miércoles, 3 de septiembre de 2025

No hay nada que entender.

Por Efraín González.

No entienden cómo habiendo “cumplido misión” o “siendo fieles a la Revolución”, habiendo participado en zafras y marchado en la plaza tantas veces como les ordenaron que lo hicieran, hoy sus vidas están en la miseria.

Dicen frente a las cámaras, con indignación, que “no entienden” pero la muletilla antes de soltar la queja es la mejor evidencia de que sí comprenden absolutamente todo por lo que están pasando, pero temen. No tanto a expresar su enojo sino a enfilarlo contra quienes lo han provocado. Y saben muy bien quiénes son.

Están en las últimas fases de la decepción, pero eso no quiere decir que estén entrando en las primeras de la rebelión, porque solo basta con que alguno de la camarilla gobernante, rodeado de escoltas y represores, se les acerque y les “explique” con otra mentira aquello que dicen “no entender” para convencerlos de continuar “resistiendo”, aun cuando la diferencia entre los corpachones cebados de quienes explican y los cuerpos cadavéricos de quienes “resisten” es suficiente para entender  de una vez y por todas lo que debe ser entendido.

Hay miles de imágenes por ahí, tomadas en las visitas de cualquiera de los camajanes del PCC a las provincias o a empresas estatales, donde queda plasmado no solo el “contraste” físico entre los que no entienden y quienes saben cómo hacerles entender (aún sin explicar lo incomprendido) sino, además, lo fácil que resulta convencer a los enojados de que no tienen razón en sus disgustos, de que sustituyan la mentira anterior por la nueva que se han inventado en forma de consignas.

En tal sentido (el de la manipulación), las “visitas gubernamentales” no son tan inútiles como algunos piensan. Porque, si es cierto que no resuelven nada de lo que debieran para aliviar la miseria y el enfado de la multitud, también lo es que son la solución más efectiva (y más barata) para calmar los ánimos de gente que, por décadas, ha sido sistemáticamente adiestrada para aceptar su inferioridad respecto a la superioridad de una élite que hoy, para colmo, pretende convertir el castrismo en culto, en una religión donde los “dirigentes” comunistas serían una especie de casta sacerdotal.

Los cuerpos voluminosos, los gestos, el “aparataje” circense que rodea sus “apariciones” (como carnaval de pobreza) sin dudas tienen su efecto psicológico en esas generaciones de “fieles” que, habiendo aceptado, primero, que la sencillez y la obediencia ciega son méritos y, segundo, que mientras más humilde se aparente ser se es más “revolucionario”, terminaron forjando con sus propias manos esa miseria tan profunda, endémica, desde la que cualquier indicio de bienestar, de felicidad, de “normalidad” es visto como un privilegio, que solo puede ser legítimo si llega como premio otorgado por esa élite, la única con total derecho a disfrutarlos todos a la vez y al mismo tiempo.

Ejemplos sencillos de eso, y que muchos de nosotros aceptamos con total normalidad, está el viejo sistema de “estímulos” que, aunque ridículo y ofensivo, persiste hasta hoy: el televisor otorgado por la CTC; el Lada, el Moskovich o el Mercedes Benz que ganamos por la ANAP o por Tabacuba; la semana en la playa que nos dio el PCC; la reservación en un campismo de la UJC; y hasta la “misión” del MINSAP o el contrato del INDER.

El aumento de pensión no porque la cantidad anterior fuera un abuso (y continúa siendo así) sino porque “el gobierno en el fondo es bueno”, y hace mil sacrificios para “estimularnos”. Como igual aceptan como estímulo desde la librita de arroz adicional hasta la “actividad cultural” en saludo al 13 de agosto. Es un problema mental extremadamente grave de las generaciones que nacieron y envejecieron bajo las botas de Fidel Castro.

Cuando dicen que “no entienden” su situación, en realidad se están preguntando por qué no han sido “estimulados”. De igual modo, cuando protestan por agua, luz, vivienda, sus reclamos no son por un derecho sino por ausencia de esa estimulación que creen merecer en base a los “sacrificios” acumulados, donde sin dudas incluyen el “mérito” de no haber emigrado, puesto que conservan el viejo rezago castrista de que “emigrar” es “traicionar”, por tanto, permanecer en Cuba debería ser recompensado.

“Merezco una vivienda” porque no traicioné; “merezco comer porque me sacrifiqué”; “merezco ser estimulado” en virtud de mi fidelidad. De igual modo no cuestionan los privilegios de la casta dirigente porque lo tienen merecido por ser quienes son, así como Fidel Castro y los demás “históricos” podían (y pueden) hacer y deshacer en virtud del “sacrificio” en la Sierra Maestra.

Un privilegio que no dudan en hacerlo extensivo a sus descendientes por generaciones, por tanto celebran y justifican como “normales” y hasta “divertidas” las estupideces del Sandro, la hipocresía dolarizada de los Guevara y el nepotismo en la dinastía Castro.

De esa lógica, más miserable que demencial, se deriva buena parte de los reclamos que algunos llegan a confundir con detonantes de una rebelión mayor, cuando se trata de simple enojo de infante que patalea por su chambelona.

Lo que en el caso que nos ocupa es solo el berrinche que se aplaca con una dosis cualquiera de “estimulación”. Y esta puede ser desde la feria agropecuaria con precios topados que precede toda visita de un jerarca a una localidad (y que desmontan una vez terminado el recorrido) hasta el día sin apagones que regalan en saludo al 26 de Julio.

Son generaciones de adictos al “sistema” que esperan “algo más” y, desde la pobreza más absoluta (porque no tienen algo espiritual o material propiamente suyo) esperan cualquier “estímulo” para sentirse mínimamente recompensados, incluso con una chapa de latón en forma de medalla o con un papel impreso a último minuto como diploma al chivato del año. 

Pudiera causar pena en algunos observar a esa gente arrugada, desdentada, flaca, mal vestida y posiblemente mal oliente regalando aplausos y sonrisas a sus abusadores, dejándose abrazar y dar palmadas por los mismos que los reprimen pero, despojémonos de todo falso sentimentalismo y pensemos en la cruda realidad que representan: la de una multitud que forjó a consciencia su propia miseria y que, precisamente por eso, finge no entender que sea la miseria todo el pago final por su “sacrificio”.

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domingo, 31 de agosto de 2025

Los dólares y dolores de la dolarización.

Por Efraín González.

El dólar a más de 400 pesos no es cualquier cosa. No es otra noticia mala sobre dinero. Es una calamidad.

Enero de este 2025 amaneció con el dólar a 305 CUP. A menos de ese precio comprarlo ya era un dolor de cabeza para millones de cubanos; así la noticia llegó para vaticinar un año que pudiera ser el peor entre todos los anteriores, sin incluir aquel del otro enero, de 1959, en que el país corrió la más terrible de las suertes.

En la hambruna del “Periodo Especial” estuvimos muy mal. Y también en la pandemia de COVID-19, a punto de enloquecer por la intensidad de los encierros y el hambre. Pero ahora, con esta dolarización de la “continuidad”, da la impresión de que ya morimos masivamente en cualquiera de aquellos dos momentos y que, sin memoria de nuestra muerte, la Isla en ruinas es ese infierno que tanto temimos estando vivos, y que los atrapados en él somos todos almas en pena. 

Si en enero muchos nos persignamos ante la Tasa Representativa del Mercado Informal de el Toque, ahora en agosto ya nos sabemos condenados al peor destino cuando, habiendo llegado a los 400 pesos, el dólar continúa subiendo, lo que significa que el salario, las pensiones y hasta las remesas aceleran su catastrófico descenso, y con ellos todos los indicadores económicos que, de tan negativos, tan en retroceso, parecieran un conteo final, el tictac no de un reloj sino de una bomba a punto de estallar.

El dólar a más de 400 pesos no es cualquier cosa. No es otra noticia mala sobre dinero. Es una calamidad. Implica más hambre; más personas jóvenes cayendo por enfermedades asociadas a una alimentación deficiente; más niños desnutridos, con la infancia hecha pedazos y convirtiéndose, para el futuro, en hombres y mujeres que tendrán muy corta vida productiva; más ancianos sufriendo en sus últimos años; más desolación y oscuridad en las calles y, sobre todo, menos fuerzas física y mental, menos voluntad y más temor para enfrentar a los camajanes que comen bien, que envejecen con salud, que tienen medicinas, que viven sin el estrés de tener un salario o una pensión que no sirve para nada, que son quienes dolarizan no solo por “necesidad” sino porque usan el privilegio del dólar como otra forma de represión, y de aniquilación.

Con el dólar subiendo por días y el peso devaluándose a cada segundo, la comida y los medicamentos continuarán siendo una quimera para los millones que hoy, atrapados en la encrucijada de la bancarización forzada, la falta de efectivo, el desabastecimiento crónico, los altos precios, los salarios y pensiones bajos e imposibles de cobrar, las croquetas de “ave-rigua”, el arroz que no llega a la bodega y las farmacias vacías han dejado de alimentarse y de tratarse las dolencias.

Hemos dejado de bañarnos bien (porque no hay ni agua ni jabón), de dormir las horas necesarias (porque el calor y la posibilidad de un techo derrumbado no nos deja), de elegir una alimentación sana (porque hay que tragar lo que aparece), de ser buenas personas (porque se impone la ley del más fuerte); de buscar la felicidad (porque lo indispensable para serlo en Cuba es un lujo, así como ofrecer placer es una mercancía, mucho más valiosa si se trata de sexo y el cliente es un “yuma”). 

Hemos simplificado la existencia a respirar, a tendernos en un rincón como una entidad silvestre, muy próxima a lo vegetal, y a sumergirnos dóciles en la intensa oscuridad de una “contingencia energética” que llegó para quedarse. 

En unos años no seremos ese país envejecido, con escasas fuerzas productivas y lenta renovación generacional que se anuncia sino un gigantesco cementerio, aunque en las lápidas no estará el signo del dólar (porque no tiene la culpa de nada) sino la hoz y el martillo que nos ganamos. 

El dólar no es el que se impulsa en su crecimiento; es el régimen quien no frena su ambición de poder, que necesariamente va acompañada de esas estadísticas que crecen y decrecen siempre para mayor dolor nuestro, y siempre en contra nuestra. Hoy, el dólar solo nos permite medir, hacer comprensible matemáticamente, la diferencia entre la incertidumbre de vivir y la certeza de morir.

Parecía algo imposible en enero de 2025, pero ahora, a 410, es una realidad. 410 es la cifra “de verdad” en la calle más concreta, más dura, y quizás dentro de poco, tal vez en diciembre, esté arribando a los 450, o a los 500, porque ya no importa que todos lo podamos adquirir (como cuando lo amarraron a 25 por 1 con la jugarreta del CUC), sino que solo unos pocos lo consigan a sangre y fuego para salvarse.

O que no lo consigan jamás, para confirmar que en Cuba (es decir, dentro de los muros de la Isla-cárcel, la Isla-infierno) los sueños pocas veces se materializan pero las pesadillas sí, y todas las veces que cerremos los ojos aún sin quedarnos dormidos.

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“Ya no es un Chacal dormido.”

