domingo, 30 de marzo de 2025

Paquito de Cuba: sin límites para la sumisión.

Por Luis Cino.

Paquito de Cuba, que se autodefine como “martiano, comunista y gay”, no tiene límites para la sumisión, el oportunismo y la desvergüenza.

El anuncio del restablecimiento de las labores en Radio Martí a partir de este 26 de marzo le aguó la fiesta a Francisco Rodríguez Cruz, más conocido como Paquito de Cuba, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que fue uno de los voceros del régimen que más regocijo mostró al dar por anticipado el fin de “la emisora del enemigo”.

Paquito de Cuba también se congratuló en las redes sociales por la crisis y alta de fondos  de los medios alternativos y  cargó burlonamente contra los periodistas independientes a los que no considera como tales, sino como “mercenarios y parte de la industria de la contrarrevolución”.

Las opiniones que tenga Paquito de Cuba sobre los comunicadores que ejercemos nuestro trabajo fuera del control del Estado-Partido-Gobierno son lo de menos: estamos acostumbrados a los ataques y difamaciones de los cotorrones del régimen. Lo peor es que Paquito aseguró nada más y nada menos que la prensa oficialista en Cuba es “independiente de cualquier facción política”.

¡Imagínense hacer tal afirmación en un país donde el principal periódico, Granma, es el órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista, y los demás, con contenidos idénticos, responden a las llamadas “organizaciones de masas”, que son las correas de transmisión de las ordenanzas del gobernante partido único!

¡Apretó Paquito de Cuba! ¿Estaría bajo los efectos del químico? Su jefe inmediato superior, Ricardo Ronquillo, el presidente de la UPEC, debería advertirle a Paquito que no hay que exagerar con los elogios a la prensa oficial, todavía enfrascada en la tarea, tan inacabable como la de Penélope, de “hacer un periodismo que se aparte del triunfalismo y se parezca más al país real”.

Paquito, desbocado en su servil apoyo al régimen, debe pensar que antes que, a él por sus despropósitos, como el del apoliticismo e independencia de la prensa oficial, a los que deben jalar las orejas los mandamases es a personas como el cantautor Silvio Rodríguez, a quien recientemente advirtió que cualquier crítica, al ser dicha por él, adquiere “relevancia y connotaciones válidas”.

Paquito de Cuba, que se autodefine como “martiano, comunista y gay”, no tiene límites para la sumisión, el oportunismo y la desvergüenza.  Estrechamente conectado al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y amigo de su directora Mariela Castro, no tiene reparos en pasar por alto la homofobia de estado, los campos de concentración de las UMAP y la persecución contra los homosexuales en las décadas de 1960 y 1970 para afirmar, deshaciéndose en agradecimientos al régimen,  que “fue la Revolución la que empoderó e hizo conscientes de sus derechos a los homosexuales”.

Hace unos años, cuando la policía reprimió una marcha de orgullo gay que no había sido autorizada por el CENESEX, dieron  asco los pronunciamientos  de Paquito de Cuba en el post “La marcha LGTBI independiente u otra herida a cicatrizar”, en  su blog, donde justificaba la bestial actuación de los represores alegando que  había personas que “tenían la intención de provocar un incidente y no acataron las indicaciones de la policía para poder lograr ante las cámaras el espectáculo que se habían propuesto”, y advertía que “ello nos vuelve a enseñar que las personas LGBTI debemos estar muy claras para que no nos manipulen ni utilicen con fines políticos no solo en contra de la revolución, sino de nuestros propios derechos y conquistas”.

En aquella ocasión, un lector del blog de Paquito,  que se identificó como Carlos Yllobre, escribió en su comentario: “Paquito, los ciudadanos cubanos deben y  tienen el derecho de expresar libremente lo que piensan y tomar la calle, que es de todos los cubanos, sin que siempre tengan que ser pastoreados por el gobierno, más cuando ese gobierno sistemáticamente niega ese derecho, como mismo tiene tu colectivo el derecho a asistir a esos lugares de encuentro gay a los que tú acostumbras a ir y donde te ha reprimido la policía, como tú has denunciado. ¿Te gustaría que el gobierno también monitoreara, organizara el cómo y dónde vuestro colectivo debe reunirse e incluso la forma como debes meterte una p…?”

