viernes, 29 de noviembre de 2024

Carlos Aldana: el castrismo no perdona a los tronados ni después de muertos.

Por Luis Cino.

Carlos Aldana y su hija Laura.

Triste suerte la de Carlos Aldana, quien murió, a los 82 años, en La Habana, este 27 de noviembre. Ni el periódico Granma, el Noticiero de Televisión ni ningún otro de los medios de prensa oficiales se ha dignado hasta el momento a informar de la muerte del que llegara a ser considerado, durante la década de 1980 y comienzos de los 90, el número tres del régimen en su calidad de jefe del Departamento Ideológico del Partido Comunista. 

Y es que Aldana fue destituido de su cargo en octubre de 1992 y el castrismo no perdona a los tronados, por bien que les hayan servido, ni aun después de muertos.

La explicación oficial del truene de Carlos Aldana ―como sucede con todas las explicaciones oficiales del régimen castrista― nunca fue clara. Se habló de errores que cometió y que Aldana admitió, con disciplina estalinista, haber cometido, y de un lío con una tarjeta de crédito falsa que nadie entendió bien. Pero todos saben que el verdadero motivo del truene fue su fascinación por la Perestroika, lo que disparó las alarmas de Fidel Castro. 

¡Quién hubiera sospechado que Aldana se volvería un reformista perestroiko! Él, que había sido un fiel cancerbero ideológico del castrismo. Demostró con creces su celo inquisidor cuando, entre otras proezas, en 1987 hizo una purga en la Escuela de Periodismo en respuesta a los estudiantes que se pusieron impertinentes en una reunión con Fidel Castro y otra purga en la CUJAE para aplastar amagos de disidencia en el claustro de profesores. En 1991 intentó disolver el ICAIC, fundiéndolo con el ICRT y los Estudios Fílmicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, muy disgustado por la película Alicia en el pueblo de Maravillas, de Daniel Díaz Torres.

En verdad, el truene de Aldana no fue de los más severos. Tal vez porque era un protegido de Raúl Castro, que en algún momento también se deslumbró con la Perestroika de Gorbachov, pero reaccionó a tiempo y reculó ante el disgusto de su hermano. Dicen que el castigo no fue más fuerte porque Aldana, que era amigo de recholatas del general Arnaldo Ochoa, sabía secretos relacionados con la Causa 1 de 1989 (aseguran algunos que fue testigo de una reunión entre Fidel Castro y Tony de la Guardia). 

El bigotudo Aldana, que tenía grados de coronel y era el sobrino mal llevado de otro tronado, Aníbal Escalante, fue enviado a dirigir un centro de descanso para mayimbes y pinchos en las frías alturas de Topes de Collantes, donde pasó años, con tiempo, además de para escribir versos, de arrepentirse de sus “errores”, pero con la certeza de que muy difícilmente les serían perdonados. 

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martes, 26 de noviembre de 2024

No hay huevos en Cuba.

Por Iván García.

Desde el ventanal del apartamento de Aitana, ubicado en el piso 16 de un horrible edificio prefabricado construido hace 30 años con tecnología de la extinta Yugoslavia comunista, se divisa el verdor de la serranía y un desértico puerto de Santiago de Cuba a la espera del anclaje de un barco con combustible o alimentos.

Aitana dejó en cuarto año la carrera de medicina porque tienes planes para emigrar. “Los estudiantes están dejando la universidad de forma masiva, pues a los graduados de medicina el gobierno les regula la salida del país”, dice la joven con el característico tono musical de las personas que residen en la región oriental de la Isla.

Además de jugar parchís y dominó para matar el tiempo durante los extensos apagones de veinte horas diarias, el hobby de su familia es observar con un tosco anteojo los barcos que fondean en la bahía. Remberto, el padre, trabajó en un buque pesquero en la década de 1980 y ahora sobrevive en el manicomio castrista utilizando como taxi una vieja moto MZ fabricada en la antigua Alemania Oriental.

“Es fácil diferenciar un buque cisterna de combustible de un barco que carga contenedores o alimentos. Cuando llega un buque con petróleo la prensa oficial lo celebra como si fuese una hazaña. Y publican en primera plana cuando entra un barco con arroz o chícharos”, indica Remberto.

Su hija Aitana confiesa sentirse aislada. “No recuerdo la última vez que fui a una discoteca o di un paseo con mis amigas». El elevador del edificio no funciona debido a los apagones. Para hacer los mandados (compras) hay que bajar 16 pisos. «Por la violencia callejera, con asaltos para quitarte el dinero o el celular, preferimos que ella se quede en casa. Ojalá pueda emigrar el próximo año», comenta Liudmila, la madre.

Mientras el padre trabaja entre diez y catorce horas cada día, intentando ganar un dinero que se esfuma en comida y gas licuado en el mercado informal, Liudmila vende ropa pirata y bisutería de baja calidad que una amiga importa desde Panamá.