Por Pedro Ramos. 

El presentador cubano Alex Otaola celebró que, El Chacal pidiera por la liberta de Cuba durante un concierto en España semanas atrás.

En ese sentido, el influencer destacó que, el artista “despertó” y se puso del lado correcto de la historia al apoyar al pueblo cubano que exige un cambio en la isla.

“Muy bien, El Chacal dormido durante años, pero ya se despertó y viene con compromiso con su gente, y mira que nos costó trabajo, porque si alguien nos costó trabajo, este era un prospecto como El Taiger, y la verdad que lo rescatamos del lado oscuro”, afirmó Otaola.

Asimismo, el influencer cubano también celebró que, El Chacal estará de regreso en el Cubatonazo, en donde comparte cartelera con artistas como Gente de Zona.

El regreso de El Chacal a uno de los escenarios más importantes de la música latina en Miami representa no solo un paso en su carrera, sino también un mensaje contundente de que los artistas cubanos en el exilio pueden y deben alzar la voz contra la dictadura.

Cabe recordar que, el artista cubano pidió por la libertad de Cuba durante un concierto en Zaragoza, España, a finales del mes de julio.

El artista se conmovió en el escenario al momento de enviar el mensaje de libertad que hizo vibrar al público presente en el recinto.

En esa oportunidad, El Chacal tenía una bandera de la isla en las manos que decía “SOS Cuba” y “Patria y Vida”.

“Desde aquí de Zaragoza, con esta bandera que tengo en mi mano y que todos ustedes representan, yo quiero que se escuche una cosa en el mundo entero: ¡Díaz-Canel!”, afirmó el reguetonero, quien no pudo contener las lágrimas tras pedir libertad para Cuba.  

El cantante cubano publicó el video en su cuenta de Instagram en donde escribió un mensaje agradeciendo el cariño de sus seguidores.

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miércoles, 27 de agosto de 2025

Otaola pide apoyar petición que impulsa el Parón Total en Cuba.

Por Pedro Ramos.

El presentador cubano Alex Otaola exhortó una vez más a sus seguidores a firmar la petición que impulsa el Parón Total en la isla, con el que se busca cortar la primera fuente de ingresos del régimen comunista de La Habana.

En ese sentido, el influencer cubano hizo nuevamente fuertes señalamientos en contra de la economía parasitaria de la dictadura.

Asimismo, Otaola aclaró que, actualmente la principal fuente de ingresos del régimen castrista no son el turismo ni las exportaciones, sino las recargas telefónicas, las remesas y las ayudas humanitarias, las cuales no llegan a las familias cubanas necesitadas, sino que son robadas y revendidas por el Estado fallido de la isla.

“Esto es un tema de hacer lo que tenemos en nuestras manos, que tenemos en nuestras manos ahora mismo, el decirle a la dictadura cubana ni un dólar más de los que huimos, de los que somos libres, ira a parar a sus manos, y eso es algo que a la dictadura la pone a temblar”, precisó.

El presentador reiteró que, estas prácticas del régimen son parte del mecanismo que utiliza la cúpula castrista para mantenerse en el poder mientras la mayoría de los cubanos viven en la miseria.

Otaola insistió en que esta acción es necesaria para forzar la salida de los comunistas del poder, por lo que exhortó a su audiencia a que se sume con fuerza en la petición del Parón Total en Cuba.

Es importante recordar que, esta iniciativa de parón en la isla también está siendo impulsada por el congresista de origen cubano, Carlos Giménez, quien recientemente se pronunció en contra del régimen de La Habana y exhorto a las autoridades de Estados Unidos a que se suspendan las remesas y los viajes a Cuba con el fin de cortar el financiamiento a los castristas.

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La “suerte” del castrismo.

Por Efraín González.

¿Podría sobrevivir el castrismo a la caída de Nicolás Maduro? Por supuesto que sí. Es que casi no cabría la pregunta cuando sabemos lo que ha sucedido en situaciones similares a la actual, en las que la dictadura cubana pudiera parecer a algunos que caería por reacción con el derribo de un aliado importante. 

Sucede que, una vez más, olvidamos o ignoramos que no es el petróleo venezolano ni el único ni el más importante pilar que la sostiene, sino la sorprendente capacidad que ha tenido el régimen comunista no solo para disimular su condición indiscutible de elemento desestabilizador para las democracias de la región (a pesar de todos los movimientos terroristas que ha patrocinado abiertamente) sino, además, para históricamente crear y penetrar núcleos de influencia política al interior de esas democracias, tanto en América Latina, como en Europa y los Estados Unidos.    

No importa la gran responsabilidad que habría de tener La Habana, más con buena parte del aparato de inteligencia al servicio del chavismo (y viceversa) en la conformación y fortalecimiento de la narcodictadura que estaría a punto de caer, porque una vez más ese detalle será pasado por alto. 

Quizás sea una cuestión de “suerte” -aunque no de probada “inocencia”- y hasta un asunto de conveniencia para las partes que, de algún modo, sacan mucho más provecho de que la dictadura cubana continúe siendo por mucho tiempo esa pandilla de pequeños negocios “raros” que, por su naturaleza corrupta, no pudieran prosperar en una situación de normalidad económica y política, pero lo cierto es que el castrismo siempre se las ha arreglado para salir ileso en los graves conflictos que la involucran.

Por ejemplo, en 1989, cuando la operación militar que puso fin a la conexión de Manuel Antonio Noriega con los cárteles de Colombia y los de La Habana -que tenían su cuartel general precisamente en la Plaza de la Revolución, a caballo entre los ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas-, el castrismo, aunque debilitado por la inminente caída del “campo socialista” y estremecido por la posibilidad real de que el fuego en Panamá se extendiera hasta la Isla, logró salir indemne, apenas con unos rasguños en la opinión pública que dejaron los juicios sumarios y fusilamientos del general Arnaldo Ochoa y de sus más cercanos colaboradores.

Todos los ejecutados de la llamada Causa No. 1, convertida en espectáculo televisivo por desesperación, eran testaferros de quienes, con los millones de dólares que arrojaba el negocio de la cocaína, crearon, primero, el Departamento MC (Moneda Convertible, del MININT) y, más adelante, el núcleo primario del sistema empresarial de las FAR, que hoy conocemos como GAESA (una verdad que, por conveniencia, muchos prefieren callar).

Pero Fidel Castro, en una jugada de riesgo (en tanto Mijaíl Gorbachov no le ofrecía demasiada confianza como para un enfrentamiento con el vecino, teniendo como detonante el narcotráfico), regaló unos cuantos peones de sacrificio y apenas con eso logró que los buques de Estados Unidos, al terminar en Panamá, no se detuvieran en los límites de su finca más de lo necesario y pasaran de largo como lo habían hecho ya una vez anterior, cuando Granada, en 1983, por mencionar dos ocasiones en que, solo por efecto de arrastre, el barco del régimen cubano hubiera hecho aguas. 

Tanto en un caso como en el otro, los comunistas sin dudas sacaron provecho de la presencia soviética en la Isla (que se extendió hasta más de la mitad de la década de los 90). Una situación que se repetirá ahora con rusos y chinos metidos hasta el tuétano en el aparato militar cubano, pero solo porque conocen de esa “suerte” que la ha mantenido intocable, aun por las leyes demasiado porosas de un embargo económico que, de tantas veces violado, esquivado y reinterpretado hoy solo existe como pretexto en el discurso de la dictadura. 

Tengamos en cuenta que ni siquiera el tan “temido” Título III de la Helms-Burton ha podido contra esa “suerte”, y todos los procesos legales comenzados bajo su amparo terminan en frustración, precisamente por la serie de condiciones imposibles que deben cumplirse para que una demanda resulte exitosa. De modo que todo (y ya sabemos lo que incluye ese “todo”: desde cabildeo por intereses comerciales hasta afinidades y lealtades ideológicas) “conspira” a favor de la “suerte” del régimen cubano.

Con el pollo, el aceite, los autos, las plantas eléctricas y hasta lo inimaginable arribando a diario por contenedores desde Estados Unidos, así como el petróleo llegando desde México y Rusia, si Nicolás Maduro cayera hoy o mañana, en muy poco afectaría al régimen cubano que ya tuvo tiempo suficiente para desplegar varios planes B y, además, aprender cómo ingresar dólares y euros en cantidades suficientes para, ante todo, sostener su aparato represivo sin producir nada, sin depender del turismo, y con el petróleo justo para alumbrar a imprescindibles y privilegiados. Porque, para la dictadura, es mejor estar vivos, salvos e ignorados (más que intocables y suertudos) que con petróleo y una recompensa de 50 millones por una cabeza.

De lo demás -es decir, de nosotros los simples mortales- también se encarga la “suerte” bajo la forma de esa lástima que siempre el castrismo logra despertar en los demás, sin importar izquierdas y derechas políticas, incluso hasta en aliados que, aun conociendo al detalle las verdaderas causas de nuestra miseria, lanzan campañas para recaudar millones y así paliar el “hambre del pueblo cubano”.

En esa trampa de lástimas e ingenuidades, de oportunismos y oportunidades -mucho más mortal para quienes ya ni tienen ánimos de sublevarse, precisamente porque conocen de esa fatídica “suerte”- han caído absolutamente todos, desde los gobiernos estadounidenses de mucho antes de Obama (y posteriores) hasta los propios cubanos que han logrado escapar y que, una vez “a salvo”, miran atrás ya con nostalgia del abuso, ya con el deseo de ser parte de él. 

Ojalá la narcodictadura venezolana caiga lo más pronto posible, pero pongamos los pies en la tierra y entendamos de una vez que, si cae, eso no significa que en breve caerá el castrismo. El único modo de romper con la “suerte” que protege a la dictadura es terminarla con nuestras propias manos.   

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sábado, 23 de agosto de 2025

En Centro Habana y La Habana Vieja, se sobrevive entre los escombros de inmuebles.

Por Víctor Manuel Domínguez.

El arte de enmascarar ruinas está de moda en La Habana desde hace años. Las mismas autoridades que por desidia o falta de voluntad política permitieron la conversión de majestuosas edificaciones o humildes viviendas en esos amasijos de escombros que afectan la vida de sus moradores y contaminan la ciudad hoy alardean de ser sus salvadores y realizan talleres de urbanismo que no son más que aviesos pasatiempos hasta que logren expulsar a los residentes de la parte histórica de la capital.

En su libro El arte de hacer ruinas, Antonio José Ponte refiere: “En el corazón de La Habana se libra una guerra cotidiana y terrible entre la acumulación y el vacío. Donde hubo ayer una antigua casa solariega, una colmena de gente humilde y ruidosa, puede haber hoy una colina de escombros y mañana un parquecito absurdo, con dos o tres asientos bajo un sol de justicia, custodiados por edificios que también se derrumbarán la semana, el mes, el año que viene”.

Esa guerra cotidiana y terrible que señala Ponte se mantiene y avanza, indeteniblemente, mientras los dirigentes  miran esta masacre urbana desde sus protegidos búnkeres, de los que solo salen para hacer acto de presencia en los lugares de los derrumbes inmediatamente después de que recogieron los heridos y los muertos. 