Perdónenme la crudeza de la cita, pero Paquito de Cuba se merece que le digan eso y más.   

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En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta.

Por Luis Cino.

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado “Diez hallazgos sobre la pobreza en América Latina y el Caribe” y que se basó en una investigación realizada en 18 países, revela que la pobreza afecta a más de 200 millones de personas en la región, de las cuales casi la mitad viven en condiciones de extrema pobreza. 

En dicho informe, publicado a finales de 2024, se explica que quedaron fuera del análisis por falta de datos actualizados, Haití, Belice, Nicaragua, Bahamas, Surinam y Trinidad y Tobago. De Cuba nada se dice, ni una palabra. Ni siquiera se explica que no hay datos disponibles. Es como si no existiera. O como si estuviera ubicada en otro mundo, uno feliz y libre de penurias.

Pero en Cuba hay pobreza, y mucha, aunque no suelan aparecer estadísticas sobre ella en las listas del BID, la FAO, la CEPAL y otros organismos internacionales en los cuales el régimen cubano todavía tiene simpatizantes empeñados en mantener el mito de “los logros sociales de la Revolución de Fidel Castro”.

En el informe del BID se establece que han cruzado el umbral de la extrema pobreza las personas que ganan menos de 3,65 dólares al día, y la cifra mínima del Banco Mundial para determinarla es 2,15 dólares diarios. Pues entonces, según esos parámetros, entre el 85 y el 90% de los cubanos vive en la pobreza extrema, casi en la indigencia. El ingreso mínimo diario en Cuba es 1,25 dólares.

No es exagerado afirmar que de cada cinco cubanos, cuatro pueden considerarse pobres. En Cuba, donde el salario promedio es 4.648 pesos (unos 13,47 dólares al cambio informal), luego de la imparable inflación provocada por el fracaso del llamado reordenamiento económico, se calcula que para subsistir un mes se necesitan ocho salarios mínimos de 2.100 pesos y los jubilados 12 pensiones mínimas de 1.528 pesos.

Y también hay hambre, literalmente. En Cuba nadie muere de hambre, dicen algunos, pero casi: poco nos falta.  

Teniendo en cuenta el modelo de Evaluación de Seguridad Alimentaria Internacional, se puede asegurar que el 13% de la población cubana no alcanza el umbral mínimo de 2.100 calorías diarias, y que un 80% sufre de desnutrición. 

En 1946, la doctora Adelheid Wawerka, la creadora del término “inanición científica”, sentenció que “una dieta de solo 1.500 calorías diarias es demasiado pequeña para vivir, pero demasiado grande para morir”. Así, los cubanos, si disponemos de alrededor de 2.100 calorías, como afirman las estadísticas, tenemos unas 600 calorías a nuestro favor para no morir de hambre.  

Pero debido a los altísimos precios de los alimentos, son pocos los cubanos que pueden ingerir más de las ideales 2.100 calorías diarias (por supuesto que no hablo de la elite privilegiada y de los ricos que ya hay).   

La dieta diaria de un cubano promedio -de los que comemos arroz y frijoles y de vez en cuando, con suerte y sobre todo bastante dinero, vegetales, huevo y un picadillo de tripas- debe estar bien por debajo de las 1.500 calorías.

Los precios de los alimentos no pueden bajar, porque cada vez se producen menos. La falta de inversiones en la agricultura, el aferramiento -pese a todos los fracasos- a la hegemonía de las ineficientes empresas agrícolas estatales y las trabas e imposiciones a los campesinos, han arruinado el campo cubano. Así, más del 80% de los alimentos que se consumen en el país, pudiéndose producir aquí, hay que importarlos del exterior, gran parte de ellos de Estados Unidos, país al que el régimen, con el argumento del “bloqueo”, culpa de todos los males.   

Luego de 66 años de socialismo castrista, con sus torpes políticas económicas, la insistencia en la planificación centralizada por el Estado y las trabas a la iniciativa privada, Cuba se hunde cada vez más en la miseria. 

