viernes, 20 de agosto de 2021

Ley de Mipymes: otra jugarreta para reforzar el control en Cuba.

Por Luis Cino.

Alejandro Gil, ministro de Economía y Planificación, de visita en Caibarién.

La reciente ley para la Mediana y Pequeña Empresa (Mipymes) no busca la liberalización económica, el destrabe de las fuerzas productivas y la prosperidad de los cubanos -como pudiera pensarse-, sino que es otra jugarreta de la dictadura castrista para reforzar sus controles sobre la sociedad y aumentar los beneficios y prebendas de la elite gobernante y sus más cercanos servidores.

Dicha marco legal, con reminiscencias feudales, determina que las pequeñas y medianas empresas no pueden tener más de 100 miembros, convertirse en sociedades anónimas ni acceder al mercado internacional si no es a través de la mediación de empresas del Estado.

Estas regulaciones, lejos de estimular, traban y ponen limitaciones absurdas al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas privadas, condenándolas a no crecer y a ser raquíticos bonsais que, relegados a un segundo plano, trabajen en función de las empresas estatales.

Los mandamases castristas, mantienen testarudamente  la apuesta por la empresa estatal socialista, la cual, pese a su proverbial ineficiencia y sonados descalabros, aspiran sea el motor impulsor de la economía cubana.

En lo que en su enrevesada jerga calificó como “reordenamiento empresarial” y “encadenamiento del sector estatal con el no estatal”, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, anunció que “las empresas estatales tienen ahora la posibilidad de convertirse en empresas filiales o Mipymes a partir de la separación entre la propiedad y la gestión”.

Aunque aseguran que todas, como parte de “un mismo modelo”, trabajarán en igualdad de condiciones, las Mipymes -que surgirán de las empresas estatales divididas o asociadas con particulares- arrancarán con ventaja en cuanto a licitaciones, locales, equipamiento, financiamiento, recursos  y  mercado.

Los mandamases, impidiendo la concentración de propiedades y riquezas, y, por ende, la acumulación de capital, siguen evitando que surja  una clase media de pequeños propietarios que logre independizarse  del Estado.

Solo a los más incondicionales servidores del régimen les está permitido enriquecerse. Por ello, no cualquiera podrá dirigir esas filiales productivas y de servicios paraestatales que serán las Mipymes. Al frente de ellas  estarán personas de confianza del régimen: ex directores de empresas, ex oficiales de las FAR y el MININT, funcionarios retirados del aparato gubernamental, tronados “caídos para arriba” y otros paniaguados. Como ocurrió en Rusia  y Nicaragua, ellos, secundando a los militares-empresarios de GAESA, conformarán la mafia triunfadora en la piñata.

Alejados de los intereses populares y con su lealtad comprada contribuirán a la continuidad del sistema. Pero tentados por la codicia, se corromperán y, cual pirañas, disputarán entre ellos.  Cuando sientan amenazados sus privilegios y los bienes en usufructo concedidos por el Estado patrimonial, su fidelidad  al régimen se verá puesta a prueba. Habrá que ver entonces lo que pasa.

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Batista: El libro de las mil y una mentira.

Por Tania Díaz Castro.

En días pasados, la prensa castrista nos sorprendió con un comentario sobre el libro "Pájaro lindo de la madrugá", que la poetisa y novelista Zoé Valdés publicó el año pasado en Francia. 

El periodista oficialista Rolando Pérez Betancourt, del diario que dirige la dictadura cubana, dijo que se trata de “un libro que dignifica a Batista y un disparatado análisis”. Pero él no analizó nada: teme caer, por supuesto, en lo que padece la prensa cubana: el trillado discurso panfletario y demagógico que hace que sus paginitas, hoy a colores, sirvan a los cubanos de la Isla a falta de papel higiénico.

Los cubanos que vivimos en este país dominado por la tiranía de Fidel y de Raúl nos tenemos que conformar con el libro Batista, últimos días en el poder, de José Luis Padrón y Luis Adrián Betancourt -muy conocidos en su casa a la hora de almorzar-. Esas 600 páginas definen la salida de Batista como “una colosal proeza política y humana del pueblo cubano”. 

Hay que preguntarse qué hizo el pueblo cubano para sacar del poder a Batista. ¿Cuándo hubo manifestaciones en su contra, como las del pasado mes de julio contra el castrismo? Nunca. El pueblo se divertía pese a las bombas y atentados de grupúsculos como “26 de Julio” y el Directorio Revolucionario “13 de marzo”.

Es una verdad indiscutible cuando se dice que el pueblo JAMÁS se opuso al golpe de Estado del “pájaro lindo de la madrugá” y que lo aceptó como la cosa más natural del mundo. 

Decir que Batista gobernó con el apoyo de las fuerzas represivas es lo más ingenuo que he oído en mi vida. ¿No hace lo mismo el castrismo desde 1959? ¿El actual régimen no acaba de reprimir las históricas protestas iniciadas el 11 de julio?

Padrón y Betancourt definen a Batista como “un dictador soberbio enseñoreado sobre su pueblo”, pero en apenas seis años. ¿Y qué fue Fidel Castro, si no, durante casi 50 años?

Cierto es que Batista tuvo el apoyo de Washington, el mismo que le ha faltado al actual régimen. Pero decir que Batista “fue derrocado espectacularmente por las fuerzas populares del alma nacional” es un disparate más. También “los intentos fallidos de los norteamericanos por abortar la naciente revolución”. Increíble que estos dos autores desconozcan que Estados Unidos dejó de enviar armas a Batista mucho antes de su fuga, aunque cierto es que Fidel se privó de asesinarlo en su circo privado. 

