jueves, 25 de marzo de 2010

Juan Escalona y la nomenklatura desmoralizada.

Por Alberto Montaner.

La noticia estremeció a los cubanos: el odiado general Juan Escalona, fiscal general de Cuba, acaba de ser destituido.

Hace unos años me visitó en mi residencia de Madrid una persona que conocía muy bien al general Juan Escalona Reguera y a su esposa, coronel jubilada, por cierto, del Minint. Lo que entonces me contó me pareció inusual, pero creíble: el matrimonio Escalona hablaba pestes de los Castro en la intimidad del hogar. Ambos pensaban que Fidel los había "embarcado" en el juicio y fusilamiento del general Arnaldo Ochoa en 1989, convirtiendo a "Juanito" en el villano de la película, y los dos estaban de acuerdo en que la revolución se había convertido en una pesadilla enormemente perjudicial para la sociedad cubana.

Algunos amigos que estuvieron al tanto de esa entrevista y conocieron los detalles opinaron que se trataba de un mensaje indirecto de Escalona ante la eventualidad de que la revolución terminara abruptamente. Nos acercábamos al año 2000, todavía Chávez no había comparecido en la historia de Cuba con la chequera repleta de petrodólares y la cabeza de disparates. La sensación de crisis final estaba muy extendida (como ahora vuelve a estarlo).

Otros, incluso, pensaban que se trataba de una celada de la inteligencia cubana, pero esa posibilidad era muy remota. La persona no había venido a verme para preguntarme o para convocarme a nada. Sencillamente, me quería dar una información que, además, parecía compartir con argumentos muy persuasivos y cierta amargura en el tono. Los Escalona y el mensajero formaban parte de la nomenklatura desmoralizada.

Mi impresión es que la persona que me reveló esos detalles sobre el estado anímico de Escalona y su mujer no mentía. Tal vez me visitaba con la anuencia del general y la coronela, o acaso se trataba de un desahogo personal, pero más importante que eso era la naturaleza del mensaje: una pareja de revolucionarios del más alto nivel, gentes que debían ser la quintaesencia de la militancia fidelista, corazón adentro repudiaban al Máximo Líder y estaban totalmente desengañados de la revolución.

Ahora dan la noticia del cese de Escalona. La nota, muy escueta, dice que lo sustituyen por razones de salud, pero anuncia que más adelante le asignarán otras responsabilidades. ¿No tiene más sentido jubilar definitivamente a un anciano enfermo de 78 años que colocarlo en otra posición?

¿Tiene alguna relación esta remoción de Escalona con la del general Rogelio Acevedo anunciada hace pocos días? No sé. Raúl Castro por lo visto cree que la revolución conseguirá remontar la crisis cambiando gente y reforzando la represión. No acaba de entender que el problema de fondo es que ya casi nadie cree en el sistema ni en sus líderes. Lo que los cubanos desean, incluso los de su entorno, es un cambio profundo y radical que liquide ese engendro de hambre y calabozos.
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miércoles, 24 de marzo de 2010

IU en Sevilla sigue sin justificar las ayudas a organizaciones comunistas extranjeras.

Por Pedro de Tena y Antonio Barreda.

Según ABC, las subvenciones de su teniente de alcalde Antonio Rodrigo Torrijos a entidades comunistas de países iberoamericanos a través de la Fundación DeSevilla, en manos de IU, no llegaron a sus lugares de destino, lo que levantó las sospechas de la oposición de que se trate una trama de cooperación de tipo ideológico.

IU subvencionó a organizaciones y asociaciones comunistas en Cuba, Argelia, Nicaragua, Palestina y Colombia, mientras en la capital andaluza uno de cada cinco trabajadores activos está en paro.

Relación de ayudas sin justificar

  • Adquisición de equipo informático para La Habana: 38.733 euros. Ordenadores para la Central de Trabajadores del régimen cubano.
  • Incinerador para un cementerio de La Habana: 64.881 euros. En la capital cubana aseguran que ese incinerador lo pagó el Estado.
  • Contenedores de basura para La Habana: 186.389 euros. DeSevilla acaba de licitar la compra.
  • Vehículos para Grupos Infantiles de La Habana: 35.541 euros. No se ha justificado en el consejo municipal de cooperación.
  • Microbuses contra mosquitos para La Habana: 40.329 euros. No se ha justificado en el consejo de cooperación.
  • Rehabilitación de casa en La Habana: 120.196 euros. La casa es una propiedad de un español expropiada por el régimen..
  • Almacenamiento de biblioteca en La Habana: 48.766 euros. No se ha informado en la mesa de cooperación.
  • Motocicletas para el Injuve de Nicaragua: 216.760 euros. En Managua se negó la ayuda cuando el Gobierno la investigó.
  • Canalización en Tiffariti, Argelia: 72.687 euros. Los técnicos de la Universidad consideraron inviable el proyecto.
  • Talleres en Tindouf, Argelia: 4.585 euros. Supuestamente se celebraron en el verano de 2009.
  • Escuela de Hostelería en Belén: 74.196 euros. No se ha justificado en la mesa de cooperación..
  • Organización Redvivir de Colombia: 81.378 euros. El beneficiario es señalado por la guerrilla como miembro de las Farc.
  • Equipo de analítica sanguínea en Colombia: 5.553. El hospital de Usiacurí asegura que lo recibió del Gobierno de Uribe.
Estas subvenciones y ayudas fueron aprobadas por el líder de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, en diciembre de 2008. Pero ABC reveló que aquellas subvenciones no se recibieron en sus lugares de destino.

Entonces Torrijos respondió que las ayudas no se conocían en sus destinos porque el dinero no había salido del Ayuntamiento. Incluso aclaró que no se librarían las cantidades correspondientes a cada uno de los proyectos hasta que su ejecución no fuera justificada.

Pero la realidad era bien distinta. Torrijos estaba sosteniendo esta teoría a pesar de haber firmado un convenio de colaboración entre la Fundación DeSevilla -controlada por IU- y su Delegación de Relaciones Institucionales para concederle 990.000 euros para "proyectos de cooperación directa", en el que se especifica que "el 75 por ciento de dicho importe será abonado a la firma del presente" contrato".

Fue el interventor municipal quien decidió frenar ese pago porque la Fundación DeSevilla no había rendido cuentas aún de otras ayudas de cooperación directa aprobadas con anterioridad. Concretamente, la jefa de área de Cooperación, Lourdes Vidal, había hecho un informe aclarando al comunista Miguel López Adán, gerente de la citada fundación, que no estaba al corriente de sus obligaciones en la presentación de las facturas de un proyecto en Mauritania. Y eso bloqueó los polémicos proyectos de Nicaragua, investigado por el Estado nicaragüense, Colombia, la Fiscalía sigue los pasos del receptor de la ayuda, o Cuba, donde se negó en su momento la llegada de los recursos.

Lourdes Vidal fue destituida de su puesto. Y posteriormente una Junta de Gobierno de julio de 2009 aprobó, por vía de urgencia, el pago de estas ayudas a la Fundación DeSevilla, pero con una prórroga de seis meses a partir de la fecha inicial de finalización, acordada para septiembre.

El último día de este mes, por tanto, caduca la prórroga y la Fundación sigue sin dar cuenta del asunto. Sin embargo, ha aprobado el pago de 1.300 contenedores de basura para Cuba, que es uno de los proyectos incluidos en el convenio firmado con Torrijos.

Un año y medio después, los 990.000 euros siguen teniendo como destino las polémicas subvenciones a entidades comunistas. Ni la objeción del interventor ni la falta de justificación han cambiado la postura de Torrijos, quien, pese a mantener su postura, se aferró a la orden de la Intervención municipal de no librar la partida para argumentar que el dinero no había salido de Sevilla.

Según Intervención del Ayuntamiento de Sevilla, no es la Fundación la destinataria de las subvención sino que es una mera intermediaria entre quien concede el dinero, Torrijos a través de Relaciones Institucionales, y el beneficiario final, el Injuve sandinista de Nicaragua, Redvivir en Colombia, la Central de Trabajadores de Cuba, etc.
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viernes, 12 de marzo de 2010

Mi hijo fue un cubano digno.

Por Carlos Seipa Macepas.

