martes, 14 de junio de 2011

La agricultura hipotecada.

Por Osmar Laffita Rojas.

En la última reunión del Consejo de Ministros, según dio a conocer la prensa oficial el 17 de mayo, se planteó que se destinarán 800 millones de dólares adicionales para comprar alimentos en el exterior, debido al incremento de los precios. El pasado diciembre la Asamblea Nacional del Poder Popular admitió que el crecimiento en la producción de alimentos sería discreto, por lo que se acordó destinar para el presente año, mil 600 millones de dólares para importarlos.

La economía cubana continúa atrapada en una cadena de ineficiencias, con la mayor incidencia negativa en la agricultura, que no produce lo que demanda la población, razón por la que el gobierno se ha visto obligado a invertir grandes sumas para importar comida para alimentar la población en el presente año.

La desorganización del sector agrícola se refleja no sólo en los reiterados incumplimientos de las metas de producción, sino también en el ineficiente sistema de acopio y comercialización, lo que genera enormes pérdidas debido al deterioro de los productos a causa de la demora en su traslado a los centros de venta.

Los insumos y equipamientos para su trabajo no llegan a tiempo a mano de los agricultores, y esta es una de las principales razones por lo que ellos no pueden mantener una producción estable. El pasado año, por ejemplo, no se asignaron recursos a los productores para las siembras, razón por la cual se incumplió la producción en 12 renglones.

¿Por qué se continúa erogando cientos de millones de dólares para importar alimentos que podríamos fácilmente cosechar en el país? ¿Por qué parte de ese dinero no se destina al desarrollo sostenible de la agricultura? Pregúntenle al gobierno.
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