La verdad es una sola: Fulgencio Batista se fue porque quiso. Nadie lo obligó. Ni siquiera lo obligaron las escaramuzas de Fidel en la Sierra Maestra, quien hubiera permanecido allí años. Recordemos cuando en las dos ocasiones este le pidió al pueblo una huelga general para acabar con la dictadura y llegar él al poder y jamás el pueblo cooperó con él. 

Es una verdad indiscutible que las masas de trabajadores no se rebelaron contra Batista. Se avanzaba lo mejor que se podía, pese a ciertos hechos terroristas que ocurrían de forma aislada. 

El pueblo siempre aceptó a Batista. Es la verdad. Resultó idóneo desde un principio -me refiero a 1952-, cuando el loco de Chibás, su competidor, se destrozó el estómago ante un micrófono con un arma que llevaba oculta. Mientras, el sargento de Banes, que no hablaba de forma intelectual, guajiro al fin, aparecía en el firmamento cubano.

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Los militares y el futuro de Cuba.

Por Luis Zúñiga.

Es incuestionable que con participación militar, o sin ella, los días del régimen están contados.

A la dictadura castrista le ha molestado la oferta que presentó el empresario Sergio Pino de construir casas a los militares que ayuden en un cambio democrático en Cuba. La parte material de la oferta es lo menos importante. Lo esencial del mensaje es la mano que el exilio cubano extiende a la jerarquía militar para que tomen el lado correcto en la crisis actual y sean el factor de cambio que reclama el pueblo cubano.

El mensaje de acercamiento tiene presente una realidad importante: los militares no han participado en la represión del régimen contra el pueblo. Sus manos no se han manchado de sangre ni han participado en maltratos y torturas contra los presos políticos.

Por esa razón, la mayoría de los exiliados daría la bienvenida a los militares que tomen el camino democrático. Ahí está, en evidencia, cómo el exilio ha abierto los brazos a todos los militares que han optado por separarse de la dictadura.

Es incuestionable que con participación militar, o sin ella, los días del régimen están contados. Los sucesos del pasado 11 de julio en Cuba, los vimos antes en los países comunistas de Europa Oriental, antes de su caída. Allí, los militares impidieron que los cuerpos represivos agredieran a las multitudes y forzaron a los civiles a renunciar al gobierno. Seguidamente, todos los mandos militares fueron ratificados por los gobiernos de transición, y continuaron en sus posiciones cuando se instauró la democracia. Así debe ser en Cuba, también.

El llamado a los militares está dentro del cumplimiento de su deber. Ellos juran lealtad a la nación, no a la ideología comunista, y la nación es el pueblo. El 11 de julio, la nación habló claramente: "No queremos más el régimen comunista".

Entendemos que el sistema crea incertidumbre entre todos, incluidos los mandos militares. El temor a que una opinión honesta se interprete como "traición", es real. Por eso, los altos oficiales deben usar las relaciones personales, y no las profesionales, como el vehículo, para hablar, en privado y con honestidad, sobre la situación real de Cuba. La responsabilidad que tienen sobre sus hombros es crucial.

La decisión a tomar no es difícil cuando se evalúa, honesta y objetivamente, lo que el castrismo ha hecho de Cuba: una nación arruinada económicamente, endeudada, con su infraestructura semidestruida, con una pobreza generalizada, los campos abandonados y llenos de marabú, la prostitución rampante, las cárceles repletas, la policía corrupta, con enormes desigualdades entre pueblo y dirigentes y, peor aún, sin futuro.

Ante esa realidad innegable, ¿deben los mandos militares continuar respaldando un régimen que no sabe gobernar, que solo genera pobreza y que persiste en mantenerse en el poder a base de represión y cárcel?

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martes, 17 de agosto de 2021

Eduardo Chibás, la muerte que cambió la historia de Cuba.

Por Luis Cino.

Este 16 de agosto se cumplen 70 años de la muerte (en 1951) de Eduardo Chibás, un hecho que de no haber ocurrido siete meses antes de las elecciones presidenciales hubiera dado un giro muy distinto al curso de la historia de Cuba.

El líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), que había acabado de cumplir los 43 años, llevaba once días ingresado en el Centro Médico Quirúrgico de La Habana debatiéndose entre la vida y la muerte a consecuencia de un balazo que se dio al anochecer del 5 de agosto, durante su muy escuchado programa radial dominical Al aire.

Chibás, que era un hombre tan impulsivo y vehemente que muchos dudaban de su salud mental y lo calificaban de histérico, se disparó porque, según alegó, habían desaparecido de su portafolios las pruebas que había prometido presentar para probar que José Manuel Alemán, ministro de Educación del gobierno de Carlos Prío Socarrás, había robado una suma millonaria del presupuesto nacional.

Fue entonces que, trémulo de impotencia, con los ojos desorbitados tras sus gruesos lentes de miope, apoyó el cañón del revólver en su vientre y disparó. La detonación, amplificada por los micrófonos de la radio nacional, estremeció la conciencia de los cubanos. Y eso que no imaginaban cuánto torcería el rumbo político del país.

Siete décadas después todavía siguen sin esclarecerse las circunstancias en torno a aquel dramático suceso, conocido como “el último aldabonazo de Chibás”. Unos dicen que las pruebas contra Alemán las robaron del maletín de Chibás individuos al servicio de Aureliano Sánchez Arango, mientras que otros aseguran que dichas pruebas no existieron, ya que Chibás nunca logró obtenerlas.

Hay quienes afirman que Chibás no quiso realmente suicidarse, sino impresionar. La herida, que fue cerca de la ingle, no necesariamente tuvo que ser mortal. Si falleció fue por una infección y otras complicaciones que se presentaron.