Tras un derrumbe, cuando más, levantan un parquecito, una guarapera, un DiTú, una mipyme, un parqueo o, sobre todo, hoteles para turistas.

Los residentes en la zona histórica de La Habana Vieja y Centro Habana están siendo desplazados, como los palestinos de la Franja de Gaza, pero no debido a una guerra, como la que hay entre Israel y los terroristas de Hamás, sino por la complicidad del régimen con la geofagia urbanística del conglomerado militar GAESA por adueñarse de los espacios mejor situados de la ciudad.

Los que pierden sus casas por los derrumbes son enviados a la periferia de la capital, a lugares distantes como Wajay, Fraternidad, Miraflores Viejo y otros sitios donde hay los llamados “albergues de tránsito” de los que nadie ha regresado jamás.

En Centro Habana y La Habana Vieja, como en Tuguria, la ciudad levantada en su libro por Ponte como metáfora de La Habana, nada se vuelve a reconstruir. Se sobrevive entre los escombros de inmuebles en ruinas que, si apenas se mantienen en pie, es gracias a la “estática milagrosa”.  

La recuperación del deficitario, maltrecho y ruinoso fondo habitacional de La Habana no es de interés para los gobernantes. Convertir la ciudad en una postal turística solo para extranjeros, donde “autóctonas mulatas” y pingueros, vendedores de tabaco, viagra y ron, presten servicios sexuales y sociales, de un hotel a otro, en representación del país.

No queda la menor duda. La “tugurización” avanza, con prominente futuro, dentro del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Cuenta con los billetes de GAESA y la complicidad del Partido Comunista en hacer ruinas de la parte vieja de la ciudad y enmascararlas hasta poder convertir el Casco Histórico en un parque temático o un resort. 

De ahí que cada proyecto arquitectónico, cada uno de los Talleres de Urbanismo Táctico de La Habana -hace unos días fue clausurada su décimo tercera edición-, son intentos de enmascarar las ruinas bajo un pintarrajeado collage con playas paradisíacas, carteles que piden a la población resistir, imágenes de Fidel Castro o el Che Guevara, fotos de El Floridita y la Bodeguita del Medio. 

La finalidad de esa magnificación de las ruinas no es otra que epatar a los tontos útiles, cubanos o extranjeros, dispuestos a elogiar los embustes del castrismo.

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Gobierno cubano recibe donativo de Bielorrusia.

Tomado de cubanet.

El Gobierno cubano recibió este 20 de agosto un donativo de medicamentos y alimentos procedente de Bielorrusia, valorado en más de 238.000 dólares. El envío fue entregado al Instituto de Hematología e Inmunología de La Habana y se distribuirá en otros 27 hospitales de la capital, con prioridad en centros pediátricos, según dijeron medios oficiales

El cargamento incluye medicamentos especializados como citostáticos, ansiolíticos, inmunoestimulantes, antihipertensivos y complejos vitamínicos, además de alimentos básicos como leche en polvo y carne enlatada. De acuerdo con las autoridades sanitarias, estos productos están destinados a mejorar los tratamientos de pacientes con enfermedades hematológicas, oncológicas e inmunológicas, así como de adultos mayores.

El director del Instituto de Hematología, Wilfredo Roque García, calificó el gesto como un aporte “noble” que refuerza los lazos de hermandad entre Cuba y Bielorrusia. Por su parte, el embajador bielorruso en La Habana, Vitaly Petrovich Borchuk, expresó satisfacción por la contribución y recordó la ayuda cubana brindada a víctimas del accidente nuclear de Chernóbil, destacando la cooperación como un acto de reciprocidad.

La importación de medicamentos desde Bielorrusia figura entre los acuerdos suscritos en mayo pasado entre el régimen de La Habana y el otrora territorio de la Unión Soviética. En esa oportunidad, la XII sesión de la Comisión Intergubernamental entre los dos países, fue escenario de memorándums para la producción conjunta de medicamentos, la ampliación del Complejo Lácteo con tecnología y materias primas bielorrusas, y una segunda fase en el ensamblaje de tractores. 

En abril de 2025, Bielorrusia ya había remitido más de 20 toneladas de ayuda humanitaria tras desastres naturales en la Isla. Además, desde 2021 ambos gobiernos han reforzado sus relaciones en sectores estratégicos como la salud, la biotecnología, la agricultura y la industria. Entre esos acuerdos se encuentran donaciones de leche en polvo, la importación de tractores bielorrusos y la creación de empresas mixtas, como Academsol, enfocada en la fabricación de medicamentos.

Sin embargo, a pesar de la llegada de estos cargamentos, la realidad cotidiana de los cubanos dista de mejorar. La Isla atraviesa una crisis económica y sanitaria profunda que se arrastra desde hace más de cinco años, marcada por desabastecimiento de alimentos, escasez crónica de medicamentos, inflación descontrolada, apagones prolongados y un sistema de salud que ya no logra cubrir las necesidades más elementales de la población.

Pese a los frecuentes donativos internacionales, la mayoría de los cubanos asegura que no percibe alivio alguno: continúan pasando hambre, sin encontrar los medicamentos más imprescindibles, mientras el sistema sanitario nacional enfrenta un colapso total.

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Cuba 2025: Un pueblo abandonado.

Por Gladys Linares.

En el último lustro ha sido tema recurrente el evidente colapso del castrismo. Y es que para los habitantes de la mayor de las Antillas está muy claro que nada funciona en nuestro país. Lo que a muchos podría parecerles una verdad de Perogrullo -pues en el socialismo, ya se sabe, solo funcionan como es debido la represión y la propaganda- se ha hecho dolorosamente patente en la última década. No obstante, si bien es cierta esa afirmación, la debacle que enfrentamos los cubanos va más allá del colapso de un sistema: el pueblo ha sido abandonado a su suerte.

En efecto, los representantes (o secuestradores) del Estado actual sencillamente han dado la espalda al pueblo. Aunque no oficialmente (oficialmente seguimos encadenados al férreo control estatal, por lo que los menos suspicaces podrían pensar que el Estado continúa asumiendo sus obligaciones -si es que alguna vez lo hizo-), lo cierto es que en la práctica el aparato gubernamental ha delegado sus funciones en los ciudadanos.

Claro que esto no ha ocurrido de la noche a la mañana. Para empezar, al menos desde que comenzó la crisis de los noventa llamada Período Especial, si no desde 1959, el sueldo no alcanza. El sueldo que paga el Estado a sus empleados, o lo que es lo mismo, a prácticamente todos los trabajadores de la Isla. De manera que los cubanos tuvimos que aprender a “incrementarlo” por nuestros medios.

Amén de lo anterior, a partir de cierto momento de nuestra historia se ha hecho cada vez más evidente para cualquiera que viva inmerso en nuestra cotidianeidad que si tenemos alguna necesidad, como individuos o como colectivo, la solución más probable está en nuestras manos. Ante un llamado de auxilio o un pedido de ayuda rara vez aparece algún funcionario, y cuando lo hace, generalmente es para bloquear a los afectados en lugar de aportar soluciones.

Así, por ejemplo, si se trata de una vivienda en mal estado, ya sea casa o edificio, los propietarios están conscientes de que más les vale acometer las reparaciones con sus recursos, pues las autoridades solo aparecerán, si acaso, para recuperar los cuerpos después del derrumbe. Por su parte, las víctimas de algún atraco tienen bien claro que el único escarmiento que recibirá el ladrón, si lo atrapan, será el que le propinen ellos o los vecinos, pues los agentes del orden, si aparecen, en vez de hacer su trabajo van a ponerlo a buen recaudo… de la ira de la multitud.

Otro tanto ocurre en lo que respecta a los servicios públicos. Para disfrutar de un fluido eléctrico continuo, quien ha podido ha recurrido -familiares emigrados mediante- a la instalación de paneles solares. Y para contar con agua corriente en la vivienda, no pocos ciudadanos acuden a la compra de camiones cisterna “por la izquierda”, y otros tantos se conectan por su cuenta (aunque tal proceder no sea legal) a la acometida del acueducto, pues saben que el empleado estatal encargado de hacerlo vendrá… cuando la rana críe pelo.

Y, por si fuera poco, cuando necesitamos atención de salud tenemos que llegar al hospital equipados con material estéril, bisturí, anestesia, jeringuillas, agujas y todo lo necesario, y no pocas veces -y esto lo digo, por supuesto, sin intención de insultar a nadie- hasta con el sueldo de los profesionales.

Para que se tenga una idea de hasta qué niveles los personeros del régimen pasan del pueblo, baste la siguiente anécdota como botón de muestra: desde hace varias semanas los vecinos de una parte de Lawton estamos prácticamente sin servicio de telefonía móvil (conexión y cobertura) debido, según han afirmado funcionarios del ramo, a una falla o avería de la torre transmisora más cercana. En este sentido, una vecina me contó que al quejarse con la operadora de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, SA (ETECSA), la “solución” ofrecida por ésta fue: “Prescinda del móvil” (sic.). Sobra decir que al contar la experiencia, mi vecina echaba fuego por los ojos.

Pero pensándolo bien, no tiene nada de extraño que una representante de esa institución estatal se haga eco de tal razonamiento. Al fin y al cabo, ETECSA no es más que un capítulo del mismo Estado-Gobierno que nos obliga a prescindir de los medicamentos en caso de enfermedad, de los alimentos de calidad y aptos para el consumo humano, del servicio eléctrico, del servicio hidráulico y otros indicadores de salubridad y confort hogareño, de salarios dignos y, en primer lugar, de nuestros derechos ciudadanos.

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jueves, 14 de agosto de 2025

Nadie se amaba tanto a sí mismo, como el ególatra de Fidel Castro.

Por Luis Cino.

En 1959, unas semanas después de su entrada triunfal en La Habana al frente del ejército guerrillero que derrocó al régimen de Fulgencio Batista, Fidel Castro  ordenó retirar de la calle 41, cerca del campamento militar Columbia, en Marianao, la estatua que le había hecho el escultor italiano Enzo Gallo y dictó una ley para evitar el culto a su persona.

Antes de morir, el 25 de noviembre de 2016, dejó dispuesto que no se le hicieran monumentos y que su nombre no fuese utilizado para bautizar cosa alguna.

Probablemente la renuencia del Máximo Líder a que le dedicaran estatuas fue para impedir que un día sus enemigos pudieran derribarlas y profanarlas. 

En Cuba no hay estatuas de Fidel Castro. Ni falta que hace. Su rostro barbudo, generalmente con treinta o cuarenta años menos de los 90 que tenía cuando murió, está presente a cada paso en Cuba: en la primera plana de los periódicos, en la TV, en vallas y carteles en las calles, en fotos colocadas en sitios prominentes en oficinas, escuelas, hospitales o cuarteles de la policía. Desde 1959 ha sido así.

A falta de estatua, Fidel Castro tiene un monolito funerario en el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde yacen sus restos, cerca de los de José Martí, Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales. Tiene guardia de honor permanente y es lugar obligado de peregrinación para los fieles del castrismo. Algunos de los visitantes parecen caer en trance. Y el escultor que hizo el monolito asegura que Fidel se le aparece y conversa con él.        

