lunes, 29 de enero de 2018
El cálido amparo de las botas de la dictadura.
Por Ángel Santiesteban.
Se cuenta que Stalin, para probar la fidelidad que cada miembro de las repúblicas soviéticas le dedicaba, desplumó alguna vez a un ave a la que lanzó al aire nevado; la pobrecita no tuvo como mantenerse en el helado vacío y cayó al suelo, justo a los pies del dictador, quien no dudo en usar la vuelta de la desplumada y friolenta criatura a su favor. Si aquel animal alado volvía con él, buscando el calor que precisaba, entonces él no era tan malo. Y eso es lo que debían hacer todos, volver a los pies de Stalin.
En Cuba las cosas no fueron diferentes. Cada gesto de miedo fue entendido como “fidelidad”. Eso pasa en Cuba y en su mundo de letras, y quien no lo crea que piense en el escritor Rogelio Riverón, quien por cierto se educó en Rusia en la era comunista. Allí leyó muy bien a los rusos, y volvió. Volvió, y consiguió un puesto de director en la editorial Letras Cubanas, la más importante de la isla comunista. Y debe ser por agradecimiento a sus empleadores que ahora se atreve a decir en la televisión nacional que el realismo socialista, tan dañino al arte en Cuba, no fue impuesto por el Ministerio de Cultura. Me encantaría que Riverón explicara de qué lugar salió entonces ese engendro.
Se cuenta que Stalin, para probar la fidelidad que cada miembro de las repúblicas soviéticas le dedicaba, desplumó alguna vez a un ave a la que lanzó al aire nevado; la pobrecita no tuvo como mantenerse en el helado vacío y cayó al suelo, justo a los pies del dictador, quien no dudo en usar la vuelta de la desplumada y friolenta criatura a su favor. Si aquel animal alado volvía con él, buscando el calor que precisaba, entonces él no era tan malo. Y eso es lo que debían hacer todos, volver a los pies de Stalin.
En Cuba las cosas no fueron diferentes. Cada gesto de miedo fue entendido como “fidelidad”. Eso pasa en Cuba y en su mundo de letras, y quien no lo crea que piense en el escritor Rogelio Riverón, quien por cierto se educó en Rusia en la era comunista. Allí leyó muy bien a los rusos, y volvió. Volvió, y consiguió un puesto de director en la editorial Letras Cubanas, la más importante de la isla comunista. Y debe ser por agradecimiento a sus empleadores que ahora se atreve a decir en la televisión nacional que el realismo socialista, tan dañino al arte en Cuba, no fue impuesto por el Ministerio de Cultura. Me encantaría que Riverón explicara de qué lugar salió entonces ese engendro.
Regreso del hijo pródigo.
Por Antón Arrufat.
- Arrufat, nos vemos en el Lucero.
Acepté, y colgó el teléfono. Para entonces, finales de la década del cincuenta, 1958, Virgilio Piñera residía - definitivamente- en La Habana. En las noches del caluroso verano, se nos había vuelto casi una costumbre citarnos en el bar Lucero, fresco lugar cercano a la bahía, conversar un rato y tomar inocentes jugos de fruta bomba. Como le gustaba emplear con frecuencia términos militares, tal vez anticuados, llamaba al Bar, nuestro “centro de operaciones”. Solíamos sentarnos a una de las mesas que ponían en las aceras, bajo toldos rayados de colores que batía el aire marino. Nos quedábamos largo rato contándonos los últimos episodios de la ciudad letrada, algunas lecturas, o sencillamente planeábamos el itinerario de la noche. Aquella vez me invitó a que lo acompañara a Guanabacoa, al otro lado de la bahía.
- Arrufat, nos vemos en el Lucero.
Acepté, y colgó el teléfono. Para entonces, finales de la década del cincuenta, 1958, Virgilio Piñera residía - definitivamente- en La Habana. En las noches del caluroso verano, se nos había vuelto casi una costumbre citarnos en el bar Lucero, fresco lugar cercano a la bahía, conversar un rato y tomar inocentes jugos de fruta bomba. Como le gustaba emplear con frecuencia términos militares, tal vez anticuados, llamaba al Bar, nuestro “centro de operaciones”. Solíamos sentarnos a una de las mesas que ponían en las aceras, bajo toldos rayados de colores que batía el aire marino. Nos quedábamos largo rato contándonos los últimos episodios de la ciudad letrada, algunas lecturas, o sencillamente planeábamos el itinerario de la noche. Aquella vez me invitó a que lo acompañara a Guanabacoa, al otro lado de la bahía.
Emigración en Cuba no se detiene.
Por Iván García.
Cuando parece que se cierran todas las puertas para emigrar a una nación del Primer Mundo, que el pasaporte cubano de color azul no es bienvenido en la mayoría de las fronteras o tirarse en una balsa rumbo a Estados Unidos es un acto más suicida que inútil, Mayra, estudiante universitaria, fragua su estrategia migratoria navegando muchas horas por diferentes sitios de internet en busca de un boquete de salida.
Desde 1962 a 1994, la forma más tradicional de los cubanos que querían irse ilegalmente de Cuba, era construir una precaria embarcación de madera capaz de soportar la poderosa corriente del Estrecho de la Florida y anclar o ser rescatado por algún guardacosta estadounidense, lo que automáticamente le concedía el estatus de residencia en los Estados Unidos.
Después del verano de 1994, tras los acuerdos migratorios firmados por Bill Clinton y Fidel Castro, se intentó poner orden y seguridad a la emigración marítima ilegal. Se acordó autorizar 20 mil visas anuales por concepto de reunificación familiar. Y, para frenar el éxodo de los balseros -aún se desconoce el número de muertos que yacen en el fondo del Estrecho de la Florida- funcionarios de Washington idearon la llamada “ley pies secos, pies mojados”, una versión bastante cínica de la benevolencia americana.
Cuando parece que se cierran todas las puertas para emigrar a una nación del Primer Mundo, que el pasaporte cubano de color azul no es bienvenido en la mayoría de las fronteras o tirarse en una balsa rumbo a Estados Unidos es un acto más suicida que inútil, Mayra, estudiante universitaria, fragua su estrategia migratoria navegando muchas horas por diferentes sitios de internet en busca de un boquete de salida.