La Dama de Blanco Reina Luisa Tamayo Danger, madre del prisionero político y de conciencia, Orlando Zapata Tamayo, fallecido el 23 de febrero, tras protagonizar una huelga de hambre de 85 días, fue entrevistada por el periodistas independiente Carlos Serpa Maceira, director de la Unión de Periodistas Libres de Cuba.

El opositor Partido Cubano de Renovación Ortodoxa, radicado en la oriental provincia de Santiago de Cuba, en consenso con varias organizaciones opositoras ha hecho un llamado a todos los cubanos de dentro y fuera de la Isla, para perpetuar y honrar la memoria de Orlando Zapata Tamayo con la construcción de un monumento, panteón o mausoleo, en el cementerio de Banes, lugar donde fue sepultado su hijo.También restaurar su vivienda para declararla Museo de la Patria y construir un busto de Orlando Zapata Tamayo para ser colocado en un pedestal en el portal de su casa. ¿Qué opina de todo eso?

- Antes de comenzar mis respuestas, quiero manifestar que estoy muy conmovida por la repercusión que se ha producido dentro y fuera de Cuba por la muerte de mi hijo Orlando Zapata Tamayo. Quiero agradecer infinitamente los mensajes de condolencia que he recibido desde los remotos lugares, tanto de nuestro país, como del extranjero.

- En cuanto a la pregunta, ya tenía conocimiento del llamamiento que se realizó para construir una serie de obras y acciones que perpetúen la memoria y los principios de nuestra lucha de hoy y se mantenga presente en las futuras generaciones. El líder de la Alianza Democrática Oriental, Rolando Rodríguez, me informó que los opositores garantizarán la mano de obra, que sólo están esperando que se realicen los trámites de rigor y los recursos para comenzar los trabajos, que serán coordinados por el Municipio de Oposición de Banes.

- En estos momentos de dolor por la pérdida de mi hijo, este llamado para honrar y perpetuar su memoria patentiza que todos somos un solo pueblo. Cuenten conmigo para tan noble empeño.

En una carta escrita por usted al gobernante Raúl Castro, ¿le pidió investigar la muerte de su hijo Orlando Zapata?

- Sí, ciertamente. En la carta a Raúl Castro le pedí investigar la muerte de Zapata, exhumar su cadáver para comprobar por especialistas internacionales los daños sufridos por las torturas y golpizas recibidas en la prisión, para que se esclarezcan las verdaderas causas de su muerte. Mi hijo era un preso político reconocido por Amnistía Internacional, quien fue forzado prácticamente a realizar esa huelga de hambre, que le costó la vida.

- Sus demandas eran negociables, él pedía las mismas condiciones para los presos políticos, que las que se le propiciaron a Fidel Castro y demás participantes en el asalto al cuartel Moncada. No como ahora se he dicho por parte del gobierno, que quería cocina, televisor y teléfono en su celda, para ponerlo como un individuo ambicioso.

- Sin embargo, durante el transcurso de los acontecimientos se pudo apreciar que el destino de mi hijo ya había sido trazado por el gobierno totalitario de los hermanos Castro. Todo esto se lo expuse a Raúl Castro en la carta. También que Orlando comenzó la huelga el día 3 de diciembre, no el día 8 como dijeran los medios oficiales de prensa en Cuba.

- Mi hijo estuvo 33 días en una celda, tirado en el piso, pues no se permite colchón ni nada para taparse cuando se está en celda de castigo. Ahí fue donde lo mantuvieron 18 días sin suministrarle agua, en represalia por su actitud contestataria. En la carta hice un recuento de la huelga y de los maltratos de que fue víctima mi hijo por parte de los carceleros. No creo que el gobierno hizo lo suficiente para salvar a Zapata.

- Las imágenes tomadas con antelación revelan la complicidad con este asesinato premeditado. Prueba de todo esto es que hasta la fecha no me han entregado el certificado de defunción.

En una supuesta reflexión de Fidel Castro, éste negó que Zapata haya sido asesinado cuando dijo: “En nuestro país jamás se torturó a nadie, jamás se autorizó el asesinato de un adversario, jamás se mintió al pueblo”. ¿Qué opinión tiene usted de esto?

- Mi hijo sí fue torturado, recibió golpizas en varias ocasiones, que le dejaron marcas en su cuerpo, producto de eso tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica, por un hematoma en el cerebro producido de un golpe con una tonfa, del cual nunca se pudo recuperar completamente.

- Yo personalmente vi las huellas de los golpes que le propinaron los militares en la prisión de Holguín, el pasado 2 de diciembre, un día antes de ser trasladado para la prisión máxima seguridad de Kilo 8 en Camagüey.

¿Quisiera enviar algún mensaje al pueblo de Cuba y a la comunidad internacional?

- Orlando Zapata Tamayo fue digno hasta la muerte por sus convicciones y por la forma de defender sus ideas. Murió de frente, no de rodillas. Los ideales por los cuales mi hijo se inmoló, los continuaré. Así honraré con creces ese espíritu de lucha y rebeldía que en vida Zapata mantuvo. Su ejemplo siempre estará presente por lo que fue, un cubano digno.

Postdata.- Por su interés, hemos añadido la carta enviada a El Nuevo Herald por Luis Zúñiga, exprisionero político cubano, hoy exiliado en Miami:

“El argumento del régimen castrista, de que trataron de salvarle la vida a Orlando Zapata Tamayo es totalmente falso y demagógico. Los que hemos pasado por huelgas de hambre en las prisiones de la isla, sabemos que para mantener con vida a un huelguista basta con amarrarlo, ponerle sueros de glucosa y ocasionalmente añadirle al suero un concentrado de proteínas.

“Esa técnica la ha usado la Seguridad del Estado con presos políticos que no le convenía que se murieran. Puedo mencionar varios casos.

“El video que grabaron de la madre de Zapata, hablando con los médicos, es una prueba de que se preparaban para cubrirse la fachada cuando muriera.

“A los familiares de los presos en huelga jamás les permiten hablar con los médicos militares. Los que conocemos la forma en que opera la policía política castrista sabemos, sin duda, que a Orlando Zapata lo querían muerto”.
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La revolución hace agua.

Por Iván García.

La revolución cubana es una antigualla. Hace agua. Tiene un  valor sentimental para los nostálgicos de izquierda, quienen entre sus planes tienen ver en la tele los días finales de la burguesía capitalista y el imperialismo yanqui.

Lamentablemente, para esa izquierda radical, los tiempos han cambiado. Los obreros del primer mundo, la materia prima principal de la teoría marxista, esos tipos llenos de colesterol que en el siglo 18 vivían en chozas infestadas de ratas, ahora compran autos del año, blue jeans Levi’s e invierten parte de su dinero en acciones de la bolsa o un fondo de pensión.

Al diablo la dictadura del proletariado. La gente común y corriente de Europa, Estados Unidos o cualquier otra de las treinta naciones que funcionan con cordura y coherencia en el planeta, apuestan por la democracia y la tripartición de poderes.

El socialismo de corte marxista, con clanes de políticos rufianes que están en el poder hasta su muerte, como sucedió en Europa del Este o la URSS, hace rato que dijo adiós. No funcionó. Esa ideología fue implantada por los tanques de Stalin al término de la II Guerra Mundial.

Y la razón fundamental, porque va contra la naturaleza del hombre. En Cuba, en sus inicios, Fidel Castro vendió el discurso de una revolución humanista, nacionalista y liberal. Pero todo fue una trampa. Una estafa política, que sedujo a innumerables intelectuales del mundo, que pensaron que en la Isla se estaba gestando una nueva forma de sociedad.

Pudo Castro apostar por esa fórmula. Tenía el apoyo del 90 por ciento de la población. Pero había que instaurar reglas de juego democráticas. Elecciones, partidos de oposición, tribunales independientes, respeto a la propiedad privada y otras “necedades” en las que el comandante único no creía ni un ápice. Desde niño, él siempre pensó en grande. Cuando jugaba con soldaditos de plomo, allá en la finca de su padre en Birán, o cuando su amigo, el cocinero de la casa, le leía los partes de la guerra civil española.

Al inquieto joven Fidel Alejandro Castro Ruz, no le interesaba los intelectuales británicos, gordos y trajeados que intentaban demostrar los beneficios del liberalismo. Esos camajanes, pensaría, no han tirado un tiro. Sus héroes eran los guerreros. Alejandro Magno, Julio César o Simón Bolívar. Los de corta y clava. Los que imponen respeto a la fuerza.

