de usufructo (de tierras). Un funcionario acaba de reconocer que la mitad de las tierras cedidas en usufructo no se cultivan. Se debe a que la ley es muy restrictiva. Las concesiones son sólo por diez años, aunque sean renovables, y está muy oscuro qué pasa con las inversiones que haga el agricultor acogido a la norma. Yo hubiera preferido algo parecido a lo hecho en China o Vietnam, donde los contratos (de explotación de tierras) son indefinidos.

Dice que hubiera preferido. ¿Da por hecho que Cuba rechaza esos modelos?

No lo sé. Me refería a lo decidido hasta ahora sobre el campo; a que habría sido más efectivo permitir que los agricultores decidieran ellos mismos qué sembrar, a quién vender y a qué precio, tal como se hizo en esos dos países aunque llevara su tiempo. Eso generó una transformación radical en la agricultura de China y Vietnam, que pasaron de las hambrunas a exportar. Por cierto, Vietnam vende hoy arroz a la isla.

¿Más en general, cree que la vía de esos dos países es aplicable a Cuba?

Aquí hay personas que creen que eso es factible, pero también hay funcionarios muy importantes que han insistido en que no es aplicable; sobre todo el modelo chino, por el tamaño y el número de habitantes, así como por la distancia de los Estados Unidos. A mi se me hace que el caso de Vietnam es más parecido al de Cuba porque también aquél país tuvo una guerra con EE.UU. y un embargo… Son dos reformas distintas, pero ambas han tenido éxito. El Gobierno cubano está haciendo pequeños cambios en ciertos sectores, como en las barberías y los taxis (a modo de prueba, una parte de sus titulares pueden trabajar como cooperativistas o autónomos). Y me han dicho que los negocios han mejorado sus condiciones y servicio. Sería otra prueba de que un cambio en tal sentido funciona.

Pero muchos economistas coinciden en que esas reformas son insuficientes y demasiado lentas para resolver los graves problemas económicos del país.

Es que, en mi opinión, el sistema no da. A eso me refería antes, y le recuerdo otros datos. En la producción de azúcar, se ha pasado de ocho millones de toneladas a sólo una este año, si se llega. La producción de petróleo y gas se expandieron con rapidez en cierto momento, pero el año pasado la primera cayó y la segunda se estancó. El número de turistas aumentó en el 2009 en un 3%, pero los ingresos bajaron en un 10%. La producción de níquel disminuyó. Y en el primer trimestre del año también ha caído la agricultura, cuando Cuba importa el 80% de los alimentos que consume. Las exportaciones de bienes y su valor han bajado mucho mientras las importaciones han seguido creciendo, de manera que el déficit en la balanza comercial llegó a los diez mil millones de dólares hace dos años. Eso se ha compensado en parte con los servicios que Cuba exporta a través de sus profesionales en Venezuela, que en el 2008 representaron unos 5.000 millones de dólares. Luego están los precios preferenciales a los que ese país vende petróleo a la isla, así como sus inversiones directas aquí. En total, unos 8.000 millones. Todo eso implica una alta dependencia; un alto riesgo. Si Venezuela, que traviesa una difícil situación económica, no puede mantener su ayuda a Cuba, y sobre todo si Hugo Chávez pierde las elecciones, Cuba podría sufrir una crisis similar a la de los años noventa. Luego está la crisis mundial, que añade dificultades de crédito a los problemas de liquidez que este país tiene.

Algunos analistas creen que las concesiones a los presos son una vía de escape que el Gobierno se ha dado para que no se hable tanto de las dificultades económicas y el inmovilismo ante ellas.

Yo no sé por qué no se acaban de hacer los cambios estructurales que se anunciaron. Pienso que hay división interna; que hay personas a favor de mantener el statu quo y otras, incluyendo tal vez a Raúl Castro, que están por un cambio. Si estoy en lo correcto, quizás es eso lo que bloquea el avance y provoca este gota a gota tan lento. Pero eso es especulativo. Puede que el diálogo abierto con la Iglesia sirva de algún modo para salir de los estancamientos. Tampoco lo sé. Si el proceso continúa, será un indicador muy importante para la Administración Obama y la Unión Europea, con vistas a retomar la discusión sobre el tema cubano.

Usted vive en Estados Unidos. ¿Qué posibilidades hay de que Obama y el Congreso levanten el embargo?

Obama dio pasos reales al eliminar las restricciones de los viajes y remesas de los cubanoamericanos a la isla y reanudar las conversaciones migratorias. Y en el Congreso (respecto a Cuba), los republicanos se le oponen en bloque y algunos demócratas se pasan al lado de aquellos. En las elecciones de noviembre los demócratas pueden perder la mayoría. Ahora, Obama tiene una cantidad tremenda de problemas: la crisis, las dos guerras, la inmigración, el derrame de petróleo... ¿Cómo se va a implicar el presidente en este asunto, con el Congreso, si no hay indicaciones fuertes de aquí se está produciendo un cambio que pueda ayudarle a flexibilizar el embargo? No creo que la mediación de la Iglesia tenga por objetivo cambiar la relación con EE.UU. El cardenal ha dejado muy claro que esto es entre cubanos. Pero, como observador, pienso que ese diálogo puede ser muy importante para dicha relación y la que existe con la UE.

A todo esto, no hemos hablado de la incidencia del embargo en los problemas de Cuba.

El embargo causa daño, sin ninguna duda. Yo estoy en contra, como dije por primera vez allá en 1967. Entre otras razones, porque se utiliza como chivo expiatorio para justificar los errores de política económica, cuando en realidad el problema está en el sistema. El embargo es una espina. Tenga en cuenta que el principal suministrador de alimentos a Cuba –por excepción legal en el embargo- es Estados Unidos, que es el quinto socio comercial de la isla.

Cuando se habla de cambios de sistema, habrá que tener en cuenta las consecuencias para la gente y para la estructura de protección social…

Quería tratar el tema. Los servicios sociales de Cuba, especialmente las pensiones y la atención de la salud, son insostenibles a largo plazo. Porque el proceso de envejecimiento es el más avanzado de América Latina después de Uruguay. La población activa se reduce mientras el segmento de la tercera edad crece, lo que implica un gran incremento en los costes de la salud y la seguridad social. Si no hay un cambio económico para aumentar la producción y las exportaciones, esos sistemas van a ser cada día más difíciles de mantener. Ya estamos viendo un deterioro en la calidad de la sanidad y la educación. Y el valor real de las pensiones es menos de la mitad del que tenían en 1989, antes de caer la URSS y el campo socialista. Así que las dos cosas están ligadas.

La disidencia interna y del exilio mantiene unas sorprendentes peleas internas en torno al diálogo con la Iglesia y a un proyecto de ley de varios congresistas de EE.UU. para liberar los viajes de sus conciudadanos a la isla y aliviar las restricciones al comercio de productos agrarios.

El exilio ya no es el que era hace veinte o treinta años. Por el envejecimiento de los dirigentes y por la entrada de inmigrantes cubanos con una actitud diferente. Las encuestas de la Universidad Internacional de Florida demuestran esa diferencia, tanto con respecto al voto, que entre los jóvenes va mucho más a los demócratas, como sobre el embargo. El porcentaje de cubanos de Miami en contra del embargo es cada vez mayor. Pero, además, hay un grupo en el exilio que se lucra con todo esto; que está interesado con que continúe la confrontación porque viven de ella. Pero eso es también cierto aquí, donde asimismo hay gente que desea que se mantengan el embargo y la confrontación para preservar su situación. Hay intolerantes en ambos lados, y se retroalimentan. Con el conflicto no se ha conseguido absolutamente nada. Y ahora, cuando de pronto se abre un pequeño espacio de esperanza, hay personas que empiezan a criticar el proceso y a los implicados en él. Lo lógico sería esperar a ver qué pasa. Pero no: ya empiezan a bombardear el diálogo para intentar abortarlo. Personalmente, cuando se ha abierto una posibilidad de diálogo, siempre he estado presente. Aún al costo de perder amistades, como me ocurrió en 1978, cuando las conversaciones dieron como fruto la liberación de seis mil presos políticos y la reunificación de la familia cubana. No sé si ahora ocurrirá lo mismo, pero estoy aquí y me alegro. Pagaré un precio, pero lo asumo con la esperanza de volver a ver frutos como aquéllos. Porque ¿cuál es la alternativa que se ofrece? ¿Una cruenta guerra civil? ¿Qué el pueblo pase más cada día más necesidades, a ver también si ocurre una explosión? Me parece inhumano que personas que viven de manera acomodada busquen la solución a los problemas de Cuba a través de la necesidad o de la guerra.

