jueves, 29 de diciembre de 2016

2017: 'Muy malo' for Cuba.

Por Silvio Canto, Jr.

For 10 years, Raúl has benefited a lot from having Fidel around.  Fidel always showed up at the big celebrations or wrote a column.

Forget that.  It won't be pretty in 2017, as we see in this report from the AP:
    Castro must manage these twin economic and diplomatic challenges during a year of transition. The 85-year-old general has promised to hand over the office in early 2018 to a successor, widely expected to be Miguel Diaz-Canel, a 56-year-old official with neither the Castro name nor revolutionary credentials. The change will occur without Castro's older brother Fidel, the revolutionary leader whose largely unseen presence endowed the system he created with historical weight and credibility in the eyes of many Cubans before he died last month at 90.

    "Even if those two events hadn't taken place -- Trump's victory and Fidel's death -- 2017 was going to be a very difficult year for Cuba," said Cuban economist Omar Everleny Perez, a visiting professor at Keio University in Tokyo.

    Cuba publishes few credible economic statistics, but experts expect the country to end this year with gross domestic product growth of 1 percent or less. It maintained a rate close to 3 percent from 2011-2015.
By the way, it's nice to see an analyst admit that Cuba produces very little credible economic data.  This is why so many have been skeptical of health care or literacy gains boasted by Cuba.

Back to the economy.

Indeed, there are tourists, but it does not seem to help the Cuban economy.  This is because Cubans have very little to gain from these hotels and restaurants where tourists are spending their dollars.  

Add to this the mismanagement of Cuba's economy, and you have profits that end up in the Castro accounts rather than the pockets of the Cuban people.

We are not saying this is new.  Cuba has always been for the benefit of Castro and the gang that protects him.  However, this is the first time that they are going to do without a USSR subsidy, EU loans, cheap Venezuela oil, or a U.S. president willing to go around the embargo.

It will be Raúl vs. reality in 2017, and the Cuban elites don't have a clue of what will hit them.  There is no one waiting to bail them out anymore.
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jueves, 1 de diciembre de 2016

Los alimentos son baratos, pero no en Cuba.

Por Osmar Laffita Rojas.

Un cliente se asoma a una nevera en un "Ten Cent", tienda estatal donde también hay cafeterías (foto: Manuel Díaz)Los medios oficiales cubanos guardan silencio ante el hecho de que Estados Unidos puede lograr la mayor producción de soya y maíz de su historia de ese país. Esos granos, en el mercado global ya cuentan con los mayores inventarios de todos los tiempos. Esto ha provocado una estrepitosa caída de sus precios. Tal situación es de esperar que favorezca a las arcas del Estado cubano, que este año tendrá que destinar menos dinero para la importación de soya y maíz. Pero sobre esto no se informa.

Debido al aumento en la producción mundial de alimentos, los agricultores enfrentan la baja de los precios de sus cultivos y se ubican en los niveles más bajos en muchos años. A eso se suma que la capacidad de almacenamiento es insuficiente.

Una muestra de ese desbordamiento productivo la tenemos en el caso de la Great Bend Co-op, una cooperativa de elevadores de granos y suministros agrícolas de Kansas, que tuvo que comprar y alquilar terrenos adicionales para construir bunkers y guardar los millones de bushels de maíz excedentes.
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“No Castro, sí problem”.

Por Alejandro Armengol.

Fidel Castro ha muerto, y tras el momento inicial de llanto y jolgorio -fenómenos temporales pero necesarios- hay un hecho que asimilar. Durante décadas su figura marcó el destino de demasiadas vidas, lo que significa que algo tan definitorio como la muerte no puede ser pasado por alto. Ahora viene una sensación de vacío e impotencia. Hasta hace algo más de 20 años, en Miami la idea de que Castro muriera en su cama era difícil de asimilar. Luego fue imponiéndose poco a poco.

En la época final de su vida, más allá de los estragos de la enfermedad, el vejamen que constituye envejecer y las imágenes que presentaron un deterioro físico, siempre estuvo presente el hecho de que, pese a todo, Castro impuso las reglas del juego, hasta en su tozudez ante la muerte.
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