Por Esteban Fernández, Jr.
Últimamente existe la creencia generalizada de que Mariela Castro Espín es la princesa de Cuba. Bueno, que se lo crea, siempre y cuando ande bien alejada de Punto Cero. En los predios de la bruja Dalia, ella no es ni Blanca Nieves.
Mariela es una payasita, que si se lanza en la más ligera impertinencia con la santera mayor, pasa tremendo susto en menos de lo que canta un gallo. Punto Cero es territorio prohibido para todos los herederos de Raúl. Si se le ocurriera acercarse, por lo menos a tres kilometros de la víbora en jefe, alguna posta la para en seco y la baja de esa nube. Es más, ni su madre, Vilma, podía tirarle una parejería a la única persona que tiene al tirano Fidel Castro cogido por el narigón.
Últimamente existe la creencia generalizada de que Mariela Castro Espín es la princesa de Cuba. Bueno, que se lo crea, siempre y cuando ande bien alejada de Punto Cero. En los predios de la bruja Dalia, ella no es ni Blanca Nieves.
Mariela es una payasita, que si se lanza en la más ligera impertinencia con la santera mayor, pasa tremendo susto en menos de lo que canta un gallo. Punto Cero es territorio prohibido para todos los herederos de Raúl. Si se le ocurriera acercarse, por lo menos a tres kilometros de la víbora en jefe, alguna posta la para en seco y la baja de esa nube. Es más, ni su madre, Vilma, podía tirarle una parejería a la única persona que tiene al tirano Fidel Castro cogido por el narigón.