Pero hay quienes aseguran que el responsable de las complicaciones que causaron la muerte de Eduardo Chibás fue el doctor Gustavo Aldereguía. Según estas versiones, sus jefes del Partido Socialista Popular (PSP, comunista), aún con esperanzas de volver a ser del gobierno aliándose con Fulgencio Batista y que no tragaban a Chibás por su anticomunismo, le habían advertido al médico que el líder ortodoxo no podía salir vivo del hospital. Querían impedir que triunfara en las elecciones del próximo año, como parecía que ocurriría.

Cuando estudiaba en la universidad, Chibás se había enfrentado a la dictadura de Machado. Fiel seguidor del doctor Ramón Grau San Martín, fue de los primeros en afiliarse, en 1934, a su Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Pero en 1947, desencantado por la corrupción y la guerra entre pandillas políticas que caracterizaron al segundo gobierno de Grau (1944-1948), creó el Partido Ortodoxo, un desprendimiento del autenticismo, que con el lema “vergüenza contra dinero”, y una escoba como símbolo, prometía acabar con la corrupción administrativa y adecentar la política cubana.

En las elecciones de 1948 Chibás fue derrotado por el candidato del oficialismo, Carlos Prío Socarrás, quien era amigo y compañero de lucha suyo desde los tiempos de la Revolución de 1930 y el Gobierno de los Cien Días de Grau.

El tenaz y carismático Chibás, que era un consumado orador y polemista, no se dio por vencido, y como con Prío se agudizaron los males del gobierno de Grau, no tardaron en nutrirse las filas ortodoxas, donde resaltaban figuras como Jorge Mañach, Fernando Ortiz y José Pardo Llada, entre otros.

Tanta esperanza y simpatía generaron Chibás y su partido que a pesar de su muerte, en las elecciones que debieron celebrarse en abril de 1952, el candidato con más posibilidades era el ortodoxo Roberto Agramonte. Pero aquellas elecciones no llegaron a efectuarse porque un mes antes, el 10 de marzo de 1952, Batista, cuya candidatura no tenía posibilidades de triunfar, dio un golpe de estado y derrocó al presidente Prío.

Chibás, un político nacionalista y tan cercano a la social-democracia y el corporativismo como Grau, y quien aseguraba que “Cuba tiene reservado en la historia un grandioso destino, pero debe realizarlo”, padecía de mesianismo revolucionario, pero quizás hubiera resultado otro líder populista y demagogo más de los que tanto abundan en Latinoamérica. Como el brasileño Janio Quadros, por ejemplo.

Tal vez por intentar sacar a Cuba de la dependencia económica de los Estados Unidos habría tenido algún encontronazo de poca monta con Washington. Y difícilmente hubiera podido erradicar la corrupción y el pandillerismo, porque estaba tan comprometido como Grau y Prío con sus antiguos compañeros revolucionarios de las facciones en pugna devenidos en pistoleros.

Pero como fuera que resultara un gobierno de Chibás, o de Roberto Agramonte, su sustituto, no hubiera podido revertir el curso de la constitucionalidad y la democracia y se hubiera evitado todo lo que vino después de 1952: la dictadura de Batista, la insurgencia fidelista y la instauración de un régimen totalitario que ya dura 62 años y que tiene a Cuba, en estos momentos, sumida en la peor crisis de su historia.

Durante el multitudinario entierro de Eduardo Chibás, un joven abogado holguinero que no había logrado ascender en la Ortodoxia porque no era del agrado de Chibás, y que ya empezaba a hacer gala de su mente calenturienta, propuso enrumbar el cortejo fúnebre hacia el Palacio Presidencial, asaltarlo, tomarlo y matar al presidente Prío lanzándolo por el balcón.

De las frustraciones republicanas había brotado, como un genio embotellado, Fidel Castro.


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La izquierda que condenaba la guerra en Afganistán, conmocionada ahora por la victoria talibán.

Por C. Jordá.

Durante años hemos visto a personajes, partidos y colectivos de izquierda movilizarse contra las guerras y, muy especialmente, contra las que libraba Estados Unidos más allá de sus fronteras, como la de Irak o la propia en Afganistán emprendida, recordemos, tras el 11S.

Sorprendentemente, o quizá no tanto, esa misma izquierda, esos mismos partidos y colectivos ahora muestran su espanto sobre lo que está ocurriendo en Afganistán y piden de las formas más diversas que se tomen cartas en el asunto.

Rufián de las Azores.

Como siempre, uno de los primeros en sumarse al festín ha sido Gabriel Rufián y lo ha hecho con la demagogia y la torpeza con la que el de ERC suele desbarrar en las redes sociales.

Así, Rufián ha publicado un tuit con la famosa foto de las Azores y un escueto "que no se olvide" junto a los rostros de Bush Jr., Aznar y Blair, una referencia cuanto menos discutible cuando esos tres políticos fueron, precisamente, los que más apostaron por eliminar la amenaza de los talibanes.

Ximo Puig, sobrecogido.

También se ha manifestado al respecto el presidente de la Generalidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, que ha pedido reaccionar ante la situación "sobrecogedora" de Afganistán, en especial de su capital, Kabul, y ha instado a la comunidad internacional a "no mirar hacia otro lado ni perder más tiempo".

Tras décadas de mirar hacia otro lado Puig ha mostrado toda esta preocupación en un mensaje de Twitter, acompañado de un vídeo que muestra la situación en el aeropuerto de la capital afgana, donde miles de personas intentar acceder a los aviones que parten del país. "Kabul, hoy. Es sobrecogedor", ha escrito.

Armengol descubre "el fundamentalismo y la barbarie".