Desde 1962 a 1994, la forma más tradicional de los cubanos que querían irse ilegalmente de Cuba, era construir una precaria embarcación de madera capaz de soportar la poderosa corriente del Estrecho de la Florida y anclar o ser rescatado por algún guardacosta estadounidense, lo que automáticamente le concedía el estatus de residencia en los Estados Unidos.
Después del verano de 1994, tras los acuerdos migratorios firmados por Bill Clinton y Fidel Castro, se intentó poner orden y seguridad a la emigración marítima ilegal. Se acordó autorizar 20 mil visas anuales por concepto de reunificación familiar. Y, para frenar el éxodo de los balseros -aún se desconoce el número de muertos que yacen en el fondo del Estrecho de la Florida- funcionarios de Washington idearon la llamada “ley pies secos, pies mojados”, una versión bastante cínica de la benevolencia americana.
José Martí: un rehén del régimen cubano.
Por Iván García.
Al pie de una pequeña escalinata, a la entrada del antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de la Víbora, hoy preuniversitario René O’Reiné, un grupo de estudiantes fuman un cigarrillo tras otro y discuten a gritos de fútbol.
Están sentados en un piso de cemento y apoyan sus espaldas contra la base de una estatua de bronce sin muchas pretensiones de José Martí, cuya imagen suele estar presente en muchas escuelas cubanas.
Cuando usted les pregunta sobre la vida y obra del prócer -nacido el 28 de enero de 1853 en una modesta casa de dos plantas en la calle Paula, Habana Vieja, y ultimado a balazos el 19 de mayo de 1895, en una escaramuza en Dos Ríos, Jiguaní, hoy uno de los trece municipios de la provincia Granma- los jóvenes encienden el ‘piloto automático’ y comienzan a recitar de carretilla el relato amaestrado que aprenden en los colegios.
Yosbel, alumno de décimo grado, asegura que “Martí es el más importante héroe cubano. Fue el que nos enseñó a pensar, autor intelectual del asalto al cuartel Moncada y precursor de la revolución cubana”. Josuán, onceno grado, ratifica lo que expresa Yosbel y añade: “Si Fidel hubiera nacido en esa etapa hubiera sido como Martí y el resto de los jefes mambises. Si Martí, hubiera nacido ahora, sería como Fidel y Raúl”. Lo dice como si declamara un poema.
Al pie de una pequeña escalinata, a la entrada del antiguo Instituto de Segunda Enseñanza de la Víbora, hoy preuniversitario René O’Reiné, un grupo de estudiantes fuman un cigarrillo tras otro y discuten a gritos de fútbol.
Están sentados en un piso de cemento y apoyan sus espaldas contra la base de una estatua de bronce sin muchas pretensiones de José Martí, cuya imagen suele estar presente en muchas escuelas cubanas.
Cuando usted les pregunta sobre la vida y obra del prócer -nacido el 28 de enero de 1853 en una modesta casa de dos plantas en la calle Paula, Habana Vieja, y ultimado a balazos el 19 de mayo de 1895, en una escaramuza en Dos Ríos, Jiguaní, hoy uno de los trece municipios de la provincia Granma- los jóvenes encienden el ‘piloto automático’ y comienzan a recitar de carretilla el relato amaestrado que aprenden en los colegios.
Yosbel, alumno de décimo grado, asegura que “Martí es el más importante héroe cubano. Fue el que nos enseñó a pensar, autor intelectual del asalto al cuartel Moncada y precursor de la revolución cubana”. Josuán, onceno grado, ratifica lo que expresa Yosbel y añade: “Si Fidel hubiera nacido en esa etapa hubiera sido como Martí y el resto de los jefes mambises. Si Martí, hubiera nacido ahora, sería como Fidel y Raúl”. Lo dice como si declamara un poema.
miércoles, 24 de enero de 2018
Cuba: elecciones, tanques y algarabías.
Por Raúl Rivero.
El interés que ha despertado el anuncio de que Raúl Castro renunciará a la presidencia de Cuba en el venidero mes de abril, las esperanzas de cambios que se perciben en ciertos grupos y el debate sobre la línea que asumirá Miguel Díaz Canel, su sucesor oficial, tienen la consistencia de los fuegos artificiales y el vuelo raso de la ilusión porque, como se sabe, la dictadura impone su poder con los tanques y desde la estructura del partido comunista. Lo demuestra la realidad diaria y está escrito en la constitución que redactó Fidel Castro con un bolígrafo chino.
Las especulaciones sobre el relevo en la primavera que viene alcanzan ahora mismo hasta eventuales controversias en la piña del poder porque -supuestamente- no todos aprueban al designado por el alto mando y se inclinan por el canciller Bruno Rodríguez y otros personajes de línea más dura, más radicales y fieles al castrismo.
El interés que ha despertado el anuncio de que Raúl Castro renunciará a la presidencia de Cuba en el venidero mes de abril, las esperanzas de cambios que se perciben en ciertos grupos y el debate sobre la línea que asumirá Miguel Díaz Canel, su sucesor oficial, tienen la consistencia de los fuegos artificiales y el vuelo raso de la ilusión porque, como se sabe, la dictadura impone su poder con los tanques y desde la estructura del partido comunista. Lo demuestra la realidad diaria y está escrito en la constitución que redactó Fidel Castro con un bolígrafo chino.
Las especulaciones sobre el relevo en la primavera que viene alcanzan ahora mismo hasta eventuales controversias en la piña del poder porque -supuestamente- no todos aprueban al designado por el alto mando y se inclinan por el canciller Bruno Rodríguez y otros personajes de línea más dura, más radicales y fieles al castrismo.
domingo, 21 de enero de 2018
Palabras a las feministas americanas en el día de la gran marcha.
Por N.D.D.V.
Comparto la opinión feminista de que la mujer es el ser superior, el sexo fuerte. Coincido en que ha llegado la hora de dejar de ver a la mujer como un apéndice salido de las costillas de algún hebreo. Rechazo el estereotipo de la cocinera, compañera, niñera, secretaria, enfermera, jinetera o loquera del hombre. Partiendo de esas premisas, quisiera expresar mis opiniones acerca del movimiento neofeminista en Norteamérica, así como del contagio planetario de sus principios. Lo hago, claro está, desde la perspectiva cubana.