¿Qué influencia tiene Fidel Castro hoy en Cuba?

Después de su enfermedad, la importancia de Fidel Castro en Cuba ha ido declinando. Él sigue escribiendo sus Reflexiones, que fueron muy relevantes hasta hace un año o año y medio. No hay que descartarle como un factor, pero mi impresión personal es que su influencia ha disminuido.
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lunes, 21 de junio de 2010

Asuntos sensibles (17 de julio de 1959: el punto sin retorno).

Por Sergio López Rivero.

El libro de Miguel Barroso 'Un asunto sensible'. Tres historias cubanas de crimen y traición, (Mondadori, Barcelona, 2009) es de los que atrapan al lector. De esos que, como se dice habitualmente, se leen de un tirón. No es para menos. Al ritmo de algo parecido a la novela negra, con ambientes oscuros y violencia por doquier, el autor se adentra en los entresijos de la sociedad cubana tras la huida de Fulgencio Batista. Resulta especialmente atractivo para quienes estudien el reacomodo del poder en el año 1959, pues narra episodios de la historia del totalitarismo cubano, que involucra a los líderes del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular. Los tres grupos políticos que, a las órdenes de Fidel Castro, asumieron la administración de la isla en aquel momento histórico.

Enmarcada especialmente entre el 14 de marzo y el 16 de noviembre de 1964, esta obra trata de incidir en la vida de individuos derrotados. Por una parte, incluye el juicio contra Marcos Rodríguez (Marquitos) por la delación (tras el ataque a Palacio) de los miembros del Directorio Revolucionario Fructuoso Rodríguez, Juan Pedro Carbó, José Machado y Joe Westbrook, asesinados en Humbolt 7. Por otra, la detención del miembro de la cúpula comunista Joaquin Ordoqui, a quien se acusó de colaboración con la Agencia Central de Inteligancia (CIA). Junto a Marcos Rodriguez y Joaquín Ordoqui, en esta historia asistiremos también al declive de Edith García Buchaca, Guillermo Jimenez, Jorge Valls, Dysis Guira, Dora Rosales, Segundo Cazalis o Faure Chomón. Este último, uno de los grandes perdedores en esta historia de odio y venganza, quien dilapidó su ajada credibilidad en el mundo revolucionario con su discurso laudatorio del protagonismo de los comunistas cubanos en el affaire antibatistiano.

El libro recrea un ambiente marcado por el miedo, la inseguridad y la injusticia. "Desearía poder dar toda mi vida por la Revolución", afirmó con el miedo en el cuerpo Marcos Rodríguez ante el tribunal que lo juzgó, para enseguida entonar un 'mea culpa' que sonaba a solicitud de clemencia: "pero al mismo tiempo comprendo que no se me debe dar ninguna oportunidad, porque por mi culpa murieron cuatro compañeros, por mi mentalidad sectarea y mil veces despreciable". Y no era para menos. Las palabras de Fidel Castro que le anteceden, le debieron dejar sin aliento. Con el reo delante y sin una sentencia firme que lo justificara, Fidel Castro había explicado detalles de su interrogatorio personal a Marcos Rodríguez el 21 de marzo de 1964, en estos términos: "Yo le hablé para que después de muerto no siguiera haciendo daño".

Como en una novela negra, en la obra de Barroso encontraremos un lenguaje crudo, intrigas, ansias de poder y avaricia. Sin embargo, cualquier lector algo empapado de la realidad de ese fenómeno histórico conocido como Revolución cubana no disfrutará del suspense.  Lo del "caso Marquitos", es un hecho bien conocido. Asímismo, que el comunista Joaquín Ordoqui nunca fue un hombre de Washington sino de Moscú, aparece desde siempre en todas las quinielas. Que al fin y al cabo, todo aquello puede resumirse en un nuevo episodio hegemónico del grupo político de Fidel Castro, es un secreto a voces. En este sentido es que me gustaría hacer una precisión histórica. Aún cuando no puede exigírsele al autor una inmersión profunda en la historia del totalitarismo cubano, para explicar los performances alrededor de Marcos Rodríguez y Joaquín Ordoqui, el desalojo del Presidente del Gobierno Provisional Manuel Urrutia el 17 de julio de 1959 no puede quedar referido como un simple "movimiento popular masivo" en cualquier trabajo sobre la época. Sencillamente, porque esa es la fecha que marca el "punto sin retorno" en el camino hacia el totalitarismo en la isla. Si no lo entendemos así, al edificio narrativo que construimos le faltarían los cimientos. Y, como cualquier edificación sin cimientos, sería simplemente insostenible.
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jueves, 17 de junio de 2010

Cuba, la Ilustración y el socialismo.

Por Arnaldo M. Fernández.

La editorial Ciencias Sociales (La Habana) tuvo la ocurrencia de publicar Cuba, la Ilustración y el socialismo (2005), que los filósofos marxistas Carlos Fernández Liria (Zaragoza, 1959) y Santiago Alba Rico (Madrid, 1960) no encontraban cómo sacarlo ni siquiera por la casa editora vascongada Hiru Argitaletxea (Hondarribia).

Ellos engarzaron la santísima trinidad de título con el significado de Cuba para el proyecto inacabado de la modernidad: en esa Isla pintoresca proseguiría germinando "una nueva exégesis de la libertad", sobre la base de "la idea socialista de la política como criterio de instauración de lo social [y] la idea ilustrada de la individualidad como fuente del poder".

Desde luego que le zumba el merequetén concebir semejante exégesis bajo un Estado que siempre subordina al individuo y encuadra su libertad dentro de estrechos límites de disenso, es decir: que se muestra sumamente intolerante. Así y todo, Carlos y Santiago concluyen que Cuba es la última frontera de realización de:
  • La necesaria centralidad de la política sobre la economía
  • La conciliación práctica entre capital y trabajo, así como entre trabajo y dignidad
  • La conciliación democrática entre individualidad plena y justicia social
  • La vida alegre y ascética
  • El impulso revolucionario a las nuevas generaciones
Este descaro incita a espulgar hasta los viejos libros que criticaban la arrogancia ilustrada y sentaron las bases de la contra-ilustración, para dejar claro que la Ilustración se vale de las personas de carne y hueso como herramientas de construcción del futuro. Así, ningún individuo tiene valor intrínseco, salvo el arquitecto en jefe. A este respecto parece mantener su vigor intelectual aquella apostilla de Renan al poder del pueblo: que se gobierne a sí mismo, pero solo si sabe bien qué le conviene. De este modo resumió la lección histórica de la Segunda República en Francia, luego de que "las masas" empezaran por elegir a un sobrino de Napoleón como presidente y terminaran vitoreándolo como emperador. Ni qué decir de la vigencia de esta otra idea contra-ilustrada de Herder: "Nadie tiene derecho a creer que existe por el bien de los demás ni por el bien de la posteridad".
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martes, 15 de junio de 2010

Mi trabajo ¿es usted?

Por Ortelio González Martínez.

No imagino cuándo fue la primera vez que maltrataron a un usuario en una unidad gastronómica; tampoco quién fue el primer "pipero" que le echó agua a la cerveza, o aquel que alteró el precio de un producto.