Una colega de cargo y partido de Puig también ha alertado sobre la cuestión: la presidenta del gobierno balear, Francina Armengol, ha pedido que se proteja "a los refugiados y la vida de quien trata de huir del fundamentalismo y la barbarie talibán en Afganistán".

Y lo ha hecho por supuesto través de su cuenta de Twitter, en la que la balear ha asegurado que se trata de "una crisis humanitaria" que le "rompe el corazón", ha advertido de "millones de vidas amenazadas por el terror, la mayoría mujeres y niños".

Además, el Consejo de Gobierno que preside ha aprobado este lunes una propuesta de resolución que insta al Gobierno de España a intervenir para garantizar la vida y la integridad "que tanto peligra de las afganas" y se ha ofrecido para acogerlas.

"Profunda preocupación" en el PSOE.

Lejos ya los tiempos del "no a la guerra" y de que Zapatero contemplara cómodamente sentado el paso de la bandera de EEUU -aunque hay que reconocer que el expresidente mostró mucho más compromiso con las operaciones en Afganistán para intentar hacerse perdonar su retirada de Irak- el PSOE han vertido en Twitter su "profunda preocupación" por "las noticas que llegan" desde el país asiático.

Ni cortos ni perezosos los socialistas han tomado medidas tan contundentes como urgir "la actuación de la Comunidad Internacional para garantizar la libertad y los Derechos Humanos, sobre todo de las mujeres y las niñas".

Ione Belarra: la culpa es de la OTAN.

Por su parte, Podemos no ha tuiteado nada sobre Afganistán porque deben estar muy ocupados con los menores de Ceuta y, casualmente, el Mar Menor, pero sí se han hecho eco del mensaje de su secretaria general, Ione Belarra, que ha calificado la situación como "la enésima expresión de una política OTAN fallida y seguidista".

Una vez establecida la culpabilidad de forma inequívoca, la ministra ha incidido en que "no podemos desligarnos de nuestra responsabilidad de proteger la vida y los derechos del pueblo afgano, especialmente de mujeres y niñas". Que eso era exactamente lo que hacían los soldados de EEUU y de la OTAN allí es un detalle al que Belarra, por lo visto, tampoco le da demasiada importancia.

IU quiere "corredores humanitarios".

En el caso de Izquierda Unida no ha hablado el máximo responsable del partido, un Alberto Garzón muy atareado en sus vacaciones y que se ha limitado a retuitear el mensaje de la portavoz de la dirección, la eurodiputada Sira Rego, que ha hecho varias peticiones concretas a la UE, aunque por supuesto no ha explicado como poner en marcha la principal de ellas: "Corredores humanitarios para demandantes de asilo".

Además, ha pedido "eliminar requisito de visado a afganas que entren en Espacio Schengen" -por lo pronto sólo a mujeres- y "paralizar las deportaciones a Afganistán" y el "reasentamiento de refugiadas afganas".

La Barcelona de Colau "está lista".

Otro socialista, en este caso el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha asegurado por su parte la capital catalana "está lista para acoger a refugiados que huyen del fundamentalismo en Afganistán, especialmente mujeres y niñas".

"Hacemos un llamamiento a todas las administraciones para que abran canales seguros. No les podemos abandonar ahora", ha comentado en un tuit sin dar más pistas de cómo se pueden abrir esos "canales" (sic) seguros.

Petición a Ayuso desde Más Madrid.

El partido creado por Errejón y Carmena ha visto en Afganistán otra forma de meter en el asunto a Isabel Díaz Ayuso y así, su portavoz en la Asamblea de Madrid, la "médica y madre" Mónica García, ha solicitado a la presidenta de la Comunidad de Madrid "que ponga todos los recursos disponibles para acoger a los refugiados afganos" que "huyen de la miseria y el horror".

Además, en un mensaje anterior y con un vídeo de la Cadena Ser ha hablado de nuestra "deuda con las mujeres afganas", ha reclamado "abrir las puertas a quienes huyen de Afganistán" y ha asegurado que "la comunidad internacional debe a velar por el cumplimiento de los derechos humanos".

Federación de Mujeres progresistas.

Por último, una reacción realmente llamativa ha sido la de la Federación de Mujeres Progresistas cuya presidenta Yolanda Besteiro ha pedido que España tenga un "papel protagonista" en los grupos que arbitren y tomen las medidas en este tema a nivel internacional.

En declaraciones a Europa Press, Besteiro ha explicado que nuestro país debe tomar esta posición por la labor que ha llevado a cabo en Afganistán todos estos años en materia de "inversión de fondos públicos", la "creación de infraestructuras", de "escuelas" o de "clínicas" que, además, han tenido "repercusión" en la vida de las mujeres y niñas del país. Ni una mención al Ejército ni al centenar de soldados de la misión en Afganistán que perdieron la vida precisamente haciendo posible todo eso.

A su juicio, el Gobierno no debería poner solo a disposición de los ciudadanos afganos plazas para mujeres que han trabajado con los españoles, sino que reserven sitio para mujeres en "situaciones de peligro" por haber practicado "actividades ahora perseguidas" por el régimen talibán.

Pero lo peor de todo es que Yolanda Besteiro ha llamado a España y al resto de estados miembros de organizaciones internacionales a "reprender" a los talibanes y a actuar para "poner las cosas en su sitio".

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lunes, 16 de agosto de 2021

Acallan descontento con más represión.

Por Iván García.

La madrugada del 9 de agosto, Joan y tres vecinos del edificio donde viven pusieron música en un altavoz acoplado a un teléfono inteligente y con la mitad de una botella de ron intentaron matar el aburrimiento jugando dominó entre tragos y escuchando reguetón. El rebrote de la pandemia, ocho meses sin asistir a la escuela y con las discotecas y playas cerradas provoca que los más jóvenes busquen diversión por cuenta propia.