La lista de quejas de la familia de Aitana es amplia. Como todos los cubanos, se rascan la cabeza y sacan cuentas una y otra vez para intentar estirar el dinero. “Una caja de pollo de 15 kilogramos está en 12 mil pesos. La carne de res, 800 pesos la libra si es de los matarifes clandestinos, pero debes tener cuidado no tenga brucelosis u otra enfermedad. Sin contar que te pueden estafar y venderte carne de caballo como si fuese de res, de perro como si fuese carnero o carne de gato por conejo. En Santiago de Cuba, en ‘etapa de normalidad’, los apagones suelen ser de 10 a 12 horas diarias. Cuando arrecia la crisis energética se prologan a 20 y 22 horas”, apunta Remberto.

Según Liudmila vivir en esa “constante zozobra afecta la salud mental. Noto que muchos de mis allegados presentan síntomas de locura. Vez a la gente cada vez más flaca, con la ropa empercudida y un color de la piel, que debido a la mala alimentación, el alcohol y los cigarros, denota que padecen alguna enfermedad. Parece que vivimos en una cárcel gigante a cielo abierto”.

Remberto desvía la conversación y prefiere centrarse en el tema de los precios. “La libra de arroz anda por 230 pesos, la de carne de puerco importada 2,400 pesos el kilogramo y tienes que olerla y revisarla pues muchas veces está descompuesta por falta de congelación. Y lo del huevo no tiene nombre: por menos de 3,500 o 4 mil pesos no consigues un cartón con treinta huevos. Hace tiempo desayunábamos pan con tortilla, café con leche o yogurt natural. El huevo era un alimento al alcance de todos, hasta el más pobres podía comprarlo. Le decían ‘el salvavidas nacional’. Ahora comer un huevo frito es un lujo”.

Aitana considera que los cubanos “debemos reaccionar y salir a la calle a reclamar nuestros derechos y pedir cambios políticos. Mi padre se horroriza cuando mi madre y yo hablamos de política. Alega que nada vamos a resolver y podemos ir presas. En Santiago las mujeres son más valientes que los hombres”.

Liudmila la apoya. “No hay cojones en Cuba. Los hombres son muy machos para abusar de sus esposas y fajarse entre ellos. Pero cuando hablas de protestar en la calle, excepto algunos, se cagan de miedo. En el edificio hemos hechos varias caceroladas. La mayoría de los hombres no se suman. Te desalientan y nos dicen que estamos locas. Estoy cansada de tantos abusos. Esto no es vida. Beatriz Johnson (la primera secretaria del partido comunista en Santiago de Cuba), con su cara dura, ya dijo dicho que solo habrá tres o cuatro horas con electricidad al día. Si no protestamos dentro de un año seremos cadáveres. Es un asunto de supervivencia quitarse a esa gentuza de encima”.

La mayoría de los cubanos reconoce que el sistema político, económico y social implementado por los hermanos Castro desde que llegaron al poder en 1959 no ha funcionado. Hay que cambiarlo todo. Comenzar de cero. Sustituir a la casta dirigente, derogar la actual Constitución y construir una sociedad que respete la propiedad privada, con tripartición de poderes y economía de mercado. Un amplio segmento de la población quiere un gobierno funcional que se deba a sus ciudadanos, no al revés.

A casi mil kilómetros de donde residen Aitana y sus padres, en un edificio de espantosa arquitectura ubicado en la Esquina de Tejas, en la barriada habanera del Cerro, Yaité, madre de dos hijos y sostén principal de su familia, coincide que la “casi todos los hombres en Cuba viven del cuento, lo suyo es tomarse unos tragos y acostarse con puticas baratas. Algunos no tienen decoro y ponen a jinetear a sus mujeres. Tampoco tienen cojones para salir a protestar contra la partía de inútiles que gobiernan el país”.

“En el edificio estuvimos cinco días si electricidad y llevamos diez días sin agua. Cada vez que armamos una tángana o un cacerolazo, los del partido municipal nos mandan a la carrera una pipa de agua. Pero eso ya no nos vale. Queremos también libertad y democracia. El 80 por ciento de las que estamos puestas en el edificio somos mujeres. Muy pocos hombres. Las mujeres tenemos todo a nuestras espaldas: trabajar en la calle, hacer las labores domésticas, cuidar a los hijos y a los parientes enfermos”.

“Han aumentado el número de hombres que ni siquiera cumplen sus deberes como padres. Siempre están en el ‘invento’ a ver de qué forma joden a gente indefensa. Y los que son buenos esposos, padres y mantienen a sus familias suelen tener más temor que dinero. Dicen que no protestan porque pueden ir pa’la cárcel y nadie va a mantener a su familia. Es un pretexto de pendejos. Si entre todos no rompemos el hielo del miedo y solo pensamos en largarnos, le estamos dando barra libre a esos hp para que nos atropellen. Cuba es nuestra. Los que sobran son ellos”, afirma Yaité.