La economía cubana, hoy en bancarrota, antes del triunfo de la Revolución ocupaba el lugar número 29 en el mundo, según datos de la ONU. El Producto Interno Bruto de Cuba, que, en la década de 1950, era el tercero en Latinoamérica (solo superado por Venezuela y Uruguay), hace más de dos años que no crece y es bastante improbable que logre crecer este año.

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miércoles, 19 de marzo de 2025

Hollywood y su fascinación con la dictadura.

Por Claudia Padrón Cueto.

Mientras el pueblo cubano sufría décadas de represión, censura y miseria bajo la dictadura de Fidel Castro, varias celebridades de Hollywood se mostraban encantadas de visitar la isla y reunirse con el dictador.

Lejos de denunciar las violaciones de derechos humanos en Cuba, muchas de estas figuras se dejaron seducir por la propaganda del régimen, posando sonrientes junto al tirano y repitiendo su narrativa. Aquí algunos de los casos más sonados:

Jack Nicholson: el actor que llamó “genio” a un dictador

El actor estadounidense visitó Cuba en 1998 y, según informes de un exagente de inteligencia cubano, fue espiado por la Seguridad del Estado junto con Leonardo DiCaprio. Sin embargo, Nicholson pareció quedar fascinado con Castro, a quien calificó como “un genio” tras su encuentro.

Steven Spielberg: visita al régimen sin mencionar la censura

En 2002, el director de cine aceptó una invitación del Instituto de Cine de Cuba y se reunió con Castro en una cena de varias horas. A pesar de ser un hombre del mundo del cine, Spielberg no hizo referencia alguna a la censura brutal impuesta por el régimen cubano a los artistas y creadores de la isla.

Kevin Costner: una reunión de siete horas con el tirano

El actor visitó Cuba en 2001 para una proyección privada de su película “Trece días”, sobre la crisis de los misiles. Durante su estancia, se reunió con Castro en un encuentro que duró siete horas. Costner calificó la experiencia como “única en la vida”, sin mencionar la represión que sufría el pueblo cubano. Este mes, el famoso actor regresó a Cuba y se entrevistó con Miguel Díaz-Canel para continuar su tradición de entrevistarse con tiranos.

Oliver Stone: propaganda disfrazada de documental

El director realizó en 2003 el documental “Comandante”, una pieza propagandística que mostraba a Castro como un líder benevolente y visionario. Stone llegó a decir que Castro era “uno de los hombres más sabios del mundo” y que lo consideraba “desinteresado y moral”. No sorprendió que, poco después, el régimen le concediera acceso para realizar otro documental.

Naomi Campbell: deslumbrada por su “esperiritualidad”

La supermodelo británica, junto a Kate Moss, viajó a Cuba en 1999 y se mostró extasiada tras conocer a Castro. “Estoy tan nerviosa y aturdida porque no puedo creer haberlo conocido. Dijo que vernos en persona fue muy espiritual”, declaró Campbell. Mientras tanto, las cubanas de a pie luchaban cada día para encontrar productos básicos como leche o jabón.

Robert Redford: homenajeando al Che Guevara

En 2004, Redford viajó a Cuba para una proyección privada de “Diarios de motocicleta”, la película sobre el Che Guevara, un personaje clave en la maquinaria represiva del régimen. En su visita, se reunió con Castro y, lejos de criticar la brutalidad del régimen, se limitó a hablar de cine.

Danny Glover: el fan incondicional de Fidel

Si hay una estrella de Hollywood que nunca ocultó su admiración por Castro, ese es Danny Glover. El actor no solo visitó la isla en múltiples ocasiones, sino que incluso viajó a Cuba después de la muerte del dictador para rendir homenaje en su tumba. Con Díaz-Canel ha repetido la misma fórmula.

Harry Belafonte: un cantante al servicio del castrismo

El músico y actor de origen jamaicano fue un ferviente defensor del régimen y llegó a declarar: “Si crees en la libertad, la justicia y la democracia, no tienes más remedio que apoyar a Fidel Castro”. Una frase irónica, considerando que el pueblo cubano nunca pudo elegir democráticamente a sus gobernantes.