“No es primera vez que armábamos un partido de dominó y nos pasábamos toda la noche descargando y escuchando música. Esa madrugada se nos ocurrió poner Patria y Vida y una canción del Micha que le tira al gobierno. Al día siguiente se formó tremendo lío”, apunta Joan, estudiante. En la barriada del municipio Arroyo Naranjo donde los adolescentes viven, una semana antes se había creado un Destacamento de Vigilancia Revolucionaria (DVR), una agrupación paraestatal vinculada a los Comités de Defensa de la Revolución, CDR, un movimiento fundado por Fidel Castro en septiembre de 1960 con el objetivo de vigilar y delatar a opositores al gobierno.

El primer DVR fue abanderado por el ex espía Gerardo Hernández, coordinador de los CDR, en la localidad habanera de La Güinera. El objetivo de estos grupos es mantener informada a la contrainteligencia de los criterios políticos de los vecinos. “Una de las tareas es conocer cómo piensan los jóvenes del barrio, cuáles son sus gustos y preferencias políticas. El objetivo es que otro 11 de julio no tome por sorpresa a los factores (organizaciones) del gobierno. Es una tarea compleja, pues la gente está descontenta con el sistema y no quiere pertenecer a ese tipo de agrupaciones”, señala un militar retirado.

La madre de Joan cuenta que “al día siguiente de haber estado escuchando música, un vecino que se dedica a la chivatería, vino con un oficial de la Seguridad del Estado para alertarme de la conducta de los muchachos. No les molestaba que escucharan música ni que jugarán dominó. El problema era que pusieron Patria y Vida. Querían ponerle una multa por propagar la epidemia. Pero el padre y yo nos pusimos fuertes y le dijimos que con tantos problemas que hay en Cuba, ponerse a perder tiempo en vigilar qué música escuchan los jóvenes. Además estaban en su casa con nasobucos puestos. El gobierno es el primero que propaga la epidemia con todos los actos políticos que organiza. Al final el oficial nos dijo que les iba a dar una oportunidad a los muchachos”

En los preuniversitarios y escuelas técnicas de La Habana han citado a los alumnos para intercambiar criterios con los profesores sobre las causas del 11 de julio y conocer de primera mano sus opiniones políticas. “Llevo un montón de años en la UJC y nunca hacíamos nada. Después del 11 de julio se han puesto las pilas. Quieren que hagamos informes de los alumnos. Sus gustos, opiniones políticas y preferencias musicales. También sus planes de futuro. Cuando le dije a un funcionario del Partido cómo pensaban mis alumnos el tipo alucinó. Hay que trabajar muy fuerte ideológicamente con esos muchachos, me dijo”, señala una profesora de preuniversitario.

Carlos, sociólogo, considera que “toda esa campaña doctrinaria orquestada por el gobierno irá perdiendo fuelle. El 11 de julio pilló por sorpresa a muchos dentro de la Seguridad del Estado y del gobierno. Ahora buscan crear nuevas organizaciones para intentar controlar a los jóvenes. Pero entre el hastío, el descontento y las carencias cotidianas esas estrategias se van desinflando. A un mes del once de julio, algunas de las causas que provocaron el estallido social se han agravado. La cifra de fallecidos por la pandemia ha crecido. Los casos de contagios aumentan. La atención en hospitales, policlínicos y consultorios del médico de la familia es lamentable. El déficit de medicamentos es alarmante. Los agromercados siguen con los estantes vacíos. Y las tiendas en MLC (moneda libremente convertible) son más impopulares que nunca. El régimen controló las manifestaciones utilizando la violencia policial y el miedo. Intenta vender la narrativa de que están abiertos al diálogo y que son más tolerantes. Pero es un espejismo. Solo aceptan dialogar con los que apoyan al sistema. Es el viejo axioma de Fidel Castro: con la revolución todo, contra la revolución nada”.

Treinta días después de las multitudinarias marchas callejera en diversas ciudades país, el drama que viven los familiares de los más de 700 detenidos es terrible. Los acusados tienen que enfrentar la maquinaria legal sin garantías jurídicas. Abundan los testimonios y acusaciones de la brutalidad policial en hombres y mujeres de distintas edades.

Abel González Lescay, apunta, que el domingo 11 de julio estaba en su casa oyendo música con un amigo. “Vivo en Bejucal, un pueblo contiguo a Santiago de las Vegas y muy cerca de San Antonio de los Baños, donde comenzaron las protestas”. En la esquina de su casa alrededor de 400 personas se habían concentrado. Abel se sumó al grupo y comenzó a gritar consignas. Estuvieron frente a una unidad policial. Allí cantaron el himno nacional. La policía no salió hasta que Díaz-Canel dio la orden de combate.

Al otro día, lunes 12 de julio, “como a las seis de la mañana se parqueó una patrulla frente a mi casa. Tocaron la puerta. Mi papá abrió nervioso. Vino a mi cuarto y me dijo que la policía me estaba buscando. Estaba desnudo, me levanté para vestirme, y de pronto un policía estaba metido en mi cuarto. Caminó toda la sala, subió la escalera, llegó a mi cuarto y me dijo: Dale, que te vas. ¿Dónde está la orden de arresto? Esto es un allanamiento. ¿Dónde está la orden para que puedas entrar en mi casa? Tú no puedes entrar en mi casa”, le increpó Abel. Tras un intercambio de palabras, el oficial, con el número de identificación 31033, “me cogió por el pelo, así, desnudo, me puso las esposas y me sacó encuero de mi casa y me montó en una patrulla”. Luego el mismo oficial le pegó con su tonfa. “Empezó a empujarme. Me metió por un pasillo y delante de todos los policías el tipo empezó a darme durísimo por las nalgas. Cinco tonfazos mientras me empujaba por el pasillo. Todos lo vieron”.

