sábado, 7 de octubre de 2023

Nitza Villapol y las recetas de una “robolución” en crisis.

Por Damián Fernández.

Nitza Villapol es casi una figura mítica en la culinaria cubana. Cuando se habla en la Isla de fogones y recetas, la famosa cocinera es de obligatoria mención. Durante décadas, miles de personas aprendieron con su guía a guisar y condimentar dentro y fuera de Cuba.

Aun así, las recetas de Villapol fueron también un espejo en el que se reflejó Cuba, mostrando una imagen clara en los mejores tiempos de la nación y otra, más tétrica y decadente, en la segunda mitad del pasado siglo.

Nacida en New York en el año 1923, hija de padres cubanos, la cocinera cubanoamericana estudió en prestigiosos colegios de culinaria las carreras de chef, pastelería y dietética.

Tras radicarse en La Habana, Villapol alcanzó notoriedad con la llegada de la televisión a Cuba en los años 50 y el inicio de su programa Cocina al Minuto, en el cual enseñaba a los televidentes cómo cocinar mayormente recetas clásicas cubanas (picadillo, vaca frita o arroz con pollo).

Al triunfar la “Robolución” de Fidel Castro en 1959, Villapol mantuvo los fogones encendidos en la televisión y continuó en las pantallas cubanas hasta la década de los 90. Sin embargo, sus platos y libros de cocina cambiaron al tiempo que lo hacían las realidades y escaseces de la vida en el país.

En un artículo dedicado a Villapol en la prensa estadounidense, la periodista Suzanne Cope recordó que la chef tuvo que empezar la instrucción culinaria de un pueblo hambriento en la medida que se agudizaba la crisis económica en la Isla.

En una de las últimas ediciones de su icónico libro de cocina, Cocina al Minuto, la cocinera adaptó recetas populares para prepararlas sin grasa y sugirió sustituciones por otros ingredientes que alguna vez consideró necesarios.

En plena crisis de los 90, Villapol mostró de manera apócrifa en un episodio de televisión “cómo hacer ropa vieja con cáscaras de plátano en lugar de carne de res, lo que generó un debate sobre la definición de comidas cubanas icónicas”, indicó Cope.

Asimismo, se hicieron famosos el huevo frito con agua; y el infame arroz con pollo, sin pollo, una versión con caldos en cubitos para darle sabor al plato en una especie de “arroz con suerte” muy desafortunada.

A pesar del circo del que formó parte junto al régimen de la Isla hacia el final de su carrera, Villapol fue la primera chef famosa de Cuba y autora de libros de cocina muy vendidos como Cocina criolla (1954) y la edición original de Cocina al minuto (1959).

Aún hoy, Nitza Villapol permanece en el imaginario popular cubano por su talento culinario, calidez comunicativa y capacidad de emplatar la nostalgia de un pueblo a través de recetas.

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