En medio de esfuerzos y sobreesfuerzos por rescatar los buenos modales, el maltrato y el deterioro de la imagen y calidad de muchos servicios parecen estar a la orden del día.

Unas veces por culpa de quienes los brindan y otras por parte de quienes los recibimos. Es un problema de mentalidad y exigencia.

Es difícil imaginar cómo en el país de la amabilidad, gentileza y trato exquisitos, al decir de quienes vienen de "afuera", algunos de los de adentro se empeñan en dar un reflejo equivocado de la realidad cubana.

No pocos le echan la culpa a las bondades de un sistema social que da posibilidades y tiene al hombre y su bienestar como lo primero.

Quizás esta benevolencia influya, pero lo más importante -reitero- es la mentalidad de las personas, aliñada, claro está, con dosis de buen hacer.

Los ejemplos cotidianos aparecen por doquier. Prefiero detenerme solo en algunos que pueden haber sucedido a más de una persona y en cualquier lugar del territorio nacional.

Hace solo unos días, en el Conejito del kilómetro 179, de la Autopista Nacional, perteneciente al municipio de Aguada de Pasajeros, provincia de Cienfuegos, le sirvieron de muy mala gana a un comensal un cuarto de pollito "frito" y frío, y una cerveza caliente. Muy cercano al lugar, en el "servi" que brinda servicios en CUC, otro exigía la existencia de agua natural fría en pomos, a lo cual la empleada de turno respondió con la más sencilla de las frases: "la demanda es mucha y no tenemos agua fría".

No es un secreto, por ejemplo, que parte de las tiendas recaudadoras de divisas no son las mismas de antaño cuando, con una reverencia de buen trato, atendían al cliente. A ello se agregan productos vencidos en el área de expendio, o sin tener los precios a la vista. Son solo algunos de los deslices que carcomen el buen trato.

¿Y qué decir de la archiconocida frase de "estamos cuadrando la caja"?

En medio de la plausible ofensiva por rescatar el buen servicio y modales de quienes nos sirven, llama la atención cómo nosotros mismos, los afectados, no acabamos de poner en el colimador a los máximos culpables.

No hace mucho, en una unidad avileña de expendio de bebidas alcohólicas, ante la presencia de los inspectores, varios usuarios embriagados por la desazón, comenzaron a protestar porque se detuvo el servicio, sin tener en cuenta que la investigación era en su beneficio.

Que las personas soliciten lo que les corresponde es lógico, pero no existe costumbre de hacerlo, más bien impera la complacencia y el conformismo de no reclamar los deberes a quienes violan las normas, los precios y maltratan de las formas más insospechadas.

Con ese pensamiento entronizado, cada día escasearán más los buenos gastronómicos, dependientes y otros muchos prestadores de servicios, aunque duela reconocerlo.

Además de la mentalidad creadora, se necesitan personas capacitadas, administradores exigentes y clientes que dejen de ser ese ente pasivo sobre los que se ensañan los timadores.

De los administradores o el gerente, nadie lo dude, depende gran parte del buen o mal servicio. Donde existen los exigentes y responsables que ponen el beneficio social sobre el suyo propio, es poco probable la alteración de precios, de las normas o que timen al cliente.

El trato amable, cordial y agradable debe ser el mejor aliciente para que la frase Mi trabajo es usted, sea candor vivo y no letra muerta.
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Mayabequense.

Por Martha Beatriz Roque Cabello.

La semana que recién terminó, ha estado llena de malas noticias, aunque ya esto se hace algo común en el país, hay algunas que molestan más que otras y que traen consigo los comentarios callejeros, en particular los de las paradas de ómnibus; colas de pan y de otros productos alimenticios; espera en centros hospitalarios, etc.; en fin, aunque no todo el mundo lee la prensa, por su circulación en pocas cantidades, las personas oyen la radio y la televisión y se transmiten las situaciones de boca en boca.

Lo más comentado de la semana tiene que ver con el amor que siente la gente por su terruño, es por eso que cualquier cosa que lo afecte se convierte en algo personal. Todavía muchos no se han recuperado de los disgustos que costó la División Político Administrativa, que convirtió al país en la sumatoria de 14 provincias y un municipio especial, y ahora los capitalinos y habaneros, son sometidos a una nueva restructuración geográfica.

El Partido Comunista de Cuba, en sesiones plenarias extraordinarias -en ambas provincias-  ha anunciado que la próxima reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que se supone sea en el mes de julio, aprobará una nueva estructura provincial, que consiste en dividir la actual provincia Habana, en dos: Mayabeque y Artemisa; la primera con capital en San José de las Lajas y la segunda con su mismo nombre.

La vigente provincia de La Habana tiene 19 municipios y se dice que las nuevas tendrán 11 cada una, por lo que la futura provincia de Mayabeque recibirá de la capital "porciones limítrofes" de los municipios: Habana del Este, Guanabacoa y Cotorro. Se alega que las superficies capitalinas que se cederán son eminentemente agrícolas y en algunos casos pertenecieron a la región donde volverán a integrarse, lo que implica una marcha atrás a lo dispuesto en el año 1976. Aún no se ha hecho pública la nueva estructura.

Se puede recordar que los primeros límites territoriales en Cuba fueron establecidos por la Real Cédula del 8 de octubre de 1607, que dispuso la división de la isla en dos grandes departamentos, uno en el Occidente y otro en el Oriente, con administración independiente.

En el año 1827 se instauraron tres  departamentos: Occidental, Central y Oriental y según el censo demográfico efectuado en 1841, había en el archipiélago 12 ciudades, 8 villas, 88 pueblos y 154 aldeas, dirigidas por 25 ayuntamientos.

La instauración de las provincias en el territorio cubano se remonta a 1878,  cuando un Real Decreto estableció las provincias civiles de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Santa Clara, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba.

Tiempo después, Santa Clara recibió el nombre de Las Villas, Puerto Príncipe el de Camagüey y Santiago de Cuba el de Oriente.

A esa distribución territorial el actual gobierno le achacó arbitrariedades y desconocimiento de realidades geográficas, históricas, económicas y sociales del país. Pero la realidad estaba vinculada al poder, mientras algunas provincias contaban con pequeñas superficies como Matanzas con 8 444 Km2, otras tenían gran extensión como oriente con 36 602 Km2, lo que se convertía en peligroso, por la gran influencia que tenían los que las dirigían.

Con ligeras modificaciones, esta estructura territorial  se mantuvo hasta 1959, cuando se comenzaron a producir, arbitrariamente, cambios significativos.

Ya en el año 1963, el Gobierno creó las regiones como instancias intermedias, entre las provincias y los municipios. Algo que resultó totalmente inoperante, ya que complicó la línea de mando, pero indiscutiblemente era una solución de Fidel Castro para restar dominio a las provincias grandes.

A finales de 1973, existían 58 regiones y 407 municipios y seccionales dentro de los límites de las provincias tradicionales, en una estructura totalmente incoherente, propia de las cosas caprichosas que se han hecho durante estos más de 50 años.

En estos momentos en ciudades, pueblos, barrios, poblados y zonas rurales se constituyen los Consejos Populares, también este año para la celebración de las "elecciones" municipales, se reestructuraron algunos de ellos en la capital, sin tomar siquiera en cuenta que estas modificaciones deben ser aprobadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular, plantearon se hacía sólo  con el fin de flexibilizar las votaciones.

La división político-administrativa  que dio origen a las provincias de Ciudad de La Habana y La Habana, antes integradas en una sola, trajo como consecuencias que frecuentemente existieran confusiones e inexactitudes a la hora de referirse a ellas.

Por ejemplo: La Habana es la capital de la República de Cuba, pero también es la capital de las provincias de Ciudad de La Habana y de La Habana, o sea que es capital 3 veces. Producto de esta increíble situación se han usado varios apelativos erróneos para designar la ciudad capital, cuyo nombre oficial es La Habana.

