jueves, 27 de junio de 2013

El endeudado sistema empresarial cubano.

Por Osmar Laffita Rojas.

La situación de los impagos en el sistema empresarial cubano no es algo nuevo. Desde hace un tiempo el tema es abordado ocasionalmente por la prensa oficial. Las relaciones monetarias-mercantiles de significativos sectores productivos y de servicios están prácticamente colapsadas por los elevados montos de cuentas pendientes por cobrar y pagar.

La gravedad del asunto es tal, que el gobierno, en su reunión ampliada del Consejo de Ministros, celebrada el pasado 28 de septiembre, decidió debatir el tema de los impagos, cuya caótica situación es consecuencia de la indisciplina contable y financiera existente en todo el universo empresarial cubano, motivada por la morosidad y desatención de los encargados de poner coto a tan negativo estado de cosas.

Como consecuencia de este desorden, se han acumulados centenares de millones de dólares de deuda en una y otra dirección, lo que provoca que muchas empresas se encuentren paralizadas, por no tener dinero para asumir los gastos que generan los procesos fabriles y de servicios.

Que se haya llegado a este extremo de bancarrota empresarial es total responsabilidad de los ministros,  los gerentes y directivos de uniones, empresas y bancos. Las grandes sumas de dinero acumuladas por no honrar los compromisos financieros, han arrastrado a la economía cubana al hoyo de la ineficiencia, la improductividad y el descontrol, y dan lugar a la  proliferación de delitos, en los que han estado involucrados no pocos funcionarios, que pescan dinero en este río revuelto.

La información brindada por la prensa oficial sobre la reunión del Consejo de Ministros que abordó el tema de los impagos, no reflejó los montos de los adeudos acumulados de las empresas y ministerios, los cuales ascienden a centenares de millones de dólares.

Lo acumulado por concepto de cuentas pendientes -por pagar, cobrar y vencidas- da una idea de cuán grave es el asunto.

Tomemos los casos de las provincias de Pinar del Río, Villa Clara, Ciego de Ávila, Cienfuegos, y de los ministerios de Agricultura y Trasporte, así como de la empresa Alimport, de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera. Solo en cuentas por cobrar, sumaban al cierre de agosto más de 84 millones de dólares. Las cuentas por pagar reportaban 85,5 millones de dólares. Y las fuera de término o vencidas -léase dinero que no se sabe dónde ha ido a parar- se elevaban a 262,6 millones de dólares.

Se puede suponer que en las restantes provincias y ministerios la situación de los impagos es similar o peor, dado que la epidemia de la indisciplina contable y financiera ha contagiado a todo el sistema empresarial cubano.
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