Jodie Foster, amiga de la infanta Mariela

En 2017, la icónica actriz aterrizó en La Habana -junto a su esposa, la fotógrafa Alexandra Hedison, además de sus hijos Charles y Kit-. Durante el viaje, la intérprete participó en varios espacios junto a la sexóloga Mariela Castro, hija de Rául Castro, para conocer sobre los grupos LGBT+ cubanos, pero solo desde la perspectiva del oficialismo.

El dictador puesto a dedo

Si alguna vez alguien pensó que la fascinación de Hollywood por los dictadores cubanos terminaría con la muerte de Fidel Castro, estaba muy equivocado. La élite del entretenimiento no solo ha mantenido su romance con la tiranía, sino que ha extendido la alfombra roja para recibir al heredero designado, Miguel Díaz-Canel.

En 2015, mientras en Cuba seguían las detenciones arbitrarias, la censura y la represión contra opositores, Díaz-Canel fue recibido en Nueva York como si fuera una celebridad más. En una exclusiva reunión en el emblemático edificio Dakota, el actor Robert De Niro y la directora del Festival de Cine Tribeca, Jane Rosenthal, reunieron a un selecto grupo de artistas, filántropos y promotores culturales estadounidenses para agasajar al dictador cubano.

De Niro, deslumbrado como tantos otros, no tuvo reparos en lanzar frases poéticas en honor al régimen: “Los buenos vecinos no levantan muros, que la cultura sirva para construir puentes”. Palabras inspiradoras… si no vinieran de alguien que recibe con honores al representante de un gobierno que encarcela a periodistas y artistas por expresar sus ideas.

Las celebridades que saludaron al nuevo dictador

La lista de famosos que se reunieron con Díaz-Canel incluye nombres que, paradójicamente, en sus propios países defienden la justicia social y los derechos humanos, pero que al parecer deciden ignorar esas causas cuando se trata de Cuba. Entre los presentes estaban:

  • Harry Belafonte, el eterno defensor del régimen castrista, que ya había mostrado su admiración por Fidel Castro.
  • Patti Smith,cantante
  • Dakota Johnson, protagonista de 50 sombras de Grey
  • Chris Martin, líder de Coldplay.
  • Katie Holmes, actriz.
  • Paula Weinstein, productora y figura influyente en la industria del cine.

Ana de Armas, un caso especial

Pero si de conexiones entre Hollywood y la dictadura cubana se trata, hay un caso que merece especial mención: Ana de Armas, la estrella cubano-española que ha conquistado la industria del cine, es pareja de Manuel Anido, el hijastro de Díaz-Canel.

Sí, el gobernante cubano tiene vínculos familiares con la actriz que ha sido Marilyn Monroe en la gran pantalla.

Así que, mientras en Cuba los jóvenes son reprimidos por cantar sobre libertad o llevados a prisión como Maykel Castillo, la estrella de Blonde bien podría estar disfrutando de cenas familiares con el régimen. Después de todo, es de suponer que en casa de los Díaz-Canel la conversación fluya entre el glamour de Hollywood y la retórica comunista.

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Cuba se hunde en la crisis y desaparece poco a poco del mapa turístico.

Por CubaNet.

La revista especializada en turismo Preferente dedicó un artículo a la crítica situación de Cuba, al cual describe como “un país en ruinas” que ha quedado fuera del mapa turístico mundial. Según el medio, la crisis política y social ha golpeado severamente el sector, con una caída de casi el 10% en la llegada de turistas en 2024, la peor cifra en 17 años.

Los datos oficiales reflejan una realidad alarmante: la Isla recibió solo 2,2 millones de visitantes internacionales el año pasado, y la ocupación hotelera apenas supera el 25%. “¿Quién va a pagar miles de dólares por un pasaje en avión, y después por la estancia, para ir a ver el infierno?”, cuestionó Emilio Morales, presidente de Havana Consulting Group, consultado por Preferente.