Cuando usted habla con muchos cubanos, percibe mayor determinación de cambiar el actual estado de cosas. A la vanguardia de esa revolución ciudadana contra una torpe dictadura verde olivo que ni siquiera puede administrar con eficiencia los servicios básicos, están las mujeres como Yaité, convencida de que “tenemos que quitarnos la paja mental de que los americanos van tumbar a Díaz-Canel. Eso no es un asunto de Biden o Trump. Es de los cubanos que vivimos en la Isla. Ya basta de quejarnos”.

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viernes, 22 de noviembre de 2024

Ana de Armas: Durmiendo con el enemigo.

Por Ana León.

“Ana de Armas no se mete en política, pero se acuesta con ella”, fue la frase de una amiga cuando vio las imágenes publicadas por la revista ¡Hola! que confirman la relación sentimental de la actriz cubana con Manuel Anido Cuesta, hijo de Lis Cuesta Peraza, la esposa del gobernante Miguel Díaz-Canel. Las redes estallan y hay guion para rato, pues si bien Ana de Armas ha movido un mar de opiniones en los últimos años con motivo de sus frecuentes visitas a la isla, al exhibirse con este nuevo amor ha disparado la polémica a otro nivel.

Cuando en abril de 2023 la actriz viajó a Cuba con su entonces pareja, el millonario Paul Boukadakis –fundador de la aplicación Tinder- para celebrar su cumpleaños, lo hizo arropada por la condición única de ser “la cubana de Hollywood”, tras haber interpretado nada menos que a Marilyn Monroe. Precedida por aquel halo de exclusividad, muchos coterráneos en ambas orillas defendieron su derecho a venir y relacionarse con quien le diera la gana, a fin de cuentas su familia sigue aquí y en La Colmenita trabaja su amiguita de toda la vida.

Con menos entusiasmo fue visto el agasajo que le ofreció Miguel Ángel, chef particula  de Lis Cuesta, pero la gente lo dejó pasar porque entonces Ana, la cubana, era Marilyn para el mundo, y ese rol tan selecto hizo desaparecer de muchas memorias su intervención en “La red avispa”, un filme que intentó lavarle la cara a la dictadura. Convenientemente algunos también evitaron hablar del silencio de la actriz cuando su hermano, Javier Caso, fue detenido e interrogado por la seguridad del estado. Hasta la fecha Ana de Armas no se ha pronunciado sobre el asunto, una actitud extraña que sus defensores justificaron, en su momento, con el derecho a no hablar de política.

Hoy la actriz insiste en no meterse en política, prefiere relacionarse directamente con el régimen. Mucha gente se muestra sorprendida y decepcionada. El aluvión de comentarios despluma a Manuel Anido Cuesta, mientras los oráculos de hace más de un año se dan gusto posteando un “se los dije” y la situación dentro de la isla empeora a cada minuto.

Lo de Ana de Armas se veía venir. Era demasiado el coqueteo con personas afines al gobierno, y ostensible su distanciamiento con respecto a la debacle socioeconómica que atraviesa su país. Las costuras de su presunta neutralidad empezaron a saltar hasta que, por fin, decidió “salir del closet”, y lo ha hecho ocupando titulares.

La chica Bond bien pudiera ser una agente de la contrainteligencia cubana colocada por un brazo muy largo en el epicentro de la producción cinematográfica mundial. Su salida de Cuba, su carrera profesional en España y su escalada dentro de Hollywood no se justifican solo con el “talento” demostrado hasta ahora, ni con su belleza.

Un espaldarazo en el pasado explicaría por qué ahora, después de haber logrado lo que ninguna otra actriz cubana, arriesga su carrera poniéndose en el centro de un escándalo tan desagradable, del brazo de un sujeto estrechamente ligado a la dictadura más longeva de América. Manuel Anido Cuesta no solo es el hijastro del hombre que dio “la orden de combate” y el hijo de una mujer que ha colgado en redes sociales los mensajes más desafortunados que se le podrían ocurrir a una Primera Dama (o como la llamen); también es un asesor puesto a dedo, que viaja al extranjero y vive la dulce vida a costa de Liborio, aunque ese detalle esté generando menos impacto que el romance de marras.

Ana de Armas acaba de “quemarse” públicamente y hasta da la impresión de que su paseo por Madrid con el nuevo amor, así como la cena de ambos en el lujoso restaurante Numa Pomilio con Rodolfo y Lourdes Dávalos –representantes de la dictadura en el Juicio de Londres-, es una puesta en escena organizada a toda prisa para tapar algo más grave, justo cuando caen ministros y viceministros cubanos enredados en casos de corrupción, y un día después de que el Tribunal de Apelación de Londres rechazara el recurso de apelación interpuesto por el Banco Nacional de Cuba contra el fondo inversor CRF, al cual adeuda 72 millones de euros.