Recientemente, en la ceremonia de los Golden Globes, tres idiotas se aparecieron vestidas de rojo a un evento al que los asistentes habían decidido ir vestidos de luto. El atuendo escarlata del grupo disidente (Bianca Blanco, Barbara Meier y Meher Tatna, presidenta del Hollywood Foreign Press) fue denunciado por los tabloides, el color rojo declarado inadmisible y condenado como una afrenta a las víctimas. Las enanas rojas sufrieron, durante un ciclo mediático, el baldón de la deshonra pública. Me pregunté entonces, como tantas otras veces, si no sería peor el remedio que la enfermedad -algo que solo puede preguntarse un escarmentado del socialismo-.
Comparto la opinión feminista de que la mujer es el ser superior, el sexo fuerte. Coincido en que ha llegado la hora de dejar de ver a la mujer como un apéndice salido de las costillas de algún hebreo. Rechazo el estereotipo de la cocinera, compañera, niñera, secretaria, enfermera, jinetera o loquera del hombre. Partiendo de esas premisas, quisiera expresar mis opiniones acerca del movimiento neofeminista en Norteamérica, así como del contagio planetario de sus principios. Lo hago, claro está, desde la perspectiva cubana.
Recientemente, en la ceremonia de los Golden Globes, tres idiotas se aparecieron vestidas de rojo a un evento al que los asistentes habían decidido ir vestidos de luto. El atuendo escarlata del grupo disidente (Bianca Blanco, Barbara Meier y Meher Tatna, presidenta del Hollywood Foreign Press) fue denunciado por los tabloides, el color rojo declarado inadmisible y condenado como una afrenta a las víctimas. Las enanas rojas sufrieron, durante un ciclo mediático, el baldón de la deshonra pública. Me pregunté entonces, como tantas otras veces, si no sería peor el remedio que la enfermedad -algo que solo puede preguntarse un escarmentado del socialismo-.
Recuento: el castrismo destruyó todo lo creado.
Por Pedro Corzo.
El castrismo, una forma de gobierno con más características teocráticas que republicanas y que controla el país hace 59 años, tiene en su haber la destrucción de prácticamente todo lo que se había creado en la Cuba Republicana.
"Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor", fue la promesa del inolvidable primer ministro británico Winston Churchill cuando asumió el cargo ante el Parlamento del Reino Unido en plena Segunda Guerra Mundial el 13 de mayo de 1940 , mientras, su homólogo cubano, Fidel Castro, el 16 de febrero de 1959, cuando asumió igual posición, pero sin competir en elecciones sino por la renuncia obligada de su predecesor, José Miró Cardona, dijo: “No queremos exaltar las pasiones. Pero bueno es que no dejemos de levantar la intriga y las maniobras de los contrarrevolucionarios. Porque si lo que están es perturbando, peor será para ellos, porque mientras más exalten las pasiones del pueblo peor será para ellos. Y el pueblo está severo, vigilante, exigente”.
El castrismo, una forma de gobierno con más características teocráticas que republicanas y que controla el país hace 59 años, tiene en su haber la destrucción de prácticamente todo lo que se había creado en la Cuba Republicana.
"Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor", fue la promesa del inolvidable primer ministro británico Winston Churchill cuando asumió el cargo ante el Parlamento del Reino Unido en plena Segunda Guerra Mundial el 13 de mayo de 1940 , mientras, su homólogo cubano, Fidel Castro, el 16 de febrero de 1959, cuando asumió igual posición, pero sin competir en elecciones sino por la renuncia obligada de su predecesor, José Miró Cardona, dijo: “No queremos exaltar las pasiones. Pero bueno es que no dejemos de levantar la intriga y las maniobras de los contrarrevolucionarios. Porque si lo que están es perturbando, peor será para ellos, porque mientras más exalten las pasiones del pueblo peor será para ellos. Y el pueblo está severo, vigilante, exigente”.
sábado, 20 de enero de 2018
¿Solo en Cuba llueve y hay sequías?
Por Roberto Álvarez Quiñones.
Siempre que leo las excusas que ofrece el régimen castrista de huracanes y lluvias para justificar la bajísima producción de azúcar, me acuerdo de lo que a fines de los años 60 me dijo off the record el director de Organismos Internacionales del Ministerio del Comercio Exterior (MINCEX), Mario García Incháustegui.
El exembajador ante la ONU, quien en 1962 hizo el ridículo al afirmar que en Cuba no había armas nucleares, me confesó que en la Organización Internacional del Café (OIC), en Londres, ya no creían los pretextos que él daba allí para justificar los incumplimientos de exportaciones de Cuba. Esa entidad asignaba cuotas de exportación a los países miembros para evitar que una sobreoferta mundial de café deprimiese los precios. Incháustegui culpaba a los ciclones y otras afectaciones climáticas. "Yo insisto en mis argumentos, pero ya no me creen", me dijo. Finalmente la OIC le suprimió la cuota a Cuba y la repartió entre otros países que pedían exportar más.
Siempre que leo las excusas que ofrece el régimen castrista de huracanes y lluvias para justificar la bajísima producción de azúcar, me acuerdo de lo que a fines de los años 60 me dijo off the record el director de Organismos Internacionales del Ministerio del Comercio Exterior (MINCEX), Mario García Incháustegui.
El exembajador ante la ONU, quien en 1962 hizo el ridículo al afirmar que en Cuba no había armas nucleares, me confesó que en la Organización Internacional del Café (OIC), en Londres, ya no creían los pretextos que él daba allí para justificar los incumplimientos de exportaciones de Cuba. Esa entidad asignaba cuotas de exportación a los países miembros para evitar que una sobreoferta mundial de café deprimiese los precios. Incháustegui culpaba a los ciclones y otras afectaciones climáticas. "Yo insisto en mis argumentos, pero ya no me creen", me dijo. Finalmente la OIC le suprimió la cuota a Cuba y la repartió entre otros países que pedían exportar más.
Una anécdota sobre Leonardo Padura del 2012 en Miami que lo deja mal parado.
Por Zoé Valdés.
Como dije en la entrevista de ayer con Denis Fortun estoy releyendo a Álvaro Alba y su magnífico libro 'En la pupila del Kremlin'. Lo leí hace tiempo y me impactó, y como todo libro que me impacta, al tiempo, lo vuelvo a consultar; de modo que lo he retomado y lo estoy profundizando todavía más.