Nuestro anciano comandante no tiene entre sus prioridades la democracia. Todo el que lo critica, automáticamente es “yanqui, traidor y mercenario”. Pero ésa no es una teoría creíble. En 51 años se ha acostumbrado a los aplausos y la unanimidad.

No puede entender que en su país allá cada día más personas que disienten por cabeza propia. Y la CIA o el FBI no le pasan un cheque por debajo de sus puertas. No. Simplemente están en desacuerdo con la forma en que los hermanos Castro rigen los destinos de su país. Con su caudillismo inveterado, violan hasta la propia Constitución que crearon en 1976, una vulgar copia de la Constitución soviética.

El pronóstico para el futuro de Cuba no es nada optimista. Con esa fórmula de necedad y abuso de poder aplicada por los Castro, sólo han logrado que se polaricen las opiniones de sus adversarios políticos dentro de la Isla.

El propio Fidel Castro, a raíz del asesinato de un joven opositor por parte de la dictadura de Batista, a finales de los años 50, exclamó "más que un crimen, fue una estupidez". La frase encaja a la medida en la muerte reciente del prisionero político Orlando Zapata Tamayo.

Por desesperación, quizás por tener las manos atadas, la oposición en Cuba apuesta en alto grado por el apoyo internacional, en particular de Estados Unidos y España. Es de agradecer ese respaldo. Pero los opositores debieran arremangarse las mangas y saber que  las críticas de esos países hacia el régimen castrista son discursos de humo que a los pocos días se los lleva el viento.

Somos nosotros, desde Cuba, quienes debemos exigir al gobierno dar un giro hacia la democracia, los que debemos hacer valer nuestros derechos. Reclamarle a Raúl Castro que no intente dialogar con la administración de Barack Obama, sino con los cubanos que disienten.

Que Obama siga en lo suyo, que es bastante, y Zapatero que se concentre en sus zapatos. El gobierno de los Castro acusa de mercenarios a todos los que se les oponen, pero por un raro ejercicio de genuflexión, prefiere negociar con los que acusa de imperialistas, antes que con los propios cubanos, quienes en un alto por ciento critican su gestión.

Me pregunto quién está cumpliendo un rol mezquino. El tiempo no se puede detener, como desearían los hermanos Castro. Gústele o no a los gobernantes, el estado de cosa debiera cambiar. Mientras eso no suceda, el pronóstico de la situación en Cuba es impredecible. Ni contratando a Houdini. O a Walter Mercado.
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Los Castro han dejado un país en ruinas.

Por Romina Ruiz-Goiriena.

Fue jefe del despacho de Raúl Castro y embajador de Cuba ante Naciones Unidas, pero hace ocho años decidió exiliarse en Estados Unidos. El régimen acabó dejando un mal sabor de boca a Alcibíades Hidalgo, inicialmente muy ilusionado con la política castrista. “Yo fui un verdadero creyente de la Revolución. Tenía 13 años y el proyecto me encantaba”, cuenta el ex viceministro de Exteriores, de 64 años.

“Fidel Castro no salió de la chistera de un mago, es el producto de una democracia muy imperfecta. Al trabajar tan cerca de él pude percatarme de las realidades del poder", comenta Hidalgo, que describe el comportamiento del Comandante como consumido por una megalomanía.

"Fidel se considera a sí mismo como un ser tan superior que es capaz de llegar a donde están sentados 10 o 12 viceministros y saludar sólo a dos de ellos, ignorando a los demás", añade el ex embajador, subrayando las diferencias existentes entre los dos hermanos Castro. Fidel, en su opinión, no hizo nada para evitar que la sociedad cubana se desmoronara ante sus ojos, mientras que Raúl "siempre estuvo más cercano a la realidad del país".

Según el antiguo brazo derecho del actual gobernante, estas diferencias generaban fuertes problemas entre ambos, ya que el hermano menor siempre buscaba crear instituciones que funcionaran bajo el Partido Comunista, mientras que el líder de la Revolución intentaba escaparse de las ataduras de una formación que sí utilizaba, "pero en la cual no creía".

"Es más", agrega Hidalgo: "Durante años Raúl se opuso sistemáticamente a las campañas de Fidel que ignoraban la realidad económica de la isla o daban prioridad a proyectos que él quería desarrollar al margen del normal funcionamiento del país". Según cuenta el ex viceministro, las rencillas entre los Castro no terminaron ni en 2008, cuando Raúl ascendió a la Presidencia de la nación.

Aunque admite que el actual líder impulsó ciertas medidas de apertura económica como solución a la ineficiencia del Gobierno, Hidalgo opina que "tras medio siglo de juego entre los dos hermanos, al final de sus vidas entregan un país en ruinas y tampoco son capaces de reconocerlo".

En este sentido, Hidalgo -como muchos otros cubanos- no espera que el cambio llegue de la mano de Raúl: "En algún momento dijo que quería crear un Estado y una sociedad que funcionaran, generando esperanzas de cambio y de reforma. Sin embargo, en el tiempo que lleva en el poder no ha habido nada de todo eso".

El hombre que durante once años fue la sombra del actual presidente asegura que "Cuba tiene que empezar a cambiar" y que "eso es inevitable", aunque en la actualidad "no existe ninguna señal real de apertura por parte de Raúl". Según Hidalgo, el hecho de que Fidel todavía esté vivo es “quizás el mayor obstáculo” para el cambio. "Es duro reconocerlo, pero mientras los Castro estén en el poder, los dos hermanos le dan coherencia a ese Gobierno".

Para Hidalgo, el exabrupto que tuvo Raúl ante la prensa brasileña tras la muerte del disidente Orlando Zapata -que coincidió con la visita a Cuba del presidente Luiz Inácio Lula da Silva- demuestra el nerviosismo que existe en la isla por la inestabilidad del régimen. "El Gobierno está en un momento muy difícil. La prensa oficial incluso está reflejando la ausencia de reformas. El país está en quiebra y su mejor aliado, Hugo Chávez, también se enfrenta a problemas serios en Venezuela".

"El Gobierno reprime más ahora que cuando Fidel estaba en el poder. Nos llegan informaciones muy malas sobre la falta de derechos humanos y el estado de la economía, y ésa es una combinación muy peligrosa", explica Hidalgo, que mira con ojos desencantados la realidad actual de su isla: "Cuba está dominada por una clase política octogenaria que quiere permanecer en el poder y a la que no importa lo que vaya a suceder con el destino del país".
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Guillermo vuelve a La Habana.

Por Raúl Rivero.

Cuerpos divinos (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), el nuevo libro de Guillermo Cabrera Infante que comenzó a circular esta semana en España, es la historia puntual de un fracaso. La reseña del paso de un ciclón escrita por un hombre descalzo y sin camisa en la ruta del viento. Y el retrato de la decepción del proceso político cubano de 1959, hecho a mano, por un novelista que inventó un lenguaje para contar las cosas y que tomó notas de la vida como un reportero que cubría siempre su primera noticia.

Cabrera Infante (Gíbara, 1929-Londres, 2005) decía de este libro de 600 páginas que quiso escribir una novela y le salió una biografía velada. Muchos lectores, ya en la disposición de un probable debate sobre los géneros, podrán ver también un reportaje monumental que el autor de Tres tristes tigres comenzó a escribir en 1962 y vino a finalizar casi unas horas antes de su muerte.

Cuerpos divinos persiguió a Cabrera Infante. Se le deslizaba entre los apuntes de sus novelas, sus cuentos, sus ensayos, sus guiones de cine y sus piezas magistrales sobre la música y el humo.

Le permitía excursiones y le daba un chance para que redondeara su obra. Pero después de cada punto final -a veces antes-, le acechaba desde las hojas blancas de los cuadernos y desde el teclado de la máquina a la que el escritor le sacaba una rara melodía metálica con una mecanografía rudimentaria de dos dedos para todas las letras y el espaciador.

La actriz Miriam Gómez, viuda de Cabrera Infante (se casaron en 1961), ha dicho que este libro le dolía al escritor. «Luchaba para escribirlo. Yo le tenía miedo a Guillermo cuando lo escribía. Se desnudaba y sólo la luz de su lámpara lo calentaba. Me aterraba saber qué podía contar».