Si Fidel Castro quería evitar el culto a la personalidad y que lo endiosaran como a Mao Zedong y Kim Il Sung, no hizo mucho por impedirlo. Todo lo contrario.   

Terco, incansable, opinaba de todo, estaba presente en todas partes, lo mismo en los huracanes que en los congresos científicos. Su palabra era ley, sus órdenes  no se discutían, ¡ay de quien se atreviera a contradecirlo!

Sus discursos, que duraban tres, cuatro horas o más, versaban  lo mismo de economía que de política internacional, o de ganadería. Poco antes de su retiro por enfermedad, en el programa televisivo Mesa Redonda  explicó cómo usar las ollas chinas y recomendó poner en remojo los frijoles varias horas antes de cocinarlos.    

Siempre era ensalzado, considerado infalible. Era la personificación del Gobierno, el Estado, el Partido,  de “la Patria, la Revolución y el Socialismo”.  Había que agradecerle todos y cada uno de “los logros de la revolución”. 

Sus funerales, a lo norcoreano, con luto riguroso,  duraron nueve días. Sus restos, en un armón verde olivo, recorrieron todo el país antes de ser depositados en la roca de Santa Ifigenia.

El culto a Fidel Castro se reforzó con su muerte. El recuento-letanía póstumo de sus hechos y discursos fue lo que necesitaba para oxigenarse. 

En sus últimos años no le hacía mucho favor la imagen de un anciano testarudo y frágil que escribía  confusos editoriales para CubaDebate y el periódico Granma que llamaba Reflexiones y firmaba como “Compañero Fidel”,  en los que hacía predicciones apocalípticas y uso y abuso del corta y pega.

La muerte vino a darle a la figura de Fidel Castro el segundo aire que necesitaba. ¡Y qué segundo aire!

Los continuadores de su régimen, aunque suelen contradecir sus políticas, no dejan de invocar a Fidel Castro y citar frases de sus discursos, vengan o no al caso.

El desastre en que han sumido el país los mandamases de la continuidad ha hecho que justo cuando ya menguaban los seguidores de Fidel Castro, se multiplique su número entre las personas, sobre todo ancianas, que olvidadas de los desastres del ayer, de las tantas veces que tuvo que convertir los reveses en victoria o en algo que lo pareciera, repiten que “con Fidel estas cosas no pasaban”. 

Este año, como ocurre cada vez que se acerca el 13 de agosto, día en que nació Fidel Castro en Birán, en 1926, los medios oficialistas llevan días desbordados con el recuento de los hechos y anécdotas del Comandante y las loas a “su legado”. Y ya pueden imaginar cómo será la cantaleta el próximo año 2026 cuando sea su centenario.   

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domingo, 10 de agosto de 2025

El Maleconazo: 31 años después y con más motivos para la rebelión.

Por Luis Cino.

Una de las escenas del Maleconazo.

No supe del Maleconazo hasta el anochecer de aquel 5 de agosto de 1994, cuando mi amigo Coqui llegó a mi casa para saber de mí, para ver si seguía vivo y no me había muerto de la depresión.  Podía ocurrirle a un tipo de 38 años a quien su hasta entonces amantísima esposa de 22 lo había dejado inesperadamente y sin explicaciones hacía una semana. También podía estar preso, lo que tampoco hubiera sido raro, teniendo en cuenta mi declarado rechazo al régimen.

Mi amigo me contó de los miles de personas que unas horas antes tiraban piedras, rompían vidrieras y gritaban ¡libertad! por el Malecón y las calles Galiano e Infanta. No me asombré demasiado, pues hacía semanas que el ambiente estaba muy caldeado con los secuestros y desvíos de embarcaciones, y particularmente luego de que 37 personas, entre ellas 11 niños, murieran al ser hundido el remolcador 13 de marzo para impedir que saliera de las aguas cubanas.   

La noche del 5 de agosto no hubo apagón para que los cubanos pudieran ver en el Noticiero de Televisión cómo Fidel Castro se personaba en el Malecón, un par de horas después de que la Seguridad del Estado y los hombres del Contingente Blas Roca, en función de esbirros parapoliciales, lo tuvieran todo bajo control a fuerza de repartir palos, cabillazos y tiros. No se reportaron muertos, pero heridos hubo bastantes.

Cuando ya no hubo peligro de que tiraran botellas, macetas o ladrillos, porque hasta los balcones y las azoteas de media Centro Habana estaban tomados por los represores, el Comandante se paseó orondo por el Malecón, para que sus aduladores crearan otro de sus mitos: el de que “Fidel  fue aclamado por algunos de los mismos que minutos antes gritaban en contra suya”.

Esa noche, salí a caminar por La Víbora, a tomar un poco de fresco, pero tuve que regresar a casa enseguida. La policía andaba nerviosa, pedía identificación y registraba los paquetes y bolsos de los pocos que andaban por la calle y cargaba con quien les resultara sospechoso.   

Por la Calzada de 10 de Octubre pasaban, en uno y otro sentido, carros patrulleros, camiones y jeeps con militares armados. Y a la mañana siguiente, cuando iba para el trabajo por la avenida Porvenir, rumbo a la Avenida del Puerto, pasaron varios carros artillados y militares con metralletas y uniformes de camuflaje.

Con el paso de los días supe de las varias decenas de heridos y detenidos. Pero la  gente ya no quería hablar más del Maleconazo -como fue bautizado el primer enfrentamiento callejero de envergadura que tuvo que enfrentar el castrismo-  sino irse del país, ya que el Máximo Líder había anunciado su decisión de que las Tropas Guardafronteras no vigilarían más las costas y permitirían que se lanzaran al mar y enrumbaran hacia la Florida todos los que quisieran.   

Se veía en la calle gentes con tablones, tanques de acero, gomas de camiones. Todo lo que sirviera para hacer una balsa y lanzarse al mar. Hablando a gritos. Buscando un carro, un camión que los llevara a la costa. Como si de repente todos se hubieran vuelto locos por largarse y ya no tuvieran que ocultarlo más de chivatos y policías.

Así, Fidel Castro, al igual que en 1980 salió de la crisis de los refugiados en la embajada de Perú abriendo el puerto del Mariel, logró sacar vapor de la olla antes de que reventara y salir de la crisis del Maleconazo con un éxodo de balseros. Posteriormente, para mitigar el hambre y la escasez, reabrió los mercados campesinos.

Treinta y un años después todo está mucho peor en Cuba que en el verano de 1994, cuando el llamado Periodo Especial alcanzó su clímax y ocurrió el Maleconazo. Y -el castrismo siempre es capaz de superarse para mal- también está peor, mucho peor, la situación, en todo sentido, que hace cuatro años, en julio de 2021, cuando los días 11 y12 de julio ocurrieron las masivas protestas en todo el país que hicieron palidecer al Maleconazo.

Desde entonces, están creadas las condiciones para otro estallido. Lo asombroso es que no haya ocurrido ya. Y puede que si ocurre, sea más violento que los anteriores: es mucha la ira y el resentimiento  de los oprimidos y demasiada la prepotencia e intolerancia de los opresores, que lo más probable es que no duden en volver a dar la orden de combate para el choque fratricida.

Los mandamases del continuismo temen que se produzca el estallido, pero es poco y mal lo que hacen por evitarlo. Como no tienen ni remotamente la astucia matrera de Fidel Castro para capear los temporales y saben que hoy sería imposible recurrir a un nuevo éxodo que saque vapor a la olla, apelan a la represión, al aumento de la vigilancia y al endurecimiento de las leyes de un código penal de inspiración nazi, para intimidar y disuadir  al pueblo de rebelarse.

Pero con una economía que hace mucho se fue a pique, con hambre y todo tipo de carencias, con cada vez más horas de apagones, el malestar y las ansias de cambio no paran de crecer. Nadie cree en las promesas y pretextos de los mandamases. Sus consignas gastadas, sus exhortaciones al sacrificio cada vez que adoptan una medida más antipopular que la anterior, sus regaños por lo malagradecidos que somos, sus desfachatadas mentiras, solo consiguen que los detestemos más.

Tienen la fuerza represiva. Pero llegará un momento en que no bastará para contener a un pueblo desesperado.   

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Alfredo Cataneo, el músico visto por su hija.

Por Jorge Luis González Suárez.

El 11 de julio de 2013, murió, a los 96 años, una avalada figura de la música popular cubana: Bárbaro Alfredo Valdés-Cataneo Esquivel, más conocido por su nombre artístico, Alfredo Cataneo, integrante del trío Taicuba.

Tuve la dicha de conocer a Cataneo, pues fue mi vecino durante 50 años, además de gran amigo de mi padre. Su hija Gladys accedió a responder este cuestionario sobre aspectos de la existencia personal y profesional de Cataneo.

―¿Dónde nació Cataneo y cómo fue su infancia?

―Nació el 4 de diciembre de 1916, en Jovellanos, Matanzas, en un barrio que le dicen Bemba, donde tenía bastante arraigo la religión afrocubana. Su familia era pobre. Eran seis hermanos, dos hembras y cuatro varones. De niño fue limpiabotas y repartidor de cantinas a domicilio. De este último trabajo lo botaron porque se comía las papitas fritas de las cantinas. Era tan delgado, que era llamado jocosamente por sus amigos “Alfredito el Tísico”.

―¿Cómo comenzó en la música?

―Desde los 16 años cantaba tangos, que hacían furor en Cuba en aquella época. En Matanzas hizo un dúo con Evelio López Gavilán. Luego que se les sumó Manolito Rebull, llegaron a presentarse en la emisora matancera CMGH.

En 1936 llegó a CMQ Radio de la mano del cantante y locutor Manolo Serrano. Junto a Tony Álvarez interpretaría payadas argentinas, en un programa donde se hallaba además Olga Chorens.

A partir de 1939 integró el trío de tangos Los Armónicos, que actuó en la RHC Cadena Azul de Santa Clara y cantó con la orquesta La Plata dirigida por Lorenzo Pego. En La Habana se presentó también en la misma emisora, y en la Corte Suprema del Arte con la orquesta antes mencionada. Llegaría a ser artista exclusivo de la firma cigarrera Regalías El Cuño. Ya por los años 40, y la fama adquirida, andaba vestido siempre de blanco. En 1941 obtuvo primer premio en un concurso para cantantes de tangos. 

Gladys Cataneo y su padre (Foto tomada de su perfil de Facebook).

―¿Cómo pasó a la música tradicional cubana?

―La música argentina empezaba a declinar y, el 15 de agosto de 1941 (y aclaro estos datos pues la enciclopedia Ecured tiene errores), fundó el cuarteto Taicuba. Eran López Gavilán, guitarra y voz; Cataneo, guitarra acompañante y tercera voz; Baz Tabrane, segunda voz, requinto; y Héctor Leyva, guitarra acompañante y voz prima. Debutaron en el programa Bacardí. Más tarde Gavilán se separó y continuó su camino con un grupo de tango. Quedó entonces el Trío Taicuba, que interpretaba composiciones de autores muy reconocidos de nuestra música tradicional. Tuvo una larga trayectoria por más de 40 años, con muchísimas y exitosas presentaciones en diferentes espacios en radio y televisión en Cuba, entre ellos: Juntos a las 9:00, Recital y Álbum de Cuba. También se presentó en el Concurso Adolfo Guzmán y otros espacios. 