Es un libro intenso, y se los recomiendo con igual intensidad. Fue plagiado, aunque quien lo plagió, prefirió argumentar, cuando no le quedó más remedio, que sí, que lo había repasado, pero... Intentó ningunearlo. El tiro le salió por la culata.
La anécdota que les resumiré me alcanza por tres vías, una de ellas por un invitado. La persona que estaba allí presente, el año 2012, en la librería Universal, de nuestro querido Juan M. Salvat, cuando Leonardo Padura presentó 'El hombre que amaba a los perros', cuyo argumento no es precisamente la lealtad perruna de los escritores del régimen a Fidel Castro, y que me lo contó, me pidió en su momento discreción. Ahora me ha dado libertad para sacarlo a la luz, aunque fue un acto público.
Resulta que allí estaba Leonardo Padura, el miliciano de la UNEAC CUAC CUAC, presentando esa novelita suya, tal como se había anunciado, muy orondo él, y permitió, cosa rara, que se hiciera un panel de preguntas por parte del público.
Una señora muy bien vestida, y mejor arreglada, levantó la mano de manera muy educada y le preguntó:
-¿Usted ha leído 'En la pupila del Kremlin'?
La respuesta de Padura Caradura fue la siguiente, y debiera pasar a los anales de la historia del descaro y del embeleque:
-Sí, bueno, pero, figúrese, ejem, eso es una novela de ficción, pero bueno, ejem, ahí no hay nada real, porque además, ejem, ese personaje, Carmen Vega, no existe.
A lo que la dama respondió rotunda:
-Usted está muy equivocado. Karmen Vega está viva. Y soy yo.
Cara de poker y fuga inmediata. Díganme ahora si la vida no es la mejor de las novelas.
Bah. Foquépete. Loquetrajo el ronconmilk.
Como dije en la entrevista de ayer con Denis Fortun estoy releyendo a Álvaro Alba y su magnífico libro 'En la pupila del Kremlin'. Lo leí hace tiempo y me impactó, y como todo libro que me impacta, al tiempo, lo vuelvo a consultar; de modo que lo he retomado y lo estoy profundizando todavía más.
Es un libro intenso, y se los recomiendo con igual intensidad. Fue plagiado, aunque quien lo plagió, prefirió argumentar, cuando no le quedó más remedio, que sí, que lo había repasado, pero... Intentó ningunearlo. El tiro le salió por la culata.
La anécdota que les resumiré me alcanza por tres vías, una de ellas por un invitado. La persona que estaba allí presente, el año 2012, en la librería Universal, de nuestro querido Juan M. Salvat, cuando Leonardo Padura presentó 'El hombre que amaba a los perros', cuyo argumento no es precisamente la lealtad perruna de los escritores del régimen a Fidel Castro, y que me lo contó, me pidió en su momento discreción. Ahora me ha dado libertad para sacarlo a la luz, aunque fue un acto público.
Resulta que allí estaba Leonardo Padura, el miliciano de la UNEAC CUAC CUAC, presentando esa novelita suya, tal como se había anunciado, muy orondo él, y permitió, cosa rara, que se hiciera un panel de preguntas por parte del público.
Una señora muy bien vestida, y mejor arreglada, levantó la mano de manera muy educada y le preguntó:
-¿Usted ha leído 'En la pupila del Kremlin'?
La respuesta de Padura Caradura fue la siguiente, y debiera pasar a los anales de la historia del descaro y del embeleque:
-Sí, bueno, pero, figúrese, ejem, eso es una novela de ficción, pero bueno, ejem, ahí no hay nada real, porque además, ejem, ese personaje, Carmen Vega, no existe.
A lo que la dama respondió rotunda:
-Usted está muy equivocado. Karmen Vega está viva. Y soy yo.
Cara de poker y fuga inmediata. Díganme ahora si la vida no es la mejor de las novelas.
Bah. Foquépete. Loquetrajo el ronconmilk.
Los “gusanos” y el futuro de Cuba.
Por Iván García.
Ocho meses estuvo Ana Gálvez, 72 años, recogiendo boniatos, yucas y calabazas en una empresa agropecuaria estatal en las afueras de La Habana antes de poder marcharse a Estados Unidos en 1971.
“Nos trataban como si fuéramos reclusos o esclavos. La comida daba asco. Teníamos que trabajar doce y trece horas diarias. Entonces, era la única forma de que la dictadura te firmará la carta de libertad”, recordaba Gálvez, con lágrimas en los ojos, sentada en el lobby de un hotel en Miami, a tiro de piedra del aeropuerto internacional.
En la Florida, llegó a ser ejecutiva de una firma de energías renovables y hoy atesora conocimientos que podrían ayudar en la futura reconstrucción del sector energético cubano. “Cuba tiene todas las condiciones para en una década o menos, dejar de utilizar combustibles fósiles. A base de sol, los vientos y las aguas del Oceáno Atlántico o el Mar Caribe, porque sus ríos no son muy caudalosos, la Isla tendría una energía limpia y sostenible que contribuiría a su desarrollo. A ello se le añadiría la utilización de transporte híbrido, eléctrico o por alcohol de caña”, señalaba Ana con optimismo.
Ocho meses estuvo Ana Gálvez, 72 años, recogiendo boniatos, yucas y calabazas en una empresa agropecuaria estatal en las afueras de La Habana antes de poder marcharse a Estados Unidos en 1971.
“Nos trataban como si fuéramos reclusos o esclavos. La comida daba asco. Teníamos que trabajar doce y trece horas diarias. Entonces, era la única forma de que la dictadura te firmará la carta de libertad”, recordaba Gálvez, con lágrimas en los ojos, sentada en el lobby de un hotel en Miami, a tiro de piedra del aeropuerto internacional.
En la Florida, llegó a ser ejecutiva de una firma de energías renovables y hoy atesora conocimientos que podrían ayudar en la futura reconstrucción del sector energético cubano. “Cuba tiene todas las condiciones para en una década o menos, dejar de utilizar combustibles fósiles. A base de sol, los vientos y las aguas del Oceáno Atlántico o el Mar Caribe, porque sus ríos no son muy caudalosos, la Isla tendría una energía limpia y sostenible que contribuiría a su desarrollo. A ello se le añadiría la utilización de transporte híbrido, eléctrico o por alcohol de caña”, señalaba Ana con optimismo.
El dólar se fortalece en Cuba ante reunificación monetaria.
Por Iván García.