Y él lo contaba todo. Sus historias personales de romances y aventuras con muchachas en las matinés de los cines de la ciudad. Más tarde, sus ligues sofisticados, la conquista de La Habana con un carro deportivo de dos plazas y su firma de periodista de la revista semanal Carteles y la televisión. Una vida que comenzaba a medianoche en los clubes y los espectáculos de los grandes hoteles, en la bohemia junto a cantantes, fotógrafos, músicos y escritores bajo palabra que le permitían ver demasiado a menudo el amanecer en el trópico.

Cuerpos divinos contiene ese mundo que tiene sonido y color en algunas de sus páginas y, quizá, en la memoria asistida de unos pocos sobrevivientes. Pero la obra tiene un montaje paralelo. La vida privada del escritor y sus amigos entra en el escenario de la política cubana y Cabrera Infante -como testigo y protagonista- narra, desde adentro, los días finales del régimen de Fulgencio Batista, la entrada de Fidel Castro en La Habana y las enconadas batallas internas por el poder en los primeros meses.

El libro ofrece las claves de los sistemas adivinatorios que utilizó el autor de Cine o sardina para descubrir que los nuevos amos iban a hacer trucos hasta con la topografía. «Nacimos en un oasis», escribió, «y con un pase de mano nos encontramos en pleno desierto».

Cuerpos divinos pone en orden y repasa los episodios de un periodo confuso y peligroso que desembocó en una frustración general. Es la lectura de sucesos pasados que ayudan a entender el presente de Cuba y tiene gasolina todavía para lanzar unos fogonazos hacia el porvenir.

Todo eso, en la prosa de un Guillermo Cabrera Infante vigoroso y creativo, a toda velocidad página abajo con la potencia de su capacidad de invención, la agilidad del reportero y la hondura del escritor.

Hay momentos en los que Guillermo cuenta cosas duras y dolorosas de un país que ya no existe, en medio de una fiesta difícil por la que pasan, disfrazados de personas comunes, una reserva especial de coristas, intelectuales, militares, políticos, matonesas y suicidas.

Hablé por ultima vez con Cabrera Infante en la Nochebuena de 2004. Él y Miriam Gómez nos llamaron desde Londres a La Habana para saludarnos por el fin de año. No nos dio tiempo de seguir la conversación en Madrid donde debíamos vernos pronto.

Con este libro he sentido que retomo zonas de aquella llamada final. Muchos de los pasajes parecen narrados por el escritor en la barra de un bar o en uno de los bancos de la calle Paseo, en El Vedado, desde el que se puede ver el mar (o presentirlo) por encima de las hojas de los árboles.

Cuerpos divinos me da el privilegio de volver a ese parque cuando quiera o a la hora que necesite escucharlo otra vez.
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jueves, 11 de marzo de 2010

Andy García invita a Willy Toledo a visitar a los presos políticos de Castro.Andy García invita a Willy Toledo a visitar a los presos políticos de Castro.

"Si ese actor o cualquier otra persona en el mundo cree que Zapata era un preso común o un agente de la CIA, que se vaya a Cuba y que se pase unos días con los presos políticos, a ver si sale con la misma opinión", dijo Andy García en una entrevista en Nueva York, donde promociona su nueva cinta "City Island". El disidente Orlando Zapata falleció el pasado 23 de febrero tras pasar 85 días en huelga de hambre contra el régimen de los Castro.

García, que nació en La Habana en 1956 y llegó a Miami (Florida, EEUU) a los cinco años, aseguró no conocer a Guillermo Toledo ni la polémica que han suscitado esas declaraciones en España, pero lamentó que aún haya en el mundo y sobre todo entre los artistas quien profese "amor al castrismo y a Fidel Castro y todo lo que personifica".

Para Andy García, esas declaraciones son "un ejemplo más de una situación persistente en relación a Cuba", que hace que "incluso escritores muy famosos" lleguen a la isla, vivan allí y se hagan "amigos de un régimen que encarcela curiosamente, entre otros, a cientos de escritores a quienes no les da libertad de expresión".

"Hay amor a un concepto ideológico que es completamente brutal, cuando lo único que funciona en el mundo y que se debería defender es un sistema libre y democrático, donde se pueda protestar, criticar, expresarte libremente y en el que puede haber diferentes opiniones", explicó el actor.

García, conocido por sus papeles en cintas como "El Padrino III" o "Los Intocables de Eliot Ness" y también por su faceta como músico y compositor, aseguró que "la situación en Cuba es realmente triste, tras cincuenta años de dictadura, de abusos contra los derechos humanos y crímenes contra la humanidad cometidos por los hermanos Castro".

"Por muchos años el mundo no quiere creer lo que pasa en Cuba. Yo rezo todos los días para que eso se acabe pronto. No sé por qué le tocó a Cuba la carta negra de los brutales hermanos Castro, pero esa es la realidad que estamos viviendo y espero que el mundo al fin se despierte y presione a ese régimen para que se termine", añadió.

El actor se mostró convencido de que "en los últimos años en Cuba la gente ha perdido el miedo, porque ya no puede más" y aseguró que, a su juicio, la libertad llegará a la isla caribeña de la mano de internet y de personas que, "como la bloguera Yoani Sánchez y tantas otras personas como ella", cuentan en ese medio lo que ocurre.

"Al ser una isla, el régimen ha podido controlar durante años la información que entra y sale, pero ya no pueden más gracias a Internet. Es muy importante que cada vez haya más gente como Yoani, que recurra a internet para explicar lo que ocurre, su realidad", dijo García.

El protagonista de "Night Falls on Manhattan" (La noche cae sobre Manhattan, 1997) o "Desperate Measures" (Medidas desesperadas, 1998) aseguró además que siempre está dispuesto a responder todas las preguntas que se le formulen sobre Cuba. "Siempre contaré la verdad, que la isla está sometida a una cruel dictadura que no permite a sus ciudadanos ser libres", añadió.

"Se lo debo a mi padre, que me trajo a Estados Unidos con cinco años para que fuera libre, y también a todas aquellas personas que han muerto por la libertad en Cuba a lo largo de los años y por decir la verdad en un país donde no existe la libertad de expresión", indicó.
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Cuba y sus representantes.

Por Adolfo Rivero Caro.

Lula nunca va a ayudar a que la dictadura cubana emprenda reformas. No hay absolutamente ningún motivo para suponerlo. Siempre ha tratado de fortalecer política y económicamente al régimen castrista y jamás se ha reunido con los disidentes. Hasta la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño lamentó la muerte de Zapata Tamayo y criticó el silencio de Lula ante los Castro. El único voto en contra de la declaración fue el de Joao Pedro Gonçalves, del Partido de los Trabajadores, que dijo que la intención de esa declaración no era manifestar "solidaridad" con la familia de Zapata Tamayo sino ayudar a "profundizar la disidencia en Cuba'', y que por eso no estaba de acuerdo con la misma. ¿Acaso no está suficientemente clara la posición del Partido de los Trabajadores y de Lula?

¿Hasta cuándo se va a estar hablando de que la revolución cubana fue una revolución de los trabajadores y, por consiguiente, dirigida contra la burguesíanacional y extranjera? ¡Por favor! Hace medio siglo que en Cuba no hay burguesía. ¿Y qué era Orlando Zapata Tamayo sino un albañil negro, un simple obrero? La revolución cubana fue el asalto al poder de una gavilla de aventureros que luego se llamaron marxistas porque era una ideología que les permitía justificar sus crímenes. Tanto el marxismo como el fascismo son ideologías de aventureros.

Inicialmente, la famosa revolución robó a los que tenían propiedades; después ha estado robando a los empobrecidos trabajadores cubanos. Al principio fue sostenida por la Unión Soviética, que compró una base militar y política a las puertas de Estados Unidos; luego, por Chávez. Generalmente, lo que se oculta tras las simpatías castristas es una ambición de poder total, una secreta envidia del totalitarismo.

Fidel Castro.Los Castro han tenido el apoyo político de todos los que envidian a Estados Unidos y pretenden hacerle responsable del atraso y el subdesarrollo de sus pueblos. Hay que aprender a desconfiar profundamente del antiamericanismo. Cuba supuestamente se liberó de Estados Unidos hace medio siglo, ¿y qué ha conseguido? Pasar de ser uno de los países más prósperos del continente a estar casi al nivel de Haití.