Quizás Ana de Armas, además de sufragar los gastos de su novio, cuyo salario estatal jamás podría pagar un entrante en el aludido restaurante, tenga la intención de utilizar su patrimonio neto (estimado en 20 millones de dólares) para amortizar parte de la deuda contraída por el gobierno al cual asesora Anido Cuesta. ¿Quién sabe? El amor todo lo puede.

En cualquier caso, el caricaturista Alen Lauzán tenía razón, y la imagen suya que tantas ronchas levantó hace poco más de un año, ahora se explica por sí sola. Si Raspadura Girl es realmente una agente infiltrada en la meca del cine, debe estar preparada para lo que se avecina. Protagonizar el spin-off de la saga de John Wick podría no ser suficiente para sacudirse toda la mierda que acaba de echarse encima.

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Récord de apagones en Cuba y emergencia en La Habana.

Tomado de CubaNet.

Este miércoles la Unión Eléctrica (UNE) registró el déficit de generación más alto informado hasta ahora. A las 6:20 de la tarde, horario de máxima demanda, faltaron 1735 MW de lo requerido para mantener al país con electricidad y abundaron los apagones.

Lamentablemente, para hoy, el pronóstico no es alentador. En su parte diario, la empresa ha comunicado que la afectación será de 1495 MW. Esto significa apagones en el 48 %.

En mayo de este año, el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo que el país experimentaría cortes eléctricos “prolongados” hasta junio debido a los trabajos de mantenimiento en el sistema energético. Esta medida, según las autoridades, buscaba reducir las interrupciones durante los meses de julio y agosto, cuando el consumo es mayor.

Sin embargo, la situación electroenergética del país se ha agravado al punto que en la mayoría apenas disponen de cuatro o cinco horas con electricidad cada día. Mientras que La Habana, capital cubana y ciudad más poblada, ha evitado cortar el fluido en las noches, y los apagones suelen ser de cinco horas durante el día.

La sucursal de la UNE en la capital anunció que hoy “ es necesario afectar el servicio eléctrico por emergencia”, a los clientes del bloque número uno deesde las 6:00 pm hasta las 10:00.

Actualmente se encuentran en avería la unidad 5 de la CTE Mariel, la unidad de la CTE Matanzas, la unidad 2 de la CTE Felton y las unidades 3 y 6 de la CTE Renté. En mantenimiento reportaron a la unidad 2 de la CTE Santa Cruz, las unidades 3 y 4 de la CTE Cienfuegos y la unidad 5 de la CTE Renté.

A eso se añade que se encuentran fuera de servicio por combustible 45 centrales de generación distribuida con 216 MW, la patana de Santiago de Cuba (67 MW) y 4 motores en la patana de Melones (65 MW) para un total afectado por esta causa de 348 MW.

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jueves, 21 de noviembre de 2024

La Habana no está para fiesta.

Por Iván García.

Cuba es un desastre. Apagones de hasta 22 horas diarias, desabastecimiento general y más del 70 por ciento de la población come poco y mal. Los servicios básicos son un caos. El transporte urbano no funciona, el déficit de agua afecta a dos tercios de los cubanos y la salud pública hace rato colapsó.

Mirna, 43 años, dependienta en una tienda estatal, pagó 3,200 mil pesos por un spray de salbutamol en el mercado informal. “Con la llegada del invierno, los asmáticos sufrimos bastante. Cuando vas al policlínico a darte un aerosol a veces no hay oxígeno o no tienen boquillas. Las personas van a los hospitales con jeringuillas desechables y otros útiles sanitarios. Si te partes una pierna o un brazo tienes que comprar a precio lo necesario para ponerte un yeso. Es una locura. Por menos que eso, en cualquier país civilizado renuncia el ministro de salud pública y la plana mayor del gobierno”

Unos días antes de que La Habana festejara su 505 aniversario, en el hospital pediátrico Borrás-Marfán, en 27 y F, Vedado, un niño de 7 años falleció de un ataque de asma. “Cuando los médicos lo asistían se fue la luz. Y en el hospital no funcionaba la planta eléctrica. Fue una negligencia criminal del Estado. Es increíble que las sedes del partido comunista, unidades de policías y los hoteles tengan respaldo eléctrico para caso de apagones y muchos hospitales no”, dijo una enfermera.

A falta de ambulancias, asegura Fermín, quien tiene a su madre encamada en su domicilio, “la mejor opción es llamar a la policía si tengo que llevarla al médico. No puedes decir que es para eso, pues no vienen, la táctica es decir que la gente está protestando y a los cinco minutos el barrio se llena de patrullas y motos de la Seguridad del Estado. A los represores y a los dirigentes no les falta el combustible”.