En el ilegal mundo cambiario de la Isla, cualquier rumor o filtración de información enciende las alarmas. Además de aprovechar las brechas que provoca el estatal canje artificial del dólar estadounidense, un agiotista astuto siempre está atento ante a los vaivenes de las tasas de cambio.
Ignacio, un tipo que usa gafas onda retro, vaquero ceñido al cuerpo y calzado deportivo de corte bajo, es de los que aprovecha la más mínima información.
“Estoy romanceando con la gerente de un banco. Y hace unos días me dijo que hay movimientos en el bullpen. Probablemente antes del 19 de abril -supuesta fecha del retiro de Raúl Castro- el gobierno ejecutaría la unificación de moneda. La jeva me contó que ya ha tenido varias reuniones y en ellas se ha dicho que las personas con cuentas bancarias no perderían dinero tras los ajustes financieros. Tampoco aquellos que prefieren guardarlo en su casa. A estos últimos se les pagaría veinticuatros chavitos por cada peso convertible, pero hasta cierta cantidad (se habla de 7 mil cuc). Los que tienen sus depósitos en dólares se les canjeará a dos pesos por cada dólar”.
En el ilegal mundo cambiario de la Isla, cualquier rumor o filtración de información enciende las alarmas. Además de aprovechar las brechas que provoca el estatal canje artificial del dólar estadounidense, un agiotista astuto siempre está atento ante a los vaivenes de las tasas de cambio.
Ignacio, un tipo que usa gafas onda retro, vaquero ceñido al cuerpo y calzado deportivo de corte bajo, es de los que aprovecha la más mínima información.
“Estoy romanceando con la gerente de un banco. Y hace unos días me dijo que hay movimientos en el bullpen. Probablemente antes del 19 de abril -supuesta fecha del retiro de Raúl Castro- el gobierno ejecutaría la unificación de moneda. La jeva me contó que ya ha tenido varias reuniones y en ellas se ha dicho que las personas con cuentas bancarias no perderían dinero tras los ajustes financieros. Tampoco aquellos que prefieren guardarlo en su casa. A estos últimos se les pagaría veinticuatros chavitos por cada peso convertible, pero hasta cierta cantidad (se habla de 7 mil cuc). Los que tienen sus depósitos en dólares se les canjeará a dos pesos por cada dólar”.
miércoles, 17 de enero de 2018
Carta un niño cubano a Harry Potter.
Querido compañero Harry Potter:
Te escribo porque he tenido una discusión larguísima con mi primo Yorch por causa de tu magia y tus poderes, y quiero tener respuesta tuya de primera mano para salir de mis dudas. Todo comenzó cuando vimos una película tuya que él trajo y que para verla alquilamos 2 horas en el video de la aeromoza de al lado (dice Yorch que es una especie de peiperviú pero al revés, yo no entendí nada). Al finalizar todos se quedaron pasmados con tus poderes, pero a mí no me parecieron gran cosa y es por eso que te escribo, para que me aclares. Para mí las cosas que salen en la película las puede hacer cualquiera, y todavía más. Déjame contarte desde el principio para que no te pierdas, que ya sé que aunque eres mago, no eres cubano y por tanto un poquito lento.
Yo vivo en una isla mágica, que se estira y se encoge a voluntad del jefe (que es algo así como Voldemort, pero con mucho más poder) o dependiendo de la situación, cosa que no creo que pase en Gryffindorf. Un día somos “una pequeña islita al lado de un monstruoso Imperio” y 24 horas más tarde podemos ser “la Mayor Potencia médica del mundo”. Lo mismo pasa con la gente que vive aquí; a veces son El Pueblo (que es una cosa gigantesca capaz de las hazañas más increíbles y que nunca hace nada malo) y otras veces, la misma gente, son la población (una cosa chiquita, que siempre se está equivocando, que no comprende las medidas tomadas, que hace actividades ilegales como el enriquecimiento y que está lleno de grupúsculos, todavía más chiquitos). ¿Cómo se convierte el Pueblo en población y viceversa? Eso contéstamelo tú si eres mago de verdad…
Pero no creas que sólo la isla es mágica, no, mi familia está llena de magos también. Mi padre, que era Ingeniero Químico, una noche al conjuro de las palabras mágicas “a la mierda con todo!” se convirtió en Cuentapropista porque en su trabajo le habían dicho que él no era Idóneo, cosa que era más que evidente porque él trabajaba allí desde hace 10 años y todos sabían que él era Chucho. Se demoraron cantidad en darse cuenta. Mi madre hace tres actos de magia diarios, algunos con resultados asombrosos, como el de convertir una cáscara de plátano en bistec o un pan de la bodega en torreja con leche de soya y azúcar directo. Mi primo Yorch también es algo mago. Hace cinco años se fue al camping del Mégano a pasar un fin de semana con sus padres y todos desaparecieron por arte de magia.
Ahora apareció, más gordo que la Guía telefónica de Beijing, con unos zapatos que cuando caminas se encienden unas lucecitas, con un cassette tuyo en la mano y hasta con un nombre nuevo, porque cuando se fue de campismo se llamaba Jorgito. Por cierto que me dijo que si yo me iba al Camping del Mégano también podía cambiarme el nombre y en vez de Quientusabes, regresar llamándome Yunoujú, pero con ese nombre yo no me aparezco en la escuela ni a matao…
¡Hablando de escuelas, vi que un día fuiste a tu escuela montado en un fotingo que volaba! ¿Y a eso le llaman magia? Ay Harry, que inocente eres… Yo voy TODOS los días a la escuela en un Camello, no arriba sino dentro, y no voy solo (ojalá), dentro de esos camellos cabe un número indeterminado (pero alto, altísimo) de integrantes de la población, que también son magos. ¿Tú crees que podrías meterte dentro de un camello y salir exactamente frente a tu escuela sin haber podido mirar para afuera? Pues yo lo hago facilito. ¿Cómo? Eso te lo dejo de tarea, a ver si eres mago. Te aclaro que yo no tengo varita mágica.
La magia aquí está generalizada. No hay libros para las escuelas ni de Harry Potter porque las imprentas no tienen material, pero aparecen por arte de magia Los Disidentes y El Camaján de la noche a la mañana. Por cierto, con este último mi hermanita tuvo un problema porque en la prueba de Biología puso que el reptil con capacidad de mimetismo era el Camaján y la suspendieron. Ella (pobrecita) dice llorando que lo vio en un libro que había en la biblioteca de la escuela (es un libro nuevo, pero ya está allí) y que ese era el nombre del bicho de la portada. Yo sé que es un error de imprenta, pero ella no sabe nada de eso.