Ningún país democrático puede desconocer los crímenes del castrismo, que han provocado críticas sin precedentes en muchos años. Pero hay una esencial diferencia entre las críticas de Lech Walesa, Václav Havel, José María Aznar o los dirigentes políticos de Estados Unidos, todos ellos enemigos en principio del totalitarismo, y las de los simpatizantes, más o menos abiertos, del régimen cubano, que se ven obligados por las circunstancias a emitir críticas. Hasta el presidente español, Rodríguez Zapatero, tan defensor de los Castro, ha tenido que denunciarlos y pedir la liberación de los presos políticos cubanos.

El asesinato de Zapata Tamayo se produjo a cámara lenta; se prolongó durante meses. Una solidaridad internacional suficientemente vigorosa hubiera podido detenerlo. El mundo tiene que comprender que en Cuba existe una oposición de masas que la dictadura no permite manifestar. No es nada nuevo. Con la excepción de Polonia, en ningún país socialista de la Europa del Este hubo una oposición significativa y visible. Ahora bien, el rechazo a los regímenes comunistas era masivo, y ninguno de ellos sobrevivió a la avalancha de 1989.

En Cuba, bajo una dictadura totalitaria, existen decenas de organizaciones opositoras, y hay centenares de disidentes en las cárceles. De no ser por la ferocidad de la represión, la dictadura cubana sería barrida. Fidel Castro es tan impopular en Cuba como lo era Ceausescu en Rumanía. Y eso explica el pánico gubernamental ante la muerte de Zapata Tamayo, que se tradujo en la detención de decenas de disidentes (a otros se les advirtió de que no salieran de sus casas) y en la petición a los corresponsales extranjeros de que no fueran a Banes a cubrir el funeral. Hubo un increíble despliegue represivo alrededor del pobre entierro, en el que a pesar de todo participaron unas 150 personas dando gritos contra la dictadura.

El acontecimiento fue transmitido en vivo por Radio Martí, una grabación histórica. Entre las heroínas presentes se contaban Melba Santana, Martha Díaz Rondón -promotora de los municipios de oposición- y Ana Belkis Ferrer. Gente como ellas es la única y verdadera representante del pueblo cubano.
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miércoles, 10 de marzo de 2010

A ciencia y paciencia de los Castro.

Por Manuel Ballagas.

Son los disidentes y presos políticos cubanos, enfrascados en una huelga de hambre que declararon a raíz del fallecimiento del preso de conciencia Orlando Zapata. Este último murió de inanición sin que el régimen castrista considerara alterar para nada las condiciones infrahumanas en que lo mantenía encerrado.

Las leyes cubanas vigentes contienen una figura jurídica para calificar semejante felonía: muerte sin asistencia. De imperar en Cuba un mínimo estado de derecho, el dictador jubilado Fidel Castro y su reemplazo aparente, el general Raúl Castro, serían encausados por los tribunales y obligados a responder por este crimen. Pero eso no va a ocurrir, y la impunidad no ha hecho sino envalentonarlos. Ahora parecen dispuestos a dejar morir al disidente Guillermo Fariñas y a otros cuatro presos políticos.

¿Y qué hace la cancillería española? Pues pedir a éstos que cesen en su huelga de hambre, dizque para facilitar las "conversaciones" sobre derechos humanos que presuntamente mantienen con el régimen castrista. Primero fue el ministro de Relaciones Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos; después, el consejero político de la embajada española en La Habana, Carlos Pérez Desoy, que acudió al domicilio de Fariñas para reiterar el pedido.

Evidentemente, el sacrificio casi suicida de quienes luchan en Cuba por un mínimo respeto a los derechos humanos ha clavado una cuña en uno de los tantos conciliábulos y componendas con que el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero busca blanquear la imagen del régimen castrista para luego vendérsela a la Unión Europea y lograr el cambio de la posición común que ese grupo de naciones mantiene hacia el gobierno de los Castro desde hace unos siete años.

Moratinos.Nada ha cambiado en Cuba. Nada ha alterado la esencia totalitaria del sistema imperante en la isla, ni los métodos inhumanos y crueles con que oprime a sus ciudadanos y castiga a sus opositores. Pero en Madrid y otras partes del mundo no parece cesar el reclamo interesado de "mejorar" las relaciones con el régimen castrista. Hasta el gobierno de Barack Obama ha dado indicios de haberse rendido ante la evidencia: la rama de olivo no surte efecto alguno en los perros rabiosos de La Habana. Pero Moratinos sigue empeñado en apaciguarlos. Si tan sólo esos disidentes y presos aceptaran comer un bocado, estaría dispuesto a mandarles todo un cargamento de caldo gallego...

Es comprensible. Para Madrid se trata de echar a un lado los estorbos a una relación estable con La Habana que garantice el pago de las deudas a los empresarios españoles ya presentes en la Isla, al objeto de que éstos puedan estar cómodamente instalados cuando lleguen los demás en busca de posada. Lástima que los mejores hijos del pueblo cubano tengan otros objetivos menos utilitarios en la mira y no acepten la mediación que ahora les ponen en bandeja de plata.

Nadie quiere muertos ni mártires. Sería preferible que mañana mismo el régimen liberara a los cientos de infelices que mantiene encarcelados injustamente, y que Fariñas y el resto de los que ahora ayunan pudieran volver a alimentarse. Pero, en ausencia de una gestión seria para lograr esa meta mínima, no creo que los opositores cubanos tengan otra alternativa que persistir en su huelga.

Sería una vergüenza que estos pacíficos opositores murieran a ciencia y paciencia de los Castro, como ya ocurrió con Zapata Tamayo. Pero sería una vergüenza mayor para España, que se ha asignado el triste papel de correveidile en esta batalla con ribetes morales cuyos objetivos Madrid no parece comprender ni compartir.
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Gili Toledo y el amante "vendido".

Por Pablo Molina.

Con los fanáticos de la izquierda radical, valga la redundancia, no cabe discutir ningún asunto que tenga que ver con la forma de Gobierno existente en Cuba. En realidad, no vale la pena dialogar sobre nada en concreto pero especialmente acerca del castrismo, porque ni siquiera tienen un manual para contrarrestar los argumentos del adversario, sino que todo se reduce a esgrimir un atavismo sentimental contra el que no cabe la antítesis.
Todo lo más que llegan a intentar, si el otro se pone pesado, es a esbozar el argumento de que ningún país es perfecto. Bien, muy cierto, pero lo que se discute no es la imperfección de los gobiernos, algo natural siendo obra de seres humanos, sino las supuestas bondades de un sistema político que iba a redimir a las clases desfavorecidas de su ancestral opresión, y lo único que ha conseguido es reducirlas a un estado de miseria y terror nunca visto en cualquier otro tiempo y lugar.
Sólo un sectarismo de carácter clínico y la soberbia propia de quienes se identifican con la izquierda pueden disculpar las tropelías de los Castro con la excusa de que en España también hay denuncias de tortura o exposiciones subvencionadas en las que se retiran unas fotografías. A los palanganeros del castrismo que tenemos ahora de actualidad sólo les ha faltado añadir que en España se mata a los toros en la plaza como argumento justificador de la tiranía cubana, pero todo se andará.
Nadie en su sano juicio puede tomar en serio los discursos morales de Gili Toledo y Bosé, porque el hecho de ejercer de artistas no les otorga mayor solvencia intelectual que la que puedan ostentar un quinceañero antiglobalización o un dignísimo perroflauta. Sin embargo, dado que el primero de los dos es empleado de todos los que pagamos impuestos en España a través del cine subvencionado y el segundo presta su imagen a numerosas campañas de márketing de multinacionales opresoras, cualquier ciudadano que sienta arcadas al verles representar el papel de felpudo de un régimen asesino puede actuar en consecuencia para que, al menos, no sigan enriqueciéndose a nuestra costa. Sólo hay que hacer, en cada caso y en uso de nuestra libertad individual, eso mismo que está usted pensando ahora mismo. Exactamente eso y que cunda el ejemplo.
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martes, 9 de marzo de 2010

Miguel Bosé.