Mientras, en el exterior estuvo en el afamado The Steve Allen Show de la CBS que se transmitía en Estados Unidos de costa a costa, además en Televisión Española, la RAI Italiana, y numerosos escenarios más.

El trío visitó Estados Unidos, Venezuela, Panamá, México, Suecia, España, Finlandia, Italia, Islas Canarias, Palma de Mallorca, Holanda, Inglaterra, Alemania y Mónaco, así como ciudades de Francia y otros lugares del mundo. 

Sus integrantes incursionaron también en el cine, en las películas Romance del palmar, Una gallega en La Habana (con Niní Marshall) y en Rey y reina.  

Cataneo obtuvo más de 32 distinciones y reconocimientos, entre otros: Medalla por la Gloria de la Cultura Cubana, la Raúl Gómez García, La Gitana Tropical, El Micrófono de la Radio, y como algo especial un reconocimiento en el 86 aniversario de su natalicio, por brindar durante más de 25 años de labor ininterrumpida, la formación de valores a través de la música. 

Cuando la salud ya no le permitió continuar presentándose en el Bar Restaurante “El Floridita”, Cataneo decidió no continuar, aunque conste que él nunca se jubiló. El trío se desintegró en el 2005.

―Hábleme de su vida como padre, esposo, amigo…

―Como ser humano y padre, para mí fue el mejor del mundo. Los miércoles iba siempre, con mi madre, a las becas donde estudié sin faltar una sola vez. Si aun estoy viva, fue gracias a él, pues en 1975 enfermé grave y él me llevó de inmediato al Hospital Pediátrico de Centro Habana, en el auto del fallecido Dr. Abelardo Bush, y allí salvaron mi vida.

Era alegre y muy jaranero. Fue el mayor humorista espontáneo que hubo en Cuba. Sus bromas y chistes hacían reír a carcajadas a sus colegas y a los vecinos. Las personas lo rodeaban para escucharlo. Era muy querido en el barrio; tenía siempre una frase amable para todos. Su día de descanso lo ocupaba en llamar a sus amigos y saber de ellos.

Mi papá conoció a mi madre, Gladys Ferrán Morales, en un programa de radio, cuando ella tenía 17 años. Llegó el amor, y se casaron el 30 de noviembre de 1959, en la Manzana de Gómez, al son del hermoso Tango No. 1. Como testigos de su boda tuvieron a los grandes artistas Guillermo Álvarez Guedes, Tony Álvarez y Olga Chorens. 

Sentía gran amor por los animales. Pagó operaciones, esterilizaciones, y brindaba alimentos a los perros y gatos callejeros.

Boda de Alfredo Cataneo y Gladys Ferrán en un periódico de la época (Recorte tomado del muro de Facebook de Gladys Cataneo).

―Dice el refrán que “de tal palo, tal astilla”. ¿Qué le legó su padre? 

―Mi principal influencia en la música viene de mi padre, pero mi abuela Ana Luisa Morales Govín contribuyó, pues era pianista y compositora. En casa estábamos siempre cantando juntos, e insistía que yo hiciera dúo con voz de segunda. Toqué piano de oído desde los cinco años. Estudié ese instrumento, he compuesto canciones y música instrumental desde los 13 años. Con esa edad me escuchó el maestro Eddy Gaytán, y dijo que tenía un buen comienzo. He cantado con el quinteto Palmares de Cuba y pertenecí al coro de la CTC (Central de Trabajadores de Cuba) por tres años.  

Compuse una canción dedicada a mi padre llamada Muchos años más y otra  a mi abuela que titulé Dama color de la noche. En total he compuesto más de 50 canciones y tengo un disco grabado con 10 números musicales. 

Adopté como nombre artístico Gladys Cataneo, aunque me llamo Gladys Caridad Valdés Cataneo Ferrán. Nací el 24 de enero de 1964. Soy licenciada en Cultura Física, pero soy el fruto de mi padre. La música es mi vida, me da alas, y vuelo.

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miércoles, 25 de junio de 2025

La Carta de los Diez: el primer gran desafío de los intelectuales al castrismo.

Por Luis Cino.

Este mes de junio se cumplió el aniversario número 34 de la “Carta de los Diez”, el nombre con que es conocido el documento en reclamo de democracia que 10 destacados intelectuales cubanos dirigieron al régimen castrista en 1991. 

La carta, en que sin tapujos se exigían los cambios inaplazables que necesitaba el país, entre ellos la liberación de los presos de conciencia, fue redactada por la poeta María Elena Cruz Varela, quien unos pocos años antes había fundado el movimiento opositor Criterio Alternativo. 

Fue respaldada por las firmas de otros nueve poetas, periodistas y escritores: Raúl Rivero, Manuel Díaz Martínez, Nancy Estrada, José Lorenzo Fuentes, Bernardo Marquéz Ravelo, Manuel Granados, Fernando Velázquez Medina, Roberto Luque Escalona y Víctor Manuel Serpa. 

En aquellos momentos, cuando pocos se atrevían a chistar, la carta fue un acto heroico, casi suicida. Sus firmantes la consideraron su declaración de independencia.       

El periódico Granma, órgano oficial del partido único, ripostó con un editorial -presumiblemente escrito por Carlos Aldana, el por entonces jefe del Departamento Ideológico del Comité Central- en el que le endilgaban a María Elena Cruz Varela y a los demás firmantes de la carta la infaltable acusación de “agentes de la CIA”. 

En aquel infame editorial, llegaron al absurdo de calificar a María Elena Cruz Varela, que había recibido hacía menos de dos años el Premio “Julián del Casal” por el libro “Hija de Eva”, y que estaba considerada entre las mejores autoras de su generación, como “una desconocida, semianalfabeta, de dudosa conducta moral y enferma de neurosis histérica”.

En una rabiosa campaña contra los firmantes de la carta también denigraron y trataron de restar méritos a autores que hasta entonces habían gozado de reconocimiento: fueron los casos de José Lorenzo Fuentes, que con su libro “Después de la gaviota” obtuvo mención de honor en el Concurso Casa de las Américas de 1968; de Manuel Díaz Martínez, que en 1967, con su poemario “Vivir es eso”, obtuvo el Premio Julián del Casal, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba; de Manuel Granados, cuya novela “Adire y el tiempo roto” fue premiada en 1967 por Casa de las Américas; y de Raúl Rivero, que, antes de destacarse como periodista, había obtenido por su poesía los premios David y Julián del Casal, en 1969 y 1972, respectivamente.      

Los firmantes de la declaración fueron sometidos a todo tipo de represalias y acosos. Pero lo peor recayó sobre María Elena Cruz Varela. 

La habitual vigilancia de la policía política y sus chivatos sobre el edificio donde residía la escritora en Alamar fue redoblada. Finalmente, los esbirros recibieron la orden de allanar su apartamento y detenerla: la bajaron a rastras por la escalera del edificio. Y, como si fuera poco, una porrista, a la que luego mostraron en el Noticiero Nacional de Televisión presumiendo de “su proeza”, le hizo tragar alguno de los papeles hallados en el registro. 

En juicio sumarísimo, María Elena Cruz Varela fue condenada a dos años de prisión. Después que salió de la cárcel, en 1994, se fue al exilio, desde donde no ha cesado en su lucha contra la dictadura. 

También fueron forzados al exilio los demás firmantes de la carta. Solo se negó a irse del país Raúl Rivero que, en 1995, creó la agencia de prensa independiente Cuba Press. Pero tras ser encarcelado durante la ola represiva de marzo de 2003, también se vio obligado a exiliarse.

Ninguno de los firmantes de la carta renunció jamás a continuar en la lucha por la libertad y la democracia. 

La Carta de los Diez significó el primero y mayor de los retos por parte de intelectuales que ha tenido que enfrentar la dictadura castrista. El régimen no enfrentaría un desafío de esta índole hasta 30 años después, el 27 de noviembre de 2021, con la protesta de varias decenas de artistas ante el Ministerio de Cultura.

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lunes, 23 de junio de 2025

Cada dólar cuenta en la dictadura cubana.

Por Iván García.

En algún momento de la primavera de 2024, directivos de las empresas más importantes del país, fueron citados a una reunión con funcionarios de la dictadura más longeva del hemisferio occidental. Recuerda un especialista de Etecsa que la agenda del día era concreta: recaudar dólares a cómo diera lugar.

“Ya los dirigentes hablaban de economía de guerra y se había implementado un alza del 25% a los altos consumidores de electricidad y la venta de combustible en divisas. En diciembre de 2023 en la Asamblea del Poder Popular, el Primer Ministro Manuel Marrero hablaba de encontrar nuevas estrategias para captar divisas. A cada empresa se le pidió estudiar mecanismos para vender parcialmente sus producciones o servicios en divisas. El argumento era el de siempre: con esos dólares obtenidos se podía invertir en comprar equipamiento e intentar encadenar otros sectores muy deprimidos. En teoría muy bonito, pero en la práctica no funciona, porque cuando una institución comienza a ingresar divisas, el Estado mete la mano en la caja y se lleva todo el dinero”, señala el especialista de Etecsa.

Manuel, directivo de una empresa de productos lácteos, al sur de La Habana, hoy residente en Uruguay, cuenta a Diario Las Américas, “que Marrero pidió con urgencia buscar fórmulas para captar dólares. Dijo que era crucial: en los últimos cuatro años, el gobierno había dejado de engrosar más de dos mil millones de dólares pues debido a la crisis económica, caída en la producción y desabastecimiento generalizado, esas divisas fueron a parar al sector privado. Teníamos luz verde. En el combinado lácteo se trabajaba solo diez o doce días al mes por falta de materia prima, lo que afectaba de forma notoria los salarios. La solución fue rentar los frigoríficos a emprendedores privados que elaboraban o importaban productos lácteos y con financiamiento privado producirlos en conjunto”.

Cuenta el especialista de Etecsa, que “a pesar de la abrupta caída en los ingresos en divisas de la empresa de telecomunicaciones, que es un monopolio en el país, si esos dólares se reinvirtieran en el desarrollo de la compañía quizás hoy hubiera 5G y tuviéramos un nivel comparable a cualquier empresa de telecomunicaciones en América Latina. Hubo momentos que por cada línea de teléfono móvil la ganancia fluctuaba entre 130 y 150 dólares. Ninguna empresa de telecomunicaciones en el mundo gana esa cantidad de dinero. Multiplica esas cifras por 6 millones o 7 millones de celulares contratados en ese momento por Etecsa y notarás que las ganancias eran superiores a los 1,500 millones de dólares anuales. A eso súmale que se cobra en divisas los servicios a embajadas, hoteles y empresas extranjeras. Etecsa es una mina de oro incluso en la crisis actual. Ahora genera entre 350 y 400 millones, suficiente para garantizar con calidad los servicios. Pero sucede, repito, que esos dólares van a parar al gobierno”.