La Ciudad de La Habana, como provincia es la de menor extensión del país (723,9 Km2) y cuenta con el mayor número de habitantes, aproximadamente 2,2 millones.
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Miguel Angel Moratinos espera que se abra una nueva fase en las relaciones entre UE y Cuba.

Los ministros europeos van a revisar, este lunes, sus vínculos con el régimen castrista.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó, este lunes, que espera el inicio de "una nueva etapa" en las relaciones entre la Unión Europea y Cuba, tras el debate que los ministros europeos del ramo mantendrán hoy sobre sus vínculos con La Habana.

La reunión abrirá "una nueva fase en las relaciones entre la UE y Cuba", indicó Moratinos a su llegada al Consejo de Ministros que se celebra en Luxemburgo.

Como cada año en junio, los titulares comunitarios de Exteriores van a revisar la orientación de sus relaciones con el régimen castrista. Los ministros mantendrán la "posición común" hacia Cuba, la política unilateral que condiciona las relaciones a los avances en derechos humanos en la isla, dado que no se ha logrado la unanimidad necesaria entre los Veintisiete para modificarla en favor de un nuevo marco bilateral de relaciones que siga apostando por la democratización de la Isla, como proponía España.

La posición común fue aprobada en 1996 a instancias del Gobierno español presidido por José María Aznar y desde entonces fue rechazada de plano por las autoridades cubanas, que la consideran una injerencia y un escollo para normalizar las relaciones con la UE.

No obstante, Moratinos destacó el comienzo de una "nueva etapa" y reconoció especialmente el hecho de que "se ha iniciado un proceso de diálogo con la Iglesia católica apoyado por la presidencia rotatoria española" de la UE. "Ha habido algunos anuncios recientemente de algunas medidas", subrayó.

Los ministros mostrarán hoy su buena acogida al diálogo sobre derechos humanos emprendido por la Iglesia católica y las autoridades cubanas, que ha permitido el traslado de algunos prisioneros políticos a hospitales, según fuentes europeas.

El papel de la Iglesia en Cuba también fue abordado en una visita del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al Vaticano la semana pasada.

"Nosotros estamos apoyando ese diálogo, no es cuestión de reconocer, es cuestión de apoyar y que tenga resultados", ressaltó Moratinos.

El ministro español de Asuntos Exteriores también apuntó que durante el Consejo va a informar a sus socios europeos y a la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, sobre los resultados de la reunión ministerial que mantuvo la semana pasada con el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

"Al final del debate les informaré de cómo está la situación en Cuba, cuáles son las medidas y las actuaciones que vamos a adoptar", concluyó el ministro español.
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lunes, 14 de junio de 2010

sábado, 12 de junio de 2010

Los logros del socialismo.

Por Efe.

El Gobierno cubano eliminará los comedores obreros en otros 13 ministerios y entidades estatales cuyos gastos de alimentación para trabajadores son en divisas y extenderá así la medida "experimental" que implantó en el 2009 para reducir los gastos del Estado.

El diario oficial Granma informó ayer de que en los próximos días desaparecerán los comedores para trabajadores en entidades como la Cámara de Comercio, el Sistema Bancario y los Ministerios de Turismo y Relaciones Exteriores tras "los positivos resultados" experimentados con la iniciativa en otros organismos desde octubre pasado.

En esta segunda fase se incluirá a unos 225.000 trabajadores, un 20% del personal de aquellas instituciones de la isla "que tienen destinados presupuestos en divisas para asumir los gastos de alimentación", y se espera un ahorro de unos 20 millones de euros.

La viceministra de Economía y Planificación cubana, María Elena Vélez, citada por Granma , afirmó que aunque la decisión fue vista inicialmente "con recelo", más del 85% de los 2.814 trabajadores incluidos en la experiencia en octubre pasado "manifiestan opiniones que muestran su validez".

Vélez resaltó la importancia de "no apresurar el proceso actual de evaluación" antes de aplicar la medida, pues su extensión requiere un estudio de las particularidades de cada centro de trabajo y precisar su impacto en el presupuesto estatal.

El Gobierno de Raúl Castro decidió instaurar este sistema en el 2009 en los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social, Finanzas y Precios, Comercio Interior y Economía y Planificación, y anunció que se extendería gradualmente a todo el país. La medida incluye una compensación a los trabajadores afectados para cubrir los gastos de alimentación.
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Zapatero fracasa en su intento de acercar la UE a la dictadura castrista.

Por Europa Press.

España no tiene los apoyos suficientes para normalizar las relaciones de la Unión Europea con Cuba, según fuentes diplomáticas europeas que explicaron que "no hay unanimidad" para modificar la llamada "Posición Común", que rige las relaciones con la dictadura castrista desde 1996 y las condiciona a que haya avances democráticos y al respeto de los Derechos Humanos.

El Consejo de ministros de Exteriores de la UE que tendrá lugar el próximo lunes en Luxemburgo incluye en su orden del día la Posición Común hacia La Habana, que se revisa cada mes de junio desde que fue adoptada en 1996.

La Comisión Europea no espera cambios "dramáticos" en la posición europea pero sí contempla que los ministros inicien "un proceso de reflexión sobre el futuro de las relaciones con Cuba", indicaron fuentes del Ejecutivo comunitario.

También se espera de los ministros una referencia "absolutamente clara" a los Derechos Humanos y a la situación de los disidentes en la isla, "como no puede ser de otra manera", según admitieron fuentes de la presidencia, tras la muerte en febrero del preso de conciencia Orlando Zapata y el estado actual del disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre.

El titular español, Miguel Ángel Moratinos, apostaba por aprovechar la presidencia española de la UE para facilitar un cambio de esta política y sustituirla por un "marco bilateral de cooperación", pero es una iniciativa que no ha cosechado los apoyos suficientes entre los Veintisiete.

A las reticencias tradicionales de países como Suecia y República Checa se sumaron otras como las de Francia, que el jueves dejó claro a través de una portavoz del Ministerio de Exteriores que "no es posible" un cambio porque no se han producido los avances esperados en la isla.

En cualquier caso, el debate sobre las relaciones con La Habana continúa a nivel de embajadores de la UE y podrían extenderse hasta el lunes, explicaron fuentes de la presidencia española, que no descartaron que los ministros discutan la cuestión en un intento de salvar un nuevo fracaso diplomático en la presidencia de turno.

Moratinos prevé informar a sus colegas europeos de la reunión que mantuvo el jueves con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en París, en el marco del diálogo político reanudado entre las partes en 2008. El jefe de la diplomacia cubana trasladó a Moratinos la voluntad de establecer un "marco bilateral" con la UE e insistió en el rechazo a la Posición Común.

La recuperación del diálogo político en octubre de 2008 se produjo meses después de que los líderes europeos acordaran levantar unas sanciones diplomáticas que pesaban sobre Cuba desde 2003 (aunque estaban suspendidas desde 2005).
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viernes, 11 de junio de 2010

Castro y “Maskirovka”.

Por Arnaldo M. Fernández.

Anastas Mikoyan tachó de estúpido al mariscal Sergei Biryuzov, jefe de las tropas coheteriles estratégicas, por pensar que los misiles soviéticos podían emplazarse en Cuba de manera rápida y secreta, pero el camarada Sharaf Rashidov arguyó que se podían enmascarar con las palmas. Así, la ocurrencia de Jrushchov pasó a la historia como Operación ANADYR.

Para mantenerla en secreto, los bolos recurrieron a la técnica rusa denominada maskirovka: engañar al adversario sobre los propósitos de determinadas acciones y echar con la cara si aquel consigue vislumbrarlos. Luego de cargarse por la noche bajo estrictas medidas de camuflaje y aun de prevención contra fotografía infrarroja, los barcos soviéticos empezaron a enrumbar hacia Cuba desde cuatro puertos del norte (Constad, Liepaya, Baltiysk y Múrmansk) y cuatro del Mar Negro (Sebastopol, Feodosiya, Nikolayev y Poti).