Por José García Domínguez.

Continúa la cascada de pronunciamientos de las supremas atalayas del pensamiento hispano a propósito de Cuba. Ahora, tras el docto magisterio de Willy, acabamos de conocer el posicionamiento oficial de Miguel Bosé. Ya sólo resta, pues, disponer del comunicado institucional de Belén Esteban al respecto, saber de lo meditado por Karina acerca de la cuestión, y acusar recibo de la valoración conjunta de Paquirrín y el Julián.

Mientras tanto, y decidido a desbordar incluso el listón analítico de Willy, Bosé ha dado en sentenciar la estricta equivalencia moral entre esos cerca de diecisiete mil cadáveres que pueblan el armario ropero de los hermanos Castro, los cientos de miles de exiliados, el exterminio sistemático de la sociedad civil o los campos de concentración para homosexuales, por un lado, y la retirada de cuatro fotos en un mueso de Valencia, por el otro. En todas partes cuecen habas, vino a reflexionar, equidistante, el acreditado politólogo tras su gallarda denuncia.

Ocurre que las personas decentes están predispuestas para esperar cualquier cosa del Mal; todo, salvo el cretinismo ontológico. De ahí ese instante de parálisis intelectual, de atónita perplejidad, que invariablemente le asalta a uno tras asistir a deposiciones de semejante calibre. Abyectas analogías tan iguales, por lo demás, a aquélla de los mamporreros del "proceso de paz", cuando otros risueños miserables insistían en comparar las cifras de los asesinados por ETA con los muertos en accidentes de tráfico durante el fin de semana. Grotescos retablos de la bajeza humana, en fin, como la muy compungida estampa de Zapatero, al confesarle a Irene Villa que él también ha sufrido mucho porque le mataron al abuelito en la Guerra.

Cuesta admitir la idea central de Hannah Arendt, ésa de la banalidad del mal, aplicada al nazismo. Los nazis no eran banales. Al contrario, creían con sincero fanatismo en lo que hacían; para muchos de ellos, constituía la razón última de su existencia. ¿Qué pensar, sin embargo, de gentucilla como Bosé? Alguien dispuesto a bendecir cualquier crimen a cambio de un minuto de efímera gloria promocional en los telediarios. Sólo, exclusivamente por eso. "En todas las ciudades hay mil tipos dispuestos a aplaudir a quien sea y a su contrario", garrapatearía Hitler en Mi lucha. Así, obsoleto y banal, Bosé.
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Miguel Bosé compara la represión en Cuba con las fotos de Gürtel censuradas.

 En la presentación de su nuevo disco, Miguel Bosé ha echado más leña al fuego sobre la represión en Cuba y ha afirmado que el país caribeño "se va a poner cada vez más caliente". En este sentido, añadió que "desde el respeto al dolor justificado de la primera generación del exilio", el músico consideró que de esta polémica "se aprovecharon los que tienen el poder de presión en el exilio y no están dispuestos a que esto acabe". "Cuando haya una reconciliación entre los dos países, se les acaba el negocio", dijo.

Tras atacar a los disidentes cubanos, Bosé dijo que "43 años de embargo son una locura" y diciendo que es cierto que "en Cuba siempre ha pasado de todo" pero que si alguien quiere hablar de represión, "en todos los sitios pasa". Y puso como ejemplo las fotografías de Gürtel censuradas en una exposición en Valencia. Así, iguala la retirada de unas imágenes con la brutal agresión física y psicológica que protagoniza la dictadura cubana.

El artista español habló sobre el polémico concierto en el que participó junto a Juanes en La Habana y "en favor de la paz". Así, indicó que se llevó a cabo con la "sintonía" de los Gobiernos de EEUU y Cuba. El concierto en un principio se quiso celebrar en Guantánamo, pero los problemas de logística hicieron que se cambiara de espacio.

Bosé agregó que los vídeos colgados en Internet, en los que se ve al artista diciendo que había cumplido "con todo" lo que le pidió el régimen antes del concierto, estaban manipulados y no tenían que ver con aquel macrodirecto. Aún así, tanto Juanes como él fueron objeto, según narró, de "un ataque brutal con amenazas hasta de muerte".

En este sentido, consideró "excesivos los ataques" hacia el actor Willy Toledo ("un tío con mucha lucidez") por sus declaraciones sobre el asesinato del disidente Orlando Zapata.
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domingo, 7 de marzo de 2010

Turistas y residentes deberán tener póliza de seguro para viajar a Cuba.

El Gobierno de Cuba exigirá a partir de mayo próximo  que los turistas y residentes cubanos en el exterior que viajen a la isla tengan pólizas de seguro de viaje y médico, según publica hoy la gaceta oficial.

La decisión fue tomada por el Consejo de Ministros de Cuba en febrero pasado y entrará en vigor el próximo 1 de mayo, cuando la isla empezará a vender pólizas de aseguradoras cubanas a los viajeros.

La resolución publicada en la gaceta oficial indica que para ingresar al país se exigirá “de forma obligatoria” a los viajeros extranjeros y cubanos residentes en el exterior “que cuenten con una póliza de seguro de viaje” y “cobertura de gastos médicos, expedida por entidades aseguradoras reconocidas en Cuba”.

Añade que en los puntos de entrada a la isla “se asegurará la venta de estas pólizas, por entidades aseguradoras cubanas”.

Los extranjeros con residencia temporal en el país, excepto diplomáticos o representantes de organizaciones internacionales acreditadas, también tendrán que obtener una póliza de seguro médico a través de aseguradoras nacionales o extranjeras.

Según datos oficiales, en 2009 viajaron a Cuba 2,43 millones de turistas, además de unos 300.000 cubanos residentes en el exterior, la mayoría en Estados Unidos
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viernes, 5 de marzo de 2010

Moratinos, con sentido de estado.

Por Florentino Portero.

Miguel Ángel Moratinos demostró una vez más por qué goza de la confianza de Rodríguez Zapatero y no tuvo reparo en llamar al presidente Chávez para pedirle disculpas por el irresponsable comportamiento de un magistrado que, alentado por fascistas de toda condición, trata de encausar al dirigente bolivariano por su implicación en unos arreglos entre ETA y las FARC. ¿Qué se habían creído? ¿Que iba a ponerse a su servicio echando leña al fuego a unas relaciones de por sí complejas? Desde luego que no. Para eso no ha venido a este mundo quien con todo honor ostenta el récord mundial de posar sonriente con un terrorista.

¿Por qué iba a tensar una situación si de lo que se trata es de que España consolide una relación preferencial con la izquierda progresista, aquella que va más allá de las decadentes democracias burguesas, restos de un mundo a punto de sucumbir? ¿Qué sentido tendría hacerlo en el momento en el que nuestra diplomacia se está empleando a fondo, aunque sin gran fortuna, en convencer a nuestros socios europeos de que hay que dejar atrás la absurda "posición común" patrocinada por Aznar para abrir los brazos a Cuba, reconociendo su derecho a tener una vía propia hacia el progreso y la justicia social?

La coherencia es fundamental en la acción exterior. Los cambios de criterio desconciertan al resto de los Estados y merman nuestro prestigio. Desde el primer momento y en el templo por excelencia del multilateralismo, la Asamblea General de Naciones Unidas, Rodríguez Zapatero se comprometió a sacar adelante el programa estrella de su mandato: la Alianza de las Civilizaciones. Occidente debe renunciar a su petulante superioridad moral y dejar de liar con exigencias democráticas. No hay valores absolutos, todo es relativo y nosotros no somos quién para dar lecciones a nadie. Si respetamos que en el islam regímenes distintos administren como consideren oportuno los derechos humanos, ¿por qué íbamos a actuar de manera diferente en el Caribe?

Más aún. Cuando se reivindica el papel de la izquierda durante los años de la II República y la Guerra Civil, dejando atrás el azañismo vergonzante de Felipe González, ¿por qué criticar torturas carcelarias, asesinatos políticos o acuerdos entre grupos violentos? La Revolución tiene un precio. De la misma forma que desde la Memoria Histórica se lava la cara a las chekas y se cubre de estiércol a las formaciones derechistas, culpables de oponerse al legítimo avance de la izquierda, valga la redundancia, carece de sentido criticar a quien viene a hacer lo mismo al otro lado del charco.