Antes de ir a la reunión, asegura el especialista de Etecsa, “ya la empresa había realizado un estudio de factibilidad y descubierto nuevos nichos de mercado. Sugerimos aumentar la velocidad de conexión, implementar 5G y otras tecnologías para justificar el pago de esos servicios en divisas. El gobierno insistía que no tenía recursos para invertir. Fue entonces que se decidió, un año después, aplicar el tarifazo”.

La desesperada caza por recaudar dólares del régimen se puede explicar, según Gustavo, economista, “porque para el gobierno es un asunto de vida o muerte. Cada vez hay menos divisas para mantener al gigantesco aparato burocrático, militar y represivo. Hay más de un millón de personas en la órbita del Estado que como sangüijuelas vive de los recursos que supuestamente debieran ser del pueblo. Esa casta necesita gasolina para mover sus autos, alimentos y dietas para sus viajes al extranjeros. El Estado inancia la construcción de casas a los militares. También tienen teléfonos pagados por el gobierno, hospitales exclusivos y villas de recreo. Es un asunto de subsistencia. Si no pueden mantener a sus partidarios, el sistema se viene abajo. Por eso esta guerra, denominada económica, es tan importante para el régimen. Si tienen que confiscar los dólares casa por casa o decretar leyes que prohíban el uso de divisas, lo harán, para obligar a que la gente cambien las divisas en el banco”.

Un ex funcionario del Banco Central de Cuba afirma que “es posible que un cambio de moneda o sustituyan el dólar por algo parecido al CUC (peso convertible). Cuatro años después de aplicada la Tarea Ordenamiento se ha demostrado que ha sido la causa principal de que la economía se encuentre en crisis terminal. Quisieron subsanar el disparate de tres tipos de cambio en una economía distorsionada y han provocado un tsunami financiero que no tiene solución. O sí, cambiando el modelo económico. Intentar arreglar el embrollo generado tras muchos años de errores en materia financiera ha traído como consecuencia el desplome generalizado de la economía y sus producciones”, subraya el ex funcionario bancario.

Lo más práctico, sugieren diversos expertos, sería reunir al monocorde parlamento nacional y hablarle con franqueza: No hemos sido capaces de revertir la crisis económica ni la inflación, tampoco frenar la caída productiva”, debiera decir Miguel Díaz-Canel en una emisión televisiva nacional. Y luego convocar a elecciones generales. Sería una retirada digna. Pero las dictaduras marxistas no actúan de acuerdo a la lógica. Huyen hacia adelante.

El pasado mes de abril, en su desespero por escapar de la asfixia económica, las autoridades de la Isla decretaron un corralito financiero a inversionistas extranjeros. Notificaron a varias empresas foráneas que sus cuentas en divisas no pueden ser transferidas fuera del país. Esa orden generó gran malestar entre las compañías afectadas, que en algunos casos se quejaron a sus respectivos gobiernos, publicaba la agencia española EFE.

La dictadura militar hará lo que haga falta para conseguir dólares. Hace un año detuvo de forma inesperada al empresario cubanoamericano Frank Cuspinera, dueño del Diplomarket, conocido como el Costco cubano, ubicado en la carretera de Berroa, al sur de La Habana, un negocio en componenda con pesos pesados del régimen. Según fuentes conocedoras del caso, “cuando el gobierno vio las ganancias obtenida por Frank, decidió aplicar el uso de la fuerza: inventarle una supuesta causa legal, decomisarle hasta el último centavo y meterlo preso entre los peores delincuentes del país. Lo mismo que hicieron con Robert Vesco, el estadounidense que murió de cáncer dos años después de salir de prisión o con el chileno Max Marambio, que por suerte escapó de Cuba”.

CDespués de seis días en huelga de hambre en la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este, Cuspinera reclama, en una carta que se hizo pública, ayuda de la comunidad internacional y denuncia las arbitrariedades cometidas contra él por parte de la Seguridad del Estado.

En un nuevo paso para recaudar dólares, la inmobiliaria Cubija de la empresa Palco, controlada por el Consejo de Estado, les exige a los inquilinos extranjeros radicados en la Isla que a partir del primero de julio “el precio mensual de inmueble arrendado será pagado en USD”.

Un empleado cubano que trabaja en una embajada occidental cuenta a DLA que esa noticia “ha generado una ola de preocupaciones entre los extranjeros que trabajan conmigo. Ellos están hospedados en una inmobiliaria que pertenece a Palco. Pagaban una cuota mensual, en dólares convertidos a un peso por 24, por ejemplo, de 80 mil pesos. Ahora con la nueva medida deben pagar más de 3 mil dólares. Sus salarios son de 4 mil dólares. Si no resuelven alquilarse en casas particulares, algunos ya están pensando irse de Cuba. Un diplomático le dijo a un amigo mío que ya no puede con tantas leyes absurdas. Te obligan a hacer contratos que no cumplen o de pronto cambian”.

Y la peor noticia: “Se rumora que los cubanos que trabajan en embajadas y firmas extranjeras y les pagan en euros o dólares, también van a tener que pagarle una cantidad a Palco, que en algunos casos sería la mitad de lo que recibes. El gobierno está como loco buscando divisas. Como nadie quiere seguir dándoles dólares a Etecsa, se los quiere quitar al personal cubano y a los extranjeros de cualquier forma”, revela el empleado.

La caza del dólar por parte del régimen raya en el surrealismo. Erly Casanova, un beisbolista de Pinar del Río e hijo de uno de los más grande peloteros cubanos: Luis Giraldo Casanova, a punto de cumplir 40 años decidió gestionar un contrato en una liga italiana. El pago no es mucho, poco más de mil euros mensuales. Jugaba un tiempo en Europa y luego regresaba a vestir la franela de su equipo en la Serie Nacional. Como tantos otros descartes.

Sucede que la estatal federación de béisbol cubana, en otra de sus típicas injusticias, sancionó a Casanova apartándolo un año de competir en torneos nacionales. Las causas: su contrato no lo gestionó la federación y no pagaba el diezmo del 20 por ciento decretado por el régimen a los deportistas contratados en clubes foráneos. El gravamen sería 20 o 30 dólares al mes. ¿Es justo sancionar a un pelotero a punto de retirarse por esa cantidad?, se preguntan los cubanos en redes sociales. Al parecer, para la dictadura castrista, cada dólar cuenta.

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viernes, 20 de junio de 2025

Palabras a los intelectuales y la cultura del rebaño.

Por Luis Cino.

Fidel Castro en la portada de la revista 'Life'.

Este mes de junio se cumplen 64 años del inicio de las reuniones que sostuvo Fidel Castro con un grupo de intelectuales y artistas en la Biblioteca Nacional.

En la clausura de la última de aquellas reuniones, el 30 de junio, Fidel Castro, con su Browning de 9 milímetros sobre la mesa, flanqueado por el presidente a dedo Osvaldo Dorticós y el zar del ICAIC, Alfredo Guevara, pronunció el discurso conocido como Palabras a los Intelectuales.

Parafraseando una frase del discurso de Benito Mussolini en La Scala de Milán, el 28 de octubre de 1925 -donde solo sustituyó Estado por Revolución-, Fidel Castro sentenció: “Dentro de la Revolución todo, contra la Revolución, nada”.

Hay quienes sostienen que lo que realmente dijo fue “contra la Revolución, ningún derecho”. ¡Como si eso hiciera alguna diferencia para que quien se apartara un ápice de la línea oficial no fuera considerado un enemigo y tratado como tal!

El dictador, que no lograba disimular su disgusto por dedicar tanto tiempo a algo que consideraba no lo merecía, se propuso con aquel discurso delimitar las reglas del juego para meter en cintura a los intelectuales y acabar con sus “impertinencias y majaderías”, porque eso eran para el Comandante las preocupaciones acerca de la libertad de expresión y de creación artística.

Luego de seis décadas de cultura domeñada, censuras y prohibiciones, los testaferros intelectuales del castrismo se han dado a la tarea de reinterpretar las Palabras a los Intelectuales para mostrar que la ordenanza del Máximo Líder dejaba bastante campo a la creación artística, siempre que fuera “dentro de la Revolución”.

Ese ambiguo “dentro de la Revolución” dejó suficiente espacio para que los paranoicos comisarios de las lupas, las tijeras y el creyón de censores determinaran qué quedaba afuera y echaran en el saco sin fondo de los desafectos a todo aquel que les pareciera tibio, aburguesado, revisionista, desviado, extranjerizante, blandengue, afeminado, o lo que se les antojara.

Podían luego, cuando les conviniera, cooptar y rehabilitar a los pecadores que demostraran su disposición a la mansedumbre y el sometimiento. Hasta les daba la posibilidad de justificarse con el argumento de que habían errado por no haber sido capaces de interpretar correctamente el pensamiento del Comandante en Jefe.

Según ha dicho Miguel Barnet -que con 21 años fue el más joven de los participantes en las reuniones de la Biblioteca Nacional en junio de 1961-, gracias a las Palabras a los Intelectuales, la cultura cubana fue “inclusiva y democrática” y se libró del realismo socialista y el dogmatismo que se padeció en los otros países comunistas.

Es como si se hubiese olvidado del cierre de Ediciones El Puente y de la revista Pensamiento Crítico, del caso Padilla, de la condena al ostracismo de los hoy reverenciados Lezama Lima y Virgilio Piñera; de la época cuando un sicario que firmaba como Leopoldo Ávila desde la revista Verde Olivo azuzaba la jauría contra los intelectuales; el teniente Quesada quemaba los títeres del Guiñol; las FAR y el MININT decidían los premios literarios; los poetas se veían forzados a escribir novelitas policiacas, los dramaturgos a montar obras con moraleja proletaria, y las películas del ICAIC parecían producidas por Mosfilm.

En los últimos años, cuando hablan del Quinquenio Gris, lo califican como “un periodo infeliz”, se congratulan de que se haya salido del bache gracias a Armando Hart y la creación del Ministerio de Cultura, y dan por zanjado el asunto con la concesión del Premio Nacional de Literatura, como muestra de su rehabilitación, a varios de los represaliados de entonces: Antón Arrufat, Pablo Armando Fernández, César López, Lina de Feria y Delfín Prats.

Achacan los “errores cometidos” a ciertos extremistas y a “la incapacidad de algunos funcionarios que malinterpretaron las orientaciones de Fidel”.

Tienen razón los sicarios del pensamiento oficial cuando afirman que Palabras a los Intelectuales y las políticas culturales resultantes sentaron los cimientos de la cultura cubana actual. Esas aberradas políticas, que han remachado los mandamases de la continuidad con el Decreto 349 y otras ordenanzas de carácter neoestalinista, han generado una cultura de rebaño y un mediocre medio intelectual, donde más allá de ciertas inocuas poses contestatarias, imperan -como en el resto de la sociedad cubana- el miedo, la hipocresía, la simulación y el doble discurso.

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miércoles, 28 de mayo de 2025

Juicio en Londres, hechos en Cuba.

Por Alberto C. Toppin.

Una de las fachadas de las Royal Courts of Justice, Londres.