Aquí hay carros mucho más viejos que el tu película y que todavía andan por las calles, camiones que nadan, mesas redondas que informan, perros sin tripa que vienen de vez en cuando a las carnicerías (Fricandel es su nombre científico), Ocas en pasta, inalcanzables logros alcanzados, voluntad hidráulica, batallas de ideas, grupúsculos de más de 11,000 ciudadanos (esos son aparte del Pueblo, la población y los Compañeros, pero eso no te lo explico porque te voy a volver loco, créeme), democracia y represión, bloqueo y dólares, niños que quieren ser como el Ché (o sea pasearse por toda América del Sur en moto con un socio, ser Ministros y después irse para Bolivia), balseritos héroes, pesos que sirven para comprar dólares aunque no son convertibles, escuelas de bueyes, vacas embalsamadas y Embajadores de la Salsa.
La isla (que vista en un mapa parece un Camaján, digo, un camaleón), además de estirarse o encogerse, puede replicarse y así crear una isla virtual que es sólo visible a los ojos de los turistas y que no se parece en nada a la otra, aunque es la misma.
Pero el más mago de todos aquí es Voldemort (el jefe de que te hablé, pero me gustó el nombrecito); si agarra al Voldemort de tu película segurito que lo convierte en algo. Ese es el bárbaro convirtiendo cosas. Él puede convertir reveses en victorias, Presidentes en Lamebotas, Paraguayos en Uruguayos (así de un palo, toda la población), profesionales en gusanos, gusanos en turistas y más tarde en Señores, analfabetos en Ministros (sin tener que dejar de ser analfabetos), profesores en soldados y después en muertos, prostitutas en universitarias (¿o era al revés?), bodrios en monumentos (y viceversa). Puede enriquecer el picadillo quitándole carne, mandarle ayuda humanitaria a Europa, aumentar la producción de leche con menos vacas y al mismo tiempo hacer que los niños no la necesiten después de los 7 años, hacer lo temporal permanente y al mismo tiempo cambiar la Constitución.
¿Y el mago eres tú, Harry? Give me a break…
Te voy a dar una oportunidad para que demuestres tus poderes. Mira, coge un sobre de carta y ponle mi nombre y esta dirección: Luis Esteves # 313, entre Escobar y Campanario, Playa, Ciudad de la Habana, Cuba. Mete adentro un billete de 100 Libras esterlinas y mándalo por correo (no uses la lechuza Hedwing si no quieres que termine en fricasé en cuanto sobrevuele el espacio aéreo de la isla). Esa dirección no existe, si recibes la carta de vuelta con un cartelito que dice “Destinatario Desconocido”, eres un tipo de suerte, pero si trae el billete dentro, entonces eres un verdadero mago.
Tuyo,
Quientúsabes
Te escribo porque he tenido una discusión larguísima con mi primo Yorch por causa de tu magia y tus poderes, y quiero tener respuesta tuya de primera mano para salir de mis dudas. Todo comenzó cuando vimos una película tuya que él trajo y que para verla alquilamos 2 horas en el video de la aeromoza de al lado (dice Yorch que es una especie de peiperviú pero al revés, yo no entendí nada). Al finalizar todos se quedaron pasmados con tus poderes, pero a mí no me parecieron gran cosa y es por eso que te escribo, para que me aclares. Para mí las cosas que salen en la película las puede hacer cualquiera, y todavía más. Déjame contarte desde el principio para que no te pierdas, que ya sé que aunque eres mago, no eres cubano y por tanto un poquito lento.
Yo vivo en una isla mágica, que se estira y se encoge a voluntad del jefe (que es algo así como Voldemort, pero con mucho más poder) o dependiendo de la situación, cosa que no creo que pase en Gryffindorf. Un día somos “una pequeña islita al lado de un monstruoso Imperio” y 24 horas más tarde podemos ser “la Mayor Potencia médica del mundo”. Lo mismo pasa con la gente que vive aquí; a veces son El Pueblo (que es una cosa gigantesca capaz de las hazañas más increíbles y que nunca hace nada malo) y otras veces, la misma gente, son la población (una cosa chiquita, que siempre se está equivocando, que no comprende las medidas tomadas, que hace actividades ilegales como el enriquecimiento y que está lleno de grupúsculos, todavía más chiquitos). ¿Cómo se convierte el Pueblo en población y viceversa? Eso contéstamelo tú si eres mago de verdad…
Pero no creas que sólo la isla es mágica, no, mi familia está llena de magos también. Mi padre, que era Ingeniero Químico, una noche al conjuro de las palabras mágicas “a la mierda con todo!” se convirtió en Cuentapropista porque en su trabajo le habían dicho que él no era Idóneo, cosa que era más que evidente porque él trabajaba allí desde hace 10 años y todos sabían que él era Chucho. Se demoraron cantidad en darse cuenta. Mi madre hace tres actos de magia diarios, algunos con resultados asombrosos, como el de convertir una cáscara de plátano en bistec o un pan de la bodega en torreja con leche de soya y azúcar directo. Mi primo Yorch también es algo mago. Hace cinco años se fue al camping del Mégano a pasar un fin de semana con sus padres y todos desaparecieron por arte de magia.
Ahora apareció, más gordo que la Guía telefónica de Beijing, con unos zapatos que cuando caminas se encienden unas lucecitas, con un cassette tuyo en la mano y hasta con un nombre nuevo, porque cuando se fue de campismo se llamaba Jorgito. Por cierto que me dijo que si yo me iba al Camping del Mégano también podía cambiarme el nombre y en vez de Quientusabes, regresar llamándome Yunoujú, pero con ese nombre yo no me aparezco en la escuela ni a matao…
¡Hablando de escuelas, vi que un día fuiste a tu escuela montado en un fotingo que volaba! ¿Y a eso le llaman magia? Ay Harry, que inocente eres… Yo voy TODOS los días a la escuela en un Camello, no arriba sino dentro, y no voy solo (ojalá), dentro de esos camellos cabe un número indeterminado (pero alto, altísimo) de integrantes de la población, que también son magos. ¿Tú crees que podrías meterte dentro de un camello y salir exactamente frente a tu escuela sin haber podido mirar para afuera? Pues yo lo hago facilito. ¿Cómo? Eso te lo dejo de tarea, a ver si eres mago. Te aclaro que yo no tengo varita mágica.
