domingo, 13 de febrero de 2011

Entramado empresarial: cifras pesimistas.

Por Elías Amor.

¿Qué futuro pueden esperar los 80.000 trabajadores por cuenta propia?

Una breve nota de la Oficina Nacional de Estadística de Cuba permite analizar la evolución de la economía nacional y los intensos cambios que se vienen produciendo en la misma, a partir de la información denominada
"organización institucional" que hace referencia a las principales entidades que operan en la economía.

Según la ONE, existían en Cuba, a finales de 2010, 11.857 entidades, o también "formas de organización", como las denomina el régimen, frente a las 12.614 que operaban en 2005, lo que supone un descenso para el período considerado de un 6%, en estrecha relación con el proceso de grave crisis económica experimentado por el país.

Las cifras registran una clara tendencia a la baja en la práctica totalidad de las categorías analizadas, excepto en "unidades presupuestadas", que son precisamente las que pertenecen a la actividad económica directamente controlada y ejercida por el Estado.

Son esas "unidades presupuestadas", objetivo fundamental de los "lineamientos" de Raúl Castro, las que muestran un mayor crecimiento del 20,7% en el período objeto de análisis, pasando de 2.082 en 2005 a 2.514 en 2010, mientras que las otras figuras contempladas descienden de forma destacada.

Mención especial para las "sociedades", con una caída del 15%. Disminuyen de las 3.311 en 2005 a las 2.810. Como señala la nota de la ONE, precisando qué son estas empresas, se trata de entidades estatales que incluyen uniones, organizaciones económicas estatales del tipo autofinanciadas, empresas de organizaciones políticas y de masas, bancos estatales y los grupos empresariales. Se trata del conglomerado económico e institucional sobre el que se asienta el régimen, y que ve languidecer sus cifras en los últimos cinco años, de acuerdo con la información proporcionada por la ONE.

Desciende también de forma similar el número de las UBPC, dentro del conjunto de las cooperativas, confirmando su fracaso tras la apuesta que se hizo con las mismas después del Período Especial. Estas organizaciones disminuyen un 15,6% en su cifra total, pasando de las 2.675 a las 2.256 en 2010.

Las otras modalidades de cooperativas, como las de crédito y servicios de más reciente creación (CCS), o las agrícolas (CPA), experimentan igualmente descensos significativos del 6,2% y del 5,7%, respectivamente. Por todo ello, la cifra de cooperativas se reduce en total de las 6.931 en 2005 a las 6.253 en 2010, lo que revela un intenso ajuste en el sector.

Por último, las mercantiles, que incluyen las que son 100% de capital cubano, registran un descenso menor, de solo un 3,4%, pero son también las que presentan un número absoluto más bajo, con solo 280 sociedades.

En los datos anteriores, puntualiza la ONE, no se encuentran incluidas las instituciones sin fines de lucro, las empresas mixtas, las empresas de capital 100% extranjero, las sucursales en Cuba de empresas extranjeras, la Cámara de Comercio o los denominados bufetes colectivos. Ello implica dejar fuera del análisis a un segmento importante de actividad que se debería atender por la estadística oficial.

A la vista de estos datos, y teniendo en cuenta que operan en la economía nacional alrededor de 11.857 "formas de organización", cabe preguntarse qué futuro se puede esperar para los 80.000 cubanos que han solicitado licencias para el ejercicio por cuenta propia de las profesiones reguladas y controladas en los "lineamientos" de Raúl Castro.

Por lo pronto, si todos esos trabajadores por cuenta propia se establecen, y finalmente tienen éxito en sus proyectos emprendedores, la base económica de las "formas de organización" se podría ver alterada sustancialmente.

Conviene recordar que, según se recoge en diversos estudios realizados en la época, en los años 50 existían en Cuba más de 200.000 empresas en funcionamiento, incluyendo a los profesionales, pequeños empresarios y comerciantes, que tenían sus propios negocios orientados al mercado, y que fueron barridos de la circulación con las reformas estalinistas de la economía emprendidas en 1967 por Fidel Castro.

¿Es posible reconstruir esa base productiva y social de actividad económica? ¿Pueden los nuevos emprendedores por cuenta propia llegar a recomponer el sistema económico y social apuntando hacia un nuevo modelo?
Share:

0 comments:

Publicar un comentario