Graciela, madre de dos varones, tiene claro a dónde ir cuando “uno de mis hijos se me enferme. Voy directo al Cira García, La Pradera u otra clínica para extranjeros o al CIMEQ (Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas), en el reparto Siboney, que atiende a los altos funcionarios del gobierno. Esos centros parecen hoteles cinco estrellas y tienen medicamentos de última generación”.

En la mañana del martes 12 de noviembre, un grupo de vecinos residentes en bloques de apartamentos contiguos a la intersección de las calles 100 y Boyeros, decidieron armar una barricada y detener el tráfico en la céntrica avenida.

“Lo hicimos después de estar más de cien horas sin electricidad, sin agua y sin que recogieran la basura y los arbustos que derribó el ciclón Rafael. Llamabas a las instituciones y te peloteaban o te caían a mentiras. La única opción que nos quedaba era salir a protestar a la calle. A los cinco minutos se apareció la Seguridad del Estado y los chivatones de las brigadas de respuesta rápida. La protesta funcionó. Por la tarde nos pusieron la luz y el agua”, cuenta un vecino.

Mientras, en los noticieros de televisión, en surrealistas puestas en escena, se vende la narrativa de lo positivo que resultan los recorridos de las comitivas gubernamentales por toda la isla. Y al poner imágenes de gente saludando a las autoridades, dan a entender de que el pueblo ‘está feliz’ por esas visitas y por la premura en la recuperación de los daños causados por los huracanes Oscar y Rafael y por dos sismos ocurridos en provincias orientales, la realidad cotidiana es bien diferente.

En el barrio habanero donde reside Sureya, ama de casa, hace diez días no recogen la basura y no entra el agua. “No tenemos gas licuado para cocinar y no todo el mundo tiene 20 mil pesos para comprar una balita por la izquierda. Sin luz ni agua, sin comida ni gas, rodeados de basura, este gobierno nos está matando. Por si no bastara, el ciclón me llevó la mitad del techo de la sala. Los funcionarios de Vivienda siempre te dicen lo mismo, que una comisión va a pasar por la casa, a ver la cantidad de materiales de la construcción que necesito. Son sádicos. Te dan esperanza y al final no te dan nada. Si no resuelves por tu cuenta, te cae el techo encima”.

Ricardo, más conocido por El Yoyi, comenta que lleva más de veinte años viviendo en un albergue. «Cuando se derrumbó el edificio donde vivía, la situación económica era mucho mejor que ahora. Imagínate lo que le espera a los que acaban de perder sus casas. Si acaso, los mandan a un albergue estatal, que son verdaderos antros, donde la suciedad, los robos y las puñaladas son el pan nuestro de cada día”.

El saldo de dos huracanes y dos sismos en menos de un mes en Cuba, ha sido terrible: más de 46 mil viviendas dañadas en Guantánamo, Artemisa, Mayabeque, La Habana, Santiago de Cuba, Granma e Isla de la Juventud. En algunas provincias se produjeron derrumbes totales o parciales como en La Habana, donde 461 viviendas se desplomaron tras el paso del huracán Rafael.

El creciente descontento ciudadano ha provocado cientos de protestas callejeras a lo largo y ancho del país en los últimos meses. La respuesta del gobierno ha sido enjuiciar a los supuestos ‘cabecillas’. Un ex funcionario cree que a la la capital le prestan mayor atención y le destinan más recursos, porque «es la provincia donde se producen más manifestaciones al ser menor el apoyo al gobierno, lo que está documentado por informes de contrainteligencia y estadísticas de las últimas elecciones realizadas. En el sufragio para elegir a los delegados del Poder Popular el voto válido fue solo del 35 por ciento”.

El funcionario revela que es «una táctica que la contrainteligencia cubana recomendó al chavismo durante los años duros de la crisis económica en Venezuela. Para las regiones fuera de Caracas eran los apagones y el desabastecimiento. La electricidad y los bodegones repletos de mercancías recién llegadas de Miami eran para la capital. Aunque casi nadie lo podía comprar, vendían desde salmón hasta autos Ferrari”.

“Esa estrategia funciona porque en las grandes urbes la visibilidad internacional es mayor. En las ciudades radican las embajadas, la prensa extranjera, y firmas internacionales. Y en el caso de La Habana la movilidad de un municipio a otro es mucho más fácil que en provincias, donde trasladarse de un lugar a otro es más complicado. Y por el número de habitantes , una protesta en la capital es más numerosa. El miedo también incide: los principales jerarcas viven en La Habana. Si se arma un revolú no tienen donde esconderse”, opina el ex funcionario.