A finales de marzo de 2025, la Corte Suprema de Justicia de Reino Unido denegó la solicitud del Banco Nacional de Cuba (BNC) para apelar a la decisión tomada anteriormente en la Corte de Apelaciones respecto a las deudas adquiridas por CRF I Limited, un fondo de inversión que desde Cuba catalogan como «buitre». La denegación, a pesar de que no es el último escalón en el proceso legal, sustenta una vez más la decisión de que el Banco tiene cuentas por pagar al fondo.

Aunque las deudas se originaron en los años ochenta del pasado siglo, no fue hasta 2020 cuando se interpuso una demanda por impago. Por supuesto, desde Cuba no se reconoce a CRF I Limited como un acreedor legítimo, y por ello busca no pagar lo adeudado.

Si bien el proceso legal se ha extendido por años, aún existen vacíos sobre los acuerdos de las deudas, el traspaso de las mismas, y los procesos penales desarrollados en Cuba.

¿Por qué se hizo la demanda?

La demanda fue hecha por CRF I Limited, una compañía registrada en Islas Caimán en 2009 para comprar deudas cubanas, según la primera sentencia del juicio. Se interpuso en febrero de 2020 en la Corte Comercial (Mercantil) de Reino Unido, e inicialmente acusaba al Banco Nacional de Cuba y la República de Cuba. Una copia de la demanda fue enviada a la embajada cubana en Londres. Se exigía el pago de 72 millones de euros.

Inicialmente, las deudas fueron contraídas en 1984 por el Banco Nacional de Cuba con el Credit Lyonnais Bank Nederland (CLBN) y con el Istituto Banco Italiano (IBI); luego fueron vendidas a otras instituciones.

Un mes antes de que se interpusiera la demanda, René Lazo Fernández, entonces presidente del BNC, había reconocido la transferencia de la deuda del Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) a CFR I en comunicación oficial con Gibson Dunn, representante legal de CFR I. También expresó que en los registros llevados desde los años ochenta no aparecía pago alguno de la deuda o de los intereses, ni parcial ni total.

  • «We refer to your letter … regarding the assignment of receivables executed by ICBC Standard Bank Plc in favour of CRF I Limited concluded on 25 November 2019.
  • In relation to this matter as you must be aware these assignments correspond to debts that [BNC] has had on its records since the 1980s with no (partial or total) payments of principal or interest related to them having been made».[1]

En la comunicación, Gibson Dunn mencionó los intentos anteriores de renegociación de las deudas cubanas por parte de CFR I y la falta de respuesta del BNC. Lazo Fernández respondió que era imposible un acercamiento bilateral: se había establecido por acuerdo que todos los acreedores del Club de Londres -al que pertenecía CFR I- debían tratarse en igualdad de condiciones.

Lazo Fernández fue presidente por alrededor de diez años del BNC antes de ser sustituido. Con anterioridad había tratado deudas contraídas por Cuba con acreedores internacionales. Por ejemplo, firmó en 2015, «en nombre y representación del Gobierno de la República de Cuba», el Programa de Conversión de Deuda de Cuba con España. El mismo condonó al país 40 millones de euros, permitiéndole pagar tal cantidad en pesos cubanos según la tasa del Banco Central de Cuba.

En marzo de 2021, la demanda inicial de CFR I Limited fue enmendada. Se incluyó al ministro cubano de Justicia, Oscar Manuel Silvera Martínez, como representante de la República de Cuba, y se indicó la dirección del Ministerio de Justicia en donde se recibiría copia de los documentos de la demanda. También se requirió una declaración de Cuba a propósito del traspaso válido de las deudas y su respectiva garantía, y que los demandados reconocieran haber retenido el consentimiento del traspaso sin razón.

¿Qué decían los contratos iniciales de las deudas?

Según la primera sentencia, el 24 enero de 1984 se estableció un acuerdo entre el BNC y el Credit Lyonnais Bank Nederland que buscaba «mantener y extender el plazo de los depósitos anteriormente realizados con el BNC».

Seis días después, el 30 de enero de 1984, se ejecutó un acuerdo entre el Istituto Banco Italiano y el BNC en prácticamente los mismos términos que el acuerdo anterior.

El mismo 30 de enero, Cuba estableció una garantía con el préstamo del IBI, en la cual afirmaba que, si el BNC fallaba en abonar cualquier cantidad pagable en los términos del préstamo, el Estado cubano pagaría la misma cantidad como si fuera deudor principal.

  • "On 30 January 1984, Cuba executed a guarantee dated 30 January 1984 (the «IBI Guarantee»). By the IBI Guarantee, in consideration of the IBI Agreement, Cuba agreed to guarantee that, if BNC failed to make payment of any sum payable under the IBI Agreement, Cuba would pay the same as if it were the sole principal."

En ambos acuerdos, la deuda podría ser transferida a compañías que compraran al IBI o al CLBN, a subsidiarias de estas o de los respectivos bancos, sin consentimiento del BNC. En caso de que se transfiriera a una entidad o persona distinta, debería haber un consentimiento previo del BNC, pero ese consentimiento no podría negarse ni retenerse sin razón. De hecho, en 2007, Intesa Sanpaolo S.p.a poseía la deuda y garantía asociadas al IBI tras fusiones de bancos italianos a lo largo de varios años.

Los acuerdos y la garantía fueron establecidos bajo la legislación de Reino Unido, y tenían un apartado especial en el cual el BNC y Cuba se sometían a la legislación británica y renunciaban a cualquier inmunidad soberana. Por ello, los procesos legales han tenido lugar en ese país europeo.

  • "Additionally, both the Agreements and the IBI Guarantee were expressed to be governed by and to be construed in accordance with English law. The Agreements and the IBI Guarantee contained provisions by which both BNC and Cuba submitted to the jurisdiction of the English Court, accepted service in England and agreed to waive any sovereign immunity."

¿Qué decidieron los jueces en la Corte Comercial?

A decir de la sentencia de abril de 2023, el BNC no tenía capacidad de dar el consentimiento a nombre de Cuba en la cesión de la garantía del Estado. Uno de los puntos que sustentó tal decisión fue la cláusula número 4 del acuerdo sobre la propia garantía. En ella, se establecía al vicepresidente del entonces Comité Estatal de Finanzas (1984) como persona designada para los propósitos de toda comunicación y documentación relacionadas con la garantía. También se explicitaba que la cesión de la garantía debía comunicarse al Comité Estatal de Finanzas. Dicho comité se fusionó en 1994 con el Comité Estatal de Precios para crear el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP).

  • "[…] clause 4 of the IBI Guarantee provided for the Vice-President of the SFC (and not the BNC) to be the person designated for the purposes of all communications and documents to be made or delivered under the Guarantee. Thus, any request for consent to an assignment of the IBI Guarantee had to be sent to the SFC (not BNC). Also consistent is the (later) MFP Manual, which provides for the MFP (not BNC) to decide whether to consent to an assignment of a State guarantee."

El manual del MFP depositó en ese ministerio la potestad de dar el consentimiento de transferencia de cualquier garantía del Estado cubano. Ninguno de los trabajadores del BNC declaró haber comunicado la cesión al ministerio, y el viceministro primero de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, sostuvo en 2020 que nunca se recibió petición alguna para dar consentimiento de cesión a favor de CRF I.

No obstante, se concluyó que el Banco Nacional de Cuba sí tenía autoridad para dar el consentimiento en la cesión de las deudas que había contraído anteriormente como institución. La decisión se respaldó en la falta de evidencia de que el BNC pidiera aprobación del MFP o consentimiento del Consejo de Ministros en las cesiones anteriores de las deudas, ejecutadas desde 2005 hasta 2014.

También se tomó como prueba la correspondencia del BNC a los acreedores, donde se afirmaba que solo era necesario el consentimiento del Banco en el traspaso de las deudas.

Además, en los juicios celebrados en Cuba contra trabajadores del Banco Nacional por permitir la cesión de las deudas, dos de los acusados —María Teresa Compte Zubeldía, secretaria, y Fernández Ponce, de nombre y cargos no hechos públicos— confirmaron que nunca se habían encontrado en situación alguna en la que debían comunicarse con el MFP para firmar un consentimiento de traspaso de deudas.

  • "In the Cuban criminal proceedings Ms Zubeldia and Ms Fernandez Ponce gave evidence that they had never encountered a situation where there had been communication with MFP in relation to consent to an assignment."

Aunque el reglamento interno del BNC pedía dos firmas de trabajadores con responsabilidades y jerarquías para ciertas ejecuciones, se determinó que en el caso de la cesión de las deudas no era necesaria tal cantidad. La razón fue que los artículos 12 y 15 del Reglamento las exigían para asentar una operación bancaria que creara una nueva obligación del Banco, y para abrir y cerrar cuentas del banco en otras instituciones financieras. El consentimiento que ofrecieron los trabajadores del Banco no se consideró ninguna de estas, sino el traspaso de una obligación adquirida previamente —en este caso, en 1984. Esto no estaba claramente establecido en el reglamento.

La decisión de la Corte Comercial fue respaldada en la Corte de Apelaciones.

¿Cómo se fueron moviendo las deudas?

CFR I no adquirió las deudas directamente del acreedor original, sino que existieron varias transferencias, todas con el consentimiento del BNC. Las pruebas y testigos presentados hacen creer que el gobierno cubano no estaba al tanto de las transferencias de las deudas. Presuntamente.

Raúl Eugenio Olivera Lozano era director de Operaciones del BNC y Londa Caridad Martí Griyán fungía como jefa del Departamento de Deuda Externa del BNC. Tanto ellos como María Teresa Compte Zubeldía, secretaria, y René Lazo Fernández, entonces presidente del BNC, fueron encontrados culpables en Cuba por delitos económicos. También lo fue Fernández Ponce, de nombre y cargos no publicados.

¿Cómo las deudas llegaron finalmente a CFR I?

Aunque hubo varios intentos de CFR I para adquirir las deudas cubanas, el primer acercamiento directo de la compañía con el Banco Nacional de Cuba fue en 2014. En mayo de ese año, Donald Stevenson, entonces trabajador del ICBC, escribió a Raúl Eugenio Olivera Lozano y a Londa Caridad Martí Griyán para presentarles a Jeetkumar Gordhandas, representante de CFR I Limited. Anunció que el ICBC buscaba ceder un número de las deudas cubanas a CFR, y pedía los requerimientos del BNC para que la cesión tuviera efecto.

El BNC accedió -exigiendo documentos, porque el CFR no estaba en los registros del Banco-, pero la cesión no ocurrió. CFR negó ofrecer una indemnización al BNC en caso de incumplimiento de los acuerdos de la cesión.

Las deudas pasaron finalmente a manos de CFR I Limited en 2019. Un año después, una nueva presidenta del BNC reconoció que no había registros en el banco del consentimiento de la cesión de las deudas, a pesar de que el presidente anterior había confirmado a los acreedores que el Banco reconocía la transferencia.

  • On 28 August 2020, the President of BNC wrote to Francesco Estrada Portales, Head of OEDSCE Dept [sic]:[2]

«Dear colleague,

»I hereby certify that, in the records and files of Banco Nacional de Cuba, there is no evidence that CRF I Limited has acquired Cuban foreign debt, in addition to the two items that are the subject of the lawsuit before the Court of Justice in London […]».