Abel enfermó de Covid-19 durante su detención. Lo tiraron solo en una celda sin ponerle siquiera un termómetro. “Esa gente me trató como si fuera un perro con lepra”. Al sexto día de arresto, un muchacho, también detenido, le contó a Abel que la policía lo mandó a desnudar y le pusieron hacer cuclillas junto a un grupo. Después le mandaron a gritar ‘Viva Fidel’. “Nos partimos de la risa porque Fidel está muerto hace cinco años. Una cosa muy ridícula. Ellos mismos ridiculizan su figura. El muchacho le dijo a la policía que no iba a gritar Viva Fidel y los policías empezaron a darle golpes con el puño por la frente”, recuerda Abel, a quien dos días después lo soltaron y le informaron que estaba en prisión domiciliaria.

Leonardo Romero Negrín, es un estudiante universitario. El domingo 11 de julio, relata en una entrevista a La Joven Cuba, estaba caminando y en medio de la manifestación vio a un alumno suyo de cuando fue profesor en un preuniversitario. “Él tenía una cámara y estaba grabando. Lo sostuve por el brazo para evitar que alguien se lo llevara o que un tumulto de gente viniera y le diera golpes. Estábamos exactamente debajo de la cámara de vigilancia del Hotel Saratoga”, precisa Leonardo, que no se atrevió a participar en la manifestación porque se encontraba pendiente de la detención sufrida el 30 de abril en el parque de Obispo y Aguacate, Habana Vieja. Su foto con un cartón escrito a mano que por un lado decía Socialismo Sí, Represión No, y por el otro Derecho a tener Derecho, se hizo viral en las redes sociales cubanas.

En determinado momento, Leonardo vio que a su alumno le estaban dando golpes cuatro civiles. “Él estaba tirado en el piso en posición fetal, para proteger la cámara. Y esas personas le daban golpes y pisotones. Lo único que hice fue tirarme sobre él para que no lo golpearan más. Entonces me cogieron varios oficiales, me hicieron una llave, me dieron golpes, pero no fue ahí donde me golpearon de verdad”. Se lo llevaron para la unidad policial de Dragones. Cuando entraron en el recinto, lo tiraron al piso de un estrallón y entre cuatro personas le cayeron a patadas por todas partes.

“Tuve un antebrazo hinchado. También una costilla. Después me llevaron para un patiecito. Un oficial con una tabla de madera me dio varios tablazos. Estaba presente un periodista estatal de la revista Alma Mater que vio exactamente todo lo que me hicieron”. Cuando iba a salir de la unidad, otro oficial, con el número de chapilla 03912, le dijo a dos personas que aguantaran al joven. “Me cogió con las dos manos por el pelo y me dijo, ‘por mercenario’. Me dio un cabezazo por la nariz, casi me desmayé y siguieron dándome golpes antes de trasladarme a la estación de Zanja”, explica Leonardo.

El estudiante universitario estuvo detenido en un reclusorio conocido como Ivanov, antiguo Pitirre. Allí, a varios detenidos les practicaban una golpiza conocida como Somatón.¿En qué consiste? Una hilera de militares a ambos lados y el recluso tiene que pasar esposado por el centro en medio de una brutal golpiza con tonfas.

La violencia policial y tratos degradantes a los detenidos del 11J no fueron casuales. Fue el modo de operar de las fuerzas de orden. Un protocolo. Simplemente cumplieron la orden de su comandante en jefe Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, porque la calle es de los revolucionarios.

Hasta que una Comisión de la Verdad y la Reconciliación no investigue a fondo, no se hará justicia. El régimen acalló las manifestaciones pacíficas mediante la brutalidad policial. Pero las causas que provocaron las protestas del 11 de julio de 2021 siguen presentes. Nada ha cambiado. Por el contrario, el descontento popular ha aumentado.

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jueves, 12 de agosto de 2021

Internet gratis: intervención adictiva y dependiente Versus intervención definitiva y liberadora.

Por Zoé Valdés.

¿Cómo es la cosa? ¿Tendrán Internet gratis proporcionada por Estados Unidos y, veamos, por curiosidad, quiénes pagarán los teléfonos de alta gama para poder recibir la señal necesitada? Pues quiénes van a ser, ¡los comebolas de toda la vida del exilio! Ahí sí que es negocio, porque no nos hagamos ninguna linda idea del tema, con Cuba todo es negocio.

La libertad de Cuba es el mayor negocio que ha caído en manos de los infames castristas y de los no menos infames politiqueros norteamericanos. Ya desde Gerardo Machado la brecha se fue abriendo hacia la avaricia del negocete… No fue Batista el culpable, dejen de creer cuentos de caminos. Fue el gobierno de Estados Unidos representado por su embajador Sumner Welles quienes iniciaron este embarque hacia la nada baldía; y así todo…

Pero sigamos, ¿qué resolverá Internet: seguir viendo, como observadores pasivos y maniatados, sin poder hacer nada, desde la sala de nuestras casas cómo reprimen, cómo asesinan, cómo se pudren los hospitales para los cubanos y cómo mueren abandonados y olvidados en esos mismos despojos de hospitales nuestros compatriotas, cómo lloran las madres de hijos desaparecidos y apresados, cómo encarcelan, apalean, torturan…? ¿Ese sería el objetivo…? ¿Para eso es para lo que quieren instalar Internet supuestamente gratis…? ¿Para imponernos el horror y para colmo paguemos por el invasivo e insoportable espectáculo diario…?