Prejuicios reaccionarios han llevado a una idea inexacta de lo que en realidad son las FARC o ETA. Es verdad que en ocasiones su comportamiento ha sido inaceptable... pero no debemos olvidar que sólo se explica como reacción a los excesos de las oligarquías reaccionarias. La paz y el bienestar exigen generosidad de nuestra parte, facilitando su paulatina reintegración a la vida pública, cueste lo que cueste. De la misma forma que no es posible hacer una tortilla sin antes romper unos huevos, toda revolución lleva consigo excesos inevitables. Es el precio que tenemos que pagar por caminar con decisión hacia el fin de la historia.

Tanto las FARC como ETA tienen un enorme potencial, pues representan el sentir de capas sociales progresistas. Tanto en Colombia como en España están llamadas a abandonar las armas para ocupar su puesto en alianzas modernizadoras. ¿Cómo renunciar de antemano a un Gobierno de coalición con Batasuna en Vitoria, dejando atrás la antinatural alianza con el Partido Popular? El Tripartito catalán es un punto de partida, no una experiencia superada. De igual modo, el futuro de Colombia pasa por desarrollar la agenda revolucionaria desde el triunfo en las urnas.

Nuestro ministro de Asuntos Exteriores ha demostrado al mundo que las presiones reaccionarias no alterarán su política. El Gobierno está por encima de la Constitución y de los intereses nacionales. De la primera, porque representa un período vergonzante en el que la izquierda hizo concesiones inaceptables para facilitar la transición política. Del segundo, porque es una contradicción característicamente reaccionaria: nada hay más discutible que el concepto de nación cuando se refiere a España. La renovada izquierda no ha llegado a La Moncloa para realizar unas pocas reformas más o menos cosméticas. Ha llegado el momento del gran salto adelante.
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jueves, 4 de marzo de 2010

Zapatero y los hermanos Castro.

Un artículo en El País condenando el castrismo no es suficiente ... Alabo el buen gusto y el compromiso de Rosa Montero contra el castrismo, pero la realidad de la izquierda española es el silencio frente al crimen de los Castro, o peor, la justificación de la dictadura cubana. La muerte trágica del disidente cubano pone en evidencia, obviamente, la brutalidad de la tiranía de los hermanos Castro; pero, sobre todo, nos permite evaluar la bajísima calidad de la democracia española. Me explico: democracia y totalitarismo son dos caras de una misma moneda. La política. Es imposible analizar, estudiar y defender la democracia sin el conocimiento de su contrario bárbaro. Criminal. Más aún, puede haber "democracias" formales que se adornan con las mismas armas políticas que los regímenes totalitarios, entre todas ellas, destaca la ideología, es decir, la ocultación permanente de la realidad.

La ideología, sí, extendida por Zapatero en los últimos años sigue salvándole de los mayores escándalos que se han producido en nuestra "formal" democracia, por ejemplo, su declaración tibia sobre los derechos humanos en Cuba. El silencio ominoso de Zapatero en la ONU sobre el crimen perpetrado por la tiranía castrista contra Orlando Zapata Tamayo no ha provocado ningún escándalo mediático. Ninguno. Nadie se engañe. Sólo ha habido reacciones aisladas, excepcionales, pero en general los medios de comunicación de la izquierda española, o sea casi todos, han tragado con las desganadas palabras de protesta de Zapatero. Esa es la cruel realidad de la "democracia" española. Ni el Gobierno ni la llamada sociedad civil se han movilizado contra la tiranía castrista por su último asesinato.

Por el contrario, han emergido a la superficie las heces de la gran letrina ideológica construida en España durante los últimos seis años por la más negra socialdemocracia. El contenido ideológico del régimen de Zapatero –la letrina– está muy bien sintetizado por las declaraciones del actor Guillermo Toledo –la hez– que justifican el asesinato de los Castro. La ideología, en efecto, equipara al régimen de Castro y la política de Zapatero. Por supuesto, existen otros muchos rasgos comunes entre estos políticos; pero, aparte de las tradiciones que comparten a pie juntillas, hilos rojos, padres políticos y amigos comunes como Hugo Chávez Frías, existe una especial manera de encarar el ejercicio del poder que los iguala a ellos y a sus millones de correligionarios y seguidores.

Unos y otros, castristas y zapateristas se legitiman mutuamente. Zapatero necesita tanto a los Castro como los cubanos al gobernante español. Ya sé, ya sé, que uno ha sido elegido por las urnas y los otros a golpe de terror, pero, por favor, no hablo de legitimidades de orígenes sino de ejercicios. O sea, la ideología es decisiva en el caso de la dictadura castrista y de la "democracia" española. ¿O acaso existen, en toda Europa, leyes más ideológicas que las aprobadas durante los gobiernos de Zapatero, desde la ley de la memoria histórica hasta la de matrimonios, pasando por las del aborto y la que obliga a enseñar "Educación para la Ciudadanía", o sea, la "moral" y "religión" de Estado? Lo dudo.

La falsificación de lo real es una estrategia de acción política ampliamente compartida por el zapaterismo y el régimen de Castro. No es una coincidencia fatal. Es una forma de ejercer el poder que dispensa al político de hacer frente a sus errores; más aún, el "gobernante-ideólogo" llega un momento que sólo "fabrica" mentiras y engaños que lo excusan de todos los males cometidos, por ejemplo, Zapatero con las formas para solucionar la crisis económica; y, finalmente, la ideología impide a gentes como Zapatero y los hermanos Castro enfrentarse a diferentes concepciones del bien y el mal, entre otros motivos, porque sólo ellos son los únicos representantes de la moral.

Por desgracia para el desarrollo de la democracia española, el uso extremadamente refinado que hace de la ideología Zapatero no tiene parangón. Es la mayor diferencia entre los Castro y Zapatero.
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Morir es vivir.

Por Armando Añel.

La muerte inducida del prisionero de conciencia cubano Orlando Zapata Tamayo es un ejemplo, uno más, de la inhumanidad de un régimen cuya única prioridad es la preservación del poder. Por eso siguen muriendo presos políticos en las cárceles cubanas (Zapata no es el primero y probablemente no será el último), y por eso el castrismo se niega a reconocer a la oposición interna: sabe que, a la larga, sólo puede continuar en el gobierno vendiendo la ficción de que representa la única opción legítima en el tablero político nacional. A estas alturas, el liderazgo castrista carga demasiadas muertes sobre sus espaldas como para aceptar que en una futura Cuba democrática sus crímenes sean aireados a la luz pública.

Por otro lado, de cara a la comunidad internacional, particularmente al Gobierno español, éste es el mensaje del exilio, la disidencia interna y en general la inmensa mayoría de los demócratas cubanos: el silencio cómplice, la diplomacia solidaria con los represores, constituyen formas de legitimar el terrorismo de Estado en Cuba. No sienten a la mesa a gente con las manos manchadas de sangre.

Ahora mismo, mientras escribo estas líneas, se muere otro activista de los derechos humanos en la Isla, periodista independiente, quien comenzó la pasada semana otra huelga de hambre, ha hecho ya varias, incluso en prisión: Guillermo Fariñas. La muerte de Orlando Zapata ha generado una reacción en cadena que tiene su vértice en la sociedad civil residente en la Isla. Allí, ya son siete los activistas, la mayoría encarcelados, que han comenzado ayunos en protesta por la muerte inducida de Zapata y por la liberación de los presos políticos, alrededor de 200, que permanecen injustamente recluidos, en condiciones infrahumanas, en las prisiones del país.

Tanto va el cántaro de la represión a la fuente que rompe hasta la paciencia de los más retraídos. Algunos se han hartado de malvivir en Cuba, del abuso y la prepotencia gubernamental, de la mezquindad de unos militarotes siempre prestos a menospreciar el sufrimiento y la miseria de la población, y están dispuestos a morirse con tal de superar ese estado de cosas. Morir para alumbrar una nueva manera de vivir, con dignidad, libertad y esperanza. La muerte de Orlando Zapata, según todo parece indicar, marca un antes y un después en el camino de la transición cubana.
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martes, 2 de marzo de 2010

Huber Matos Benítez: "Los Castro huirán a España para evitar la Justicia cubana".