Por otro lado, el artículo destaca los problemas de infraestructura y servicios básicos: constantes apagones de hasta 18 horas, escasez de agua y acumulación de basura en las calles de La Habana. La crisis también ha generado un éxodo de trabajadores del sector, con más de 10.000 empleados calificados que han emigrado en los últimos tres años, lo que ha afectado la calidad del servicio hotelero.

Paolo Spadoni, profesor de la Universidad de Augusta, advirtió que “Cuba se está volviendo cada día más singular por razones equivocadas y, por tanto, menos atractiva como destino turístico”. En este contexto, aerolíneas como Iberojet han cancelado sus vuelos u otras, como Iberia, han reducido sus frecuencias, mientras que agencias internacionales han dejado de recomendar la Isla como destino.

A pesar del desplome del turismo, el Gobierno cubano sigue apostando por el sector como motor de la economía. En los primeros seis meses de 2024, destinó el 40% de sus inversiones a la construcción de hoteles y restaurantes, mientras que invirtió 4,6 veces menos en salud, educación o agricultura.

No obstante, la escasez de productos esenciales también golpea a los hoteles, que enfrentan problemas como la falta de cloro para las piscinas, insuficiente oferta de alimentos y largos trámites burocráticos para obtener suministros. Ante esta crisis, la cadena Meliá anunció en julio de 2024 la creación de MESOL, su propia empresa importadora para abastecer sus hoteles en la Isla.

El artículo de Preferente subraya que la recuperación del sector podría tardar años. Los expertos estiman que el turismo cubano no podrá salir de su actual decadencia hasta al menos 2030, lo que deja al país en una posición crítica dentro de la economía global.


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lunes, 10 de marzo de 2025

La miseria en Cuba es cada vez peor; Otaola pide a los cubanos que despierten.

Por Mateo Orozco.

Alex Otaola abordó la crítica situación que atraviesa Cuba, instando a sus habitantes a romper con la apatía que los mantiene atrapados

En un análisis firme y directo, el popular influencer y presentador cubano, Alex Otaola abordó la crítica situación que atraviesa Cuba, instando a sus habitantes a romper con la apatía que los mantiene atrapados.

En su programa Hola! Ota-Ola, lanzó palabras contundente a aquellos que, todos los días, deben soportar la miseria y la represión que el régimen castrista sembró en la isla hace casi 70 años.

“¿Cuál crees tú que va a ser tu futuro? ¿Cuál va a ser el futuro de tus padres que hoy tienen 50 y pico de años, 60 y pico de años? ¿Tú crees que no van a terminar peor que este combatiente (video)? Yo te digo que sí”, aseveró.

Asimismo, Otaola pintó un cuadro desolador de la realidad cotidiana: los almuerzos en las escuelas, reducidos a un puñado de coditos un día y arroz mezclado con sobras al siguiente, reflejan el abandono generalizado.

De igual forma, sostuvo que maestros y trabajadores reciben sueldos tan bajos que no alcanzan para comprar nada que los sustente.

“Mira el almuerzo que le dan a los estudiantes, que le dan a los médicos, que le dan a los maestros, que le dan a todo el mundo que está trabajando para cobrar una mierda de salario que no le alcanza ni para comprar un cartón de huevo”.

Hacia el final de su intervención, el presentador lanzó un desafío claro y urgente. Señaló que los cubanos parecen vagar sin rumbo, atrapados en una rutina agotadora de buscar algo tan básico como un trozo de calabaza.

“¿Qué hace el pueblo cubano? ¿Qué hace el pueblo cubano moviéndose de punto A a punto B como si fuera un zombie? ¿Qué hace el pueblo cubano correteando detrás de un pedazo de calabaza?”, sentenció, contundente.

Con estas palabras, Otaola llamó a la población a despertar y tomar las riendas de su futuro, ya que es el mismo pueblo el que debe salir a las calles y enfrentar a esa dictadura que mantiene sumida a la isla en un auténtico infierno.

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La Habana, lujo entre la miseria.

Por Iván García.