¿Quién en su sano juicio puede creer a estas alturas que Internet liberará al pueblo cubano?

Internet no liberó a Irán ni a Venezuela ni al Líbano. Internet permitió, eso sí, que la imagen de Neda, esa joven iraní, baleada por orden de los ayatolas, agonizante en los brazos de su padre, no abandone jamás mi mente. Internet permitió, sí, que aquellas numerosas manifestaciones de venezolanos en contra del régimen probaran que todo un pueblo reclamaba libertad, aunque luego los líderes opositores los abandonaron al rechazar la ayuda internacional en forma de intervención militar. Internet no ha solucionado la gravísima crisis dictatorial y migratoria en la que se halla sumido El Líbano. Internet no es la solución, es la pomadita, el remedio, el alivio, la curita o tirita, para que aquellos inocentes de adentro crean que los de afuera los estamos viendo, nos estamos enterando de sus desgracias cotidianas, y que eventualmente podríamos hacer algo por ellos, ayudarlos, o sea, salvarlos… Es criminal crear semejantes perspectivas e ilusiones en las mentes de personas que no poseen más que eso: falsas ilusiones.

Lo único que salvará a Cuba, pese a que nadie podría quererlo menos que yo, sería una intervención quirúrgica militar rápida contra los puntos claves donde se encuentra la cúpula dirigente de ese país. Se puede hacer sin daños colaterales, con drones. Nos lo deben. Nos lo debe Estados Unidos, por razones muy bien explicadas por Fernando Godo cuando hizo hincapié en la deuda de Estados Unidos con Cuba y las Trece Colonias. Nos lo debe Israel, cuando, recuerden, de los casinos cubanos salió buena parte del dinero, vía Meyer Lansky, hacia las arcas del gobierno de Golda Meir con la intención de defender la consolidación de Israel. Nos lo deben unos cuantos, la lista no sería breve…

Los mismos que hoy se lamentan en Twitter y en las redes sociales, suben vídeos y fotos de cubanos sobreviviendo y muriendo en condiciones infrahumanas debieran reflexionar sobre la necesaria intervención militar humanitaria. No es posible ni verdaderamente benévolo, misericordioso y coherente que el horror siga extendiéndose en el tiempo y aumentando en la cantidad de crímenes contra todo un pueblo; si por el contrario, en apenas dos horas se podría acabar con todo ese espanto de un tajo y por fin entregarle al pueblo cubano las riendas de su destino mediante un gobierno de transición hacia la democracia votado, eso sí, y lo subrayo, votado por un Conjunto de Sabios.

Lo otro, si nadie, ningún gobierno quisiera apoyarnos, sería invertir todo el dinero en lo que realmente solucionaría de manera eficaz. Invertir el dinero de los Grants y de las boberías que se organizan y efectúan con la intención de que supuestamente el mundo conozca lo que sucede en la isla a través de los personajes menos conocidos en este planeta, y los menos preparados políticamente, a los que incluso ni los mismos cubanos conocen, pero nombrados de a dedo por el gobierno norteamericano, que ha sido un cómplice y un traidor durante décadas de la libertad de Cuba, -invertirlo todo en liberar a Cuba por la vía de la intervención militar humanitaria.

Es el momento de acompañar al pueblo cubano mediante la reflexión y la oración, la fe y la efectividad real, para que no perdamos el espíritu de liberación del 11J.

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Régimen cubano intenta calmar el descontento popular.

Por Iván García.

La Habana: Golpeados por la policía el domingo 11 de julio de 2021

El ilusionismo político y la puesta en escena son de las armas más eficaces que utiliza el Departamento de Orientación Revolucionaria, conocido por sus siglas DOR, una institución ideológica que diseña la propaganda del partido comunista en los medios informativos que administran, que son todos los legalmente autorizados en el país.

Llamémosle Heberto, ex funcionario jubilado del DOR, cuenta que con ligeros matices, se sigue utilizando el mismo modelo de hace treinta años.

“Aunque han cambiado los tiempos, con la llegada de las nuevas tecnologías de la información, donde los medios del Estado han perdido el monopolio de las noticias, se siguen las misma directrices. Ha variado muy poco. Sigue habiendo un grupo de países amigos, neutrales y enemigos. Al presidente de un país que apoye al gobierno cubano, sea Putin o López Obrador, aunque su gestión económica o sobre la pandemia haya sido desastrosa, la prensa nacional invisibiliza esas críticas. Los ataques se centran en la violencia policial, las desigualdades sociales y el racismo imperante en Estados Unidos. Si una nación de la UE respalda una condena a Cuba o critica la situación de los derechos humanos en la Isla, entonces esa semana en la prensa aparecen diversos artículos condenando las violaciones de derechos humanos en esas naciones”, explica Heriberto y añade:

“De países aliados como Venezuela, Irán, China o Corea del Norte jamás se publicará una crítica a su modelo político, económico y social. El tema de la emigración también es muy manipulado. El gobierno lo usa a conveniencia. Cuando la Casa Blanca dicta medidas que afectan el flujo de remesas y viajes a Cuba, saca a colación la reunificación familiar. Pero cuando se trata de la aberrante política de prohibir la entrada al país por ocho años de los profesionales cubanos que desertaron en misiones oficiales, los medios cubanos no publican ni una coma”.

Según el ex funcionario, el auge del periodismo independiente, de las redes sociales y la aparición de nuevos medios digitales opuestos al gobierno, ha permitido una lectura diferente entre muchos cubanos. El acceso a medios extranjeros como BBC, El País, El Mundo, New York Times, Washington Post y Diario Las Américas, entre otros, se ha complementado con la irrupción de una decena de sitios noticiosos independientes como Diario de Cuba, CubaNet, CiberCuba, 14ymedio y ADN.