La magia aquí está generalizada. No hay libros para las escuelas ni de Harry Potter porque las imprentas no tienen material, pero aparecen por arte de magia Los Disidentes y El Camaján de la noche a la mañana. Por cierto, con este último mi hermanita tuvo un problema porque en la prueba de Biología puso que el reptil con capacidad de mimetismo era el Camaján y la suspendieron. Ella (pobrecita) dice llorando que lo vio en un libro que había en la biblioteca de la escuela (es un libro nuevo, pero ya está allí) y que ese era el nombre del bicho de la portada. Yo sé que es un error de imprenta, pero ella no sabe nada de eso.
Aquí hay carros mucho más viejos que el tu película y que todavía andan por las calles, camiones que nadan, mesas redondas que informan, perros sin tripa que vienen de vez en cuando a las carnicerías (Fricandel es su nombre científico), Ocas en pasta, inalcanzables logros alcanzados, voluntad hidráulica, batallas de ideas, grupúsculos de más de 11,000 ciudadanos (esos son aparte del Pueblo, la población y los Compañeros, pero eso no te lo explico porque te voy a volver loco, créeme), democracia y represión, bloqueo y dólares, niños que quieren ser como el Ché (o sea pasearse por toda América del Sur en moto con un socio, ser Ministros y después irse para Bolivia), balseritos héroes, pesos que sirven para comprar dólares aunque no son convertibles, escuelas de bueyes, vacas embalsamadas y Embajadores de la Salsa.
La isla (que vista en un mapa parece un Camaján, digo, un camaleón), además de estirarse o encogerse, puede replicarse y así crear una isla virtual que es sólo visible a los ojos de los turistas y que no se parece en nada a la otra, aunque es la misma.
Pero el más mago de todos aquí es Voldemort (el jefe de que te hablé, pero me gustó el nombrecito); si agarra al Voldemort de tu película segurito que lo convierte en algo. Ese es el bárbaro convirtiendo cosas. Él puede convertir reveses en victorias, Presidentes en Lamebotas, Paraguayos en Uruguayos (así de un palo, toda la población), profesionales en gusanos, gusanos en turistas y más tarde en Señores, analfabetos en Ministros (sin tener que dejar de ser analfabetos), profesores en soldados y después en muertos, prostitutas en universitarias (¿o era al revés?), bodrios en monumentos (y viceversa). Puede enriquecer el picadillo quitándole carne, mandarle ayuda humanitaria a Europa, aumentar la producción de leche con menos vacas y al mismo tiempo hacer que los niños no la necesiten después de los 7 años, hacer lo temporal permanente y al mismo tiempo cambiar la Constitución.
¿Y el mago eres tú, Harry? Give me a break…
Te voy a dar una oportunidad para que demuestres tus poderes. Mira, coge un sobre de carta y ponle mi nombre y esta dirección: Luis Esteves # 313, entre Escobar y Campanario, Playa, Ciudad de la Habana, Cuba. Mete adentro un billete de 100 Libras esterlinas y mándalo por correo (no uses la lechuza Hedwing si no quieres que termine en fricasé en cuanto sobrevuele el espacio aéreo de la isla). Esa dirección no existe, si recibes la carta de vuelta con un cartelito que dice “Destinatario Desconocido”, eres un tipo de suerte, pero si trae el billete dentro, entonces eres un verdadero mago.
Tuyo,
Quientúsabes
domingo, 14 de enero de 2018
Caso Padilla: y el 'enfant terrible' entregó la lengua.
Por Mario Noya.
Heberto Padilla, poeta políglota y bocón, a veces histrión hasta la histeria, quiso ser el enfant terrible de la Cuba socialista, el bufonazo que señalara que a Barbatruco le colgaban las bolas y eso está tan feo, pero acabó fungiendo de escarmiento, chivo expiatorio en esa Cuba rusa que sobre su cabeza deslenguada proclamó lo obvio: Revolución no rima con Liberación.
Heberto Padilla nació en Puerta del Golpe, átenme ese nombre por el rabo afustado de las premoniciones, el 20 de enero de 1932. De siempre fueron lo suyo las letras y sus lenguas -hablaba el alemán, el inglés, el francés, el italiano, el griego, el ruso, el español suculento del Trópico-. Y la Revolución, que le pilló fuera (¡del juego!) pero sus queridos compañeros camaradas le querían dentro, así que lió el petate, abandonó la Yuma y sus academias Berlitz y sus emisiones radiales y se instaló en la Isla de los Prodigios, donde Fidel y Raúl y el Che ya fusilaban a modo y hacían ver a quienes ver querían que la Revolución era sangre y era odio, la selecta y fría máquina de matar que jaleara el pibejo.
Heberto Padilla, poeta políglota y bocón, a veces histrión hasta la histeria, quiso ser el enfant terrible de la Cuba socialista, el bufonazo que señalara que a Barbatruco le colgaban las bolas y eso está tan feo, pero acabó fungiendo de escarmiento, chivo expiatorio en esa Cuba rusa que sobre su cabeza deslenguada proclamó lo obvio: Revolución no rima con Liberación.
Heberto Padilla nació en Puerta del Golpe, átenme ese nombre por el rabo afustado de las premoniciones, el 20 de enero de 1932. De siempre fueron lo suyo las letras y sus lenguas -hablaba el alemán, el inglés, el francés, el italiano, el griego, el ruso, el español suculento del Trópico-. Y la Revolución, que le pilló fuera (¡del juego!) pero sus queridos compañeros camaradas le querían dentro, así que lió el petate, abandonó la Yuma y sus academias Berlitz y sus emisiones radiales y se instaló en la Isla de los Prodigios, donde Fidel y Raúl y el Che ya fusilaban a modo y hacían ver a quienes ver querían que la Revolución era sangre y era odio, la selecta y fría máquina de matar que jaleara el pibejo.
martes, 9 de enero de 2018
Las vitrinas rotas del castrismo.
Por Pedro Corzo.