Pasada las nueve de la noche, Idania, 26 años, jinetera, después de darle un puré de malanga a su hijo de seis años, se maquilló, se puso un ajustado vestido negro de Shein y unos tacones de puntera fina. Antes de salir “pal’fuego”-prostituirse- pasó por la habitación donde vive su madre y le dejó el desayuno del niño y mil pesos por cuidárselo .“Estaba tomando alcohol del malo con su nuevo marido. Es mi mamá, pero me cobra por cuidar a su nieto, aunque gracias a mí tiene garantizada la comida”, dice Idania.

La joven reside en un apartamento interior en el barrio pobre de Jesús María. En noches alternas camina con dos amigas y un par de travestis por el Parque Central, el Paseo del Prado y los bares privados donde suelen ir turistas. Según Idania, cada vez es más difícil hacer dinero. «Hace nueve años comencé a jinetear y en una noche ganaba 100 dólares. Cuando Obama cuadró la caja con estos bandoleros (los gobernantes cubanos) los yanquis estaban a pululu por La Habana. Cualquiera te invitaba a comer o a un trago” .

Pero las cosas han cambiado. “Los yumas (extranjeros) escasean y los cubanoamericanos, que son los mejores clientes, cuando vienen a vacilar ya han cuadrado con sus jevitas. Si no ligaste un punto (cliente) por WhatsApp o las redes sociales, tienes que salir a ‘luchar’ la calle”. La prostitución en Cuba cambió su modus operandi después del acceso a internet y tras el paso de la pandemia.

“Ahora existe el sexo virtual. Tu mandas fotos y videos a un tipo y él te depostiva dinero en tu cuenta. En pesos si es cubano y en divisas si es extranjero. Tengo de las dos tarjetas. Si alguno quiere conocerte personalmente, le cobro 80 o 100 dólares, pero si se pone a regatear, acepto 40 o 50 dólares por una noche. Si logras engancharlo, te compra comida y cosas para la casa. El dinero del sexo por internet lo cojo para los gastos diarios. Por una sesión de fotos se cobra de mil a dos mil pesos. Y por los videos, si es un cuadro lésbico, de cuatro mil a cinco mil pesos”, explica Idania.

El miércoles 26 de febrero, ella, las dos jineteras y los dos travestis pensaban pasar primero por el parque El Curita, a comprar dos cigarrillos de marihuana y tres tiras del kímico, la droga sintética de moda en Cuba. Después, recorrer los hoteles Manzana Kempiski, Parque Central y Packard. “Si no cuadrábamos con un yuma, íbamos a ir a bares de la Habana Vieja. Es que hay más oferta que demanda y al final casi siempre terminas ligando a cubanos. Pero es mejor llegar a la casa con una calderilla que sin nada”, confiesa Idania.

Para su sorpresa, ese miércoles había un amplio despliegue policial por la zona. “En El Curita, los antidrogas habían montado un operativo y por el Parque Central desalojaron a las matadoras de jugadas (jineteras baratas) y los travestis del Boulevard de San Rafael. En las inmediaciones del Capitolio habían dos camiones de boinas negras, motos de la Seguridad del Estado y policías que te impedían el paso por las calles aledañas. En la escalinata del Capitolio pusieron unas alfombras negras como si estuvieran en los premios Oscar. La fachada era un derroche de luces color salmón, parecía otro país. Entonces nos enteramos que se iba a efectuar una velada por el Festival del Habano”, comenta Idania.

Uno de los travestis que dice llamarse Aitana, señala que “los invitados llegaban al Capitolio a golpe de Mercedes Benz, Audi y autos americanos con cristales oscuros. Todo el mundo vestido de etiqueta. Lo primero que pensé fue pernoctar cerca para ver si después que terminara el evento, algunos invitados buscaban sexo. Pero esa gente, evidentemente, eran de alcurnia y estaban en su mundo”.

Justo al fondo del Capitolio, sede de la monocorde Asamblea Nacional del Poder Popular, una pantomima creada por el castrismo para intentar vender al mundo de país ‘democrático’, Lázaro, anciano de 76 años que vive con su esposa y un nieto, apuraba un plato de sopa, acompañado por un trozo de pan y un vaso de refresco instantáneo de mango, su única comida del día. En la acera de enfrente de su vivienda, el despliegue de pompas y luces contrastaba con la oscuridad y la miseria de los alrededores. “Esta gente (el régimen) anda al berro. Ya ni siquiera cuidan las apariencias. Al igual que otros viejos mayores de 70 años, creí en el proceso. Fidel nos comió a cuentos (mentiras)”, afirma Lázaro.

