lunes, 10 de septiembre de 2018

En Cuba el que no cría animales no come carne.

Por Jandery Albornoz.


A pesar de la escasez de agua en los sectores más desfavorecidos de la Isla, los ciudadanos se ven en la necesidad de criar animales para poder comer carne.

La crisis que vive Cuba, afianzada por la indolencia del régimen dictatorial, ha llevado a sus habitantes a criar animales en sus casas para poder comer carne, aún ante la escasez de agua y sabiendo los peligros sanitarios que eso conlleva, ya que en las carnicerías brilla por su ausencia.
“Si cuento solo con lo que llega a la carnicería, se me mueren los hijos de anemia, dice Heriberto, uno de los tantos guantamaneros que han decidido criar animales en sus casas y patios para remediar la carencia de carne en la dieta de su familia.”
 La situación recuerda el llamado “Período Especial”, cuando miles de cubanos de todo el país intentaron criar animales incluso en bañaderas ante la escasez de alimentos, según reseña Diario de Cuba.

“Hay que tener un animalito por necesidad”, apunta Belkis Reyes, una obrera. “El pollo antes lo daban mensual y ahora lo dan diez veces al año. Parece que el año tiene diez meses”, añade refiriéndose a los alimentos que vende el Gobierno a través del sistema de racionamiento.

Heriberto decidió cambiar su apartamento en el reparto Caribe por una vivienda en el Raposo, unos de los barrios marginales del municipio cabecera de Guantánamo.

En el reparto Caribe “pasé los momentos más difíciles del Período Especial, recuerda. Eso me impulsó a comprar en esta parte de la ciudad para poder criar unos puercos y pollos, porque tengo que alimentar a mi familia”.
“Yo recojo sobras en varias casas para los puercos porque el pienso, cuando aparece, cuesta 70 y 80 pesos (moneda nacional) cada lata. Si los tienes que criar solo con pienso, vale más la pena comprar carne a 25 pesos la libra”, calcula Heriberto.”
Otros ven la crianza de animales como la forma de ganar “un buen dinerito”.

La mayoría no calcula los riesgos para la salud a los que se enfrenta criando animales en casa. “La necesidad obliga y hay que arriesgarse”, afirma Belkis.

En cuanto a la acción de las autoridades sanitarias, un vecino del reparto Caribe relata lo ocurrido hace varios meses.
“Llegaron unos cuantos policías, gente de Planificación Física, los de Salud Pública y otros trabajadores movilizados, además de unos que estaban vestidos de civil y solo miraban a los que protestaban. Desbarataron todas las cercas que la gente había hecho en la parte de atrás de los edificios para criar allí sus animales. Aquello fue un crimen porque todo el mundo sabe que el cubano depende de eso para poder comerse un pedazo de carne. Después de eso, no han venido más. Parece que todo fue por una visita de altos dirigentes”.
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