El fracaso ha sido tan rotundo que hasta lo que por décadas presentaron como milagros sociales, Salud, Educación y Deporte, se ha deteriorado tanto, que han tenido que ser retirados de la estantería que con delirio mostraban a los que desesperaban ahogarse en el mar de la felicidad del castrismo.
La salud es un desastre. Los hospitales no cuentan con los medios para satisfacer las necesidades de los ingresados. No hay ropa de cama, alimentos ni medicinas. El fluido eléctrico falta con frecuencia y la higiene es prácticamente inexistente.
Las enfermedades infecciosas azotan la isla varias veces en el año. Los burócratas tergiversan las estadísticas sistemáticamente. La falta de medicinas y de equipos médicos modernos o al menos en buen funcionamiento, es más que frecuente. Hay una clara diferencia en la atención médica que recibe la clase dirigente, los extranjeros y la población.
El fracaso ha sido tan rotundo que hasta lo que por décadas presentaron como milagros sociales, Salud, Educación y Deporte, se ha deteriorado tanto, que han tenido que ser retirados de la estantería que con delirio mostraban a los que desesperaban ahogarse en el mar de la felicidad del castrismo.
La salud es un desastre. Los hospitales no cuentan con los medios para satisfacer las necesidades de los ingresados. No hay ropa de cama, alimentos ni medicinas. El fluido eléctrico falta con frecuencia y la higiene es prácticamente inexistente.
Las enfermedades infecciosas azotan la isla varias veces en el año. Los burócratas tergiversan las estadísticas sistemáticamente. La falta de medicinas y de equipos médicos modernos o al menos en buen funcionamiento, es más que frecuente. Hay una clara diferencia en la atención médica que recibe la clase dirigente, los extranjeros y la población.
Raúl Castro aplaza su retiro.
Por Iván García.
Saltar de una conversación de fútbol a la política doméstica cubana no es precisamente un ejercicio de equilibrio racional. Por eso Eduardo, veterinario en una cooperativa en las afueras de La Habana, hizo un silencio prolongado cuando el debate callejero emprendió un giro inesperado.
El grupo charlaba en una esquina de la barriada de La Víbora sobre el Barcelona de Lionel Messi y el Real Madrid de Cristiano Ronaldo, cuando Carlos, un amigo de Eduardo, de buenas a primeras, comenzó un monólogo sobre lo difícil que en Cuba resulta poder desayunar, almorzar y cenar. Entonces el tema de las penurias cotidianas se robó la tribuna.
César, empleado bancario, señala: “Las penurias empiezan por los bajos salarios y la escasez de comida, le sigue la falta de viviendas y los problemas del transporte. La lista es más larga. Cada día se hace más difícil vivir aquí”.
En la calle, las diatribas contra Raúl Castro suelen ser agrias e incluso ofensivas. El difunto caudillo populista sigue despertando cierto respeto entre los cubanos, sean apolíticos o detractores del régimen castrista.
Saltar de una conversación de fútbol a la política doméstica cubana no es precisamente un ejercicio de equilibrio racional. Por eso Eduardo, veterinario en una cooperativa en las afueras de La Habana, hizo un silencio prolongado cuando el debate callejero emprendió un giro inesperado.
El grupo charlaba en una esquina de la barriada de La Víbora sobre el Barcelona de Lionel Messi y el Real Madrid de Cristiano Ronaldo, cuando Carlos, un amigo de Eduardo, de buenas a primeras, comenzó un monólogo sobre lo difícil que en Cuba resulta poder desayunar, almorzar y cenar. Entonces el tema de las penurias cotidianas se robó la tribuna.
César, empleado bancario, señala: “Las penurias empiezan por los bajos salarios y la escasez de comida, le sigue la falta de viviendas y los problemas del transporte. La lista es más larga. Cada día se hace más difícil vivir aquí”.
En la calle, las diatribas contra Raúl Castro suelen ser agrias e incluso ofensivas. El difunto caudillo populista sigue despertando cierto respeto entre los cubanos, sean apolíticos o detractores del régimen castrista.
viernes, 5 de enero de 2018
jueves, 4 de enero de 2018
Cubanos de a pie: 2018 podría ser peor.
Por Iván García.
El asombro inicial va cimentando una ira creciente que le hace perder los estribos. Sentado en una butaca de cuero negro en la sala de su casa, Armando, 43 años, licenciado en educación física, primero mueve la cabeza de un lado a otro, luego sonríe de manera cínica, hasta que la mecha explota y en voz alta, con tono descompuesto, dice: “Que cara de tranca tiene el Marino Murillo ese. Con esa caterva de funcionarios sinvergüenzas Cuba no tiene arreglo”.
Armando miraba en la tele un resumen editado de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuado el 21 de diciembre y que pasada la seis de la tarde el canal Cubavisión, en su espacio la Mesa Redonda, trasmite de manera diferida a todo el territorio nacional.
En una de las intervenciones, Marino Murillo, ex ministro de Economía y Planificación y conocido como ‘zar económico’ explicaba lo complicado que resulta derogar la doble moneda y examinaba futuras disposiciones sobre el trabajo privado y cooperativas no agropecuarias, además de avizorar nuevas normativas aduanales para frenar lo que el régimen considera ‘comercio ilegal’. Armando no se podía contener mientras escuchaba a Murillo.
El asombro inicial va cimentando una ira creciente que le hace perder los estribos. Sentado en una butaca de cuero negro en la sala de su casa, Armando, 43 años, licenciado en educación física, primero mueve la cabeza de un lado a otro, luego sonríe de manera cínica, hasta que la mecha explota y en voz alta, con tono descompuesto, dice: “Que cara de tranca tiene el Marino Murillo ese. Con esa caterva de funcionarios sinvergüenzas Cuba no tiene arreglo”.
Armando miraba en la tele un resumen editado de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular efectuado el 21 de diciembre y que pasada la seis de la tarde el canal Cubavisión, en su espacio la Mesa Redonda, trasmite de manera diferida a todo el territorio nacional.
En una de las intervenciones, Marino Murillo, ex ministro de Economía y Planificación y conocido como ‘zar económico’ explicaba lo complicado que resulta derogar la doble moneda y examinaba futuras disposiciones sobre el trabajo privado y cooperativas no agropecuarias, además de avizorar nuevas normativas aduanales para frenar lo que el régimen considera ‘comercio ilegal’. Armando no se podía contener mientras escuchaba a Murillo.