Las cubiertas se llenaban con autos y camiones ordinarios, tractores y cosechadoras, pero la Agencia de Seguridad Nacional (EE.UU.) advirtió ya en agosto de 1962 que en un solo mes los barcos soviéticos habían dado 57 viajes a Cuba y algunos barcos fueron al re-enganche. Sobre todo los grandes cargueros Poltava y Omsk llamaron la atención: eran idóneos para transportar misiles. Los barcos arribaban a once puertos: Habana, Cabañas, Matanzas, Isabela de Sagua, Nuevitas, Nicaro, Cienfuegos, Santiago de Cuba, Bahía Honda, Mariel y Casilda. Por los tres últimos entró lo gordo. Los primeros misiles SS-4 de alcance medio (2.500 kms) llegaron a Mariel (septiembre 8) en el Omsk y el polvorín más grande del mundo (99 ojivas) se embarcó (octubre 4) en el Indigirka.

Radio Moscú se desgañitaba con la maquinaria agrícola, fertilizantes, herramientas y granos que la URSS suministraba a Cuba, mientras la KGB y la DGI filtraban información cierta sobre los emplazamientos de misiles a través de las organizaciones anti-castristas. Así lograron nada menos que la CIA no prestara debida atención. Sus analistas comentaban que el ruido procedente de la Isla era ensordecedor y no podía ser menos. En la estación de Opa-Locka, por ejemplo, sus oficiales escuchaban testimonios kubishes sobre tropas africanas con narigones y hasta soldados chinos o mongoles. Así, los reportes de hangares subterráneos, búnkeres y cohetes se desacreditaban por igual, aunque la gente jurara por su madre que demasiados hombres y equipos bolos se trasladaban desde los puertos a diversos lugares del interior.

Entretanto Jrushchov seguía dándole a la maskirovka. Su embajador en Washington, Anatoli Dobrynin, notificó (septiembre 4) a Bob Kennedy que no había intención de desplegar armas ofensivas en Cuba. Enseguida (septiembre 6) recalcó al asesor especial de JFK, Theodore Sorenson, que la ayuda militar soviética tenía carácter exclusivamente defensivo. TASS fue autorizada a informar (septiembre 11) en idénticos términos y Jrushchov mismo se fue de gira por Turkmenistán y Uzbekistán para disertar sobre agricultura.

Incluso después de que el avión U-2 de Richard Heyser tomara (octubre 14) las fotos sobre San Cristóbal (Pinar del Río), el coronel de la inteligencia militar soviética (GRU) Georgi Bolshakov, destacado en Washington, entregó (octubre 17) a Bob Kennedy otro mensaje personal de Jrushchov: «bajo ninguna circunstancia se enviarán a Cuba misiles tierra-a-tierra». Al día siguiente, el canciller Andrei Gromyko aseveró a JFK que el único propósito del Kremlin en Cuba era mejorar su capacidad defensiva y contribuir al desarrollo de su economía. Ese mismo día se redobló el montaje de rampas de lanzamiento: en 72 horas pasarían de 8 a 20.

JFK terminó por denunciar (octubre 22) la presencia de misiles soviéticos en Cuba, al tiempo que la KGB arrestaba en Moscú a Oleg Vladimirovich Penkovsky. Este coronel de la GRU venía espiando para los EE.UU. y Gran Bretaña desde abril de 1961. Amén de unas 140 horas de debriefing con oficiales de la CIA y el MI-6, que arrojaron 1 200 páginas de transcripciones, pasó fotografías de documentos secretos y rollos de película. Su clave más aguda fue demostrar la inferioridad nuclear de la URSS y abundar en detalles de los misiles en Cuba. JFK sabía que, luego de anunciar la cuarentena a Castro, tenía al menos tres días para negociar con Jrushchov.

La maskirovka se volvió entonces contra Castro. Jrushchov mandó a mejorar el camuflaje de los emplazamientos, pactó con JFK y mandó a Mikoyan a que apaciguara a Castro, pero el intérprete metió la pata. Castro preguntó a Mikoyan por qué no le avisaron y la respuesta fue: «No tuvimos tiempo», pero el intérprete dijo: «No tuvimos necesidad» y Castro se marchó echando espuma por la boca. Mikoyan no pudo verlo más durante su estancia en La Habana y Jrushchov tuvo que invitar a Castro a la URSS (Foto Novosti).

Al regreso de la URSS (junio 4, 1963) Castro estaba más calmado, pero cuando Ignacio Ramonet preguntó acerca de la disposición de los soviéticos a consultar asuntos que también atañen a Cuba, Castro respondió: ¡Qué van a consultar! Ellos nunca consultan (Biografía a dos voces, 2006, página 253).

Nota: No se sabe bien cómo la KGB dio con él, pero se atribuye a informe de George Blake. Penkovsky fue ejecutado (mayo 16, 1963) en la prisión de Lubyanka. El oficial (GRU) Vladimir Rezun dice haber visto la filmación ejemplarizante de Penkovksy atado a una tabla y empujado lentamente dentro de un horno crematorio. Las cenizas habrían sido esparcidas en fosa común del cementerio moscovita adjunto al monasterio Donskoi.
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Cuba pide a la Unión Europea cambiar su posición común “injerencista y obsoleta”.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, sostuvo el jueves en París que la Unión Europea (UE) "debe cambiar" su posición común "injerencista", que subordina el avance de las relaciones bilaterales a la mejora de los derechos humanos en la isla.

"La Posición Común debe ser cambiada porque no funciona. Para Cuba resulta injerencista y obsoleta", dijo Rodríguez tras reunirse con su homólogo español, Miguel Angel Moratinos, cuyo país preside este semestre la UE.

La reunión fue "constructiva, positiva (…), siguen existiendo algunas diferencias pero dentro de una voluntad de acercar posiciones", dijo Moratinos, a cuatro días de que los ministros de Relaciones Exteriores de los 27 se reúnan en Luxemburgo para la revisión anual de su Posición Común hacia Cuba.

El encuentro del jueves debía celebrarse inicialmente en abril, pero fue aplazado a raíz de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata, el 23 de febrero, tras 85 días de huelga de hambre.

La Posición Común de la UE hacia Cuba, impulsada en 1996 por el gobierno español dirigido entonces por el conservador José María Aznar, condiciona el diálogo con Cuba al respeto de los derechos humanos y a los avances en la democracia en la isla comunista.

Moratinos, al frente de la diplomacia española desde 2004, cuando llegó al poder el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, defiende reemplazar la Posición Común por un acuerdo bilateral -que incluya diálogo sobre derechos humanos-, iniciativa con la cual el canciller cubano dijo "coincidir".

"He reiterado la disposición de Cuba a negociar un nuevo marco contractual y bilateral" con la UE, dijo el ministro cubano tras la reunión que duró una hora y durante la cual "hemos aportado ideas distintas para mejorar las relaciones entre la Unión Europea y Cuba", indicó.

Interrogado sobre si Cuba esbozó gestos que permitan encarar un cambio de la Posición Común, que rechazan países como Suecia y República Checa, Moratinos se limitó a responder: "vamos a discutirla. El lo ha solicitado (…) pero para eso hace falta el consenso de los 27″.

Francia consideró que "no es posible" modificar la Posición Común porque La Habana "no hizo los gestos que esperábamos, en particular en materia de derechos humanos y de libertades fundamentales", indicó la portavoz adjunta de la Cancillería francesa, Christine Fages.

"En esas condiciones, no es posible dar un nuevo paso adelante", agregó.

Tras la temprana reunión con Rodríguez, Moratinos viajó a Roma donde se sumará a la visita a Italia de Rodríguez Zapatero y donde tenía previsto reunirse con el secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone.

En París, Moratinos preguntó a su par cubano sobre el inédito diálogo que las autoridades de La Habana mantienen con la Iglesia católica en la isla, que permitió trasladar a varios presos a cárceles más cercanas a sus domicilios.