A partir de la primavera de 2014, cuando ETECSA, la única empresa de telecomunicaciones existente en Cuba, inaugurara salas de navegación y hasta la apertura en 2018 del servicio de internet de datos en los teléfonos móviles, más de cinco millones de cubanos acceden con frecuencia a la red de redes.

Si en un principio el uso de internet era una herramienta meramente comunicacional para hablar con sus parientes al otro lado del Estrecho de la Florida, después Twitter, Facebook, Instagram, Telegram y WhatsApp se convertirían en lugares de debates políticos, económicos, sociales, culturales y deportivos.

Periodistas alternativos han potenciado el uso de las redes sociales para difundir sus artículos, punos de vista y propuestas. Luz Escobar, María Matienzo, Mónica Baró, Claudia Padrón, Carlos Manuel Álvarez, Jorge Enrique Rodríguez y Darcy Borrero, entre otros, comentan sobre variados asuntos en sus muros de Facebook, generando un amplio debate. Artistas disidentes y activistas demócratas, como Luis Manuel Otero, Yanelys Núñez, Tania Brugueras así como integrantes del Movimiento San Isidro y el 27N son muy activos en las redes sociales. Cada directa de Luis Manuel era seguida por cientos de personas en el exterior y por muchos jóvenes residentes en la Isla, que se sentían conectado con su narrativa. Desde Estados Unidos y Europa, cubanos de diferentes tendencias políticas, intercambian con sus compatriotas a través de las redes sociales.

En esa estratagema comunicacional el régimen perdió credibilidad. Sus encartonados medios estatales no suelen ser creativos. Y tienen que esperar la orden de las autoridades para dar su versión sobre cualquier situación. Las protestas del 11J se extendieron por todo el país gracias al uso inmediato de las redes sociales. Es innegable que los debates sobre temas políticos y sociales que a diario exponen en internet periodistas, activistas y jóvenes artistas defensores de la libertad de expresión y la democracia, es un factor clave para empoderar a un porcentaje importante de ciudadanos, que pasaron de lectores pasivos a comentaristas críticos con el estado de cosas.

Esa batalla, opina Heriberto, ex funcionario del DOR, “el gobierno la tiene perdida. Si prohíbe el uso de internet, se gana la condena del mundo civilizado. La tarea dada a grupos afines al gobierno, de enfrentarse en las redes con los que consideran los enemigos de la revolución, la han perdido por carecer de argumentos y sistematicidad. Como es una estrategia que han ido cediendo, la salida ha sido intimidar a personas que utilizan las redes sociales como tribuna para amplificar el descontento imperante y tratar de que dejen de hacer críticas, denuncias y hasta memes. Pero el miedo suele ser volátil. Al principio borran sus contenidos y se callan cuando les ponen una multa elevada, pero con el tiempo regresan al ruedo con un seudónimo”.

El régimen impone su matriz de opinión en los medios que llevan 62 años controlando. Pero hace rato sus informaciones y sus discursos no cuelan entre la gente. El sábado 7 de junio, en el centro comercial del Reparto Capri, situado en la Calzada de Bejucal, colindante con el barrio pobre y mayoritariamente mestizo de La Güinera, numerosas personas hacían cola para comprar dos paquetes de salchichas y un pomo de malta a granel. El calor era sofocante. Gisela, ama de casa, no deja de quejarse: “Lo de esta gente (el gobierno) es un teatro. Después de 60 años, ahora en La Güinera se han puesto a construir aceras, pintar con lechada las bodegas y las paradas de ómnibus. Pero siguen los estantes de las bodegas siguen vacíoss y las guaguas demoran en pasar. Mientras gobiernen los mismos, este país no tiene arreglo”, dice y las personas asienten en silencio.

Leonel, panadero, comenta que jamás había visto tantos barrigones (dirigentes) en La Güinera. «Vienen, caminan cinco minutos por determinada zona, meten una muela (dicen algo) y se van en sus autos con aire acondicionado. Hace unos días estuvo Luis Torres Iribar, primer secretario del partido comunista en La Habana, hablando de las aceras nuevas y la reparación de acometidas de agua. Luego le pasó la mano por la cabeza a unos negritos y se fue echando pal’ Vedado. Antes de subirse en el carro, vi que le pidió el gel desinfectante a su ayudante. Pa’ ellos, nosotros somos bichos raros. Intentan tener empatía con la gente del barrio, pero en el fondo nos temen”.

Un mes después de las múltiples protestas populares en Cuba, el régimen ha iniciado tímidas aperturas en medio de una crisis económica casi estacionaria. Autorizó la entrada de medicinas, alimentos y artículos de y aseo libres de aranceles. Aprobó una ley para la creación de micros, pequeñas y medianas empresas privadas o estatales.

Miguel Díaz-Canel se ha reunido con estudiantes universitarios, campesinos de cooperativas y agrupaciones religiosas. Pero aún mantiene tras las rejas a más de 700 personas que salieron a reclamar libertad de manera pacífica. Desde antes del 11J, numerosos activistas, opositores y artistas, como Maykel Osorbo y Hamlet Lavastida, se encuentran encarcelados. A un grupo de periodistas independientes y disidentes se les impide salir de sus domicilios.

La maniobra de entregar un poco de comida, reparar aceras y pintar paradas de ómnibus es un intento del régimen para calmar el enorme descontento popular. Pero no va a funcionar. La única salida a la grave crisis que vive Cuba es sentarse a la mesa a debatir entre todos los cubanos, los de adentro y los de afuera, el futuro de la nación y aprobar reformas políticas, económicas y sociales de calado. Cualquier otra estrategia está llamada al fracaso.

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