Tal vez por esas razones, los cortes de electricidad en la capital son de menor duración. Y la dictadura continúa celebrando eventos, festivales y congresos internacionales como si nada pasara. Ya se había alertado del paso del huracán Rafael cuando se inauguró la Feria Internacional de La Habana. Los fuertes vientos destrozaron una parte de Expocuba, al sur de la ciudad. “Tuvieron que clausurarla a la carrera y recoger los equipos y cosas que se exhibían. En el pabellón de productos nacionales, el más dañado, se colaron personas y se robaron las muestras en el stand de alimentos”, señala un trabajador.

En estos momentos, La Habana es sede de la XV Bienal de Artes Plásticas (15 de noviembre 2024-28 de febrero 2025). Desde su celda, en la prisión de Guanajay, el artista visual Luis Manuel Otero Alcántara, fundador del Movimiento San Isidro, invita a los asistentes a la Bienal a participar en una intervención artística denominada Fe de Vida, una especie de performance en el cual propone abrir su espacio carcelario como sitio de encuentro. Y del 5 al 15 de diciembre, se celebrará el 45 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Y al igual que en 2023, los filmes concursantes solo se podrán ver en cinco cines del Vedado (Chaplin, 23 y 12, Yara, La Rampa y Acapulco) y en dos salas (la Glauber Rocha y la del antiguo Instituto Superior de Arte).

Cifras que evidencian el desastre que ha dejado el castrismo, el peor huracán que pasada por la Isla. Cuando Fidel Castro llegó al poder en enero de 1959, en La Habana habían 134 cines funcionando en barriadas de Centro Habana, Habana Vieja, Cerro, 10 de Octubre, Vedado, Miramar, Luyanó y Lawton, entre otras.

El sábado 16 de noviembre La Habana cumplió 505 años de fundada. Hasta que los barbudos la destruyeron, la capital cubana era una de las ciudades más hermosas y desarrolladas del continente americano. Tuvo ferrocarril primero que España. También televisión y más emisoras de radio, periódicos y revistas que cualquier país europeo. Circulaban por las relucientes avenidas habaneras los últimos modelos de autos norteamericanos. Los cubanos fueron pioneros en la transmisión en vivo de un partido de la Serie Mundial de Grandes Ligas utilizando un avión comercial como satélite.

En casi veinte años construyeron 20 hospitales y decenas de casas de socorro (policlínicos). El FOCSA fue el primer edificio construido con tecnología de molde deslizante en el mundo. Los habaneros consumían tanta carne de res como los argentinos y uruguayos. En cualquier esquina había una bodega o un café con una victrola. Cuando caía la noche, La Habana era una fiesta.

En Tropicana cantó Nat King Cole, acompañado al piano por el ‘caballón’ Bebo Valdés. El Chori calentaba los cueros en los cabarets de la Playa de Marianao. Bola de Nieve interpretaba Adiós, Felicidad, de Ela O’Farrill en el Monseñor, en 21 y O. José Antonio Méndez, el Ronco, pasada la medianoche, iniciaba su descarga en el Pico Blanco del hotel Saint John’s. En el Alibar, Benny Moré ponía a bailar a sus seguidores. Y la gran Celia Cruz cantaba con la Sonora Matancera en un famoso cabaret.

En esa Habana de diversidad arquitectónica, caminabas sin coger sol por los portales de la calle Reina. Los habaneros, grandes aficionados a la radio, escuchaban novelas y los programas diarios de Joseíto Fernández, Panchito Riset o Vicentico Valdés. Las rutas de ómnibus urbanos -había más de cien- pasaban cada tres minutos y hasta el más pobre tomaba café con leche, la bebida tradicional de los capitalinos.

Sesenta y cinco años después de la imposición del llamado Gobierno Revolucionario, La Habana es una ciudad triste y apagada. El régimen intentó ‘alegrarla’, realizando una gala por el 505 aniversario con funcionarios vestidos de verde olivo, en una gala en La Habana Vieja. Según Sergio, vecino de la zona, la “gente veía la velada de lejos. Parecíamos extranjeros. No sabíamos exactamente qué se celebraba y por qué. Con la que está cayendo, la ciudad no está para fiesta”.

La capital cubana, al igual que tres millones de compatriotas, hace rato emigró de la Isla. Lo que queda es la nostalgia, ese ladrón que roba fuerzas. La otrora cosmopolita capital resurgió 90 millas al norte de Cuba. Miami, con sus bares y cafés, sus rascacielos y sugre Calle Ocho, es la ciudad que La Habana no pudo ser.


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lunes, 18 de noviembre de 2024

El problema de la economía europea es ... ¡Europa!

Por José María Rotellar.