El disidente y ex combatiente de la Revolución Cubana Huber Matos Benítez acusa al Gobierno de Zapatero de ser "verdaderos aliados" de la dictadura castrista y cree que Fidel y Raúl tiene preparada su huida hacia España para evitar la Justicia cubana.

"La dictadura castrista está cada vez más débil", dice Huber Matos en una entrevista en La Gaceta, y "Zapatero y su gente han sido verdaderos aliados" de ella. Considera Matos que "Raúl y Fidel Castro tienen preparada su huida. Si hay una revuelta popular. Como ya se adivina, no les extrañe que salgan huyendo hacia España para no tener que enfrentarse a un tribunal".

Huber Matos fue comandante de la revolución cubana, que tras dos décadas en las cárceles castristas por diferencias ideológicas con Fidel Castro, decidió exiliarse en Miami.

"La muerte de Zapata evidencia que el régimen cubano es una tiranía sin la más mínima preocupación por los valores cívicos y morales", dice Matos, que asegura que Fidel "ha hecho más daño a los cubanos que Stalin a los rusos".

Sobre la complicidad de Zapatero con la dictadura, afirma el disidente cubano que "Gobiernos como el de España han sido solidarios con ellos en una demostración de ignorancia total de la realidad y una enorme falta de sensibilidad. España debe ser solidaria con el pueblo cubano y no con el régimen que lo ofende de mil maneras. Zapatero y su gente han sido verdaderos aliados. Y esa complicidad de Zapatero, duele".

Dice Matos que los Castro "usurparon la nación como si fuera su propia finca. Son gangsters, hampones políticos, bandidos sin ningún tipo de escrúpulos". Y se muestra seguro de que "la caída de los Castro llevará su tiempo, porque no se puede pasar tan fácilmente de este prostíbulo que hoy es Cuba a una democracia plena".
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En Cuba, de nuevo el silencio.

Por Gina Montaner.

El fin de la tiranía es inevitable y sucederá más pronto que tarde, pero es improbable que ocurra como consecuencia de una manifestación multitudinaria que no puede materializarse mientras el Gobierno domine los mecanismos de la represión y el miedo.

El disidente cubano Orlando Zapata Tamayo al fin descansa en paz. Desde su encarcelamiento hace siete años su vida se había reducido a raciones de golpizas y penurias. En los últimos meses la huelga de hambre que había iniciado se agravó por la falta de atención médica. Se había cumplido el deseo de la dictadura castrista: que de una vez desapareciera tan incómodo prisionero de conciencia.

A primera vista uno pensaría que los hermanos Castro habrían preferido no pagar un coste político frente a la Unión Europea y otros gobiernos del mundo que no han tardado en condenar la más reciente violación de los derechos humanos en la isla. Pero eso obedecería a un pensamiento lógico, alejado de la sintomatología de una mente asesina. Tratándose de estos dos sujetos, la cuenta que sacan les proporciona beneficios: la indignación por el fallecimiento de Zapata Tamayo se difuminará en cuestión de días. En un par de semanas pocos recordarán el desgarrador testimonio de su madre, Reina Luisa. Y, sobre todo, una vez más demostraron que pueden contener el menor estallido de insurrección popular propagando el terror desde la Habana hasta Banes, la localidad donde fue enterrado el opositor.

¿Cuántas veces hemos intuido que podríamos estar presenciando el chispazo que provocaría la caída de ese muro invisible pero implacable que ha privado a los cubanos de libertad durante más de medio siglo? ¿Recuerdan la marejada del pueblo durante el éxodo de El Mariel? ¿Tienen memoria de los días trémulos en los que María Elena Cruz Varela y otros opositores empapelaban las calles con Dazibaos que clamaban por la apertura política? ¿Conservan las imágenes del gentío revuelto en la jornada del Maleconazo? ¿Acaso no fue ayer cuando el aire fresco de los jóvenes blogueros irrumpió en los portales de la aldea global? Han sido episodios intensos y esperanzadores que nos hicieron vivir el instante del espejismo. El falso oasis en medio de la nada de un desierto.

El fin de la tiranía es inevitable y sucederá más pronto que tarde, pero es improbable que ocurra como consecuencia de una manifestación multitudinaria que no puede materializarse mientras el Gobierno domine los mecanismos de la represión y el miedo. Lo habitual es que el dictador de turno muera en la cama, a menos que sus propios hombres fuertes conspiren para deshacerse del jefe. De lo contrario, la sociedad, desprovista de herramientas para impulsar la resistencia cívica, simplemente intenta sobrevivir o huir del país a la menor oportunidad. Y los cubanos no tienen un componente genético distinto a tantos otros pueblos que han permanecido oprimidos durante años.

A este lamentable modelo político le llegará su hora final, y seguramente los propios miembros de la nomenclatura se encargarán de desmontar el andamiaje en los estertores de la polvorienta dinastía. Entretanto, continuaremos siendo testigos de hechos tan terribles como la injusta muerte de Orlando Zapata Tamayo, cuya valerosa madre no ha dudado en calificar de "asesinato premeditado" por parte del Gobierno cubano.

Los que acompañaron a Doña Reina Luisa en su duelo ya han regresado a sus hogares. Los que en la isla tuvieron el arrojo de solidarizarse con ella se han visto obligados a retornar a sus asuntos. En su humilde vivienda sólo permanecen los crespones negros de su infinita tristeza. En Cuba, de nuevo todo es silencio. Y los corazones desmayados.
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Willy Toledo: " Orlando Zapata no era más que un delincuente común".

Toledo hizo estas declaraciones a varios medios de comunicación antes de participar, junto con otros actores, en una mesa redonda en solidaridad con el Sahara, en las que ha asegurado que esos "presuntos disidentes" encarcelados "son gente que ha cometido actos terroristas contra el Gobierno cubano, actos de traición a la patria y un montón de delitos".

"No son simples disidentes ni prisioneros políticos", ha asegurado el actor, quien ha añadido -en referencia a Orlando Zapata- que "este señor, al que se llama disidente, no era más que un delincuente común, que ha sido forzado y manipulado por otras personas parece ser que para ponerse en huelga de hambre y llegar al extremo de dejarse la vida". No cabe duda de que Toledo leyó el Granma este fin de semana.

No obstante, Willy Toledo ha lamentado "absolutamente" la muerte "de cualquier ser humano, y mucho más la de alguien encarcelado y en huelga de hambre, que es algo terrible", y ha considerado que el Gobierno cubano "debería haber hecho algo más por salvar la vida de esta persona, haya hecho lo que haya hecho, y no permitir que un ser humano muera bajo su tutela".

Toledo hacía estas declaraciones tras ser preguntado por las críticas al colectivo de actores que no han dicho nada sobre Zapata y sí mostraron su apoyo público a la saharaui Aminatou Haidar durante el mes y medio que mantuvo una huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote tras ser devuelta por las autoridades marroquíes de El Aaiún (Sahara Occidental) a España.

El actor "lamentó" que "se manipule absolutamente todo lo que sucede en Cuba", y calificó de "pasmoso" el hecho de que en España, y en Europa en general, "haya una especie de persecución obsesiva y paranoide contra el Gobierno cubano". "A pocos kilómetros de la isla tenemos un Gobierno como el colombiano que sí viola los derechos humanos y dónde cada año hay miles de muertos por la violencia de los paramilitares y del propio Gobierno y, sin embargo, esos gobiernos son considerados absolutamente democráticos".

Para Toledo, la dictadura cubana "con sus miserias y sus grandezas, es un modelo a seguir en muchos aspectos; mucho más que muchos de los países que se llaman amigos de Europa, entre ellos por ejemplo Marruecos".

Preguntado por la decisión del Ejecutivo español de enviar más tropas a Afganistán, el actor cree que "nos están mintiendo diciéndonos que esto es una guerra para salvaguardar la libertad de los afganos", y considera "una aberración" que España "ahora de repente vaya de la manita del Pentágono".

Willy Toledo aseguró que los soldados españoles en Afganistán "no están haciendo una labor humanitaria, es absolutamente falso, están allí asesinando afganos civiles". "Con cada bomba que la OTAN lanza contra una boda y asesina a 50 civiles, el presidente español y la ministra de Defensa son directamente responsables del asesinato de miles de civiles allí y de la ocupación ilegal de un país soberano", aseveró.
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