Una persona que participó en el Festival del Habano en su edición 2025, cuenta que el gobierno tiró la casa por la ventana. «Para la cena en el Capitolio y para la de la clausura del Festival, celebrada al día siguiente en Pabexpo, contrataron chefs extranjeros. Había varias clases de carnes, pescados, mariscos y hasta faisán. La cata de vinos era del primer mundo. Mientras mi familia, residente en otra provincia, tiene que aguantar apagones de 23 horas seguidas, las autoridades derrochan la electricidad en eventos. Con el consumo de las cuatro jornadas del Festival del Habano se mantiene alumbrado cualquier pueblito durante diez días. Los invitados estuvieron alojados en el hotel conocido como la Torre K, recién inaugurado en el Vedado, y en casas de protocolo en el reparto Cubanacán. No faltó el combustible ni la comida. Movilizaron a medio ejército y a la policía de la capital. Contrataron músicos y grupos foráneos como Earth, Wind&Fire, una banda que ya pasó de moda, pero por un pastizal (dinero) vinieron a cantar”.

La prensa estatal, controlada por la dictadura verde olivo, no publicó sobre los gastos, la lista de invitados ni describió los platos ofrecidos en las cenas. Intentaron vender el relato de siempre: ‘nos vemos obligados a practicar un poco de capitalismo y con los dólares recaudados mejoraremos el socialismo’. El lunes 24 de febrero, el mismo día que se conmemoraba el quince aniversario de la muerte por una huelga de hambre del preso político Orlando Zapata Tamayo, el diario digital Cubadebate reseñaba que el Festival del Habano 2025 se enfocaría en la innovación y la tradición.

La prensa oficial destacó la presencia de 1,300 mil participantes de más de un centenar de países y con un tufillo de orgullo, resaltó que en la tradicional Subasta de Humidores se recaudaron 17,9 millones de euros (más de 18 millones de dólares). Y subrayó que el dinero se utilizaría en la deteriorada salud pública de la Isla. Los aburridos presentadores del noticiero de televisión recordaron que el monopolio Habanos S.A. (empresa mixta compartida por GAESA y España), tuvo ingresos de 827 millones de dólares en 2024, 106 millones más que en 2023.

Gilberto, campesino de una plantación de tabaco en Pinar del Río, señala que “los tabacaleros pinareños se preguntan cuál es el camino que cogen las ganancias en esos Festivales del Habano, pues cada vez recibimos menos combustible, insumos y fertilizantes. Hubo un tiempo, antes de la inflación y la crisis económica, que ganábamos un buen billete. Ahora ese dinero se evapora en los gastos corrientes. Y para colmo, el gobierno le debe miles de pesos a muchos tabacaleros. El que no tiene un negocio por la izquierda pasa tremendo trabajo”.

Los medios estatales fueron muy cuidadosos a la hora de informar sobre las actividades realizadas en el Festival del Habano. “Teníamos indicaciones de no publicar ninguna nota que resaltará el lujo. Solo recalcar el dinero recolectado y su posterior uso público”, dijo un periodista oficial. Pero en las redes sociales trascendieron los derroches de luces, lujos, refinamientos y los millones de dólares en las cuentas de los invitados.

Ana Teresa Badía, profesora y periodista del régimen, criticó duramente el evento en su perfil de Facebook: “¿Qué se quiso trasmitir con este Festival del Habano? En un mundo en el cual cada vez más la construcción de la opinión pública es simbólica, esto es muy desacertado. Error grave de comunicación política que entierra la ideología que ha defendido Cuba. El lugar -el Capitolio, donde se efectuó una de las veladas- es la sede de nuestro Parlamento y ahora se utilizan imágenes que asemejan a una especie de burdel de los años cincuenta”.