¿Qué implicaciones podría tener el proceso legal en Londres?

Si bien el proceso legal aún no ha terminado y el monto exigido no representa una cantidad elevada de las deudas de Cuba, tanto las pruebas presentadas como las decisiones tomadas hasta el momento por los jueces pueden tener una repercusión internacional para Cuba, sobre todo en el ámbito financiero.

En uno de los correos de René Lazo Fernández, entonces presidente del BNC, este reconoció que en más de 30 años Cuba no había pagado nada de las deudas adquiridas con bancos europeos; ni siquiera los intereses por el tiempo transcurrido. Las deudas habían nacido incluso antes del desplome económico cubano de los años noventa. Esto reforzaría la idea compartida acerca de la poca credibilidad del país caribeño a la hora de solicitar préstamos a bancos internacionales, y por tanto empeoraría el ambiente inversionista en torno a la isla.

Hasta el momento, el sistema judicial británico reconoce la deuda del Banco Nacional de Cuba con CFR I, lo que abre una puerta para que otras demandas se interpongan contra entidades de la isla caribeña, incluso contra el gobierno, en cortes no cubanas. Evidentemente, para ello, debería haberse establecido previamente que los procesos legales serán establecidos en otra nación, tal como sucedió con los acuerdos de deudas firmados en 1984.

La explicación de las decisiones tomadas por los jueces británicos en las sentencias también muestra vacíos en la legislación cubana. Un ejemplo de ello está en el Reglamento del Banco Nacional de Cuba, que no incluyó claramente el consentimiento de cesión de la deuda como una operación bancaria, y por ello el requerimiento de las dos firmas en el documento fue ignorado. A esto se suma el pago que los demandados han debido realizar por el juicio, empezando por los honorarios de los abogados defensores.

Lo ocurrido en Londres también pone en tela entredicho el sistema judicial cubano. La nueva presidenta del BNC declaró en el proceso legal contra funcionarios del Banco que el representante legal de CFR I Limited, Jeetkumar Gordhandas, estuvo en la institución sin que Raúl Eugenio Olivera Lozano ni Londa Caridad Martí Griyán lo anunciaran. Sin embargo, la defensa de Cuba en Londres retiró la acusación de soborno contra Olivera Lozano, director de Operaciones del BNC, sancionado en Cuba; no pidió a la corte que indagara acerca del pago establecido, no interrogó a los testigos sobre el soborno ni tampoco presentó pruebas de que Olivera Lozano se reuniera con Jeetkumar Gordhandas. Además, en los correos electrónicos entre ambos, presentados en el proceso como prueba, no se acordó ningún encuentro. En cambio, sí aparece que Jeetkumar Gordhandas le pidió a Ernesto Caballero Álvarez, del Bufete Internacional, reunirse con él para entregarle los documentos necesarios en el consentimiento de las transferencias de las deudas, y también que Gordhandas le solicitó un encuentro a Yanelis Rodríguez, del Departamento de Comercio Internacional de la embajada británica en Cuba.

  • "On the same date, Mr Gordhandas wrote to Mr Caballero to say that he was currently in Mexico and planning to take a quick break in Havana the coming weekend, and could he drop off the documents to them in person and asked whether they would be available to meet 28 on October 2019. Mr Caballero confirmed that this could take place."

Por el momento, se espera que la defensa del Banco Nacional de Cuba traslade el caso hacia otra corte, como último recurso para que la deuda ahora con el CFR I Limited no sea reconocida.

[1] Todas las citas in extenso corresponden a la primera sentencia: «CRF I Limited v Banco Nacional De Cuba & Anor. [2023] EWHC 774 (Comm)».

[2] La persona mencionada puede tratarse -según ha sido identificado aquí- del teniente coronel Francisco Estrada Portales, del Órgano Especializado de Investigación Criminal de Delitos contra la Seguridad del Estado (OEICDCSE) en Cuba.

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martes, 27 de mayo de 2025

Se descarrila el turismo en Cuba.

Por Iván García.

La primavera está en su esplendor. Desde el ventanal de puntal alto en casa de Ángel David, 46 años, licenciado en turismo, se puede tocar con la mano las ramas de un flamboyán que arroja flores rojas y naranjas conformando un tapiz multicolor en la acera. Las lluvias de mayo han madurado los mangos y el olor a cilantro se esparce por el patio. Trinan los pájaros y un gato duerme la siesta mientras riega el césped con una manguera.

El apagón de seis horas rompe el encanto de la naturaleza y el calor de plomo provoca que uno sude a chorro. Ángel David conecta un ventilador recargable, bebe agua de un pomo plástico y se desparrama en una butaca como si hubiera conquistado el Everest. En la pared de sala cuelga su diploma universitario y una maestría en administración de empresa.

Durante catorce años, Ángel David trabajó como especialista de marketing en el ministerio de turismo. “Me botaron porque no le caía bien a los jefes. Decía cosas que no les gustaba escuchar. Refutaba sus previsiones optimistas basadas más en los deseos que en la realidad. Siempre hice hincapié en desarrollar algo más que turismo de playa, salud o naturaleza. Sabía que era imposible competir con otros destinos del Caribe, como Punta Cana o Cancún, si no se cambiaban los discursos triunfalistas y la matriz económica”.

“Cuando la etapa de Obama, los gobernantes cubanos estaban convencidos que ocho o diez millones de estadounidense harían turismo en Cuba anualmente. Eran cálculos infundados, pero apostar por el turismo no fue un error del régimen. El fallo fue invertir solo en in sector y prácticamente abandonar el resto de los sectores. El gran problema que tienen las instituciones del Estado es que basan sus estrategias económicas y políticas en escenarios hipotéticos, no reales”.

“Todo el programa de desarrollo nacional está montado en el supuesto contexto de que Cuba y Estados Unidos normalicen relaciones. A raíz de las tímidas aperturas de Raúl Castro, como la venta y compra de casas y autos, acceder a la telefonía móvil, que los ciudadanos pudieran alquilar habitaciones en hoteles y viajar al extranjero, normativas retrógradas, el gobierno se creyó que esas medidas eran el sumun plus ultra de la modernidad y que los empresarios yanquis vendrían corriendo a invertir en la Isla y la Casa Blanca derogaría el embargo, los sacarían de la lista de países que apoyan al terrorismo y el Congreso de Estados Unidos aprobaría incluir a la Isla en el grupo de naciones con trato favorecido”.

“Entonces, en cualquiera de las reuniones que tu participabas te dabas cuenta que esta gente -la dictadura)- no tiene los pies puestos en la tierra. Nunca han entendido que una negociación es quid pro quo (something for something). Es tan exagerado su ego que ellos consideran que no tienen que cambiar ni ofrecer nada. El tema de los derechos humanos, el respeto a las diferencias políticas y la libertad de expresión les da sarpullido. Creen que Cuba está al mismo nivel de China o Arabia Saudita que son dictadura y mantienen relaciones con Estados Unidos sin demasiados cuestionamientos”.

“Ese ha sido su error. Considerar que Estados Unidos es el que tiene que perdonar y conceder, no ellos. Fidel Castro fue el primero que metió la pata. Apostó fuerte por el turismo, planificó que sería la locomotora económica del país, y dejó de lado sectores tradicionales del país como la producción azucarera, la exportación de cítricos, frutas, mariscos y tabaco. En su disparatada concepción, Cuba tenía el capital humano y científico para cambiar su matriz económica e invertir en exportar mayor cantidad de níquel y otros minerales, productos biotecnológicos, software y servicios».

«Para la crápula gobernante, la agricultura, la ganadería y la pesca eran cosas del pasado. Y como el partido comunista es tan intransigente y solo se escucha a sí mismo, al tener una economía planificada que utilizan como un mantra religioso, estábamos abocados al fracaso. A partir de la construcción del puerto del Mariel -que en algún momento creyeron que iba ser muy importante-, la extracción de petróleo en el Golfo, desconociendo que la única nación con tecnología para hacerlo es Estados Unidos, la dolarización y planificar el turismo en base al futuro arribo de millones de turistas americanos, me di cuenta que la sensatez es una mala palabra para personas que siempre han dado órdenes».

“Es lo ha pasado con el turismo y otras ramas de la economía. Sus cálculos han sido superficiales y errados. No se puede concebir un destino turístico con los viajeros encerrados en un hotel, por no contar con una infraestructura extra hotelera adecuada para los visitantes. Todo lo contrario, calles con basureros gigantes, apagones de veinte horas, prostitutas acosando a los turistas y una delincuencia en aumento, lo que provoca que cada vez menos viajeros quieran venir a Cuba. Los extranjeros que llegan al país como promedio gastan 70 dólares diarios. Compran paquetes turísticos de todo incluido y en su mayoría son personas de bajos ingresos. Sin contar que abundan los que vienen buscando sexo barato”.

“De 2017 a la fecha, el turismo en la Isla ha caído casi un 60 por ciento. Mientras República Dominicana en 2024 recibió más de once millones de turistas, Cuba apenas alcanzó los dos millones. Después de la pandemia se han incumplido las previsiones anuales trazadas por el gobierno. Y lo de este año es el terrible: el turismo internacional cayó un 29,7% en el primer trimestre de 2025 y el 75 por ciento de las habitaciones hoteleras están vacías. Será muy difícil alcanzar la cifra planificada de 2 millones 600 mil viajeros este año. Y te aseguro que esas cifras están infladas: en los grupos de turistas extranjeros incluyen a emigrados cubanos y residentes locales que alquilan en hoteles”, concluye el especialista de turismo.

Gustavo, economista, opina que “desde hace cinco años el turismo está dejando más pérdidas que beneficios. La entrada bruta de divisas no sobrepasó los 3 mil millones de dólares en la época de vacas gordas, cuando recibíamos a 4 millones y medio de turistas. Dominicana, con igual porcentaje, recauda más de siete mil millones de dólares. En Cuba, en los últimos cinco años, el turismo ingresó en bruto entre 600 y mil millones de dólares. De ese dinero, debido a la crisis económica, descapitalización industrial y el colapso en la agricultura, por cada dólar que ingresa se gasta entre 70 y 80 centavos en comprar insumos para el turismo, pues hay que importar azúcar, frutas, vegetales y otros alimentos que no se producen en el país.

«El margen de ganancias en este lustro fluctúa entre 300 y 400 millones de dólares. La exportación de servicios médicos genera ocho veces más divisas. Y las remesas recaudan tres veces más que el turismo. El gobierno no publica esos datos para no reconocer su fracaso.A pesar de esos bajos ingresos, el gobierno sigue invirtiendo cifras descabelladas en un sector en retroceso. En los últimos quince años se ha invertido más de 20 mil millones de dólares en la construcción y reparación de hoteles. Desde 2020, a pesar de la feroz crisis económica, inflación y desabastecimiento general, el presupuesto estatal destina cada año entre catorce y dieciséis veces más que lo invertido en su conjunto en educación, salud y agricultura”, afirma Gustavo.

Las cifras de la rentabilidad del turismo muestran el pésimo manejo del sector por parte de la dictadura militar. La locomotora que impulsaría a la economía cubana hace tiempo se descarriló.

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