¿Revolución traicionada?

Por Carlos J. Bringuie.

Después de 54 años del holocausto de la República de Cuba todavía existen personas nacidas en la Isla que se refieren a la "Revolución Traicionada".

Sin embargo la Historia y el paso de los años nos han dado la pista de la gran traición que se cometió contra nuestra querida Cuba. La República más próspera al sur del río Grande.

Desde antes del triunfo de la Revolución Comunista en Rusia ya agentes Marxistas se habían infiltrado, como verdaderas termitas, en los cimientos de la gran nación de los Estados Unidos de América.

Ese grupúsculo de cerebros Marxistas se ocupó de asegurar que los comunistas fueran vencedores en las luchas internas Rusas, que la Revolución Marxista se consolidara en el poder. Después, durante la Segunda Guerra Mundial, el grupúsculo Marxista infiltrado en los EUA se encargó de entregarle en bandeja de plata Europa Oriental a los seguidores de Moscú. Logrando llevar a cabo el asesinato del General George S. Patton quien se oponía al maquiavélico plan pro-Soviético.

Posteriormente se dedicaron a traicionar a uno de los 4 grandes durante el Segundo conflicto bélico mundial. El General Chiang Kai-shek (foto) fue denigrado y abandonado teniendo que refugiarse en Formosa. Otro aliado, Inglaterra fue humillada al ser despojada del Canal de Suez.

Finalmente en la década de los 1950's el grupo Marxista decidió que era el momento indicado para propiciar el derrumbe de los Estados Unidos de América. Su primer intento en Guatemala resultó un fracaso cuando Jacobo Arbenz resultó una figura sin condiciones para lo que ellos se proponían.

Fue entonces donde, por desgracia para los Cubanos, los ojos del grupo Marxista infiltrado en el gobierno de los EUA se dirigieron hacia Cuba. Se fraguó una Revolución que pondría en el poder a uno de sus peones. La Revolución de Fidel Castro no fue una Revolución Traicionada por este, sino una Revolución fraguada, concebida y asesorada por los dirigentes Marxistas dentro de este país. Según Brian Latell, ex Analista del CIA y autor del libro Castro's Secrets todos los agentes del CIA en Cuba al triunfo de la Revolución era "castristas".

Fidel y Raúl Castro eran los líderes ideales para esta confabulación. Fidel Castro siempre ha sido un cobarde sin embargo la propaganda lo ha querido convertir en un héroe. No es importante que desembarcara en Cuba con 82 hombres, lo importante es que estaba subvencionado por un lado por la Unión Soviética y por otro por el equipo Marxista fuertemente enclavado dentro del gobierno de los EUA.

No es de extrañar que al poco tiempo de su desembarco el agente Marxista Herbert Matthews lo entrevistara en la Sierra Maestra (foto de la izquierda) y lo convirtiera en un Nuevo Robin Hood. No es de extrañar que los agentes infiltrados en CBS y otras vías de comunicación en la prensa norteamericana se abrieran camino hasta su madriguera para presentarlo como un demócrata futuro salvador de Cuba.

El grupo Marxista de EUA visualizaba el futuro como un experimento donde Cuba se convertiría en la punta de lanza para capturar a los otros países de Centro y Sur América. La administración del General Eisenhower, antiguo enemigo del General Patton, se prestó a observar como la estrella roja se apoderaba de Cuba.

Fidel Castro nunca traicionó su Revolución. El mintió cuando tenía que mentir. El que creyó en sus mentiras no puede acusarlo de traición sino tiene que aceptar su propia estupidez. A Fidel Castro se le puede acusar de ser un gran estafador pero no de traición. Él tenía sus propósitos, estafó a los imbéciles que le dieron su dinero y su apoyo, pero no los traicionó. El buscaba sus fines y logró embaucar a millones de cubanos deficientes de buena percepción cerebral para lograr sus propósitos. Por sus frutos conocerás al árbol.

Cuando la administración del General Eisenhower inició, organizó y preparó los campos de entrenamiento para derrocar a la Dictadura Comunista establecida en Cuba al derrocamiento del Presidente Urrutia no debió haber pasado la antorcha a la nueva administración electa del Presidente John F. Kennedy. Si ellos la iniciaron ellos debieron llevarla a cabo. Pero no, la Revolución Comunista de Fidel y Raúl Castro recibió otra ayuda del grupo Marxista infiltrado en este país.

Esa Mafia Marxista logró rodear al Presidente Kennedy con sus agentes infiltrados los que llevaron a cabo el desastre de Bahía de Cochinos. Cuando en Diciembre de 1962 el Presidente John F. Kennedy prometió en el Orange Bowl que él devolvería la bandera de la Brigada 2506 en una Habana libre, el Presidente Kennedy dictó, sin saberlo, su sentencia de muerte. Si Kennedy devolvía la bandera en una Habana libre el experimento manejado por la Mafia Marxista habría desaparecido. Si Kennedy no devolvía la bandera en una Habana libre, el Senador Barry Goldwater lo barrería en las elecciones de 1964. La suerte estaba echada, el Presidente John F. Kennedy tendría que morir para que el incapaz vice-Presidente Lyndon Johnson ocupara el cargo y abriera las cataratas marxistas del Welfare, de las estampillas de alimentos, y de una guerra en Viet Nam que debilitaría menormente a los EUA distrayendo a la opinión pública del cáncer que se empezaría a propagar desde Cuba.

Naciones hispanoamericanas fueron azotadas y ensangrentadas por el salvajismo terrorista de las fuerzas aliadas a la Tiranía Cubana. Fuerzas militares Cubanas, más de 80,000 invadieron el continente Africano ante los ojos dormidos de los Presidentes de USA.

Quien diga que Fidel y Raúl Castro traicionaron a la Revolución solamente tienen que reconocer que están escondiendo su complejo de culpa. Fidel y Raúl Castro llevaron a cabo la Revolución que ellos querían, los imbéciles que no lo vieron no pueden cambiar la historia.

Miles de Cubanos patriotas han muerto enfrentados a la jauría de perros rabiosos que por una migajas defienden a sus opresores. Millones de Cubanos viven hoy en Cuba como plebe subhumana que se prostituye para sobrevivir sin tener los aditamentos genitales necesarios para poner fin a la vida de los dos Tiranos para que estos no mueran de viejos en la cama y carcomidos por los años.

La Revolución de los hermanos Fidel y Raúl Castro no fue traicionada, fue manipulada por estos dos excrementos humanos para engañar a una generación que se creía más viva (inteligente) que nadie sin darse cuenta, como le pasa a los necios, que ellos no eran más que marionetas en las manos de los Maestros del Engaño.