Varios intelectuales también se escandalizaron con el evento. La musicóloga e investigadora Rosa Marquetti, publicó: “A ver: ¿es así o estoy equivocada? El Capitolio Nacional de Cuba es la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que a su vez, es la sede de la soberanía nacional, según los instrumentos constitutivos de la nación. Entonces, ¿cómo hay que entender este sarao cuasi privado al pie de la estatua que representa la imagen de la Patria y junto a la Tumba del Mambí desconocido? ¿Qué nos están queriendo decir con esta obscenidad?”.

Idania, la prostituta habanera lo ve de una manera más simple: “Lo de ellos (los gobernantes) es ganar dólares. El pueblo que se joda”. Es que en la Isla existe un país bicéfalo: tiendas dolarizadas para la los que tienen divisas y miseria socializada para el resto, que es la mayoría de la población.

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domingo, 9 de marzo de 2025

Eufemismos para disfrazar el desastre.

Por Luis Cino.

Recientemente, en un informe lleno de eufemismos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) sobre la muerte por envenenamiento de una madre y su pequeña hija, en Guanabacoa, al este de La Habana,  por haber ingerido sal de nitro, se explicaba que la sustancia fue llevada a casa de las víctimas por  un tío de las mismas que “trabaja como recolector de materias primas”, que la había hallado en un basurero y pensó que era sal común.

“Recolector de materias primas” es el modo eufemístico que usan las autoridades cubanas para designar a los llamados “buzos”, los varios millares de personas de cualquier sexo y edad que en todo el país hurgan en los vertederos de basura en busca de latas, botellas, zapatos y ropa que puedan remendar, alambres, piezas de electrodomésticos y todo cuanto puedan luego aprovechar para su uso o vender. A veces se ve a algunos de ellos devorar sobras de comida que extraen de la basura.

Esos infelices que escarban  en la basura para ganarse la vida se ven expuestos a multas y arrestos por las autoridades, que los acusan de “propagar enfermedades”, afectar la higiene y el ornato público. Como si no estuvieran las calles llenas de lomas de basura, escombros y ríos de aguas albañales…

El régimen, siempre tan dado a los eufemismos, desde la época de Fidel Castro y hoy más con sus continuadores, mediante su uso, trata hipócritamente de encubrir las tristes realidades resultantes de la crisis socio-económica, la más grave de la historia de  Cuba, que han provocado con sus empecinadas, torpes y antipopulares políticas económicas y su aferramiento al poder a costa de lo que sea, incluso de la supervivencia de la nación.Turismo en Cuba

Así, para ocultar que cada vez hay más pordioseros y mendigos, porque, según aseguran, “la mendicidad es incompatible con el proyecto social cubano”, han acuñado el término “deambulantes”. A veces los recogen e internan en albergues, de donde se van enseguida, pues es tan mala la alimentación que prefieren seguir en las calles.

Consideran “actos de indisciplina social” a los cada vez más frecuentes robos, asaltos y riñas tumultuarias en lugares públicos.  A los desempleados los llaman “disponibles”. A ancianos y enfermos cuyas jubilaciones no les alcanzan ni siquiera para mal comer unos pocos días, a personas que viven prácticamente en la indigencia, los llaman “vulnerables” y como tales  les conceden  ayudas ridículamente insuficientes. Al desalojo, generalmente por la fuerza,  de personas que ocupan locales y casas abandonadas lo llaman “extracción”. Las villas miseria, -que engalanan cual aldeas Potemkin para las visitas de los mandamases- son calificadas  como “comunidades en desarrollo”, y “comunidades de tránsito” los inmundos albergues, verdaderos almacenes de náufragos, donde se hacinan las personas a las que se les han derrumbado sus casas y donde deberán permanecer durante diez, quince años o más en espera de que les asignen una vivienda o un derruido local para reparar.     

Eufemismos ridículos y cínicos le sobran a la Cuba oficial y los  seguirá inventado para disfrazar las tristes situaciones que ya no puede ocultar y de las que no puede atribuir la culpa solamente al “criminal bloqueo y la compleja situación económica internacional”.   

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