Se han celebrado las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, tras la victoria de Trump, se ha extendido la opinión generalizada de que ello perjudicará a Europa. Es cierto que no es una buena noticia que exista el proteccionismo, pero, en primer lugar, no será mayor que con Obama, Biden o Harris; en segundo lugar, ése sólo será un problema, pero los verdaderos problemas de Europa son otros.

Europa se encuentra anquilosada, sumida en una parálisis motivada por lo políticamente correcto en muchos casos, que ha hecho que perdiese competitividad, viese cómo sus empresas no podían competir en los mercados, se hiciese dependiente energéticamente, militarmente no tuviese ningún peso y que también se abandonase la disciplina presupuestaria, aprovechada especialmente por los gobiernos menos responsables en el cumplimiento de la estabilidad, como es el caso del gobierno español del presidente Sánchez.

Europa tiene que apostar sin dudarlo por una política energética que no la ahogue, donde la energía nuclear tiene que jugar un papel importantísimo, porque es la que puede garantizar una mayor independencia energética europea. Alemania y España, dos países fundamentalistas contra la energía nuclear, deben abandonar esos dogmas.

Desde el punto de vista de la inmigración, la UE necesita inmigrantes para poder aumentar su mano de obra y su producción, y, con ello, su riqueza, pero debe seleccionar qué tipo de inmigración necesita, que acepte la cultura occidental y esté dispuesta a trabajar y prosperar, que son la mayoría de inmigrantes, pero Europa debe velar por ello.

Debe abandonar toda tentación proteccionista, haga lo que haga Estados Unidos, al tiempo que no puede seguir asfixiando a los agricultores europeos con normativa absurda que no exige en las importaciones. No debe haber proteccionismo, que nunca es la solución, sino que, simplemente, no debe estrangular a los agricultores europeos y, a partir de ahí, que puedan competir entre todos, europeos y de fuera de la UE.

Debe recuperar con firmeza la estabilidad presupuestaria y ser rigurosa con los incumplimientos, y no permitir un gasto sin límite, Debe ponerse fin a la deuda creciente y establecer medidas coercitivas a quienes incumplan su reducción.

Y en España, además de apostar por todo eso, que es lo contrario de lo que defiende el PSOE, especialmente su candidata a comisaria, Ribera, que aborrece las nucleares.

Tanto que ha presumido Pedro Sánchez de la marcha económica y todo ello es falso, no aguanta un análisis en profundidad. Es cierto que no es fácil combatir la propaganda oficial, ya que el barniz de los datos sostenidos por el ingente gasto público les permite presumir en el corto plazo, pero, en primer lugar, estructuralmente, el daño que ha infligido como a la economía es terrible, expulsando a la actividad productiva privada, endeudando a la economía y anquilosando su estructura sin ninguna reforma.

En segundo lugar, su política económica se ha demostrado inadecuada y nociva para la economía española, pues nos aleja de Europa, tal y como muestran los siguientes datos, algunos de ellos ya comentados anteriormente:

  • Así, en porcentaje de PIB per cápita en paridad del poder de compra sobre la media de la UE España ha pasado de estar en el 92,8% en 2017 -último año completo sin Sánchez en el Gobierno-, en una senda creciente, al 88,6%.

  • Es decir, España ha perdido 4,2 puntos en su convergencia con la UE y ha vuelto a instalarse entre los países pobres de la UE, que son aquellos con un PIB per cápita en paridad del poder de compra inferior a ese 90% de la media de la UE.
  • Es más, debido a ello, ustedes podrían haber solicitado fondos de convergencia y han podido renunciar a alrededor de 6.000 millones de euros para no reconocer ese empobrecimiento.
  • Por otra parte, en los últimos cuatro años completos, entre 2019 y 2023, es decir, casi todo el mandato de Sánchez, contra la propaganda gubernamental que afirma que somos quienes más crecemos en la UE, la realidad es bien distinta: mientras que la UE creció en ese período un 4,35% y la eurozona lo hizo un 3,86%, España creció un 3,58%, pese a las revisiones profundas y extraordinarias del INE, con elevación de casi dos puntos el crecimiento de 2021, 35.000 millones más de revisión en un único año y todo el efecto arrastre que conlleva, todo ello en PIB en términos constantes, tal y como se puede calcular a partir de los datos de los índices de volumen publicados por Eurostat.

Sánchez nos aleja de la UE, y la UE, a su vez, se aleja del mundo. Puede intentar escudarse en que Trump va a imponer el proteccionismo -que es un error, insisto- y que ello va a hacer entrar en recesión a Europa, pero eso sólo será un componente más que afectará negativamente a una economía que se está quedando atrás por las políticas económicas suicidas aplicadas por la UE e impulsadas por su motor económico, Alemania, firmemente secundadas por el Gobierno de Sánchez, que hace que si la UE se rezaga, todavía se rezaga más España, por mucho que traten de vender otra cosa. Que no busquen fantasmas fuera; el problema está en las medidas económicas, energéticas y regulatorias de la UE, delirantes, que empobrecen a la economía europea.