El canciller cubano dijo que "en Cuba existe una fluida comunicación (…) y en particular con la Iglesia católica que está jugando un papel constructivo para el bienestar del pueblo de Cuba". Indicó que en los próximos días recibirá en La Habana al secretario de Estado del Vaticano para las Relaciones con los Estados, el francés Dominique Mamberti.

Respecto a la visita que el relator de la ONU contra la Tortura, Manfred Nowak, debía efectuar a Cuba antes de concluir su mandato en octubre de 2010, pero que todavía está pendiente porque las autoridades cubanas no fijaron una fecha, el canciller cubano reafirmó la "validez y vigencia de la invitación".

La reunión, celebrada a primeras horas del día en la residencia del embajador de España en Francia, Francisco Villar, tiene lugar además tres semanas antes de que España pase el relevo de la presidencia europea a Bélgica.

En esta cuarta reunión del Diálogo Político entre la UE y Cuba iniciado a mediados de 2008, cuya celebración fue anunciada sorpresivamente el miércoles en Bruselas, participaron una docena de responsables diplomáticos de Cuba, España y de la UE, precisaron fuentes diplomáticas españolas.
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miércoles, 9 de junio de 2010

La transición y la ingenuidad conciente.

Por Airel Pérez Lazo.

Cuál es el significado de la posible transición en Cuba? Ya parece un tema pasado de moda, un hecho obvio, sin embargo, el pensamiento mientras más profundo logra ser y esto lo saben bien los cultivadores de la filosofia, ha de volver a lo obvio, a lo presupuesto y elemental.

Todo el mundo está de acuerdo en que Cuba tiene que reformar profundamente su sistema económico y político. La unanimidad de este clamor ha llegado a tal punto que hasta Raúl Castro ha tenido que prometer reiteradamente la "actualización del modelo socialista cubano".  En otro contexto pero con evidente relación, el controvertido Hugo Chavez ha hablado de construir el socialismo del siglo XXI como forma de atraer a un todavía vacilante electorado de izquierda, lo que implicaría que el sistema estalinista cubano está condenado a quedar sin seguidores.  Que Venezuela se esté pareciendo cada día más a la Cuba totalitaria no quita importancia a este previo distanciamiento retórico. La izquierda tradicional, en cualquier otra área geográfica, cada día tiene menos argumentos para defender el inmovilismo gubernamental cubano.

Sin embargo, el sentido del cambio se reparte en una pluralidad de opiniones que lo convierte en un problema. No es la primera vez que esto sucede en la historia de Cuba: había ocurrido durante la revolución de los años 30, en la que mediacionistas e insurreccionalistas se enfrentaron con tanta pasión entre sí como contra el régimen de Machado y nuevamente durante el segundo período dictatorial de Batista. Estamos condenados a no aprender de los errores pasados?

En Cuba existe un nutrido grupo de profesores, escritores, artistas, periodistas que al menos desde la llamada "guerra de los e-mails" en 2007 se han pronunciado a favor de algunos cambios económicos y políticos en Cuba.  El más reciente congreso de la U.N.E.A.C fue muestra de ello ya que una parte de los delegados solicitó el libre acceso a internet, una petición que aún no ha sido respondida.

En este sentido, esta importante fuente de información continúa siendo privilegio de un reducido sector sin contar la considerable cantidad de espacios bloqueados al acceso de los usuarios cubanos. En la Universidad de La Habana donde trabajé hasta hace pocos meses, tenía acceso a la red de redes pero todos los profesores estábamos sometidos a las reglas de la "seguridad informática": quien difundiese un artículo acentuadamente crítico de la prensa extranjera podía verse sometido al menos al castigo de perder el derecho a la navegación en el ciberespacio.

Pedir el libre acceso a internet casi equivale a solicitar el derecho la libertad de prensa, algo sistemáticamente negado desde que fuera silenciada apenas dos años después del triunfo revolucionario. De hecho, el argumento que tiene el regimen para interferir Radio y TV Martí, así como bloquear los sitios en internet de la oposición cubana, radica en que se trata de propaganda en favor de la subversion, no en ideas que puedan ser discutidas. Lo que implica que la petición de los miembros de la U.N.E.A.C va más allá de un simple deseo de avance tecnológico.

Sin embargo, lo que en la más alta esfera del poder político y económico en Cuba es entendido por cambio está en todo caso limitado al terreno económico, sin contemplar tampoco una economía de mercado. Nunca, desde el ascenso de Raúl Castro a la presidencia del Consejos de Estado se ha hecho referencia alguna a discutir la posibilidad de acudir a elecciones pluripartidistas, ni siquiera ha habido alguna a reformar la impopular Ley Electoral de 1992 a fin de intentar un sistema político semi-democrático, a la manera del realizado por  Gorbachov en la primavera de 1989.

En contraste con el oficialismo, sin criterio independiente, esta intelectualidad tímida pide reformas dentro del rígido control de toda la vida pública cubana: como por ejemplo el profesor y poeta Guillermo Rodríguez Rivera quien recientemente se pronunció a favor del restablecimiento de la pequeña empresa privada en Cuba, liquidada tras la Ofensiva Revolucionaria, o el grupo de profesores universitarios, artistas, periodistas ( hasta sumar 82 firmas ) que pidieron en un manifiesto el cese del hostigamiento a artistas y profesionales con criterios contestatarios ( recordemos la exclusión de Yoani Sánchez, Claudia Cadelo y otros profesionales y aficionados al periodismo digital independiente del espacio Último Jueves de la revista Temas y del derecho a ser espectadores de la Muestra de Jóvenes Realizadores así como las detenciones, golpizas y otras prácticas represivas contra los que acudieron a la Marcha contra la violencia escenificada en La Habana, en noviembre pasado ).

Todos estos hechos apuntan a un distanciamiento de la intelectualidad ( no ya como iniciativa de personalidades aisladas) de las prácticas tradicionalmente asumidas desde el establecimiento del régimen actual: ya no desean ser ser vistas como entendía Lenin a los sindatos dentro del "socialismo", como "correas de transmisión" de las instrucciones del Partido Comunista o apologistas de los abusos contra los derechos civiles ni figuras ajenas a la realidad social sino sujetos con opinión sobre su devenir.

Sin embargo, la function crítica de la intelectualidad que solo lo es cuando su ejercicio es definir lo que puede aparecer confuso en la mente colectiva es aún ejercida bajo el prisma de lo que ha sido la ideología del Partido Comunista y del Estado desde que ambas estructuras fueran fusionadas a comienzos de los años sesenta.

Todavía una parte de la intelectualidad cubana acude al marxismo-leninismo a la hora de pedir reformas. Es un mecanismo defensive que trata de oponer el proyecto colectivista de Marx a su concreción en la mayor de las Antillas. Quedaría por ver si puede hacerse una separación total entre la doctrina marxista y su concreción totalitaria pero esta aún es intentada. Sin embargo, podría decirse en favor de dicho intento que bien poco tiene que ver el proyectado socialismo decimonónico de Marx, donde el salario de los funcionarios debía ser reducido al nivel de la clase obrera – como en la Comuna de París- con la historia de corrupción de la clase administrativa cubana.

En tal sentido y según revelaciones del periodista cubano Daniel Salas en su bitácora digital; el escándalo que condujo a la expulsion de un grupo de miembros del Consejo de Ministros estuvo en haber lucrado a costa del erario publico en favor de empresarios extranjeros que tienen inversiones en Cuba: que la supuesta "vanguardia de la nación cubana" permita a una compañía extranjera convertirse en un monopolio en el país es un hecho que parece extraído de los libros de textos escolares de historia cubana, donde se hace referencia a los escándalos de Zayas y Machado a comienzos del siglo XX.

