Por Esteban Fernández.
Un escritor llamado Ernesto Hernández Busto, quien tiene un Blog llamado "Penúltimos Días", dijo algo muy cierto en un artículo. Esa gran verdad fue de tal envergadura, y levantó tantas ronchas en Cuba, que hasta la tiranía, mediante uno de sus esbirros en la Internet llamado "Yohandry'' (Tato Fontes), se tomó la molestia de contestarle airadamente. Ernesto dijo simplemente que "FIDEL CASTRO ESTÁ IMPRESENTABLE y que no lo veremos más en público"...
No sé si lo veremos o no, pero de que está "impresentable", no hay dudas. Si lo enseñaran, lo que presentarían fuera una piltrafa inhumana, porque la verdad es, que “de aquel Castro que un día fue” ya no queda ni la sombra. Observe usted que es un hombre que no puede ni reírse. ¿Qué tiempo hace que nadie escucha a Castro lanzar una carcajada? Inclusive, hasta sus sonrisas son una especie de macabras muecas. El Caballero de Paris lucía millones de veces mejor (y estaba más cuerdo) que este vejete trastornado.
¿Y eso es natural debido a su avanzada edad? Eso es incierto, porque yo vivo rodeado, y hablo con ellos todos los días, de un montón de viejos cubanos que están felices. Esos son ancianos que ríen, que hacen chistes, que hablan con orgullo de sus hijos, de sus nietos, de sus triunfos honestos en la vida. Ya a Castro no le quedan ni “sus promesas para el futuro”.
Al tirano se le acabó por completo la agilidad mental. Tiene una incoherencia total. Las reflexiones prácticamente han brillado por su ausencia, y las últimas han sido ridículas y absurdas. Padece de diarrea cerebral y verbal, y hasta hizo lucir al Papa como un buen mozo en comparación...
La juventud cubana se burla de él, se ha convertido en el hazmerreír del país. La nación en pleno hace poesías rimando palabras obscenas con el nombre de la popular planta moringa. Dalia, de "bruja mayor", ha pasado a ser la enfermera y loquera. Para encontrarle un parecido al sátrapa hay que acudir a la prehistoria, porque de tirano se ha convertido en un tiranosaurio...
¿Se acuerdan ustedes de aquel Fidel fuerte, con tremendo tabacón en la boca, con dos relojes en la muñeca, lanzando encendidos discursos de cinco horas de duración? Eso nada más que está en la memoria de algunos. ¿Se acuerdan que lo llamaban “El Caballo”? ¿Recuerdan aquel estribillo que entonaban los fidelistas de “Somos socialistas lo dijo EL CABALLO ”? Y quizás sus lacayos sigan allí tragándose ese paquete, pero “de caballo” no le queda nada. En realidad no llega ni a penco. Para mí, que está a punto de ser tasajo de caballo.
Debe ser desesperante para el genocida, aquel que caminaba dando zancadas, no solamente que en el exterior se hable de su inminente incapacidad para gobernar, sino de su inhabilidad hasta para coordinar una simple frase.
Hoy sus seguidores se conformarían con verlo, como hace cuatro o cinco años, cuando se encaramaba con tropiezos a una tribuna. Ya en aquella época tenía dificultad para poder hilvanar un discurso. Créanme, que un niño de 8 años o un guajiro analfabeto, podrían ser más elocuentes que ese monstruo encartonado. Hoy en día ha quedado reducido a ser un anciano balbuceante y un manojo de confusiones.
Es totalmente incapaz de sostener una polémica o un careo, no digamos con otra persona de su nivel intelectual, sino con un pionerito allá, o con un boy scout aquí. En un país libre no pudiera dirigir ni un puesto de hacer hamburguesas. Y según la opinión de Hernández Busto, no podrá ni hacer eso en el futuro.
A mí me parece que si los cubanos lo hubiéramos derrocado el 17 de abril de 1961, hoy en día estuviéramos viendo a los fidelistas en Cuba y en el mundo entero, exhibiendo (como si hubiera sido ayer) aquella foto donde aparecía fornido, encaramado en un tanque junto a su perro sabueso José Abrantes. Actualmente no lo pueden subir a una bicicleta ni con cien ayudantes.
¿Se acuerdan ustedes de que nosotros decíamos, sin estar seguros a ciencia cierta, que ‘el comandante’ no se lavaba nunca sus calzoncillos? Bueno, pues actualmente parece que lo que necesita es ponerse pañales. La peor ofensa para Castro en estos momentos no sería tirarle una bomba desde un avión, sino un paquete de “pampers”...
En realidad lo único que le queda, y que lo mantiene en pie (aparte de un violento aparato de terror ) es la negativa del diablo para aceptarlo a su lado. Además, tiene un equipo de médicos, que a base de no sé que medicamentos, logran levantarlo a “guapear” por unas cuantas horas. Queremos verlo muerto, pero por lo menos ahora tenemos el placer de poder verlo muerto en vida. Y según Hernández Busto, ya no lo veremos más, porque está hecho UNA PILTRAFA IMPRESENTABLE.
0 comments:
Publicar un comentario