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domingo, 10 de noviembre de 2024

Los merolicos proliferan en La Habana.

Por Jorge Luis González Suárez.

Una merolica en un portal.

Si caminamos por calles habaneras, sobre todo en lugares céntricos, veremos profusión de merolicos: vendedores errantes, ubicados en portales, parques y en las puertas de sus viviendas, que ofertan productos usados, obtenidos de personas que los desechan, o en los enormes basureros de cualquier esquina de la ciudad donde escarban para hallarlos.

“Merolico” es un término surgido de la telenovela mexicana Gotita de gente, transmitida por la Televisión Cubana en la década de 1980. En ella, uno de los personajes centrales, vendedor de pócimas sin eficacia, era cuestionado por las autoridades y tildado como “un merolico, vago sin oficio ni beneficio”.

Dicha expresión vino como anillo al dedo a Fidel Castro para designar a todos aquellos individuos negados a trabajar para el Estado, y arremeter contra ellos, desatando una fuerte persecución y la aplicación de legislaciones como la “Ley del Vago”, mediante la cual podía condenarlos a trabajos forzados o enviarlos a prisión.  

Desaparecidos por un tiempo de la vía pública, los merolicos tuvieron que actuar clandestinamente para mantener sus negocios. Pero en los últimos años han proliferado por toda la capital. 

Los merolicos, casi siempre hombres de la tercera edad, generalmente mal vestidos, con poca pulcritud, presentan apariencia de pobreza. A diferencia de los comerciantes por cuenta propia, al no poseer licencia de venta, no pagan impuestos al fisco. 

Los merolicos exponen sus mercancías siempre sobre algún cartón o sábana sobre el piso, que usan para recoger con rapidez los artículos en caso de  redada policial.

En muchas ocasiones están en las entradas de edificios con escaleras, pasillos, y solares, donde guardan las cosas. Se colocan en la puerta, sin exhibir la mercancía, mostrando en la mano lo que ofertan. 

Entre sus ofertas más frecuentes están ropas y zapatos usados, equipos eléctricos, teléfonos fijos e inalámbricos, forros protectores de celulares, cargadores de móviles, herrajes de plomería, CD, libros de uso, medicamentos, etc. El precio de lo que venden es relativamente barato pero no dan garantía de sus productos. La gente les compra porque la mayoría de las cosas que venden no se puede conseguir en las tiendas estatales o las mipymes. 

Hay también vendedores ambulantes, tanto hombres como mujeres, que pregonan ofertando coquitos, raspaduras y otros dulces de elaboración casera  que trasladan en cajas de cartón.

Hace unos años aparecieron las llamadas “candongas”, puntos en la periferia de la capital donde vendían de todo. Existieron algunas que se hicieron famosas entre los habaneros como La Cuevita, en San Miguel del Padrón, y la ubicada al final de la barriada de Pogolotti, en Marianao, que era llamada la Calle 8 (en alusión a la calle de Miami popularizada por los cubanos) que tenía cerca de un kilómetro de extensión. 

Hoy para dar visos de legalidad al candongueo, el Gobierno permite las ventas de garaje en las casas particulares los fines de semana.

Los sitios más comunes en los cuales se ven ahora los merolicos son los portales de la Avenida Carlos III, el parque El Curita, en Reina y Galiano, por toda la calle Monte y la Calzada de Diez de Octubre o alrededor de los agromercados. Pero también puede vérseles en otras zonas de la capital, mezclados con los cuentapropistas, como en La Güinera, en el municipio Arroyo Naranjo. 

El oficio de vender objetos usados es tan antiguo como la humanidad. Siempre ha sido ejercido para sobrevivir por personas sin trabajo fijo. Los denominados buscavidas han aparecido reiteradamente en la literatura y el cine.    

Recuerdo cuando era niño que acompañaba a mi padre cuando buscaba alguna pieza de plomería, o algo similar para hacer arreglos en la casa. Íbamos a la calle Rastro, cerca de la Plaza de los Cuatro Caminos, donde estaban ubicados los vendedores, en más de un centenar de metros, ofertando su mercancía en sus carretillas.

Es incomprensible como personas que son muy pobres, que no hacen daño a nadie y que, por el contrario, dan beneficio al recuperar cosas que se descartan y que pueden ser aprovechadas, son perseguidos en Cuba por las autoridades, que les decomisan su mercancía e imponen fuertes multas.

Con la catastrófica situación económica del país, generada por un sistema político anacrónico e inoperante, seguirá en aumento el número de merolicos. Para sobrevivir, muchas personas de las más desfavorecidas de la sociedad, apelarán a este recurso de subsistencia, aunque sea considerado  ilegal por el Gobierno. 

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