Un sector importante de la intelectualidad entiende que si no se señalan los males presentes pronto Cuba tendrá una transición no hacia una economía con reglas transparentes para asegurar una competencia con igualdad de oportunidades sino a una controlada por monopolios extranjeros y una oligarquía nacional corrupta. Es quizás por eso también que el trotskismo está tan extendido en los medios universitarios; así como que en la sección de Cartas al Director del periódico Granma se comience a afirmar que la cooperativización es mejor opción que la de un Estado-administrador y que la corrupción creciente equivale a un proceso de privatización de las economía.

El diálogo como imperativo.

En este nuevo escenario, favorable como nunca a antes, aparece el viejo peligro entre los sectores que propugnan el cambio. La izquierda se parapetra en el marxismo y la derecha se niega al diálogo con ésta.

En esta circunstancia adquiere relevancia el exámen histórico. En este sentido, autores como Nicolai Berdiaiev y Ortega y Gasset recomendaron ante el fenómeno totalitario un tipo de práctica política diferente a la que la que la oposición tradicional ha hecho uso durante las varias décadas del fenómeno revolucionario cubano.

Ortega y Gasset expuso este principio en su temprana obra Mirabeau o el político, donde considera que como toda revolución provoca una contrarrevolución, en el sentido de oponer la violencia restauradora a la violencia revolucionaria, la segunda está destinada al fracaso. Se imponía una superacion del fenómeno revolucionario basada en una politica auténticamente conservadora que uniera el nuevo fenómeno revolucionario manteniendo lo heredado del pasado pre-revolucionario. Una política conservadora, por tanto, busca la evolución y no la restauración revolucionaria (o contra-revolucionaria).

Ortega no llego a desglosar esta política pero fue claramente definida por Berdiaiev en Una nueva Edad Media. Dicho filósofo afirmó allí que solo quien haya llevado la revolución adentro ( hacía referencia a la rusa ) podría derrocarla, en referencia a la temprana oposición al fenómeno bolchevique durante la guerra civil rusa: solo quien haya creído en las promesas de los líderes revolucionarios podrá sentirse decepcionado de ellas y oponer el proyecto revolucionario a su desfiguración totalitaria.

Asimismo Vaclac Havel en El poder de los sin poder sostuvo que la única lucha posible bajo el totalitarismo estaba en asumir una postura ingenua: creer en las leyes reconocidas por el estado totalitario y oponerlas a su práctica. Esta ingenuidad conscientemente ejercida obligaba al sistema totalitario a violar sus propias normas ejerciendo la represión directa: fue lo sucedido en Cuba en marzo de 2003: ya no fueron suficientes los actos de repudio y el hostigamiento – la típica solucion totalitaria – sino acudir a una practica pre o post-totalitaria: el encarcelamiento de varias decenas de opositores.

No pretendo aquí hacer un análisis de lo que ha sido la practica opositora cubana durante estas cinco décadas. Tengo la impresión, sin embargo, que la alternativa planteada por Berdiaiev, Ortega y Havel no ha sido la mas favorecida a la hora de establecer una estrategia en torno a la crisis cubana. La ingenuidad consciente propuesta por Hável en El poder de los sin poder, por Berdiaiev en Una nueva Edad Media y por Ortega en varias de sus obras pudiera ser el camino de la futura transición en Cuba.
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jueves, 3 de junio de 2010

La Nueva Trova y el estilo de la revolución.

Por Duanel Díaz.

En su artículo 'El estilo de la Revolución', escrito en 1934, Jorge Mañach sostenía que el vanguardismo había sido, en los años finales de la década de 1920, una "forma de protesta contra el mundo caduco" que habían establecido los hombres del 95. Hablando en nombre de su generación, aquella que tuvo su bautismo de fuego en la Protesta de los Trece, Mañach comprendía la renovación literaria de aquellos años convulsos como una suerte de sublimación: "Nos emperrábamos contra las mayúsculas porque no nos era posible suprimir a los caudillos, que eran las mayúsculas de la política". El vanguardismo -revuelta contra la academia, moda afrocubana- había limpiado de tal modo un ambiente viciado, en la literatura como la oratoria, por la retórica, que cuando "la mutación política vino, emergieron en los periódicos, en los micrófonos y hasta en los muros de la ciudad gentes que manejaban, en crudo, un nuevo estilo, una sintaxis y a veces un gusto insurgente de las minúsculas". Para Mañach, "la Revolución verdadera, la que sí lleva mayúscula y está todavía por hacer, utilizará como instrumento constructivo, en el orden de la cultura, esos modos nuevos de expresión".

¿Cuál ha sido, podemos preguntarnos ahora, con un ojo en aquel ensayo de Mañach, el estilo de la revolución -de esta otra, la revolución por antonomasia? En mi opinión, ha sido el de la Nueva Trova; ninguna otra manifestación artística encarnó de manera tan plena el espíritu de la Revolución Cubana, llevando su mensaje, a un tiempo político y estético, más allá de las fronteras de la Isla. Como aquellos productos convoyados que vendían en los mercaditos en los ochenta, la Nueva Trova ofrecía amor y revolución, poesía y conciencia social, enlatadas en canciones "inteligentes".

Pero, a diferencia de la frustrada revolución cuyo saldo intentaba Mañach, ahora la relación con el estilo es inversa: la Nueva Trova no ha sido, como aquel vanguardismo, "el primer síntoma de la revolución", sino un producto de la misma, en tanto la ha expresado, cantado e idolatrado. Su estilo, sin embargo, es también de vanguardia. "La era está pariendo un corazón / no puede más, se muere de dolor / y hay que acudir corriendo / pues se cae el porvenir": ¿no es ésta una imagen vanguardista, lo que algún teórico de la poesía moderna llamaría "imagen visionaria", como aquellos "peces en el asfalto" imaginados por Oscar, el personaje de Aire frío, que su hermana Luz Marina rechaza por absurdos?

En los sesenta, las imágenes que recuerdan al Vallejo de 'Trilce' o al Neruda de 'Residencia en la tierra' saldrán del espacio minoritario de la poesía, para expresar la sensibilidad antiburguesa de una juventud que se proponía nada más y nada menos que la conquista del paraíso. Aquellos años serían "el pasado del cielo", "cuna de nueva raza", difíciles y heroicos tiempos de transición cuyo dramatismo implicaba por fuerza la violencia; para captar semejante convulsión se necesitaba un lenguaje resplandeciente, pero no con el brillo de joyas como el que fascinaba a los decadentes poetas modernistas, sino con el brillo del machete mambí o las armas de fuego. "La palabra debe ser manejada como una ametralladora", había proclamado en 1959 Baragaño, repitiendo a Breton, y Silvió lo cumplió.

Una sensibilidad obsoleta.

A pesar del esquematismo, el contraste con el bolero resulta provechoso, pues éste encarna esa sensibilidad que la Nueva Cuba, erigida en vanguardia de la revolución continental, decretó obsoleta. El bolero se opone a la nueva trova como el modernismo al vanguardismo, en tanto ambos constituyen avatares respectivos de aquellas escrituras literarias. Si el bolero, como ha sostenido convincentemente Iris Zavala, populariza los procedimientos de la poesía modernista, justo cuando ésta se ha gastado en la serie de la alta cultura, la nueva trova populariza los de la poesía vanguardista, en un esfuerzo por conseguir un estilo medio, que no corresponda ni a la alta cultura ni a la cultura de masas. Si la Revolución constituyó un intento de eliminar la escisión entre la cultura de elite y la cultura popular, al imponer un modelo de estética, de etiqueta y de lenguaje común, la Nueva Trova fue ese modelo, al vulgarizar los procedimientos de la poesía culta para un público ilustrado y militante. Las canciones poéticas, literarias, ingeniosas, de Silvio Rodríguez, son un ejemplo de lo que el sociólogo norteamericano Dwight Macdonald llamó midcult. Oírlas implicaba consumir "cultura", tanto como "revolución".

