viernes, 16 de diciembre de 2011

Raúl Castro desmantela el programa de trabajadores sociales.

Por Wilfredo Cancio Isla.

En otra vuelta de tuerca de su política de ajustes económicos, el gobernante Raúl Castro ordenó el reordenamiento y control centralizado del programa de trabajadores sociales, una iniciativa gubernamental que gozó de plena autonomía y amplios recursos financieros desde su instauración en el país.

Trabajadores sociales, una fuerza de choque ideada por Fidel Castro en el 2000.

Mediante el Decreto-Ley 286, publicado este miércoles en la edición online de la Gaceta Oficial, Castro dispuso la subordinación de las funciones del Programa de Trabajadores Sociales al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), con la consiguiente eliminación de la unidad presupuestada que administraba sus operaciones.

La disposición pone también bajo el control del MTSS al llamado Sistema de Prevención y Atención Social.

El documento, emitido el 20 de septiembre, considera que se hace necesario "implementar nuevas medidas" en torno a la seguridad social y "ajustar sus regulaciones a los requerimientos actuales".

A tales efectos, el gobernante cubano dio un plazo de 60 días para que el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social presente "una propuesta de organización de la actividad y del destino de los recursos humanos, materiales y financieros" asignados al programa de trabajadores sociales.

Al mismo tiempo, otorgó 180 días -a partir de la puesta en vigor de la legislación- para extinguir la unidad presupuestada del programa de trabajadores sociales.

Entre las disposiciones especiales, se solicita mantener, por su nivel de especialización, las funciones que realizan los trabajadores sociales subordinados a los ministerio de Educación y Salud Pública.

Aunque el decreto no implica la desparición del programa, sí marca la pérdida de su personalidad jurídica y su liderazgo como una fuerza social de choque, a la manera que fue concebido por Fidel Castro en el 2000.

De hecho, la decisión marca el cumplimiento de una propuesta registrada en los documentos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en abril, y que sugirió integrar todo el trabajo social en "un único centro coordinador".

Hijos de la batalla de ideas.

El programa de trabajadores sociales surgió al calor de la llamada batalla de ideas, bajo la supervisión de la Unión de Jóvenes Comunistas. La iniciativa comenzó con 513 estudiantes desvinculados del trabajo y siete meses después Fidel Castro asistía a la primera graduación de trabajadores sociales en una escuela de Cojímar, en La Habana.

Bajo la tutela de Fidel Castro, los trabajadores sociales se multiplicaron vertiginosamente en escuelas creadas a lo largo del pais, convirtiéndose en una fuerza juvenil empleada para sacar a flote tareas de alta sensibilidad política, desde el control de la venta de combustible hasta la sustitución de los bombillos incandescentes en los vecindarios.

La prensa oficial los llegó a presentar como "médicos del alma nacional". Fidel Castro los valoró como una fuerza clave para "eliminar lacras sociales y "librar la batalla por la invulnerabilidad económica".

El ejército de trabajadores sociales llegó a contar con unos 45,000 jóvenes y cumplió además tareas como el multicopiado de cassetes de videos para misiones educativas en Venezuela, la entrega de los llamados "módulos de cocción" en los núcleos familiares, y la atención a ancianos y discapacitados, así como labores de prevención delictiva y gestión política en los barrios.

Desde su arrancada, el funcionamiento del programa estuvo encargado a Otto Rivero, entonces primer secretario de la Unión de Jovenes Comunistas y promovido a vicepresidente del Consejo de Ministros en el 2004 por sus logros al frente de la Batalla de Ideas. Rivero fue destituido y separado de todas sus responsabilidsdes políticas en marzo del 2008.
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