Muchos son los ejemplos de la correlación del bolero y el modernismo. Recordemos, por poner sólo uno, que 'Contigo-Besos salvajes', el cual en la voz de Ñico Membiela se convirtió en el tema musical más popular de Cuba en 1960, mezclaba un bolero del mexicano Claudio Estrada con versos de un conocido poema de Gabriela Mistral. El bolero, dominado por los temas del amor y el desamor, conforma un espacio al margen de la política, donde se desenvuelve el drama íntimo de la pasión, la traición y los celos. Es la música como "paraíso artificial" o consuelo espiritual, como compensación de las miserias de la vida; como encantamiento de los sentidos "la música saliendo de las vitrolas como las serpientes del cesto del encantador", que decía Piñera en un artículo de 1959.

La venganza de las vitrolas.

La Nueva Trova, banda sonora de la nueva época (no es un azar que las vitrolas sean recogidas en 1968, año en que despega el movimiento), consistirá justo en la integración del tema amoroso con el tema político, y aquí, desde luego, el antecedente es la "nueva poesía cubana". "Te doy una canción con mis dos manos, / con las mismas de matar. / Te doy una canción, y digo Patria / y sigo hablando para ti. / Te doy una canción como un disparo, / como un libro, una palabra, una guerrilla: / como doy el amor" (Te doy una canción, 1970), versiona el motivo central de Con las mismas manos (1961), de Fernández Retamar. Que en vez del trabajo productivo hable del combate guerrillero no marca una diferencia significativa, pues ambas actividades estaban identificadas en el ideario guevarista. De hecho, la Nueva Trova no sólo confunde los dos temas, el amor y el combate, sino que proyecta uno en el otro: el amor está politizado, pues, como dijera por entonces Vitier en un conocido poema, "la política está llegando a la raíz del mundo", sino que también la empresa revolucionaria es vista como romance: "Sé que el pasado me odia / y que no va a perdonarme / mi amor con el porvenir". (Nunca he creído que alguien me odia, 1972). El nuevo estilo consistirá, entonces, en cantarle al porvenir como a la amada, y al presente como preámbulo de futuras nupcias.

Noel Nicola.

El otro tema fundamental de la Nueva Trova, la estetización de la revolución, estaba ya desde luego en la poesía escrita a partir de 1959. "No habrá poema sin la violenta música de la libertad", había proclamado Fayad Jamís, porque esa violenta música, esa "gran sinfonía" o "himno de la historia", para decirlo en palabras de Manuel Díaz Martínez en su Carta al futuro, era el poema por excelencia. "Poetizar, poetizar; / ahora es poner junto a Viet Nam / clara la acción. / Movilizar, movilizar / es la obra cumbre, el arte de hoy". (Viet Nam, arte poética, 1979). De hecho, el "Hay que dejar la casa y el sillón" de La era está pariendo un corazón no hacía sino repetir la recomendación de Jamís a los insomnes: "Levántate y ayuda al mundo a despertar".

¿Qué ocurre, sin embargo, cuando el futuro que se creía a la vuelta de la esquina no acaba de llegar, los jóvenes se hacen viejos, la utopía se trueca en melancolía? Pareciera que la Nueva Trova "regresa" al bolero, como los niños civilizados de El señor de las moscas a la horda primitiva. La amada, el Porvenir, se revela gótico fantasma, vana ilusión, mujer fatal; se bebe pues en la copa rota de la revolución. "Lo que yo tanto pretendí / demorará", dice Silvio en Hacia el porvenir (1993); el desencanto ya era visible en el conjuro de Venga la esperanza (1989). Más recientemente, la borradura de la mayúscula inicial de la palabra totémica viene a marcar, simbólicamente, el final de todo un ciclo. De cierto modo, la venganza de las vitrolas.
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Miguel Bonasso trata de defender lo indefendible.

Por Jorge Olivera Castillo.

El intelectual argentino Miguel Bonasso asegura que "Cuba no está sola". Así titula un artículo suyo publicado en el diario Granma. Otra vez se confunden los términos en aras de consolidar los principales resortes de un diseño mediático fraguado en La Habana y distribuido, para su propagación, entre la profusa nómina de voceros y cómplices repartidos por el orbe.

El eje de esos mensajes solidarios que buscan legitimar a una dictadura con todos los atributos para no apartarse ni un milímetro de tal calificación, consiste en identificar a la patria con un partido, a la soberanía nacional con los intereses de la élite de poder.

El señor Bonasso y otros paladines de la izquierda más ortodoxa salen en defensa de la mítica revolución cubana, en el instante que afloran señales de un posible naufragio. En el artículo son evidentes las matrices de opinión que tratan de desvirtuar los señalamientos críticos a los arbitrariedades cometidas por el gobierno en los últimos meses, legitimando un orden de cosas que en sentido general no responden a las expectativas de un modelo socialista, como lo definen sus máximos representantes y sus colaboradores de dentro y fuera del país.

La trivialización de la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo, a consecuencias de una huelga de hambre por mejoras en sus condiciones carcelarias, los cuestionamientos a las instituciones que condenaron el crimen, como el Parlamento Europeo, y la codificación del argumento de que se trata de una conjura internacional con el fin de desacreditar al sistema político cubano, ponen sobre el tapete las credenciales de un fiel colaborador del régimen, que abjura de la imparcialidad y de un sentido mínimamente responsable en cuanto a poner sobre la mesa la realidad con sus luces y sombras.

Según Bonasso, Zapata Tamayo fue "convertido en disidente y mártir político por los grandes trusts de la comunicación". Este segmento del texto publicado en el periódico Granma, muestra los trazos de una personalidad que no reconoce o malinterpreta los códigos de la conmiseración ante el dolor humano. ¿Estará pagando Bonasso alguna deuda contraída con la envejecida jerarquía comunista de la Isla? ¿Es ético denigrar a un cubano muerto en tan terribles circunstancias desde un cómodo apartamento en Argentina? ¿Por qué esa desfachatada e inmoral intromisión en los asuntos internos de Cuba?

Miguel Bonasso no va a reconocer nunca que se ha equivocado.

Desafortunadamente, vuelve a demostrar su fidelidad ideológica a un sistema de valores y creencias que pudieron ser paradigmáticas desde el punto de vista humano, pero que en esencia repiten el legado de Jorge Rafael Videla en Argentina, François Duvalier en Haití, Augusto Pinochet en Chile y Marcos Pérez Jiménez en Venezuela.

No importa si de derecha o izquierda, las dictaduras tienen patrones comunes.

Unas menos crueles que otras, pero todas regidas por el abuso contra sus adversarios, el control de los medios de prensa, la anulación de los derechos constitucionales, y en el caso de las totalitarias, el racionamiento, la delación en sus niveles más degradantes, el mayor énfasis en las torturas psicológicas y todo un arsenal que suelen ocultar tras la sostenida exportación de gestos humanitarios hacia países pobres, y el otorgamiento de ciertas facilidades en cuanto el acceso a los servicios de educación y salud a los residentes en el territorio nacional.

Es oportuno recordar que Cuba no es solo Fidel, ni Raúl Castro, ni el pésimo sistema que han jurado defender a sangre y fuego. Cuba también es el pueblo que simula serle fiel a la nomenclatura para no caer en desgracia; los más de 200 presos políticos y de conciencia y los cubanos que han tenido que refugiarse en otras naciones por motivos políticos o económicos.

El partido comunista se ha apropiado del país de manera ilegítima. Sus principales rectores no se atreven a organizar unas elecciones limpias y sin exclusiones. Los motivos reales para rehuir de ese compromiso están claros, al margen de los pretextos que Bonasso y otros se encargan de reciclar constantemente.

Las brigadas que decoran la fachada del infierno insular se reducen, con la salvedad de que en este caso no hay despidos, sino deserciones irrevocables.

Parece que el intelectual argentino no tiene intenciones de abandonar sus posturas. Razones tendrá para seguir encaramado en los andamios, tapando los huecos dejados por medio siglo de chapucerías y perversiones.
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